Jeremy Corbyn acortó a tres puntos la diferencia a favor de Theresa May en una nueva encuesta publicada ayer en el diario The Times. Realizado por la firma YouGov, a una semana de las elecciones generales británicas, el sondeo da a los laboristas un apoyo del 39 por ciento, que representa un aumento de tres puntos frente a otra encuesta del fin de semana pasado, mientras que el acompañamiento a los tories se redujo un punto hasta llegar al 42 por ciento. Hace un mes, la distancia entre las dos formaciones británicas era de casi veinte puntos. La primera ministra británica ensalzó ayer las oportunidades que traerá el Brexit para un Reino Unido, liberado de la Unión Europea, frente al enfoque del líder laborista, quien advirtió del desastre económico que podría darse en caso de que no se logre un acuerdo con Bruselas.
Por detrás de May y Corbyn, a una buena distancia la consultora YouGov, que entrevistó a más de 6.000 personas, otorgó a los liberal demócratas el 7 por ciento de respaldo –un descenso de un punto–, en tanto que el antieuropeo y antiinmigración Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) se mantiene en el 4 por ciento. La consulta fue publicada un día después de que se divulgase otra, también en The Times, que indicaba que May no conseguirá la mayoría absoluta en las elecciones del 8 de junio, algo que dificultaría a la primera ministra gobernar sin alianzas.
Ese sondeo, también de YouGov, indicaba que los tories perderían 20 escaños y los laboristas ganarían casi 30 en la Cámara de los Comunes, una situación no vislumbrada por May cuando convocó comicios anticipados con el objetivo de sumar más bancas. En el momento de la disolución del Parlamento, a principios de mes, los conservadores cosechaban 330 escaños en una cámara de 650 bancas, mientras que los laboristas tenían 229. Para alcanzar la mayoría absoluta, un partido necesita 326 escaños, según el sistema británico de mayoría simple.
En la recta final de la campaña electoral, Corbyn y May organizaron discursos de cara a las elecciones generales anticipadas que el país celebrará la próxima semana, en momentos en que el laborismo acortó la distancia sobre los conservadores. La postura de ambos partidos ante la negociación del Brexit o abandono del bloque comunitario –opción votada en el histórico plebiscito del 23 de junio– fue el tema predominante en ambas presentaciones.
May mostró una visión de futuro alentadora y positiva para un Reino Unido, “liberado de las cadenas impuestas por Bruselas”, frente al discurso de un Corbyn envalentonado, que remarcó la importancia de mantener los lazos con los mercados europeos. En su intervención en un acto celebrado en la localidad de Guisborough, en el condado de Teesside, al noreste del país, y
tras asegurar que cuenta con la determinación y con un plan para cumplir con la voluntad de los británicos de sacar al país de la UE, May pidió apoyos a los británicos a fin de cumplir la promesa del Brexit juntos y construir un Reino Unido más fuerte, más justo y más próspero.
Salir de la UE granjeará la ocasión, dijo, de “hacer que este país sea más global y más abierto de miras; un Reino Unido lleno de posibilidades, con mayor confianza en sí mismo, más unido y seguro, un país al que hijos y nietos se sentirán orgullosos de llamar su casa”.
Por su parte, Corbyn ofreció una visión antagónica a la de su rival ante un  auditorio congregado en Basildon, en el condado inglés de Essex, al sur del país, donde alertó del enfoque temerario adoptado por el partido de May frente al Brexit y previno contra el desastre económico que supondría no llegar a ningún acuerdo con Bruselas. “El Reino Unido abandona la UE. Pero seamos claros, no hay tal cosa como un ‘no acuerdo’. Si nos marchamos sin un acuerdo positivo porque hemos alienado a todo el mundo sin necesidad, todavía tenemos que comerciar con la UE, ¿pero en qué términos?”, preguntó.
Un Ejecutivo Laborista negociaría con los otros 27 Estados miembros un acuerdo libre de tarifas que beneficiaría a ambas partes y garantizaría los derechos de los expatriados comunitarios que residen actualmente en este país, al tiempo que negociaría para hacer lo propio con los británicos que viven en la UE, señaló Corbyn. El político reprochó que May defienda que no llegar a ningún acuerdo con Bruselas es mejor que lograr un mal acuerdo, una frase reiterada por los conservadores ante el proceso de diálogo.