BOJ mantiene política estable, gobernador insta a disciplina fiscal
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Por Leika Kihara y Stanley White
TOKIO (Reuters) - El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, emitió una fuerte advertencia el jueves en contra de reducir la disciplina fiscal, haciendo hincapié en que el país puede elevar el impuesto sobre las ventas y aún así mantener a la economía lo suficientemente fuerte como para poner fin a la deflación.
Sus comentarios se produjeron en medio de un debate político sobre si Japón debería continuar con un alza en dos etapas del impuesto sobre las ventas a partir del próximo año, o bien optar por un aumento más moderado para reducir el dolor a una economía que acaba de salir del estancamiento.
En una reseña de dos días que terminó el jueves, el Banco de Japón (BOJ, por su sigla en inglés) mantuvo su política monetaria estable y se abstuvo de revisar su evaluación de la economía, prefiriendo esperar más pistas sobre si los datos cada vez mejores instan a las empresas a elevar el gasto.
Si bien no comentó directamente sobre si Japón debería seguir adelante con las subidas de impuestos, Kuroda dijo que sin los esfuerzos para frenar la enorme deuda pública de Japón, los inversores pueden vender bonos soberanos en masa y empujar al alza los rendimientos a niveles excesivos.
"El BOJ está comprando enormes cantidades de bonos soberanos. Esto es necesario para lograr nuestra meta de inflación de 2 por ciento", declaró Kuroda en una conferencia de prensa después de la revisión de tasas.
"Pero si los mercados comienzan a preocuparse de que la disciplina fiscal de Japón se está relajando (...) o que el BOJ está monetizando la deuda pública, las tasas de interés a largo plazo podrían incrementarse y reducir el efecto de nuestro alivio cuantitativo", dijo.
El primer ministro Shinzo Abe, quien está indeciso sobre si se debe continuar con las subidas de impuestos, ha dado instrucciones al Gobierno para que sostenga reuniones con líderes empresariales y académicos a finales de este mes para evaluar el impacto en la economía.
El ministro de Economía Akira Amari dijo que la decisión final se tomará entre finales de septiembre a principios de octubre.
Tal como se esperaba, el BOJ mantuvo su política lanzada en abril que busca casi duplicar la base monetaria a 270 billones de yenes (2,8 billones de dólares) para finales del 2014 con el objetivo de poner fin a la deflación y lograr la meta de inflación del 2 por ciento.
"La economía de Japón está comenzando a recuperarse de manera moderada", dijo el BOJ en un comunicado.
(1 dólar = 97,6050 yenes japoneses)
(Reporte de Leika Kihara y Stanley White; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Carlos Aliaga)
TOKIO (Reuters) - El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, emitió una fuerte advertencia el jueves en contra de reducir la disciplina fiscal, haciendo hincapié en que el país puede elevar el impuesto sobre las ventas y aún así mantener a la economía lo suficientemente fuerte como para poner fin a la deflación.
Sus comentarios se produjeron en medio de un debate político sobre si Japón debería continuar con un alza en dos etapas del impuesto sobre las ventas a partir del próximo año, o bien optar por un aumento más moderado para reducir el dolor a una economía que acaba de salir del estancamiento.
En una reseña de dos días que terminó el jueves, el Banco de Japón (BOJ, por su sigla en inglés) mantuvo su política monetaria estable y se abstuvo de revisar su evaluación de la economía, prefiriendo esperar más pistas sobre si los datos cada vez mejores instan a las empresas a elevar el gasto.
Si bien no comentó directamente sobre si Japón debería seguir adelante con las subidas de impuestos, Kuroda dijo que sin los esfuerzos para frenar la enorme deuda pública de Japón, los inversores pueden vender bonos soberanos en masa y empujar al alza los rendimientos a niveles excesivos.
"El BOJ está comprando enormes cantidades de bonos soberanos. Esto es necesario para lograr nuestra meta de inflación de 2 por ciento", declaró Kuroda en una conferencia de prensa después de la revisión de tasas.
"Pero si los mercados comienzan a preocuparse de que la disciplina fiscal de Japón se está relajando (...) o que el BOJ está monetizando la deuda pública, las tasas de interés a largo plazo podrían incrementarse y reducir el efecto de nuestro alivio cuantitativo", dijo.
El primer ministro Shinzo Abe, quien está indeciso sobre si se debe continuar con las subidas de impuestos, ha dado instrucciones al Gobierno para que sostenga reuniones con líderes empresariales y académicos a finales de este mes para evaluar el impacto en la economía.
El ministro de Economía Akira Amari dijo que la decisión final se tomará entre finales de septiembre a principios de octubre.
Tal como se esperaba, el BOJ mantuvo su política lanzada en abril que busca casi duplicar la base monetaria a 270 billones de yenes (2,8 billones de dólares) para finales del 2014 con el objetivo de poner fin a la deflación y lograr la meta de inflación del 2 por ciento.
"La economía de Japón está comenzando a recuperarse de manera moderada", dijo el BOJ en un comunicado.
(1 dólar = 97,6050 yenes japoneses)
(Reporte de Leika Kihara y Stanley White; Editado en Español por Ricardo Figueroa y Carlos Aliaga)
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