México: Cinismo de empresarios y gobierno
Por Pedro Echeverría V.
Aunque para mí corrupción es sinónimo de sistema capitalista
mundial, de gobiernos y empresarios, veamos lo que apuntan empresarios y
expertos en reunión de Guadalajara, Jalisco: “La corrupción –dicen-
representa un lastre para la economía mexicana. Esta práctica tiene un
costo equivalente a 4 puntos porcentuales del producto interno bruto
(PIB), unos 740 mil millones […]
Aunque para mí corrupción es
sinónimo de sistema capitalista mundial, de gobiernos y empresarios,
veamos lo que apuntan empresarios y expertos en reunión de Guadalajara,
Jalisco: “La corrupción –dicen- representa un lastre para la economía
mexicana. Esta práctica tiene un costo equivalente a 4 puntos
porcentuales del producto interno bruto (PIB), unos 740 mil millones de
pesos. En un entorno de inestabilidad financiera como el que se anticipa
para el resto del año y el siguiente, México requiere acciones que
vayan más allá de las reformas realizadas, entre ellas combatir la
corrupción”.
Me da risa que la reunión de
empresarios, junto a Miguel Alemán (uno de los empresarios más ricos de
México) y el presidente Peña Nieto (con todo lo que se sabe de él y su
familia), hablen de corrupción cuando todos saben –como dijeran Marx y
Bakunin- que “la propiedad es un robo”. ¿O se piensa acaso que las
fronteras de los países, las apropiaciones de tierras, el origen de la
herencias, no fueron producto muy claro de la explotación, la fuerza, el
robo y la corrupción? Hasta en la gente más humilde existe la idea de
la corrupción, pero la ejercen una vez por cada mil de los grandes
ricos.
No me gusta el uso de la palabra
“corrupción” porque en México todo es corrupción, aunque existan otras
formas más precisas: fraude, robo, mentira, manipuleo, explotación,
soborno, subordinación, halago, etcétera. Se ha reducido nuestro
lenguaje al sintetizar todo en la palabra “corrupción”. Pensaba hace
muchos años que la corrupción era sólo en países capitalistas atrasados,
por la ignorancia y desesperación; ignoraba que era mucho más grande
entre los banqueros, fabricantes y venteros de armas, organizadores de
guerras e invasiones, de los EEUU, Inglaterra, Francia, Israel.
El problema es que en México la
corrupción destruye la economía e impide y crea una profunda
desconfianza. ¿Para qué denunciar los gigantescos salarios de los altos
funcionarios de todas la instituciones, de los tres poderes
constitucionales (poderes Ejecutivos, Legislativo y Judicial), si ellos
mismos son los tramitadores de las denuncias? ¿Para qué denunciar la
explotación, las condiciones generales de trabajo, la falta de defensa y
la traición sindical, si la secretaría del Trabajo es parte del mismo
gobierno? Así que esa reunión empresarial de Guadalajara fue tan falsa
como todos sus asistentes.
“Muera la corrupción” es el grito de
miles de empleados sindicalizados de cinco delegaciones políticas del DF
(Cuauhtémoc, Iztacalco, Coyoacán, Benito Juárez e Iztapalapa) que ayer
lunes 26 tomaron las oficinas y bloquearon calles en la ciudad de
México. ¿Por qué? Porque no hay dinero, porque les dejaron las cajas
vacías por administraciones anteriores para el pago de “horas extras de
trabajo” y guardias. ¿Son delegaciones de Morena, del PRD, PRI o PAN? No
les importa a los trabajadores sindicalizados qué partido pero se
manifiestan por pago de salarios y justicia.
“Muera la corrupción”, gritan los
maestros de la CNTE contra el secretario de Educación Aurelio Nuño al
decir que “la reforma educativa es ley y no hay nada que discutir al
respecto”; al declarar que “está abierto al diálogo con la disidencia
magisterial” pero sólo bajo lo que él quiera y siguiendo sus órdenes,
¿Se llama monólogo? Quizá por ello Luis Hernández le ha llamado a Nuño
“el príncipe que en Oaxaca bajó del helicóptero protegido por un enorme
operativo policiaco; le dieron la bienvenida centenares de uniformados
fuertemente armados, una decena de policías municipales, el alcalde y
todo el cabildo”.
“Muera la corrupción” ha sido el grito
de 43 padres de familia de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y
decenas de miles que los apoyan, que ayer 26 cumplieron un año y un mes
de viajar en toda la República y en el extranjero exigiendo justicia.
¿No es acaso corrupción institucional que la misma Procuradora de
Justicia de la República, Arely Gómez haya maniobrado durante meses para
que no se conociera el expediente del caso Ayotzinapa poniendo candados
para que la información sólo se ventilara después de 12 años? La
corrupción está en México donde levantes un poquito la alfombra.
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