Washington,
2 ago (PL) Miles de empleados de importantes cadenas de comida rápida
de Estados Unidos continúan hoy por quinto día consecutivo en las calles
de siete ciudades para exigir mejoras salariales y el derecho a
sindicalizarse.
Desde principios de esta semana, trabajadores de restaurantes operados
por McDonald's, Wendy's, KFC, Burger King, Subway, Checkers, Little
Caesars y Popeyes, entre otras firmas, protestan en Nueva York, Chicago,
Detroit, Flint, Kansas City, Milwaukee y Saint Louis para que aumenten
su salario mínimo a 15 dólares la hora.
Los manifestantes
denuncian que mientras la industria de la comida rápida está en auge,
obtiene ganancias de hasta 200 mil millones de dólares al año y tiene
perspectivas de crecer en 12 por ciento en 2018, ellos están al borde de
la pobreza con sueldos bajos que no les alcanza para vivir.
El
personal de ese tipo de restaurantes sólo reciben el sueldo mínimo
federal de 7,25 dólares por hora y a diferencia de sus colegas de otros
establecimientos gastronómicos no reciben propinas.
El
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió elevar a nueve
dólares el salario durante su segundo mandato pero el Congreso aun no
aprobó esa medida.
A la huelga se sumaron los trabajadores de
tiendas pertenecientes a las marcas Victoria's Secret, Macy's y Sears, y
el paro cuenta con el apoyo de organizaciones gremiales, grupos
eclesiásticos y de la Unión Internacional de los Empleados del Servicio.
Según noticieros estadounidenses, muchas de las demostraciones tienen
el estilo del movimiento Occupy, una campaña realizada en 2011 por el
fin de las desigualdades socioeconómicas y del poder de las
corporaciones y de los bancos, considerarlos culpables de la crisis
económica global.
pgh/ymr |
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