lunes, 6 de febrero de 2017

El plan fiscal de Trump puede jugar en su contra

El plan fiscal de Trump puede jugar en su contra

La anunciada reforma para reducir impuestos tiene altas posibilidades de ir en contra de las promesas del nuevo presidente.
La deuda de Estados Unidos corre peligro, ya lo ha advertido Moody's.
¿Más endeudamiento para la reforma fiscal?  La deuda de Estados Unidos corre peligro, ya lo ha advertido Moody's.  (Foto: Reuters, Archivo)
Carmen Luna
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) -
Menores impuestos y darle la vuelta al déficit comercial con México fueron los estandartes de la campaña presidencial de Donald Trump, aunque aún falta ver los detalles precisos de su plan fiscal, lo cierto es que este puede jugar en su contra.
Trump prometió gastar un billón de dólares en infraestructura, recortar impuestos, disminuir regulaciones para generar un mejor clima de negocios, así como promover la repatriación de capitales.
De tener éxito con alguna de estas medidas, uno de los efectos inmediatos que tendrá Trump será una mayor fortaleza del dólar, algo no muy positivo para Estados Unidos, ya que con esto, su déficit comercial de 666,117 millones de dólares (mdd) corre el riesgo de seguir en ascenso. Las exportaciones estadounidenses perderían competitividad frente a los productos de otros países y las importaciones se volverían más baratas.
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“Si el presidente es exitoso con su política fiscal expansiva puede generar empuje económico. La parte irónica es que a mayor fortalecimiento del dólar la competitividad de sus exportaciones y de la industria ligada a éstas, se deteriora”, dijo a Expansión el subdirector de Estudios Económicos de Citibanamex, Joel Virgen.
El déficit comercial ha sido utilizado por Trump como un pretexto para exigir una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y amenazar con aranceles a las importaciones desde China y México.
Un mayor deterioro del balance comercial puede ser utilizado como una excusa para subir el tono de las políticas proteccionistas de Trump.
Además, el consenso de los analistas espera que la Reserva Federal de Estados Unidos continúe con el alza de su tasa de interés referencial, lo que le brinda un mayor sexappeal a los activos estadounidenses.
Aún falta ver de dónde obtendrá los recursos el gobierno de Donald Trump para financiar el gasto en infraestructura prometido. En el caso de recurrir a una mayor deuda puede afectar las finanzas públicas y de acuerdo con la agencia calificadora Moody’s una mayor deuda limitará la capacidad de Estados Unidos de absorber choques externos.
"Si bien un estímulo fiscal que implique recortes a la fiscalización de las empresas y aumentos de la inversión en infraestructura podría aumentar el crecimiento en los primeros años, cabría esperar que esos efectos positivos disminuyeran si no se producen mejoras en la productividad", dijo Moody's en un reporte.
"En consecuencia, tal y como se articula actualmente, creemos que las reformas económicas propuestas tienen implicaciones en el perfil de crédito de Estados Unidos", agregó la calificadora.

¿Y México?

Para México una reforma fiscal en Estados Unidos sin duda tendrá consecuencias.
“Una reforma fiscal tiene un impacto sobre el crecimiento. Un mayor crecimiento de Estados Unidos tiene un impacto positivo en México, la clave será cómo se ordenan los factores, a diferencia de la aritmética, el orden de los factores sí afecta el producto”, comentó en una conferencia reciente el director de Estrategias de Inversión para Latinoamérica e Iberia en BlackRock, Axel Christensen.
Si primero se implementan medidas que afectan el comercio entre ambos países y se dejan para después las medidas de estímulo fiscal, el impacto sobre México sería negativo. De lo contrario, si primero se empieza por las medidas de estímulo y las políticas que afecten el comercio se postergan habría un efecto positivo sobre la economía mexicana.

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