miércoles, 24 de abril de 2013

Tendrá que salir Rosario. ¿Quién la sustituirá?


Tendrá que salir Rosario. ¿Quién la sustituirá?

José Luis Camacho Acevedo  mié 24 abr 2013 06:28
La comparecencia de Rosario Robles ante la Comisión de Desarrollo Social de la cámara de senadores pareció ser el último acto de la comedia de equivocaciones que viene protagonizando la secretaria de Desarrollo Social.
No hay ninguna razón para que Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong se sigan desgastando ante la impronta irreversible de que Rosario Robles es la integrante del gabinete que más repudio genera entre todas las fuerzas políticas del país. Dije, de todas.
Ayer los senadores de oposición al PRI hicieron cera y pabilo de la ex jefa de gobierno del DF, cargo desde el que vivió su episodio romántico-económico más intenso de su vida con el controvertido argentino Carlos Ahumada.
Hasta Manuel Camacho Solís se vio ponderado, pero sin dejar salida a la coahuilense, en su intervención en la comparecencia, que se presagia como la final, de Rosario Robles en la escena pública.
Calladita se hubiera visto más bonita.
Pero le ganó el protagonismo y le entró al debate con fe musulmana de manera por demás imprudente.
Se advierte en sus declaraciones, y más aún en sus acciones, que el Pacto por México, que es una estrategia de conducción política que Enrique Peña Nieto ha diseñado para recomponer en lo posible el tejido social del país que los panistas dejaron hecho trizas, es algo que no le importa mucho a Rosario.
Yo creo que el Pacto está sobrecargado de expectativas. El gobierno de Peña Nieto está firme, tiene un reconocimiento internacional pleno y sus principales reformas caminan a buen paso, o así caminaban hasta que Rosario Robles se metió a hablar donde no tenía que hacerlo y lo puso en riesgo.
Con el Pacto el proceso de reformas seguramente será más fluido y trascendente.
Pero en el escenario catastrófico que la necedad de Robles Berlanga de permanecer en los reflectores producto de su frenesí y sus delirios diera al traste con el acuerdo más importante del gobierno peñista, que es el sobrecargado Pacto, la república seguiría caminando, con mayores dificultas desde luego, pero caminaría, eso sin duda.
De ninguna manera inmovilizarían a la República dos personajes como Gustavo Madero o Jesús Zambrano que no tienen ni el liderazgo político y menos la capacidad de convocatoria como la que sí posee la verdadera oposición mexicana que es MORENA de Andrés Manuel López Obrador.
Madero y Zambrano tienen por ahora un reflector que les ha dado el protagonismo de Rosario Robles. Pero la duración de su rebeldía está condenada a ser de corto, cortísimo plazo.
Y otra vez le tocará a Luis Videgaray, cuyo proyecto de reforma financiera no está en riesgo según lo ha dicho él mismo; pero advierte que primero se tienen que atender las prioridades del presidente Peña, trabajar para recomponer las cosas.
Y es que para Videgaray se viene un momento crítico de consensuar con su jefe la sustitución de Rosario.



Si se mantiene la cuota de género en el gabinete y en SEDESOL, bien pudiera ascender al cargo la secretaría de turismo Claudia Ruiz Massieu, quién ha demostrado oficio, prudencia política y una gran inventiva y capacidad de trabajo en el tiempo que lleva como titular de SECTUR.
Está en la imaginaria la batalladora en cuestiones sociales María Esther Sherman Leaño, que no se espanta con nada, y conoce de lo social tanto o más que Robles y que por ahora está subutilizada en el binomio Lotenal-Pronósticos deportivos.
Y en el Senado hay una considerable lista de posibles sustitutas de Rosario Robles.
Cristina Díaz, Ana Lilia Herrera Anzaldo, Ivonne Álvarez García, las dos últimas fueron alcaldesas de Metepec en el estado de México y en Guadalupe, Nuevo León, respectivamente.
Para una eventual sustitución de Claudia Ruiz Massieu están puestos personajes como Guillermo Ruiz de Teresa, con perfil sobrado para el cargo o el subsecretario de la SCT, Carlos Almada, político de gran talento y sensibilidad.
Por recursos humanos, masculinos y femeninos, Enrique Peña Nieto no tiene ningún problema.
A lo que está obligando el carácter obsesivo de Rosario Robles de aferrarse a un cargo donde no la quieren los políticos de todos los signos, es a recomponer no solo un segmento del gabinete. Más que eso, le carga al pesado morral de Luis Videgaray, el compromiso de sacar adelante y realizar una tarea más. Que no es nada fácil por cierto, ya que incluye la recomposición del gobierno en sus diseños de políticas públicas y equilibrios de poder.
Mañana analizaremos las razones que pudo tener Luis Videgaray, en un acto de lealtad esperado para su jefe Peña Nieto, de posponer por breves días la presentación de su reforma clave, la de su ramo, que es la financiera.
EN TIEMPO REAL.
1.- El procurador del DF, Rodolfo Ríos Garza, sin duda el hombre de confianza de Miguel Ángel Mancera, inauguró en el Centro BANAMEX la Expo Seguridad. Rodolfo Ríos Garza no se mueve un milímetro de su encargo y lo hace con plena lealtad a Mancera. ¿Qué hará ahora por ejemplo Joel Ortega, quién hace unos días se promocionaba como inminente colaborador de Rosario Robles en SEDESOL? Sabio era don Fidel Velázquez que aconsejaba que no se movieran porque luego no salían en la foto.
2,- En medio del cochinero de videos entre el PRI y el PAN veracruzanos, que cándidamente Gustavo Madero considera a esa asquerosidad como “un empate”, el que peor librado sale es Miguel Ángel Yunes. Este defraudador del dinero público ampliamente documentado, tiene en su negro historial de lodero de la política, haber llevado un grupo de trasvestis al entonces candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas, al Café del Puerto de Veracruz, La Parroquia, para que acosaran al michoacano pidiéndole una foto. Dicen los veracruzanos mala leche que Yunes, acusado también de pederasta, era uno de los trasvestis que protagonizaron aquel episodio que trató de ridiculizar a Cuauhtémoc Cárdenas.

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