Juan Pablo, Lucio y Restituto, guerrilleros peruanos que se inmolaron con el Che Guevara en Bolivia
Rememorar
los hechos históricos del socialismo ayuda a renovar la fe en los
ideales supremos por el que murieron muchos revolucionarios y a cimentar
nuestros valores doctrinarios. En la década de 1960, los
revolucionarios socialistas de Latinoamérica estábamos muy ilusionados
en la liberación de nuestros pueblos a través de la lucha armada al
estilo de la Revolución Cubana. En el Perú, como en otros países del
orbe muchos jóvenes optamos por seguir ese camino con el anhelo de
cambiar las estructuras de dominación imperante e iniciar una revolución
socialista.
Milciades Ruiz *
Mariátegui
11/10/15
Este
año recordamos el cincuentenario de la gesta guerrillera de 1965 pero
había un escenario mayor en que los miembros del Ejército de Liberación
Nacional- ELN participábamos también directamente. Me refiero a epopeya
que dejaron nuestros compañeros, que combatieron con el mismo nombre de
nuestro movimiento, bajo el mando del “Che Guevara” en Bolivia, tras
once meses de combates.
Eran
los primeros días de Octubre de 1967 en que los corajudos guerrilleros
estaban saliendo del fondo de la selva a una cumbre escarpada en la zona
denominada “La Higuera”. Entre ellos estaban: Juan Pablo Chang
Navarro-Lévano (El Chino) (Francisco) y Lucio E. Galván Hidalgo
(Eustaquio). Ya anteriormente había caído Restituto José Cabrera Flores
(Negro). Eran 17 guerrilleros cercados por un millar de soldados con
armamento de última generación asesorados por oficiales norteamericanos
incluyendo la CIA.
El
domingo 8 de Octubre se desató el fuego cuando los guerrilleros optaron
por romper el cerco subiendo a fuego cruzado. El Che había sido herido y
su fusil averiado. A su lado estaba Juan Pablo Chang. Luego ambos
fueron hechos prisioneros cuando escapaban quebrada arriba. Al “Chino”
lo fusilaron primero y luego al “Che”. La orden era: “No heridos, no
prisioneros”.
Lucio
Galván y otros nueve guerrilleros se abrieron paso hasta ganar la
confluencia de los ríos Grande y Mizque pero al cuarto día, el 12 de
Octubre fue alcanzado por la metralla cuando ya había salido del cerco.
Así
concluyó el sueño de la liberación continental para nuestros
compañeros. Estos días se hablará mucho del “Che” recordando su heroica
muerte y su entrega a la causa del socialismo. Muy pocos se acordarán de
los peruanos que murieron a su lado por la misma causa. Por eso me
permito sacar a flote sus nombres para que no queden en el olvido y se
mantengan como ejemplos de honestidad revolucionaria consecuente con los
ideales que postulamos. Que sus muertes resurjan como faros de luz que
iluminen nuestro camino, por encima de las ambiciones políticas
personalistas.
Lucio
Edilberto Galván Hidalgo-era un estudiante huancaíno y uno de los
becarios fundadores del ELN. Estuvo con Javier Heraud en el pelotón
guerrillero cuando se truncó la incursión por Puerto Maldonado en 1963.
Persistió en el empeño de la insurgencia armada en los años siguientes
especializándose en comunicaciones de guerra. Esa fue la labor que
cumplió junto al comando a órdenes del “Che”. Los que lo conocimos
recordamos su temple de acero, su voz de mando y su valentía. Murió a
los 30 años.
Juan
Pablo Chang Navarro-Lévano, era un luchador nato de amplia trayectoria
desde sus años juveniles. Deportado varias veces a diversos países,
estuvo preso en las peores cárceles del país como El Frontón y el Sepa
por su militancia y activismo revolucionario. Precisamente se conoció
con el “Che” y con Fidel cuando estaba deportado en México como muchos
otros revolucionarios de la época.
Cuando
se incorporó al ELN pudimos conocerlo como una persona honesta a toda
prueba, siempre sonriente pero muy decidido a luchar por la revolución
peruana. Ocupo el cargo de Jefe de la Red Urbana de nuestro movimiento y
desarrolló una amplia actividad entre el estudiantado universitario,
sindicatos, intelectuales socialistas y la preparación de nuevos cuadros
para la lucha armada.
Con
motivo de su viaje a Cuba para asistir a la Conferencia Tricontinental
de La Habana en Enero de 1966, compartió con los líderes revolucionarios
de África, Asia y América Latina la consigna lanzada por el “Che” de
crear muchos Vietnam como estrategia de lucha contra el imperialismo
para lograr la liberación de los pueblos del mundo. Luego pudo
contactarse con el “Che” que ya estaba en la clandestinidad, asumiendo
el compromiso de incorporarlo a la guerrilla “Javier Heraud” que estaba
operando en Ayacucho.
Tiempo
después, por circunstancias conocidas, se vio precisado compartir con
el “Che” la campaña guerrillera en Bolivia como era su anhelo y en este
afán tuvo una muerte gloriosa al entregar su vida a la causa de la
revolución continental. Hoy que los jóvenes del campo y la ciudad luchan
contra el sistema que nos oprime echamos de menos a estos valerosos
compañeros que dejaron un vacío de liderazgo que hasta ahora no ha sido
cubierto.
Ellos
dejaron todo por la causa del socialismo lo que contrasta con la
actitud de quienes no quieren desprenderse de nada ni por la unidad
necesaria. Pero el proceso histórico nos trae nuevas perspectivas y la
globalización capitalista ha generado la globalización de la lucha
revolucionaria. Se avecinan tiempos difíciles en que habrá muchos
motivos para la defensa popular frente a las agresiones neoliberales. El
sistema de opresión social se deteriora cada vez más y colisiona con
las aspiraciones sociales. Seamos dignos de nuestra concepción
socialista. ¡Hasta la victoria. Siempre!
*
Ex integrante del Ejército de Liberación Nacional (ELN) Perú, con
Héctor Béjar y Javier Heraud, en 1963 y 1965, respectivamente. Autor de Opúsculo sobre la insurgencia guerrillera peruana de 1965 en su 50 Aniversario
**Foto portada.- El primero de la izquierda es Lucio Galván. El tercero es Juan Pablo Chang junto al Che.
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