jueves, 11 de julio de 2013

Maniobras navales chino-rusas despiertan inquietud internacional

Maniobras navales chino-rusas despiertan inquietud internacional

Maniobras navales chino-rusas despiertan inquietud internacional

Las maniobras chino-rusas Interacción naval 2013 concluyeron el miércoles pasado con los tiros de artillería contra blancos navales y aéreos, así como con una operación de rescate a un buque averiado. Las maniobras duraron tres días en el Mar del Este (Mar de Japón), en la bahía de Pedro el Grande. Por ambas partes participaron unos veinte destructores, cruceros portamisiles, buques antisubmarinos y buques de abastecimiento, así como más de diez cazas y helicópteros navales.

Se trata de segundas maniobras antiterroristas de envergadura en el mar. La primera edición se desarrolló el verano del año pasado en el Mar Amarillo. Como ya es de costumbre, los ejercicios chinos-rusos suscitaron tanto el interés como la preocupación en Asia y en Occidente. Procede señalar, a propósito, que no suponen amenaza alguna a terceros países, manifestó a La Voz de Rusia el redactor jefe de la revista Natsionalnaya oborona (Defensa Nacional), Ígor Korótchenko:
–Los ejercicios reflejan el acercamiento recíproco entre China y Rusia en el área militar y constituyen uno de los elementos de la estabilidad en la región Asia-Pacífico, sin ejercer presiones políticas algunas sobre terceros países. Es menester dejarlo bien claro, porque las especulaciones sobre el tema dado abundan. Los altos cargos militares responsables de las maniobras también emitieron la correspondiente declaración para evitar posibles insinuaciones.
Mientras, el lunes pasado, las Fuerzas de Autodefensa de Japón y el contingente estadounidense acantonado en Japón iniciaron maniobras conjuntas en el área de la isla de Hokkaidō. Todavía desde el pasado 4 de julio, dieciséis aviones y patrulleros nipones y estadounidenses empezar a vigilar, durante las veinticuatro horas, los preparativos y el desarrollo de las maniobras chino-rusas cuya área se encontraba a trescientos kilómetros de Hokkaidō. Esta circunstancia dio pie al director adjunto del Instituto de Análisis Político y Militar, Alexánder Jramchijin, para declarar:
–Las maniobras chino-rusas buscan, entre otros objetivos, dejar bien claro a EEUU y Japón que China y Rusia pueden concertar una alianza militar, aunque los dirigentes chinos destacan tradicionalmente que las relaciones con Rusia no son una alianza y jamás lo serán.
Las maniobras patentizaron el crecimiento de la confianza (ya de por sí alta) entre China y Rusia en el ámbito militar y el interés por garantizar su seguridad con esfuerzos conjuntos, manifestó el presidente de la Academia de problemas geopolíticos, Leonid Ivashov:
–Las maniobras pusieron en evidencia que Rusia y China defenderían juntas sus intereses nacionales. Japón ejerce ciertas presiones sobre la política que Rusia practica en el Lejano Oriente. Japón es aliado de EEUU y tiene acuartelado en su territorio un fuerte contingente de EE UU. También con ayuda de Japón, EEUU refuerza en esta zona su sistema antimisiles y el grupo aéreo. China también es objeto de presiones por parte de EEUU. y Japón. A Pekín le preocupa el contencioso en torno a las islas en el mar de China Oriental y en el Mar de la China Meridional, así como en el estrecho de Malaca, por el cual llega a China el principal flujo de hidrocarburos.
Entre el 27 de julio y el 15 de agosto, en las afueras de Cheliabinsk (parte sur de los Urales) están previstas las maniobras antiterroristas chino-rusas Misión de paz 2013. Sus protagonistas serán las fuerzas terrestres.
ach/lj

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