lunes, 1 de julio de 2013

Ejército egipcio da a Mursi 48 horas para compartir el poder

Ejército egipcio da a Mursi 48 horas para compartir el poder

lunes 1 de julio de 2013 15:19 GYT
 
[-] Texto [+]
Por Asma Alsharif y Tom Perry
EL CAIRO (Reuters) - Las poderosas fuerzas armadas de Egipto dieron al presidente islamista Mohamed Mursi una suerte de ultimátum el lunes para que comparta el poder, instando a los políticos a acordar una hoja de ruta inclusiva para el futuro del país en 48 horas.
Un dramático comunicado militar emitido por la televisión estatal declaró que la nación estaba en peligro luego de que millones de egipcios salieron a las calles el domingo a exigir que Mursi renuncie y de que las instalaciones del partido gobernante Hermanos Musulmanes fueran saqueadas.
"Si las demandas del pueblo no son atendidas dentro del período definido, será deber (de las fuerzas armadas) anunciar un mapa de ruta para el futuro", indicó el comunicado firmado por el general Abdel Fattah al-Sisi, cuya difusión fue seguida de música patria.
El pueblo ha expresado su voluntad con una claridad sin precedentes en las manifestaciones masivas y perder tiempo sólo aumentaría el peligro de división y conflicto, agregó.
Horas después, un comunicado publicado en la página oficial de Mursi en Facebook indicó que el mandatario se reunió el lunes con el jefe de las fuerzas armadas egipcias y el primer ministro.
La página fue actualizada luego de que el general Sisi enviara el aparente ultimátum a Mursi para llegar a un acuerdo para compartir el poder con sus rivales políticos en 48 horas.
La página mostró una foto de Mursi con Sisi y el primer ministro Hisham Kandil, sentados y sonrientes. No quedó claro cuándo fue tomada la imagen.
Desde el derrocamiento del líder autocrático Hosni Mubarak hace más de dos años durante las revueltas de la denominada Primavera Árabe, Egipto ha estado en medio de la turbulencia, generando preocupación a sus aliados occidentales y a Israel, con quien tiene un tratado de paz desde 1979.
Los seguidores de Mursi se mostraron furiosos con el comunicado militar. "La época de los golpes militares está terminada", dijo Yasser Hamza, del ala parlamentaria de Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, el comunicado provocó satisfacción entre los líderes liberales y las multitudes reunidas en la Plaza Tahrir, que aclamaron a helicópteros militares que sobrevolaron el lugar flameando banderas nacionales.
El Ejército señaló que controlaría la implementación de la hoja de ruta delineada "con la participación de todas las facciones y partidos nacionales, incluidas las personas jóvenes", pero que no se involucraría directamente en política o en el Gobierno.
Manifestantes opositores a Mursi reunidos en las afueras del palacio presidencial celebraron el comunicado del Ejército, y el Frente de Salvación Nacional, principal partido de la oposición que ha demandado un Gobierno de unidad nacional durante meses, también festejó el anuncio.
El Ejército ha ganado gran estima, en especial tras haber ayudado a derrocar a Mubarak.
En la Plaza Tahrir de El Cairo, miles celebraban la acción del Ejército: "Queremos que un nuevo Consejo de las Fuerzas Armas gobierne hasta nuevas elecciones", dijo el contador Mohamed Ibrahim, de 50 años. "El Ejército sólo respalda la voluntad revolucionaria legítima del pueblo", agregó.
El fundador del movimiento de protesta egipcio "Tamarud - Rebel!" que llevó a millones a reclamar la renuncia de Mursi también celebró el ultimátum del Ejército.
"El comunicado de las fuerzas armadas tiene una única idea: respaldar la voluntad del pueblo egipcio en este momento, lo que implica elecciones presidenciales anticipadas", dijo en una conferencia de prensa televisada.
Es la segunda vez en apenas una semana que las fuerzas armadas lanzan una advertencia formal a los políticos, sumando presión para que Mursi conceda compartir el poder con la oposición liberal, secular y de izquierda.
Analistas dijeron que la intervención militar podría servir a Mursi si desease comprometerse, pero que podría dar a sus oponentes un incentivo para endurecer sus demandas, alentadas por el apoyo de los ciudadanos y los generales, a riesgo de alentar un golpe de Estado.
"El ultimátum tiene el halo de un posible golpe", dijo Yasser al-Shimy, del Grupo Crisis Internacional.
Las fuerzas armadas han jugado un importante papel en la política de Egipto desde que oficiales del Ejército participaron del derrocamiento de la monarquía en 1952.
ATAQUE Y SAQUEO
La sede en El Cairo de los Hermanos Musulmanes fue asaltada el lunes, mientras Mursi intentaba resistir al pedido de millones de personas que salieron el domingo a las calles para exigir su renuncia.
El movimiento islamista, que operó en las sombras hasta el derrocamiento de Mubarak en 2011, dijo que estaba buscando cómo defenderse.
Las masivas manifestaciones del domingo fueron las más grandes desde la revuelta de la Primavera Árabe, aunque los saqueos en las oficinas de Hermanos Musulmanes pusieron de manifiesto la profundización de la polarización política, llevando al movimiento a hablar de actuar en defensa propia.
Algunos grupos de personas regresaron a la Plaza Tahrir y otros puntos de encuentro en la tarde del lunes.
Cinco ministros del Gobierno que no pertenecen al partido renunciaron al Gabinete, aparentemente como señal de empatía con los manifestantes, subrayando la sensación de aislamiento del grupo que ganó varias elecciones el año pasado.
Ocho personas murieron en una noche de enfrentamientos en los alrededores del edificio de los Hermanos Musulmanes, donde guardias dispararon a jóvenes que arrojaban piedras y bombas molotov. Un funcionario del partido dijo que dos de sus miembros resultaron heridos.
Otras ocho personas murieron y 731 fueron heridas en enfrentamientos alrededor del país el domingo, dijo el Ministerio de Salud.
El portavoz del movimiento dijo a Reuters que el ataque había cruzado una línea roja de violencia y que entre las posibles respuestas podría estar la de reactivar los "comité de autodefensa" de la revuelta del 2011.
Estados Unidos y la Unión Europea han instado a Mursi a compartir el poder con la oposición, diciendo que sólo un consenso nacional puede ayudar a que Egipto supere una severa crisis económica y construya instituciones democráticas.
(Reporte adicional de Alexander Dziadosz, Shaimaa Fayed, Maggie Fick, Alastair Macdonald, Shadia Nasralla, Yasmine Saleh, Paul Taylor y Patrick Werr.; Editado en español por Ana Laura Mitidieri)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario