China y Rusia se unen en Misión de Paz
Foto: Vesti.ru
Las maniobras actuales son de mayor
envergadura desde 2003, cuando los militares rusos y chinos por primera
vez se entrenaron en repeler un “ataque terrorista”, duran desde el 27
de julio hasta el 15 de agosto, o sea, casi tres semanas. En los mismos
participan más de mil quinientos efectivos, cien unidades de material
bélico, incluyendo una veintena de aviones y helicópteros. Pese a unas
condiciones meteorológicas adversas en el área del polígono Chebarkul,
los planes de los militares permanecen invariables.
La
Constitución de China no estipula formar bloques o alianzas militares
con otros países, pero la cooperación militar con Rusia, su vecino y
socio estratégico, se desarrolla in crescendo. Y para ello existen
causas objetivas, destaca el experto del moscovita Instituto Estatal de
Relaciones Internacionales, Andréi Ivanov:
–Un
rasgo importante es que las maniobras son antiterroristas. En tales
ejercicios no sólo son bilaterales, sino también pueden celebrarse en el
marco de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Y esto es
comprensible, porque no sólo Rusia, sino también China (concretamente,
la Región Autónoma Uigur de Sinkiang) experimentó en carne propia la
amenaza terrorista. Esta amenaza afecta asimismo a muchos países de Asia
Central que integran la OCS. Pero, aparte de la amenaza terrorista, hay
otro aspecto importante, aunque ni Rusia, ni China lo mencionan
abiertamente. Las así llamadas revoluciones de color son un fenómeno relativamente nuevo que mas no por eso deja de ser peligroso que ni Pekín ni Moscú pueden desatender.
En
julio pasado, China y Rusia realizaron las mayores maniobras navales en
el Golfo de Pedro el Grande (junto a las costas del Territorio de
Primorie, Lejano Oriente ruso), en los que participaron veinte buques de
guerra de diversas clases y que tuvieron como objetivo ejercitarse en
las técnicas de actuación en el caso de captura de un buque por piratas,
así como en las operaciones de búsqueda y rescate. Además, los
marineros ensayaron la cooperación en materia de defensa aérea y naval.
Algunos expertos atribuyen estas movilizaciones de China y Rusia a los
planes de EEUU y Japón de celebrar sus propias maniobras navales, así
como a los ejercicios terrestres efectuados a principios de este verano.
No
se descarta que, aplicando ingentes esfuerzos en este ámbito,
Washington se empeña en lograr un ventajoso equilibrio de fuerzas en
Asia, dado el diferendo territorial entre Pekín y Tokio. Se trata de las
islas de Senkaku (Mar de China Oriental) que ya provocaron sonados
escándalos. China también tiene problemas similares con las Filipinas,
Malasia y Vietnam. Así las cosas, según una hipótesis geopolítica, el
reforzamiento de los vínculos militares entre China y Rusia busca, entre
otras cosas, dar a conocer su propósito de constituir su propio polo de
fuerza. Y esto cuadra perfectamente con la concepción de un mundo
multipolar cuya necesidad en reiteradas ocasiones plantearon políticos
chinos y rusos.
Pero no todos comparten este punto de
vista. Por ejemplo, la conocida orientalista rusa Elena Supónina
sostiene que las maniobras chino-rusas es un suceso común y corriente
que no persigue metas globales:
–China
es socio estratégico de Rusia. Durante las recientes negociaciones en
la cumbre se resolvió que la cooperación entre ambos países se
fomentaría en todos los dominios, incluido el militar. Los actuales
ejercicios evidencian que a Pekín y Moscú
las unen no sólo intereses comunes, sino también la percepción de las
amenazas comunes. Las relaciones entre nuestros dos países carecen de
contradicciones. Todos los problemas relacionados con la demarcación de
las fronteras fueron resueltos hace varios años. La cooperación
chino-rusa no apunta contra terceros países, sino tiene como objetivos
consolidar la seguridad en esta zona del mundo.
Por
otro lado, muchos prestigiosos analistas y políticos en China y Rusia
están seguros de que la alianza estratégica de ambos países no sólo
responde a los intereses económicos y de seguridad de una región, sino
que constituye una forma blanda de atajar los intentos de Occidente por establecer un control global sobre el planeta.
ach/lj/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario