viernes, 7 de octubre de 2016

Un año de Rusia en Siria

Un año de Rusia en Siria







INVADIDA por los Cien Mil Hijos del Yihadismo que Occidente quiso ver como rebeldes, el legítimo Gobierno de Damasco, con sus fronteras desguarnecidas con Turquía, Iraq, Líbano y Jordania y tras cuatro años de preservar a la Siria útil de los zarpazos del terrorismo, no abandonó a la emblemática Alepo sino que se atrincheró para resistir semejante embate. Nunca antes un Ejército convencional como el sirio se había enfrentado a otro perfectamente pertrechado pero con estrategias y tácticas propias de grupos terroristas. Así y tomando por rehenes a la población civil a la que ha sometido por el terror a sus postulados inhumanos, Daesh, Al Nusra y las mutaciones siguientes, apostaron porque Alepo fuese la capital del Califato de Levante. Pero el rápido aprendizaje antiterrorista de la fuerzas armadas gubernamentales sirias ralentizó el avance yihadista y continuó, como desde el primer día, conservando el oeste de la ciudad.



Ningún medio mediático occidental de importancia, y menos aún de España, se interesó por las víctimas que a cientos, incluidos niños, mujeres y ancianos, eran reventados a diario por las bombas del yihadismo en su primerizo avance para tomar los barrios leales al Gobierno de Damasco. Los terroristas con sus misiles, tanques, artillería pesada y morteros atacaban hospitales, mercados, escuelas, centros administrativos, mezquitas e iglesias reduciéndolas a escombros. Con camiones bomba, coches bomba y grupos yihadista suicidas lo intentaron todo ensangrentando al Alepo que no quiso rendirse al yihadismo exterminador. Miles y miles de sirios inocentes fueron y son asesinados en esta danza macabra de barbarie yihadista en Alepo… mientras Occidente emitía propaganda antigubernamental calificando a los asesinos de "rebeldes" e intentando intoxicar a la opinión pública europea con supuestos "líderes" que "apostaban por democratizar a Siria".


Sin embargo, la tozuda realidad se imponía y los supuestos demócratas sirios salían por las redes sociales decapitando, crucificando, ahogando o quemando en jaulas a inocentes y arrancándoles el corazón para morderlo a los soldados y civiles sirios que se oponían a su barbarie. Y de nuevo un espeso silencio interesado alejó a Alepo de las primeras páginas y titulares de los grandes medios de comunicación (que no de información) occidentales incapaces de señalar a la guerra siria como una genuina conspiración donde sus gobiernos apostaron por Arabia Saudí, Qatar, Israel, Turquía y EEUU por el derribo violento del régimen sirio… sin disponer de un plan alternativo y real para el país tal como hicieron en Iraq y Libia. Al no conseguir en dos años derribar al presidente sirio Bashar al Asad por la fuerza mercenaria del yihadismo aliado bajo cuerda con los intereses occidentales, la fuerza armadas sirias con apoyo libanés del Hezbolá y de Irán comenzaron a reconquistar, sobre todo, las provincias del campo pues las ciudades, salvo la partida Alepo y la ocupada Raqqa, todas permanecieron leales al gobierno del país. Homs o Hama, pese a los daños, ninguna es comparable a Alepo ni en su importancia estratégica desde tiempos de los faraones egipcios ni en su significado político donde con Turquía a la cabeza se intentó separar a la región del resto de Siria para instalar un Sunnistán donde Ankara aspiró durante unos meses la idea de trasladar a la población kurda existente en sus provincias del sureste, de mayoría kurda. Los armenios, que ya saben cómo las gastan los turcos, elevaron el grito al cielo cuando de nuevo los militares turcos y los yihadistas colaboradores de los mismos arrasaron aldeas cristianas armenias en suelo sirio.


diariodesevilla.es



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