Rusia: ¿una potencia europea o euroasiática?
La
antigua Unión Soviética fue un país que abarcaba un enorme territorio
cubriendo la superficie terrestre de dos continentes de la Tierra
(Europa y Asia). Durante el colapso de la Unión Soviética, se dividió en
15 países emergentes: Rusia, Ucrania, Uzbekistán, Kazajistán,
Bielorrusia, Azerbaiyán, Georgia, Tayikistán, Moldavia, Kirguistán,
Turkmenistán, Armenia y los Estados bálticos (esto es, Estonia, Letonia,
y Lituania). Tras este colapso y fragmentación, hubo políticas
profundamente impopulares para debate en academia, medios de
comunicación, y público general, especialmente en la Federación de
Rusia. Una de las principales cuestiones era: ¿Rusia es una potencia
europea o euroasiática, esto es, una potencia euroasiática?
En términos de estilo de vida, la población está
simultáneamente orientada fuertemente hacia la cultura europea
occidental y la fe de la cristiandad ortodoxa. Rechazaron abrir contacto
con occidente en numerosas batallas, incluyendo batallas de influencia.
Sus objetivos a menudo se han enfocado en el lado occidental del
continente hasta el océano atlántico, mientras que el territorio del
espacio post-soviético es principalmente asiático y se extiende hasta el
océano pacífico.
Desde la primera etapa en el renacer de
Rusia bajo Yeltsin, el primer presidente de la nueva Rusia, y después
bajo Putin, el actual presidente durante casi 20 años, Rusia ha pensado y
se ha comportado como una potencia europea y esperaba ser reconocida
como un igual desde occidente y Europa (incluyendo a los EEUU y Canadá).
Pero este comportamiento se ha encontrado con el éxito sólo a un nivel.
Por ejemplo, Rusia fue invitada a asistir al G8 y a reunirse con los
líderes de países occidentales, pero entonces, a causa de la crisis
política en Ucrania y Crimea, Rusia fue expulsada. El G8 se enfoca en
tales temas como la dirección de la Unión Europea y el diálogo conjunto
sobre temas de importancia tales como la crisis en oriente medio, la
proliferación de armas nucleares, los crímenes transnacionales, y
especialmente el terrorismo internacional.
Pero al mismo tiempo, Rusia se enfrenta a la
expansión de los países miembro de la OTAN (secretamente apoyados por
los EEUU e Israel). La OTAN fue fundada como una organización militar
que se oponía al comunismo y se confrontaba a la Organización del Pacto
de Varsovia, la organización militar encabezada por la comunista URSS. A
pesar del fin de la lucha ideológica y política entre el mundo libre y
el mundo comunista, el fin de la guerra fría, y el colapso de la URSS,
la OTAN todavía permanece sin un claro rival. Como organización, su
existencia es errónea así como anacrónica. De este modo no sorprende que
Rusia interprete a esta organización como una fuerza para la contención
de Rusia, para reducir el poder de Rusia en Europa oriental y
suroriental, y amenace la estrategia de seguridad de Rusia por el
socavamiento de los lazos de hermandad de los eslavos, tales como
Ucrania y Bielorrusia, y entran profundamente en Georgia y Armenia.
Occidente (encabezado por los EEUU) intentó
intervenir en la política ucraniana mediante el derrocamiento del
gobierno ucraniano electo (pro-ruso) y su democracia. Además, occidente
intentó apuntalar y apoyar la apertura del país a la OTAN y la UE para
el nuevo gobierno ucraniano “pro-europeo”. Todo esto constituye un
desafío directo y amenaza a los intereses de Rusia y la estrategia de
seguridad.
Con la expansión de las operaciones de
la OTAN, junto con la expansión de la UE, occidente se ha extendido
inexorable y continuamente y ha sitiado la zona de influencia, seguridad
y fuerzas de Rusia. Previamente, Rusia expresó que no se rendiría,
tanto si es en la Chechenia musulmana en territorio de Rusia o en el
caso de Georgia, cuando Rusia usó la fuerza militar para tomar medidas
decisivas para prevenir una catástrofe georgiana, mientras que pedían a
occidente que no interviniese en esos acontecimientos.
El último caso fue la intervención de occidente en
Ucrania. Rusia decidió proteger Crimea, que nunca perteneció a Ucrania,
y en cuyo territorio Rusia tenía una base naval y fuerzas uniformadas
para el mar negro, mar mediterráneo, y sur de Europa. Crimea, junto con
Ucrania oriental, tiene una población ruso-descendiente y ortodoxa en su
mayoría, mientras que Ucrania occidental es hogar de católicos.
Después de eso, fueron impuestas sanciones
económicas contra Rusia y fue etiquetada como un villano por los medios
de comunicación occidentales y la “comunidad internacional”. Cuando las
esperanzas y sueños de ser parte de Europa y Occidente con honor,
dignidad e igualdad se encontraron con decepción y agresión, Rusia fue
forzada a girar y reconsiderar que es y preguntarse: ¿Qué deberíamos
hacer? Mientras tanto, Europa y occidente amenazan a Rusia y recelan sin
cesar de Rusia.
La auto-revisión de Rusia ha desembocado en la
incitación de la idea de un estado poderoso y poder que es
euroasiático. Este es un retorno a la idea rusa.
Como resultado, Putin y su gobierno
decidieron que Rusia debe esforzarse en ser un poderoso país
euro-asiático (potencia euroasiática), y que desde ahora Rusia no dará
toda la atención e intereses a un lado como previamente, sino que
enfocará su poder tanto en Europa como Asia. Tras haber descuidado Asia
durante más de 20 años, esto significa que Rusia pondría inmediatamente
más atención e interés en Asia.
Rusia estableció agencias especializadas para
desarrollar enormes áreas en Siberia y el lejano oriente hasta el
pacífico norte y preparó presupuestos para este propósito y espera
mejorar la infraestructura. Construyendo nuevas rutas de transporte por
tierra, mar (el polo norte) y gaseoductos, junto con el establecimiento
de zonas económicas que fomenten las inversiones extranjeras en el
desarrollo de recursos, son todo parte del intento para crear una nueva
ideología y unirse a la nueva ruta de la seda. Además, Rusia también
reconstruirá lazos y relaciones con países asiáticos tales como India,
Pakistán, la región Asia-pacífico, incluyendo Australia y Nueva Zelanda.
Debería ponerse atención al hecho de que Rusia es
miembro de la Comisión Asia-Pacífico de la ONU (UNESCAP en inglés),
cuyos miembros han discutido sobre estabilidad política (ASEAN Regional
Forum – ARF, en inglés) y también han mantenido diálogo con socios tales
como miembros de la ASEAN y APEC. En el pasado, Rusia nunca tomó
ventaja efectiva de esta membresía y raramente jugó un papel importante.
No mostró iniciativa y no mostró contribuciones o contenido en esta
esfera.
Uno de los problemas de Rusia en el
periodo soviético fue su estricto foco sobre la venta de armas y
productos energéticos a Asia a pesar del hecho de que Rusia tenía para
ofrecer otras importantes industrias y tecnología, científicos y
organizaciones de investigación. La falta de promoción de esas esferas
dejó un énfasis sólo en asuntos aeroespaciales y militares.
Rusia no distribuye y desarrolla su potencial y
ciertas capacidades como debería. De aquí el motivo por el que el peso y
carácter de Rusia en Asia es todavía tan pequeño y muy limitado. Por
tanto, Rusia debe desarrollar la ciencia y la tecnología para crear
excelencia en Asia. En particular, la industria de la alta-tecnología
debería ser expandida y diversificada para el comercio.
Para Tailandia, recomiendo que Rusia se enfoque en
la cooperación en ciencia y tecnología, especialmente enfocándose en
investigación y descubrimientos, por ejemplo, en el mundo médico. Rusia
podría convertirse en un centro comercial del mundo médico, un “eje
médico”. Tailandia todavía importa productos médicos desde EEUU, China, y
Europa, pero si Rusia fuera a intentar cooperar con Tailandia y
desarrollase industrias médicas y construyera su integridad como eje
médico, entonces esto sería un desafío beneficioso para Rusia.
Rusia también puede expandir su base
naval en Tailandia (puerto Sattahip) mediante el trabajo en cooperación
militar con Tailandia. Esto significa intercambio tecnológico, militar, y
apoyo de inteligencia. Esto ayudaría a Rusia a ser un jugador en el mar
del sur de China, océano índico, y océano pacífico, de tal modo
posibilitando que Rusia tenga más importancia y peso a ojos de la región
Asia-Pacífico.
Pero Rusia no debería enfocarse solamente en
cooperación militar. Por el contrario, debería mantener su foco en la
distribución y desarrollo de su potencial tanto en las esferas
comerciales como militares al mismo tiempo. Esto sería un verdadero
“pivotaje hacia Asia”.
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