En Venezuela, oficialismo y oposición se lanzaron a ganar apoyo en el sprint final de cara a la elección del domingo para formar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que reforme la Carta Magna. El jefe de campaña de los comicios a la constituyente, Héctor Rodríguez, convidó a los  opositores a distanciarse de la violencia y el boicot a los comicios y los invitó a participar el 30 de julio en la elección de los redactores de una nueva Constitución. En una semana decisiva para la crisis política venezolana, la oposición recorrió los colegios donde instalarán las urnas, algunos, incluso, ya son custodiados por militares en un operativo especial para la cita electoral. En medio de una economía convulsionada, el presidente Nicolás Maduro ya aseguró que la Constituyente traerá paz y estabilidad, mientras la oposición asegura que se busca reformar la Carta Magna para imponer un sistema comunista. “No queremos ser Cuba”, se leía ayer en uno de los carteles que grupos de opositores venezolanos pegaron en las fachadas de algunos recintos electorales, en una carrera contrarreloj para que no se vote el domingo.
En la vereda opuesta, el dirigente chavista les mandaba un mensaje a “la mayoría del pueblo opositor” que no salió a votar el 16 de julio en una consulta promovida por la Mesa de Unidad Nacional (MUD) contra el proceso Constituyente. En un acto de campaña organizado a menos de una semana para el día de la elección de la ANC, Rodríguez afirmó que esa mayoría antichavista que según él no participó en el referéndum opositor se ausentó para mostrar su descontento hacia la estrategia de la oposición ante la Constituyente. “Es un mensaje que tenemos que escuchar, de un pueblo opositor que les dijo a sus dirigentes: así no, con violencia no”, señaló Rodríguez, y agregó: “Aquí están nuestras manos, aquí están nuestros corazones, vamos juntos a construir la paz. Vamos por la democracia, por la Constituyente a encontrarnos como hermanos”, señaló el jefe de campaña de los comicios a la constituyente.
Además, Rodríguez se mostró satisfecho por los niveles de movilización para el 30 de julio obtenidos por parte del chavismo, que en ausencia de candidatos opositores, tiene como única aspiración lograr ese día una presencia masiva en las urnas que legitime un proceso Constituyente que no fue sometido a referéndum de aprobación previa.
Con los últimos cartuchos en la mano, la oposición llamó a una huelga de 48 horas que comienza mañana con bloqueos de calles –luego de organizar un paro de 24 horas la semana pasada–, que será acompañada por importantes centrales obreras. No obstante, el gobierno mantiene bajo su control la estratégica industria petrolera. La opositora MUD llamó para el viernes a una gran marcha en Caracas, bajo la advertencia de que si Maduro insiste en la elección, tomará acciones más contundentes sábado y domingo en lo que dio en llamar un boicot cívico electoral. “Deberíamos estar trancando calles ya. Quedan pocos días y no podemos entregar el país”, dijo Alveres Vargas, comerciante pensionada de 76 años, en un colegio de Chacao, bastión opositor, cuya fachada fue cubierta de letreros contra el gobierno.
Bajo el argumento de que no quiere legitimar el fraude, la MUD rechazó participar en la Constituyente al no ser convocada una consulta previa y por el sistema de elección de los 545 asambleístas, diseñado por territorios y sectores, lo que, asegura la mesa opositora, garantiza el control del gobierno.
En Las Palmas, al este de Caracas, efectivos del ejército quitaban los carteles de la fachada del colegio La Consolación. En parte, iban dirigidos a los agentes, por ser la Fuerza Armada Nacional, a la que Maduro dio poder político y económico, sostén clave del gobierno. “FAN honra tu uniforme”, se leía en otro letrero. El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, tildó esas acciones de irresponsables y señaló que rayan en apología del delito.