La fortuna da espaldas a los amotinados sirios
Ilustración: La Voz de Rusia
La balanza en el conflicto sirio se inclina
paulatinamente a favor de Asad. El éxito en el combate por Homs los
partidarios del legítimo gobierno sirio califican de momento crucial que
influiría en todo el curso del futuro enfrentamiento con los
amotinados. En parte es de veras así, asevera el experto en asuntos de
Cercano Oriente, el profesor Gueorgui Mirski:
–Homs
es en efecto una ciudad importante. Durante dos años las tropas
gubernamentales no la han podido retomar. Es una cosa única. Durante dos
años todo el ejército, fuerte, armado hasta los dientes, no pudo ocupar
esta ciudad pese a que, si damos crédito a al presidente Bashar Asad,
defendía a ella un puñado de terroristas y bandidos.
La
toma de Homs, igual que los demás éxitos recientes, se deben a que al
conflicto sirio se sumaran combatientes del grupo libanés Hezbollah.
Bashar Asad es alavita. Esta misma forma de islam chiíta es profesada
por muchos miembros de su gobierno. No es de extrañar que Hezbollah,
formado por chiíes considerara como su deber respaldar a los
correligionarios . Evgueni Satanovski, presidente del Instituto de
Estudios sobre Cercano Oriente, comenta la situación:
–Las
tropas gubernamentales vencen, primero, a cuenta de que tienen la
aviación y la fuerza blindada. Segundo, a cuenta de que se les suma
fuerza viva. Les auxilian los combatientes de Hezbollah. Se trata de
unos ocho mil hombres que luchan al lado de Asad. Ellos ayudaron a
Damasco a desbloquear sus fuerzas.
Entretanto, en
el bando de los alzados los radicales islamistas pasan a posiciones de
liderato, en particular los relacionados con Al Qaeda. A inicios de la
semana ellos mataron a uno de los líderes del Consejo Supremo de los
kurdos Isa Huso. Como resultado, los kurdos sirios, que se mantenían en
la neutralidad, anunciaron su movilización general. Al mismo tiempo, los
islamistas indispusieron contra sí mismos a quienes hace poco luchaban a
su lado contra las tropas gubernamentales. Últimamente, centenares de
combatientes de la oposición han aprovechado la amnistía anunciada por
el gobierno y han depuesto las armas. Procedieron así considerando que
el poder actual es un mal menor que los radicales islamistas. La
participación de Hezbollah en los combates muestra tan solo que la
cuestión de las libertades ciudadanas en Siria hace tiempo que se
relegaron a un segundo plano y que en el país se libra una amplia guerra
religiosa.
Actualmente, los insurgentes sirios son
activamente apoyados por los monarcas sunitas del Golfo Pérsico. Los
propios amotinados esperan recibir ayuda de EEUU. Sin embargo, las
autoridades estadounidenses no se apresuran a involucrarse en el
conflicto sirio. Recelan, y con razón, que las armas suministradas a los
opositores vayan a caer a manos de los extremistas islamistas y no a
las de los luchadores por la democracia. Además, los militares
norteamericanos calcularon que la participación en el enfrentamiento
entre Asad y sus opositores le costará al presupuesto de EEUU millardos
de dólares, sin garantía alguna de que esto les lleve al éxito.
vs/lj
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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