Washington conduce el mundo a la guerra
¿Qué
debe pensar el mundo viendo la campaña presidencial de Estados Unidos?
Con el tiempo las campañas políticas de Estados Unidos se han vuelto más
irreales y menos relacionadas con las preocupaciones de los votantes,
pero la actual es tan irreal como para ser absurda.
La deslocalización de los empleos en Estados
Unidos por parte de las corporaciones globales y la desregulación del
sistema financiero de Estados Unidos han dado como resultado el fracaso
económico de Estados Unidos. Uno podría pensar que esto podría ser un
problema en una campaña presidencial.
La ideología neoconservadora de la hegemonía
mundial de Estados Unidos está impulsando a los EE.UU. y a sus vasallos a
un conflicto con Rusia y China. Los riesgos de una guerra nuclear son
más altos que en cualquier otro momento en la historia. Uno podría
pensar que esto también podría ser un problema en una campaña
presidencial.
En cambio, los problemas son el uso legal de Trump
de las leyes fiscales y su actitud no hostil hacia el Presidente Putin
de Rusia.
Uno podría pensar que la cuestión sería la actitud
extremadamente hostil de Hillary hacia Putin ( "el nuevo Hitler"), la
cual promete un conflicto con una importante potencia nuclear.
En cuanto a beneficiarse de las leyes fiscales,
Pat Buchanan señaló que Hillary utiliza para su beneficio una pérdida
casi tan grande como Trump y, durante los años de Arkansas, Hillary
incluso tomó una deducción de impuestos para piezas detalladas de ropa
usada donada a una organización benéfica, incluyendo 2 dólares por unos
calzoncillos usados de Bill.
El “debate” vicepresidencial reveló que el
candidato del Partido Demócrata es tan ignorante que piensa que Putin,
que es elegido democráticamente y tiene un enorme apoyo público, es un
dictador.
Esto es lo que sabemos acerca de los dos
candidatos presidenciales. Hillary tiene una larga lista de escándalos,
desde Whitewater y Vince Foster a Bengasi y la violación de los
protocolos de seguridad nacional. Ella es comprada y pagada por los
oligarcas de Wall Street, los mega-bancos, y el complejo militar y de
seguridad, así como por intereses extranjeros. La prueba es la fortuna
personal de 120 millones de dólares de la Clinton y los 1.600 millones
de dólares en su fundación. Goldman Sachs no pagó a Hillary 675.000
dólares por tres discursos de 20 minutos por la sabiduría que contenían.
Lo que sabemos sobre Trump es que el establishment oligárquico no lo soporta y ha ordenado al Ministerio de Propaganda, alias los medios de EE.UU., que lo destruya.
Claramente, Hillary es el candidato del Uno por ciento, y Trump es el candidato para el resto de nosotros.
Desafortunadamente, alrededor de la mitad del 99 por ciento es demasiado tonto para saber esto.
Por otra parte, si Trump fuera a parar a la Casa Blanca, no significa que pudiera prevalecer sobre la oligarquía.
La oligarquía está atrincherada en Washington con
el control sobre las posiciones de política económica y exterior, los
centros de investigación y otros grupos de presión, y los medios de
comunicación.
La gente no controla nada.
¿Qué piensa el mundo cuando ve a Donald Trump
condenado porque no quiere la guerra con Rusia o desplazar la economía
estadounidense fuera del país?
¿Dónde en la política estadounidense hacemos ver a
los vasallos de Washington europeos, británicos, canadienses,
australianos y japoneses, el liderazgo digno de su sacrificio de
soberanía y de una política exterior independiente? ¿Dónde ven incluso
un mínimo de inteligencia?
¿Por qué el mundo mira al gobierno más estúpido, vil, arrogante, corrupto y asesino en el planeta para el liderazgo?
La guerra es el único destino al que Washington puede conducir.
paulcraigroberts.org
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