Condenan a cadena perpetua a un antiguo jefe del Ejército turco por liderar una trama golpista
- Más de 200 personas han sido condenadas en el 'caso Ergenekon'
- El proceso vuelve a tensar la relación entre el gobierno islamistas y los laicos
RTVE.es 05.08.2013 - 13:59hEl
exjefe del Estado mayor turco Ilker Basbug ha sido condenado a cadena
perpetua como cabecilla de la trama golpista Ergenekon, definida como
"terrorista" por el tribunal que ha dictado sentencia y ha condenado a
más de 250 personas.
En el proceso denominado Ergenekon, que se remonta a 2007, estaban acusadas 275 personas, incluidos destacados exmilitares, políticos o periodistas de planes golpistas para derrocar al gobierno islamista.
Desde la fundación del moderno Estado turco, el Ejército se considera protector de la República y su laicidad y ha protagonizado varios golpes. No obstante, este proceso ha sido criticado por distintos sectores dentro y fuera del país y llega en un momento en el Turquía atrae la atención internacional tras una reciente revuelta popular.
Más allá de la condena al general Basbug, que lideró el Ejército entre 2008-2010, el tribunal ha sentenciado a cadena perpetua a al menos otras cinco personas, mientras que 21 han sido absueltos.
Las condenas se están leyendo una a una, por lo que llevará tiempo conocerlas todas. Por razones de seguridad, la lectura del veredicto tiene lugar en la prisión de Silivri, a unos 70 kilómetros al oeste de Estambul. Centenares de agentes de policía y soldados ha cortado los accesos al lugar, aunque según Reuters, un grupo de personas se han manifestado ante el cordon de los agentes de seguridad, que han lanzado gases lacrimógenos.
En el macrojuicio más importante de los últimos tiempos, que empezó en octubre de 2008, hay encausadas 278 personas, más de 60 en prisión preventiva y para los que la fiscalía pide cadena perpetua por golpismo, entre ellos numerosos militares retirados de alto rango y un exjefe del Estado Mayor, el general Ilker Basbug.
El exjefe del Estado Mayor, quien trabajó junto a Erdogan durante su mandato, ha sido definido como el "líder de una organización terrorista". Los fiscales acusan a la supuesta trama de planear asesinatos y atentados para causar disturbios y allanar así el camino para un golpe militar.
Las detenciones de generales retirados y altos oficiales en activo eran impensables hasta hace pocos años en Turquía, donde el Ejército había disfrutado de un estatus intocable como uno de los bastiones del laicismo en un país de amplísima mayoría musulmana.
No obstante, en 2010 se llevó a cabo otra macrooperación contra 365 personas acusadas también de un complot, bautizado como Sledgehammer y que se remontaba a 2003. El pasado septiembre, unos 300 fueron condenados a penas de prisión.
El Ejército se considera protector de la República, también contra sus "enemigos internos", y los generales han sacado a sus militares a la calle en tres golpes de Estado en poco más de 50 años: en 1960, 1971 y 1980. En 1997, en lo que se denominó un "golpe posmoderno", un comunicado del ejército hizo caer pocos meses después al primer gobierno islamista en Turquía, el del primer ministro Necmetin Erbakan, mentor y entonces compañero de partido de Erdogan.
Por otra parte, este fin de semana la policía ha detenido a unas 20 personas en varios registros en Estambul contra partidos minoritarios y ONG que habían convocado movilizaciones contra la sentencia, aunque las fuerzas de seguridad han negado que su operación estuviera vinculada con la lectura del veredicto, informan medios locales.
Tras anunciarse el desmantelamiento del complot, amplios sectores sociales lo consideraron como una oportunidad para eliminar a ese supuesto poder en la sombra abanderado por los militares. Pero el proceso ha generado grandes críticas y grupos de la oposición laica consideran que se ha ha utilizado a la Justicia para purgar a las fuerzas armadas. Además, la Comisión Europea también ha expresado su preocupación, informa Reuters.
Y todo ello ocurre después de que en junio se vivieran tres semanas de grandes manifestaciones contra el gobierno de Erdogan, a quien acusan de una deriva autoritaria, y que supusieron su mayor desafío en su más de una década en el poder. En ellas hubo cinco muertos y miles de heridos.
En las últimas semanas, algunas marchas, respondidas con la intervención de la policía, se han venido registrando de forma esporádica en el país, la última este pasado fin de semana.
En el proceso denominado Ergenekon, que se remonta a 2007, estaban acusadas 275 personas, incluidos destacados exmilitares, políticos o periodistas de planes golpistas para derrocar al gobierno islamista.
Desde la fundación del moderno Estado turco, el Ejército se considera protector de la República y su laicidad y ha protagonizado varios golpes. No obstante, este proceso ha sido criticado por distintos sectores dentro y fuera del país y llega en un momento en el Turquía atrae la atención internacional tras una reciente revuelta popular.
Más allá de la condena al general Basbug, que lideró el Ejército entre 2008-2010, el tribunal ha sentenciado a cadena perpetua a al menos otras cinco personas, mientras que 21 han sido absueltos.
Las condenas se están leyendo una a una, por lo que llevará tiempo conocerlas todas. Por razones de seguridad, la lectura del veredicto tiene lugar en la prisión de Silivri, a unos 70 kilómetros al oeste de Estambul. Centenares de agentes de policía y soldados ha cortado los accesos al lugar, aunque según Reuters, un grupo de personas se han manifestado ante el cordon de los agentes de seguridad, que han lanzado gases lacrimógenos.
Seis años de proceso
El caso comenzó en junio de 2007, con un registro de la policía en la vivienda de un suburbio de Estambul, donde se encontraron 27 granadas de mano, y desde ese descubrimiento la supuesta trama golpista contra el Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), liderado por Recep Tayyip Erdogan, comenzó a crecer con las nuevas indagaciones, recuerda Efe.En el macrojuicio más importante de los últimos tiempos, que empezó en octubre de 2008, hay encausadas 278 personas, más de 60 en prisión preventiva y para los que la fiscalía pide cadena perpetua por golpismo, entre ellos numerosos militares retirados de alto rango y un exjefe del Estado Mayor, el general Ilker Basbug.
El exjefe del Estado Mayor, quien trabajó junto a Erdogan durante su mandato, ha sido definido como el "líder de una organización terrorista". Los fiscales acusan a la supuesta trama de planear asesinatos y atentados para causar disturbios y allanar así el camino para un golpe militar.
Las detenciones de generales retirados y altos oficiales en activo eran impensables hasta hace pocos años en Turquía, donde el Ejército había disfrutado de un estatus intocable como uno de los bastiones del laicismo en un país de amplísima mayoría musulmana.
No obstante, en 2010 se llevó a cabo otra macrooperación contra 365 personas acusadas también de un complot, bautizado como Sledgehammer y que se remontaba a 2003. El pasado septiembre, unos 300 fueron condenados a penas de prisión.
El Ejército se considera protector de la República, también contra sus "enemigos internos", y los generales han sacado a sus militares a la calle en tres golpes de Estado en poco más de 50 años: en 1960, 1971 y 1980. En 1997, en lo que se denominó un "golpe posmoderno", un comunicado del ejército hizo caer pocos meses después al primer gobierno islamista en Turquía, el del primer ministro Necmetin Erbakan, mentor y entonces compañero de partido de Erdogan.
Alta tensión
Con todo, el control del Gobierno sobre las fuerzas armadas (las segundas más grandes de un país de la OTAN) se ha comprobado este mismo sábado con el nombramiento de nuevos comandantes que han supuesto la retirada de un general considerado crítico con el poder, según Reuters.Por otra parte, este fin de semana la policía ha detenido a unas 20 personas en varios registros en Estambul contra partidos minoritarios y ONG que habían convocado movilizaciones contra la sentencia, aunque las fuerzas de seguridad han negado que su operación estuviera vinculada con la lectura del veredicto, informan medios locales.
Tras anunciarse el desmantelamiento del complot, amplios sectores sociales lo consideraron como una oportunidad para eliminar a ese supuesto poder en la sombra abanderado por los militares. Pero el proceso ha generado grandes críticas y grupos de la oposición laica consideran que se ha ha utilizado a la Justicia para purgar a las fuerzas armadas. Además, la Comisión Europea también ha expresado su preocupación, informa Reuters.
Y todo ello ocurre después de que en junio se vivieran tres semanas de grandes manifestaciones contra el gobierno de Erdogan, a quien acusan de una deriva autoritaria, y que supusieron su mayor desafío en su más de una década en el poder. En ellas hubo cinco muertos y miles de heridos.
En las últimas semanas, algunas marchas, respondidas con la intervención de la policía, se han venido registrando de forma esporádica en el país, la última este pasado fin de semana.
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