Después del encuentro del G7, el flamante presidente francés, Emannuel Macron, se reunió por primera vez con su par ruso, Vladimir Putin, para discutir las relaciones bilaterales entre ambos países pero también para intercambiar opiniones sobre los conflictos de Siria y Ucrania. Al finalizar el encuentro, Macron advirtió que “el uso de armas químicas (en Siria) recibirá una respuesta inmediata de Francia” y condenó las operaciones del gobierno sirio de Bashar Al-Assad, que cuenta con el apoyo del Kremlin, que resaltó que, a pesar de las diferencias, “intentaron encontrar un punto en común” y ponderó los acuerdos económicos alcanzados entre ambos países.
"Existe por nuestra parte una línea roja muy clara, la utilización de armas químicas, por quien quiera que sea", alertó el presidente francés, al término de un encuentro entre ambos en el Palacio de Versalles. El mandatario había considerado el fin de semana, durante la cumbre del G7- integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- que era “esencial” conversar con Rusia porque sin “un diálogo duro”, muchas conflictos internacionales no se resolverán, entre ellos la guerra civil en Siria y la disputa entre Ucrania y Rusia por la anexión de Crimea por parte de Moscú, en 2014.
El predecesor de macron, Francois Hollande, poco antes de dejar el Eliseo había amenazado a Rusia con denunciar ante la ONU sus intervenciones en Siria, que denunció como “crímenes de guerra”. Por esa razón, Putin había suspendido la visita prevista para octubre pasado a Hollande, que nunca había sido reprogramada tras su cancelación.
A pesar de que Putin y Macron celebraron la conversación que mantuvieron hoy, las diferencias entre ambos persisten. “No podemos permitir la desintegración de Siria y el deterioro de la situación en la región”, expresó Macrón tras el encuentro, mientras que el Kremlin reconoció que "no podemos luchar contra la amenaza terrorista destruyendo al Estado”.
No obstante, Putin, quien durante la campaña electoral apoyó públicamente a Marine Le Pen, la candidata del ultraconservador Frente Nacional, señaló que coincidió con su par francés en la “tarea común” de luchar contra el terrorismo y adelantó que "Moscú y París cooperarán en la lucha contra los terroristas”.