Egipto malogra los planes de Obama
Foto: EPA
Los jóvenes del movimiento Tamarrod (en
español, Insurrección) consideran que no obstante su juventud “son los
padres de la segunda revolución egipcia”. Ellos justamente, estudiantes,
posgraduados, jóvenes especialistas desplegaron, en la antesala del 30
de junio, primer aniversario de la llegada de Mohamed Morsi al poder,
una campaña nacional por su dimisión. Tamarrod reunió entonces más de
veintidós millones de firmas, bajo la proclama de la salida de Morsi.
Además, este movimiento fue el organizador principal de las marchas
multitudinarias de protesta, de fines de junio y comienzos de julio,
contra la política de los Hermanos Musulmanes. Aquellas marchas iban a
ser el prólogo de la destitución de Morsi y de sus partidarios del
poder. Hasan Shakin, miembro del Consejo Central de Tamarrod,
entrevistado por La Voz de Rusia, se refiere a los planes de este movimiento:
—Quiero
dirigirme a ustedes y a los medios de difusión extranjeros que definen
nuestra revolución de “golpe de Estado militar”. Lo ocurrido en Egipto
fue la expresión de la voluntad del pueblo. Masas gigantescas salieron a
las calles para derrocar el régimen tiránico de los Hermanos Musulmanes
y de un presidente que no plasmó las expectativas de los egipcios. Las
Fuerzas Armadas cerraron filas con el pueblo y se negaron a actuar
contra él, lo que fue de suma importancia, debido a que sirvió para
evitar un baño de sangre. Los Hermanos Musulmanes que definen ahora
aquello de “golpe castrense” no entienden, en general, lo que es un
“golpe militar”. Los Hermanos Musulmanes defienden un proyecto político
concreto y a una persona concreta que el pueblo no acepta.
Los
egipcios no aceptan tampoco el papel que desempeña la embajadora de
EEUU en El Cairo, Ann Patterson, que exigieron declararla persona non
grata y expulsarla del territorio del país. La diplomática desempeña un
papel sucio en el sentido cabal del vocablo, debido a que ayuda a la
política actual de terror de los Hermanos Musulmanes. Si los
estadounidenses valoran las relaciones con Egipto deben llamar a su
embajadora. Nos oponemos a la intromisión internacional en los asuntos
internos de Egipto. Somos nosotros los que resolvemos nuestros problemas
y decidimos nuestro destino.
¿Cómo es posible poner fin a las protestas de los partidarios de Morsi?
—Valga
distinguir los delitos penales de las protestas pacíficas. Lo que
sucede ahora junto a la mezquita de Rabi al Adawiya (lugar de
concentración de los partidarios de los Hermanos Musulmanes en El Cairo)
no son manifestaciones pacíficas. Es un foco en el que se ocultan
muchos cabecillas de los Hermanos que son buscados por la Fiscalía
General, acusados de crímenes concretos. Ellos aprovechan ese lugar como
base para fraguar actos terroristas que dañan a Egipto, a los egipcios,
la seguridad nacional y a los intereses del país. En esa lucha,
nosotros estamos del lado de la policía y del ejército. Sobre todo
después de que, el conocido jeque Yuruf al Qaradawi exhortara a los
musulmanes del mundo a asesinar a militares egipcios. Pienso que es hora
de privarlo de nuestra ciudadanía. Por nuestro lado aseguramos que el
Ejército está cumpliendo con su papel patriótico, a saber, defiende a
Egipto y a los egipcios.
La
salida de la presente confrontación puede ser una: a través de la ley.
Es necesario arrestar y juzgar a los que ataquen las instalaciones
públicas que seas, a quienes porten armas sin tener derecho a ello. No
hace mucho planteamos la iniciativa de revisar los lugares de los
mítines, sobre la existencia allí de armas. Que de ello se encargue una
comisión de representantes del poder judicial, de la Fiscalía General,
de la Liga de Estados Árabes y de dirigentes sociales. Los Hermanos
Musulmanes la rechazaron, lo que muestra que ellos disponen de armas y
buscan la violencia.
Ustedes se reunieron no hace mucho con la representante de la UE, Catherine Ashton. ¿Qué puede decirnos de esa reunión?
—Nosotros
no quisiéramos que se forjen con la Unión Europea las mismas relaciones
que con los estadounidenses y su embajadora. El pueblo egipcio respeta a
quien respeta su voluntad. La embajadora norteamericana es, para
nosotros, una persona non grata debido a sus intromisiones en nuestros
asuntos internos. La actitud de la UE hacia nosotros no es del todo
clara y debe hacerlo con Egipto y con los ataques terroristas que
amenazan a nuestro país.
En
la reunión preguntamos a Catherine Ashton: “¿Aceptaría usted que junto a
su casa hubiese gentes concentradas armadas? ¿Aceptaría usted que un
país europeo aloje grupos terroristas? Con seguridad que no y lo mismo
nosotros”. Catherine Ashton viajó para conocer las razones de la
violencia que no cesa y la postura del pueblo egipcio con respecto a los
Hermanos Musulmanes. Nuestra postura es la siguiente: nosotros abogamos
porque sean juzgados todos los que han perpetrado crímenes contra el
pueblo. No permitiremos a los líderes de los Hermanos Musulmanes que
abandonen el país sin recibir un castigo. Los norteamericanos se
desvelan por Morsi y los líderes de los Hermanos tan solo porque estos
sirven para ellos como instrumento para la ejecución de su proyecto en
la región y en Egipto. Pero, nuestro pueblo derrumbó el papel de los
Hermanos y desbarató los planes de Barack Obama en Oriente Próximo.
¿Cuáles son los planes de vuestro movimiento para un futuro próximo?
—Hoy
es necesario pensar en una nueva Constitución para todos los egipcios,
en una nueva Carta Magna que no haga diferencias entre las personas por
razones de sexo o de religión. La Constitución debe proteger la dignidad
de todo ciudadano y ciudadana de Egipto y tomar en consideración el
principio de la división de los poderes. Dentro de poco lanzaremos la
campaña denominada “Escribe tu Constitución”. El pueblo egipcio
participará en la redacción de la Carta Magna que debe reflejar los
objetivos de la revolución del 30 de junio. Después de ello pensaremos
en las elecciones.
sb/kg/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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