miércoles, 30 de enero de 2019

México, tres peldaños más abajo en corrupción


reporteindigo.com

México, tres peldaños más abajo en corrupción 

 

 

Salvador Vega

Los problemas de corrupción que presentó México durante el año 2018 no pasaron inadvertidos para los analistas del mundo, pues de acuerdo con un reciente informe del organismo Transparencia Internacional, nuestro país se ubica como una de las naciones peor rankeadas a nivel global.
Datos recopilados en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018, calificaron a México en el lugar 138 de 180 regiones evaluadas en cuanto a temas de gobernabilidad, niveles de ingreso y desarrollo humano. Una posición que coloca a nuestro país a la par de Rusia, Irán y Líbano.
La investigación que se mantiene desde 1993, ha servido para “tomarle el pulso” a un número cada vez mayor de países, impulsando una metodología cada vez más estricta “en el ánimo de registrar mejor lo que están viviendo las naciones” en materia de corrupción.
Así lo explica Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana –filial local del organismo internacional– en entrevista para Reporte Índigo, quien afirma que el declive de tres puntos en el índice nacional durante 2018, forman parte de una tendencia que se percibe con claridad desde los últimos tres sexenios.
“Salvo un pico positivo en el año 2001, a partir de ese momento México ha caído lenta pero sistemáticamente en el IPC”, un fenómeno agravado por el conocimiento público y global de la larga lista de casos de corrupción que afectaron al país
Bohórquez aclara que la investigación –realizada no como una encuesta de opinión pública, sino a partir de datos recabados del Banco Mundial, las universidades de Harvard y Columbia, así como el Foro Económico de Davos– ha sido una herramienta para sintetizar el análisis de todos aquellos que pueden proporcionar una “perspectiva global y calificada” de la política internacional, sirviendo en última instancia para que los gobiernos atiendan las problemáticas con la urgencia que merecen.
Sin embargo, en el caso de nuestro país, el director de Transparencia Mexicana dice que las pasadas administraciones han hecho caso “sólo parcial” de tales recomendaciones: “Por ejemplo, de las 10 recomendaciones que hicimos a la administración del presidente Fox, la que se tomó en consideración fue sólo una: la ley de transparencia, pero quedaron otras nueve pendientes. De las que se plantearon en la administración Calderón, que iban en el sentido de fortalecer los sistemas de investigación y sanción, hubo consideraciones; se tomaron algunos de los elementos pero no fue de ninguna manera una reforma profunda en este tema”, comenta.
En tanto, durante el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto, Bohórquez recuerda que se pusieron sobre la mesa los temas de autonomía del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y se empezó a hablar de un Sistema Nacional Anticorrupción (SNA): “Se tomaron en cuenta estos temas, pero todos conocemos la historia: desde la práctica retrasó la implementación del SNA y dilatando los nombramientos, al punto de que se le hereda a la nueva administración un sistema que no está completo en muchos aspectos”.
No obstante, Eduardo Bohórquez se mantiene optimista por el cambio de visión que comienza a percibirse con la estrategia actual del gobierno, la cual podría transformar la percepción simplista y atender la raíz de los problemas de la corrupción en México:
“En algunos casos como el del huachicol, esto comienza a cambiar. Aún estamos al principio de una investigación y no hay que cantar albricias, pero esta es la primera vez que no hablamos de un sólo personaje; no es un exdirector de Pemex o un personaje o una empresa
“Estamos hablando de una operación que involucra municipios, a más de 220 empresas que distribuyen gasolinas, la línea de inteligencia financiera por primera vez en la historia está anunciando que va por un paquete de 5 personas por lavado de dinero. Por primera vez estamos adoptando el enfoque de redes y eso es un cambio de paradigma, no quiere decir nada sobe la eficiencia. Eso lo veremos al final”, agregó Bohórquez.

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