viernes, 2 de agosto de 2013

Debatirán el futuro de la consolidación fiscal

Debatirán el futuro de la consolidación fiscal

Mientras el PRD dice que firmas abusan de esta modalidad, analistas afirman que es un impulso al desarrollo nacional
Publicado por Jorge Ramos el Viernes 02-08-2013

Debatirán el futuro de la consolidación fiscal

Publicado por Jorge Ramos el Viernes 02-08-2013
CIUDAD DE MÉXICO.- El régimen de consolidación fiscal del Impuesto Sobre la Renta (ISR), utilizado por los grandes grupos empresariales que controlan varias sociedades anónimas para presentar una sola declaración con la información que resulte de la suma de utilidades y pérdidas de cada una, así como para diferir hasta por cinco años el pago de las contribuciones que se deriven, generará en 2013 una pérdida recaudatoria de nueve mil 554 millones de pesos.
Por ese motivo, bajo el argumento de que es utilizado para eludir el pago de impuestos, además de que se impuso para tiempos de crisis y en México ya no existe, a propuesta del PRD será sometido, como parte de las negociaciones para la aprobación de una reforma fiscal, a una revisión exhaustiva que podría poner fin de tajo a los beneficios a los grandes grupos empresariales.
Si la reforma hacendaria de gran calado que presentará el Ejecutivo al Congreso de la Unión en septiembre próximo no elimina el régimen de consolidación fiscal del ISR, en 2014 generará una pérdida recaudatoria de 9 mil 942 millones de pesos, según el Presupuesto de Gastos Fiscales 2013 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Sin embargo, Ricardo Villalobos, socio de Consultoría y Controversia Legal de Ernst & Young, e Irene Hernández, socia del área de Impuestos Corporativos de PWC, rechazan que dicho régimen sea utilizado por las empresas para eludir el pago de impuestos, pues si bien es cierto que les da el beneficio de diferirlos hasta por cinco años, al final de este plazo tienen qué pagar el monto.
Revisión, sin erradicación
Entrevistados por separado, coincidieron en que sí es necesaria una revisión del régimen, pero no para eliminar las opciones que ofrece a las empresas y mucho menos para erradicarlo, sino para llenar vacíos legales que las obligan a realizar pagos dobles, simplificar el sistema y fortalecer su propósito original, que es el de fomentar la inversión, el crecimiento y el desarrollo de los grupos empresariales para beneficio del país y de los mexicanos.
La consolidación “no sólo ha servido a las empresas, ha servido al país para atraer capitales y generar la reinversión de utilidades”, dijo Villalobos en defensa del régimen, pues aseguró que “permite, sin evadir impuestos, que los grupos empresariales crezcan y generen empleos”.
“En mi opinión, la consolidación es un buen régimen que pone al Impuesto Sobre la Renta mexicano en un nivel competitivo con el de otros países del mundo”, enfatizó el especialista, quien demandó a las autoridades hacendarias y a los actores políticos evaluar muy bien el sistema, antes de eliminarlo, si fuera ésta la intensión.
“Hay que revisarlo, pero desde un punto de vista técnico, no político… analicemos el régimen de manera objetiva, veamos los beneficios que ha generado, cuál es el efecto real que tiene en finanzas públicas y si vale la pena eliminar un sistema que estimula el crecimiento y desarrollo de las empresas”, agregó.
Dijo que sería un grave error quitarlo para evitar la pérdida recaudatoria que la consolidación genera al fisco por el diferimiento del pago de impuestos. “Si por obtener más recaudación erradicamos una estructura que viene funcionando para las empresas, podríamos desincentivar el alza económica”.
Irene Hernández, socia de PWC, también defendió el régimen de consolidación fiscal, por considerar que es benéfico para las empresas de un mismo grupo corporativo, ya que les da flexibilidad para declarar el ISR como un solo ente fiscal, con la posibilidad de diferir su pago hasta por cinco años.
“No es que no pagues impuestos. Es un diferimiento de pago acotado a cinco años, lo que hace más competitivas a las empresas, porque pueden reinvertir sus utilidades para crecer y desarrollarse, lo que genera un círculo virtuoso de generación de empleos para personas que se convierten en contribuyentes y pagarán impuestos”, dijo.
Por ello, añadió, cualquier revisión al régimen debe orientarse a llenar los vacíos legales que existen, a efecto aclararlo y simplificarlo, para evitar el pago doble de impuestos en el que incurren las empresas.

Beneficios
Especialistas dicen que hay más puntos a favor en mantener el sistema
-Si bien es cierto que les da el beneficio de diferirlos hasta por cinco años, al final de este plazo tienen qué pagar el monto, de tal modo que no hay elusión.
-Su propósito original es el de fomentar la inversión, el crecimiento y el desarrollo de los grupos empresariales para beneficio del país y de los mexicanos.
-Ha servido al país para atraer capitales y generar la reinversión de utilidades en las compañías, con lo cual se crean nuevas plazas laborales, así como la ampliación de infraestructura que permite crear desarrollo local.


¿Cómo trabaja el régimen?
El régimen de consolidación fiscal del Impuesto Sobre la Renta (ISR) permite a los grupos empresariales sumar y restar las utilidades y pérdidas de todas las sociedades anónimas que controla, para efectos de declaración y pago de dicho impuesto, el cual pueden diferir hasta por cinco años.
Según expertos, el diferimiento del pago de impuestos actúa como una fuente de financiamiento para los grupos empresariales, los cuales reinvierten esos recursos en la compra o creación de nuevas empresas y líneas de negocio, lo que les permite crecer y generar empleo.
“La consolidación surge para fomentar la inversión y el desarrollo de un grupo de empresas. Esa es la idea, y no es un régimen exclusivo de México, pues opera en muchos países”, dijo Ricardo Villalobos, socio de Consultoría y Controversia Legal de Ernst & Young.
Al explicar el concepto, comentó que “es parte de una ficción legal, de que un grupo de empresas constituyen un solo contribuyente para efectos fundamentalmente del ISR”.
Lo que se busca, dijo, es que ese grupo de firmas contribuyan de acuerdo a su real capacidad contributiva, pero global. Esto significa que si una empresa tiene una firma con una utilidad de 100 pesos, y otra con una pérdida de 100 pesos, lo cierto es que a nivel de grupo no ganó nada.
“Entonces, la consolidación lo que permite es que en ese momento no se pague impuesto, porque no hay base gravable”, dijo.
Irene Hernández, socia del área de Impuestos Corporativos de PWC, puso como ejemplo el caso de un grupo de tres empresas: una controladora y dos controladas.
“En 2012, el grupo controlador reportó utilidades por 100 pesos, y la primera controlada por 30, mientras que la segunda tuvo pérdidas por 50 pesos. Si se considera que la tasa del ISR es de 30 por ciento, sin consolidación las empresas del grupo tendrían que pagar impuestos separados por 30, 9 y 0 pesos, lo que da un total de 39 pesos.
“En cambio, con consolidación, podrían calcular el impuesto a pagar sobre el total que resulte de la suma de utilidades y pérdidas reportadas por las tres empresas”, señaló.
Siguiendo el ejemplo, la suma de las utilidades y pérdidas es igual a 80 pesos, por los que tendrían que pagar 24 de impuestos.
Según Hernández, el monto del impuesto que podrían diferir sería de 15 pesos, que es igual a la diferencia entre 39 y 24 pesos calculados sin y con régimen.
“Ese dinero se utiliza para reinversión o contratación de personal, lo que es un apoyo para las empresas”, agregó.

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