La estrategia de Bush se vuelve en su contra en el tercer debate
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En lugar de generar el impulso que necesitaba, el ataque de Bush sobre su antiguo protegido planteó nuevas dudas sobre su discreta candidatura en unas primarias en la que se esperaba fuera la figura dominante. Y los problemas que sigue teniendo Bush subrayan la creciente incertidumbre que envuelve la carrera republicana a 2016, que sigue llena de candidatos sin un claro favorito.
Pese a los 100 millones de dólares que se estima sigue teniendo en el banco, Bush llegó al debate del miércoles en horario de máxima audiencia en el momento más bajo de su campaña.
Apenas cinco días antes, el hijo y hermano de ex presidentes anunció grandes recortes de gastos en su campaña para salvar su renqueante iniciativa. Redujo salarios en un 40% y pasó los recursos de plantilla de su sede en Miami a los primeros estados en celebrar primarias.
Arropado por su poderosa familia, Bush pasó buena parte del fin de semana a puerta cerrada diseñando una estrategia que dependía, sobre todo, de desafiar a Rubio. Bush pareció tener la oportunidad perfecta de poner a prueba su estrategia cuando lo colocaron junto a Rubio en el escenario de debate.
Bush, un hombre de maneras amables, enarboló su ataque a Rubio por faltar a tantas votaciones en el Senado. "Marco, cuando se anotó en esto, éste era un período de seis años y debería estar presentándose a trabajar. Quiero decir, literalmente, en el Senado, ¿qué es la semana laboral francesa? ¿Le dan tres días en los que tiene que aparecer? Puede hacer campaña, o simplemente dimitir y dejar que otra persona asuma el trabajo".
Era el momento que esperaban los partidarios de Bush. Pero por lo visto, también Rubio.
El senador, en su primera legislatura en el Congreso y 18 años más joven que Bush, respondió rápidamente que Bush había elogiado al senador de Arizona John McCain, que también se perdió muchas votaciones.
"No recuerdo que usted se quejara nunca del historia de voto de John McCain", dijo Rubio. "El único motivo por el que lo hace ahora es porque ambos competimos por el mismo cargo, y alguien le ha convencido de que atacarme va a ayudarle".
El joven senador hizo entonces un ágil cambio de tema: "Mi campaña va a tratar sobre el futuro de América, no va a consistir en ataque a todos los demás que están en este escenario".
El público vitoreó. El equipo de Bush no.
Ari Fleischer, que trabajó en el gobierno de George W. Bush, dijo que Bush debía haber atacado a Donald Trump en lugar de a Rubio. "Error ir a por Rubio", escribió Fleischer en Twitter.
Y Bush no pareció recuperarse de ese episodio, que se produjo apenas unos minutos empezado el debate.
Durante largos periodos de tiempo casi desapareció del debate. De hecho, según algunos recuentos fue el aspirante que menos tiempo habló.
Pese a sus problemas, no hay indicios de que Bush esté cerca de abandonar su campaña. Una plataforma externa aliada ha reunido más de 100 millones de dólares para respaldarle.
Pero si sus partidarios estaban preocupados antes de la contienda, el jueves por la mañana no se sentirán mejor.
Rubio, que ha mostrado indicios de ganar fuerza últimamente, brilló la mayor parte de la noche. Sigue afrontando preguntas sobre su capacidad para levantar una organización nacional y recaudar el dinero necesario para sostenerla, un problema que Bush no tiene. Pero su recaudación de fondos debería mejorar tras una buena actuación en la televisión nacional.
"Todo esto forma parte de avanzar despacio en el proceso", comentó el director de campaña de Rubio, Terry Sullivan, tras el debate. Cuando se le preguntó por la actuación de Bush, Sullivan dijo: "No hace falta ensañarse con el gobernador Bush".
Los demás candidatos tuvieron resultados dispares.
El neurocirujano retirado Ben Carson, que ha liderado los últimos sondeos, tuvo momentos de carisma personal pero en otros le costó expresar sus propuestas. Trump estaba al ataque a menudo y desde el principio, pero también guardó silencio durante largos periodos de tiempo. Y el senador de Texas Ted Cruz ganó puntos del público y en medios sociales por atacar a los medios y defender a las madres solteras.
Sin embargo, a casi tres meses para las asambleas de Iowa, la carrera por la candidatura republicana a la presidencia en 2016 está tan poco clara como antes.
El equipo de Bush admitió que Rubio había tenido una buena noche.
"Nadie va a negar que el senador Rubio es un orador sobresaliente", dijo el director de campaña de Bush, Danny Diaz. "Pero hay una diferencia entre un orador sobresaliente y alguien que ha cumplido una y otra vez".
Jeb puede hablar sobre problemas, y si sigue haciéndolo ganará sobre otros, afirmó.
Mientras tanto, Bush se retiró a New Hampshire el jueves para dos días de campaña en un estado que cada vez parece más esencial.
El equipo de Bush empezó a circular documentos con temas a tratar poco antes del debate, en los que señalaba que tiene más personal a sueldo en New Hampshire que en cualquiera de los otros cuatro estados que celebran primarias en febrero. Y para aumentar aún más la expectación, señalaron que "hacemos un hincapié especial en aumentar nuestro operativo en New Hampshire".
Rubio tiene previsto visitar el estado la semana que viene.
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