lunes, 15 de marzo de 2010
CRÍTICA A LA RADIO COMERCIAL EN MÉXICO
Los
siguientes parráfos se hicieron a principios del 2008, tomando como
base, la salida de Carmen Aristegui del programa "hoy por hoy" emitido
por la W Radio, lo cual fue un acto doloso de censura a la libertad de
expresión.
En todo el país se gesta un
fenómeno usual en el sistema imperialista, es el fenómeno de la
mediatización de la información por consorcios de poder, en nuestro país
no se carece de este tipo de compañías, solo que como toda cultura,
tiene sus rasgos peculiares, es decir, una especificación de la
explotación de la información y la ideología.
Los actuales programas de radio,
buscan mantener esta clase en el poder, de la forma más sutil posible:
“entretenimiento”, esto conlleva a una programación cuyo fin sea la
idiotización simbólica de la cultura, cayendo en un relativismo
inclusive de la conciencia. La radio después de la televisión es el
segundo medio informativo más importante en el país, por lo tanto su
influencia en la sociedad es muy remarcada.
Como todo sistema capitalista,
en donde los valores actuales son traducidos al social conformismo y la
manipulación de la información a la acumulación del capital, la radio
pues, tiene como fin la comercialidad, sin importar los efectos
psico-sociológicos y económicos que traerá. Ante esta circunstancia la
libertad de expresión no es más que un eufemismo de pan comunicación,
así que no es de sorprenderse que toda palabra escuchada de la radio
provenga de una conciencia y pensamiento que no es del individuo, sino
más bien del que determina la conducta y conciencia de ese individuo.
El
sistema de Radio está manejado por dos grandes consorcios: Televisa y
Grupo Prisa, el primero es acaparador del mercado de la televisión junto
con tv azteca y 51% de las acciones de la radio nacional y el segundo
es un grupo español dueño del diario el País y del 45% de las acciones
de la radio, ¿Cómo puede existir una libertad de expresión en un sistema
de duopolios de la información?, si existiese la libertad de expresión
existiera la equidad social, porque la libertad es una constante común
que manifiesta el sentido de igualdad, todos somos libres, en esto somos
iguales. En nuestro actual sistema de radio comercial, observamos como
la crítica se ve como arma del sistema y rumos como anzuelo del mismo,
un vivo ejemplo de este complejo de facto es la destitución de la
periodista más respetada en el ámbito de la crítica, Carmen Aristegui,
salida debido a las presiones de televisa con el grupo prisa, el
rotativo de Le Monde de París, lamenta su salida diciendo que la
conductora “salió por que su estilo crítico resultó incompatible con el
nuevo modelo editorial”.
Actualmente
se continúa con programas y conductores acríticos, con falta de
contenido analítico, por que mantienen el juego del entretenimiento,
como por ejemplo Pedro Ferris de Con y otros programas subversivos como
algunos de música Reggaetón. El desgaste social es eminente,
parafraseando a Karl Popper (citado por Álvaro Cepeda) “la radio
comercial en México, al igual que la televisión, es mala maestra”,
-agrego y sin ser pesimista-… y nosotros como sociedad, malos alumnos.
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