BUENOS AIRES (Sputnik) — Argentina amanecerá paralizada por la primera huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (c) contra el Gobierno de Mauricio Macri en los casi 16 meses que lleva de gestión.

"Creo que va a haber un nivel de adhesión muy alto el día de mañana", afirmó uno de los tres secretarios generales de la central obrera, Juan Carlos Schmid, en Radio Rivadavia.

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El paro se sentirá en todo el territorio y forzará el cese de actividades en la sanidad, en la educación, en el trasporte, en la industria, en la atención de bancos y en la administración pública.

Los sindicatos, que buscan evidenciar "el malestar social" existente, achacan al Ejecutivo el empobrecimiento de parte de la sociedad como consecuencia de sus políticas económicas.

Se cuestiona "una parte del trazado económico que está llevando adelante el Gobierno con un enfoque erróneo", como la "administración del comercio exterior, el control de la inflación y el derrumbe del consumo", una situación "innegable", indicó Schmid.

En paralelo, se celebra por primera vez en Buenos Aires el Foro Económico Mundial para América Latina (WEF, por sus siglas en inglés).

"Lo que le diría a los empresarios del World Economic Forum es que los sectores empresarios tienen responsabilidad en esto", acotó Schmid en sus declaraciones.

Mientras que muchos trabajadores no llegan con su sueldo a finales de mes, no les ha ido tan mal a los "agroexportadores y sectores financieros, que han tenido una importante ventaja sobre el resto de los sectores", afirmó el sindicalista.

Para el Gobierno, en cambio, la medida de fuerza es "incomprensible".

"No hay consignas claras, nos vamos a sentar al día siguiente y no va a haber una hoja de ruta porque no tienen consignas claras de por qué estamos parando", señaló el ministro del Interior Rogelio Frigerio.

Tras tildarla de "ilegítima y sin sentido", la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, vaticinó que la huelga general se mostrará quebrada ya que "gran parte de la sociedad no la quiere".

Por su parte, el presidente Mauricio Macri aseguró que la huelga general le costará al país unos 15.000 millones de pesos (975 millones de dólares).

"A la hora de hacer cuentas, (Macri) debería tener presente que las desgravaciones impositivas al agro y a las mineras que él estableció al inicio de su mandato costaron 70.000 millones de pesos (4.575 millones de dólares) a Argentina", retrucó el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.

El gremialista afirmó también que hay "una caída de 6 puntos en la actividad industrial" y un "3% en la construcción y en la la actividad económica de las pequeñas y medianas empresas".

Por otro lado, han causado controversia declaraciones como la del secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani, que llamó a "dar vuelta los coches" de los conductores que trabajen durante el paro de este jueves, aunque posteriormente pidió disculpas y dijo que se le "soltó la cadena".

Por sus dichos, el gremialista fue imputado por un fiscal de la ciudad de Buenos Aires.

Aunque la CGT no ha convocado ninguna movilización para magnificar la medida de fuerza, varios sindicatos contrarios a la central obrera, y otras organizaciones sociales, cortarán a primera hora de este jueves los accesos de las autopistas que ingresan a la ciudad de Buenos Aires.