jueves, 15 de octubre de 2015

La UE se acerca a Turquía para que frene la oleada de refugiados


internacional.elpais.com

La UE se acerca a Turquía para que frene la oleada de refugiados

 

Refugiados: Un grupo de migrantes junto a las vías en el túnel de Calais

Lucía Abellán
Las medidas para aliviar la crisis migratoria en Europa y el refuerzo de la cooperación con Turquía —que acoge a casi dos millones de refugiados de Siria— son los núcleos centrales de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra a partir de las cuatro de la tarde de hoy en Bruselas. Se trata de la cuarta cumbre dedicada a cuestiones migratorias y de refugiados en lo que va de año. Una vez aceptado el marco de reparto de 160.000 demandantes entre los Estados miembros, los líderes se centrarán hoy en el flanco disuasorio: mayor control de las fronteras y dinero para los países de origen y de tránsito de las migraciones para que contengan los flujos.
Estos son los principales puntos sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno:
Cooperación con Turquía. Los líderes lanzarán un guiño a los turcos para intentar que se impliquen en la gestión de los movimientos migratorios. El último borrador de conclusiones de la cumbre subraya que el cumplimiento del plan de acción que la Comisión Europea ha presentado a Turquía "contribuirá a acelerar el cumplimiento de la hoja de ruta de la liberalización de visados". En fechas concretas, Bruselas ha prometido al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, adelantar de 2017 a 2016 esa meta, pero a muchos países -entre ellos a Alemania- "les provoca sudores fríos hablar de este asunto", ilustran fuentes diplomáticas.
Aun así, Europa está convencida de que solo dialogando con Turquía -principal vía de la ruta de los refugiados de Siria- se apaciguarán unos flujos que suman ya más de 710.000 personas llegadas irregularmente a la UE en lo que va de año. El empeño por no crispar el ambiente es tal que la Comisión Europea ha retrasado la publicación de un informe muy crítico con Ankara, dentro del marco de los progresos que debe acreditar el país para avanzar en su candidatura al club comunitario, para propiciar el diálogo con Erdogan. El vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, viajó ayer a Turquía para poder presentar al Consejo Europeo algún avance en estas negociaciones.
Reforzar las fronteras exteriores de la UE. Los líderes buscarán un acuerdo en cuestiones como agilizar la expulsión de quienes no tienen derecho de asilo con nuevos acuerdos de retorno y la aplicación más rigurosa de los que ya existen. Además, se estudiará la propuesta de la Comisión —respaldada por Francia— de crear un cuerpo europeo de guardas fronterizos para reforzar el control de las fronteras, algo a lo que varios países son reacios porque lo consideran una competencia propia en la que rechazan ceder soberanía. Con ese cuerpo o sin él, los Estados aspiran a "un sistema de gestión integrada para las fronteras exteriores".
Como paso intermedio, los países invitan a usar los equipos rápidos de intervención previstos por la agencia europea de fronteras, Frontex, para desplegarse rápidamente en los puntos fronterizos donde haga falta apoyo. En el fondo, la mayoría de los países están convencidos de vigilar bien su frontera y apuntan a Grecia como principal zona gris en este terreno.
Más poderes a Frontex. La UE tiene su propia agencia de control de fronteras, pero en la práctica no tiene competencias para mucho más que coordinar labores de vigilancia y retorno de migrantes sin derecho al asilo. Los jefes de Estado y de Gobierno proponen extender sus funciones para que pueda germinar ese cuerpo europeo de fronteras y, sobre todo, para poder organizar, a iniciativa propia, expulsiones conjuntas de migrantes arribados a varios países. Como modo de facilitarlo, los Estados proponen crear una oficina de retorno en el seno de Frontex.
Cooperación con terceros países. Los expertos comunitarios hablan eufemísticamente del principio más por más en las políticas de retorno y readmisión. Como reflejo concreto de esa expresión, hay países muy empeñados en condicionar la ayuda al desarrollo a Estados terceros a que estos controlen mejor su frontera y acepten a los inmigrantes que lleguen a la UE y que hayan tenido a ese país como origen o tránsito de su viaje. La Comisión Europea alerta de que esta aproximación es arriesgada y puede fracasar (sobre todo en países africanos). Los jefes de Estado y de Gobierno se citarán con los dirigentes de los países de la Unión Africana el 11 y 12 de noviembre en La Valeta (Malta) para tratar de buscar acuerdos de esta índole.
Siria. Los líderes recogerán lo que ya acordaron sus ministros de Exteriores el pasado lunes: que no hay futuro en Siria con el presidente, Bachar el Asad, aunque las conclusiones omiten la parte relativa a una posible transición que contase con el mandatario. Esa concesión resulta controvertida para Francia y, en menor medida, para Reino Unido.
Atención a los refugiados. La idea de crear centros de acogida de refugiados en países de tránsito -es decir, antes de que lleguen a la UE- gana peso, aunque no está claro cómo hacerlo. La Comisión, además, instará a los Estados a desembolsar los fondos comprometidos para los refugiados en países vecinos de Siria.
Para los que ya están en Europa, los jefes de Estado y de Gobierno pedirán celeridad en las reubicaciones de unos países a otros (hasta ahora solo ha habido una de 19 personas). Y abordarán el espinoso asunto de los centros de registro en Italia y Grecia (los llamados hotspots), claves para que las reubicaciones se produzcan. Algunos países del norte quieren cerciorarse de que estos dos Estados sureños mantienen controlados a los refugiados para que no hagan ellos la reubicación por su cuenta y se dirijan a Alemania. Esa exigencia requiere en muchos casos detenciones, una medida extrema y polémica sobre todo en el caso de refugiados.

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