El presidente estadounidense Donald Trump impulsa una política para menguar la importancia de los organismos multilaterales, lo que impactará en Naciones Unidas y en la OTAN, explicó a Spútnik la politóloga Anabella Busso.
"La propuesta antimultilateral del presidente de Estados Unidos impactará en el funcionamiento de estas organizaciones supranacionales", señaló Busso, investigadora en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) sobre relaciones bilaterales entre Argentina y Estados Unidos.

Trump pretende así instaurar un nuevo orden internacional "que tendrá espacios multilaterales más reducidos" y en donde "primará mucho más la negociación de tipo bilateral", añadió la experta.

Entre los organismos multilaterales con mayor presencia en todo el mundo destacan Naciones Unidas, con competencias más generales, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desde el punto de vista militar, y la Organización Mundial del Comercio (OMC) en ámbitos económicos.

"Son organismos que fueron creados en el escenario de la segunda postguerra y que se insertan en un diseño de orden internacional con la prevalencia de criterios liberales que pensó Estados Unidos para administrar cuestiones vinculadas a la paz, al desarrollo mundial, o a la seguridad de determinadas regiones en específico", detalló la investigadora.

Con el paso del tiempo, algunos de estos organismos fueron ampliando sus competencias, observó Busso, también profesora de Política Internacional en Universidad Nacional de Rosario (UNR).

"La OTAN amplió su Concepto Estratégico abarcando zonas que van más allá del Atlántico Norte e incluyendo otro tipo de amenazas como el terrorismo internacional", señaló la investigadora al mencionar como ejemplo el bombardeo de Libia encabezado por este organismo, que fue discutido internacionalmente.

Ataque a la OTAN y a la ONU

La postura de Trump con respecto a la OTAN "tiene que ver con el papel económico que Estados Unidos desempeña en esa organización" al ser uno de sus principales aportadores, y puesto que constituye "una especie de garante de la seguridad europea".


Comentario: Y por supuesto, como una armada para impulsar la agenda de la élite globalista: La ofensiva de la OTAN global


Sobre la ONU, añadió Busso, la posición es distinta.

Al margen de las críticas respecto a la capacidad de la ONU para resolver conflictos respetando la paz y a la comunidad internacional, Trump no sólo discute en este caso el desempeño económico que tiene Estados Unidos como principal contribuyente de la organización, al cubrir el 23% de sus gastos.

"También es una crítica a la ONU enarbolando los principios de los conservadores, que siempre tuvieron una postura contraria a la entidad porque la consideran un antro liberal que desempeña políticas de protección de la natalidad o de defensa de género, algo con lo que no están de acuerdo", explicó la especialista.

Aunque sea en buena parte el creador de la ONU, Estados Unidos la ha respetado cuando la organización iba en sintonía con su estrategia, "y la ha desconocido cuando no coincidía con los intereses nacionales y de seguridad de Estados Unidos, como hizo el expresidente George W. Bush (2001-2009)", recordó Busso.


Comentario: Este tipo de instituciones como la ONU que siguen un modelo obsoleto, solo han servido para impulsar los intereses particulares de EEUU, y no han ayudado en nada para resolver problemas de importancia internacional real.


Aunque ya no ostenta el poder que tenía tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos representa entre el 23 y el 25% de la economía mundial.

Si este país decide como actor único que no aplica cualquier norma internacional sobre la protección del ambiente, sobre economía o sobre política militar, "quiere decir que la norma tiene posibilidades de no tener efectividad".

Dada su capacidad política y militar, Estados Unidos también tiene margen de maniobra para que otros Estados lo imiten, concluyó la investigadora.