domingo, 23 de abril de 2017

CUENTA ATRÁS PARA UN POSIBLE ATENTADO NUCLEAR EN NUEVA YORK

CUENTA ATRÁS PARA UN POSIBLE ATENTADO NUCLEAR EN NUEVA YORK


Uno de los tópicos con que más se ataca a las páginas que informan de conspiraciones es de estar anunciando continuamente atentados, catástrofes, guerras y calamidades varias que nunca suceden. Aunque este "nunca" habría que matizarlo, el caso es que advertir de una posibilidad no significa dar algo por fatal e inevitable. A veces incluso la denuncia previa es útil para evitar la materialización de alguna de las maniobras de la élite, pero eso no librará al denunciante de ser considerado un agorero, un paranoico ... o directamente un colaborador del NWO en su pretensión de que nuestro estado sea el miedo continuo. Esta posibilidad es la que he hecho que este blog sea especialmente cauteloso a la hora de "profetizar" posibles eventos catastróficos, limitándose al análisis "a posteriori" de los que sirven a la agenda de la élite, género del cual el último evento por ahora es el atentado perpetrado -¿o habría que decir "escenificado"?- en París tres días antes de la primera vuelta de las elecciones generales, un "clásico" si pensamos en que el 11-M también tuvo lugar con esa precisa antelación y la evidente voluntad de influir en las urnas.

Si hoy incurro en una de las contadas excepciones a este proceder es porque los indicios que hacen pensar en un inminente atentado de falsa bandera son de bastante peso como para contribuir a alertar al mayor número de personas posible hasta lograr que los muñidores del plan se vean descubiertos y desistan de llevarlo a cabo. ¿Pretencioso? Seguro que muchos lo considerarán así, pero entre hacer algo que resulte insuficiente o no hacer nada la primera opción es la única válida (bueno, queda todavía lo de criticar al que intenta hacer algo, pero en el reparto de esta tragicomedia ese es el cometido de los "trolls" habituales).






Mañana lunes se inicia la Operación “Gothatm Shield” (Escudo de Gotham): un simulacro táctico de emergencia sobre el supuesto de un ataque nuclear múltiple contra E.E.U.U. que contempla la detección y desactivación de dos artefactos nucleares, al menos uno de ellos en Washington, así como la respuesta a una detonación de una bomba nuclear de 10 kilotones de potencia en el área que comprende a Nueva York y Nueva Jersey -lo que señala al puente George Washington como objetivo preferencial- y una detonación menor en Albany, cerca de la frontera con Canadá. Como término de comparación, la bomba de Hiroshima tuvo una potencia de 16 kilotones. Redujo la ciudad a escombros y causó la muerte de 140.000 personas. Un municipio, en cualquier caso, no tan densamente poblado como lo está hoy Nueva York.


En el ensayo participará la FEMA (agencia federal de gestión de emergencias), el FBI, el Departamento de Defensa y una larga lista de organizaciones militares, policiales y municipales. Significativamente, tanto el informe FEMA de la operación como el de la "Greater New York Hospital Association" -que engloba a 160 hospitales de Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island y Connecticut- han dejado de estar accesibles en Internet.

¿Hasta donde llegará el simulacro? En caso de ataque real el pulso electromagnético provocado por la detonación desactivaría prácticamente todo dispositivo electrónico -incluidos teléfono e Internet- en un radio de 20 kms. alrededor del epicentro de la explosión. La información inmediata sería escasa y confusa, y no cabría recibirla por medios alternativos a los oficiales.

El supuesto táctico elegido no puede estar más conectado con la actualidad inmediata, pues Corea del Norte acaba de reeditar su amenaza de provocar un Apocalipsis en E.E.U.U. con su armamento nuclear, siguiendo con la retórica que le llevó a afirmar hace ahora un año que estaba en condiciones de borrar Manhattan del mapa: "Si nuestra bomba de hidrógeno llegara a ser instalada en un misil balístico intercontinental y cayera en Manhattan, en la ciudad de Nueva York, todo el mundo moriría inmediatamente y la ciudad quedaría reducida a cenizas".

¿Por qué tanta insistencia en hablar de la materialización real del supuesto táctico de la operación? Porque ya van siendo unos cuantos los casos en que unos ejercicios de gestión de crisis preceden a un atentado real para el que sirven tanto de ensayo previo como de puesta entre paréntesis de los protocolos de actuación habituales, lo que facilita la acción de los perpetradores. No es un delirio conspiranoico de esta bitácora, sino que está acreditado por las declaraciones de Eric H May, ex oficial de inteligencia del ejército de los Estados Unidos y ex inspector e intérprete para las fuerzas nucleares de alcance intermedio:

“La forma más fácil de ejecutar un ataque bajo bandera falsa es hacerlo bajo la cobertura de un ejercicio militar simultáneo que simule la realización del mismo ataque que se quiere llevar a cabo en la realidad”

A ese patrón obedecieron:

- Los atentados del 11-S, precedidos de los ejercicios "Vigilant Guardian" que involucraron a todo el servicio de vigilancia aérea y que, durante un tiempo clave, hicieron considerar a los vuelos que se estrellaron contra las torres gemelas y el Pentágono (vuelos no de aviones, sino de misiles "tuneados") y el "United 93" finalmente derribado sobre Pensylvannia (destinado en la versión oficial a abatir el edificio 7 que, aún sin avión estrellado ni justificación alguna, fue sometido también a voladura controlada) como parte de los ejercicios en vez de como ataques reales. En concordancia con aquel magno engaño, también ahora nos encontramos ante cuatro objetivos tácticos.

- Los atentados del 11-M en Madrid, materialización del supuesto en que se basó el ejercicio de la OTAN CMX 2004 -un ataque yihadista contra una capital europea que causase 200 muertos- y que horas después de terminado el simulacro se hacía real ante los ojos horrorizados del mundo. "Una terrible coincidencia", en palabras del ex Secretario General de la OTAN, el holandés, Jaap de Hoop Scheffer. Como si las coincidencias existiesen ...

- Los atentados del 7-J en Londres, que coincidieron con la realización de un simulacro de ataque terrorista con el que la "coincidencia" fue tan exacta que incluso se desvió de su línea habitual a un autobus que se hizo explotar en la calle Tavistock tal como preveía el supuesto operativo, y en el que se utilizó de cebo a unos "cabeza de turco" que, como en el caso del "piso de Leganés" en el 11-M, no se les dejaría poder desmentir la versión oficial pese a ser ajenos al montaje. Hasta un electricista brasileño fue asesinado a sangre fría por la policía en pleno metro de Londres al ser confundido con uno de los peones que no debían quedar vivos.

Así que diponer de la pantalla adecuada puede servir nuevamente para masacrar una vez más a la población civil en aras de dar un empuje a la agenda oculta de la Élite secreta. ¿Que al final no ocurre nada? Es la mejor expectativa posible. Prefiero que la Gran Manzana siga su insomne ritmo a la mezquina y egoica satisfacción de poder decir "Ya lo advertí".

Programación predictiva, un truco del que casi
nunca nos damos cuenta.
Pero quienes sí suelen lanzar advertencias previas a sus zarpazos asesinos son los miembros de la Mafia que detenta el poder en el planeta. Les gusta reirse de los ciudadanos, a los que consideran borregos sin inteligencia, y con frecuencia recurren a los medios de entretenimiento de masas para aludir subliminalmente a sus planes, movilizando ese truco del mago que declara su intención presentándola como una broma, con lo que convoca a las energías sutiles que colaborarán con él sin que el público -escéptico y racional- se entere de nada: "Oscuro para que atiendan, claro como el agua, claro, para que ninguno entienda".

Y tenemos indicios que apoyan de forma contundente la posibilidad de un falso atentado en Nueva York. El primero, en ese clásico de la programación predictiva que son los Simpson:



El otro es la edición de fin de año de "The Economist" -medio propiedad de los Rothschild y que funciona muchas veces como órgano oficioso del Club Bilderberg- del pasado diciembre, en que bajo la simbología esotérica del Tarot se nos anunciaban sucesos inquietantes. Una de las cartas modificadas para la portada de la publicación era el arcano que representa la muerte, donde se integran una explosión nuclear y, camuflados como hierbas al pie del dibujo, caracteres coreanos que podrían traducirse como "ola": OLA de mar o una OLA-ONDA ELECTROMAGNÉTICA DE LA EXPLOSION A 10 KMS DE ALTURA.







En 2001 un falso atentado posibilitado desde las más altas instancias del conglomerado industrial-militar que hace y deshace presidentes fue la excusa para invadir Afganistán. Aunque, una vez más, la prensa oficial silencia lo que los medios alternativos te exponemos, podemos ver mañana o pasado materializarse la excusa para culpar a un país enemigo. Desde lo del "Maine" se ha vuelto un proceder sumamente habitual.

E, insisto, nada me gustaría más que todo esto resultase ser una falsa alarma.

(posesodegerasa)

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