Es vergonzoso
Publicado: 07/08/2013 06:00
El apoyo del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a la campaña del actual presidente Enrique Peña Nieto, empieza a dar sus dividendos.
Porque no puede ser pura casualidad que ahora que vuelve el PRI (Partido Revolucionario Institucional), después de dos sexenios del PAN (Partido de Acción Nacional), Raúl Salinas de Gortari, el "hermano incomodo" del ex presidente del mismo apellido, quedó exonerado de las acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito durante su gestión como funcionario público. Es decir, que quedó libre y limpio su nombre, aunque creo que no su conciencia.
Un honesto juez no encontró pruebas de ningún delito, únicamente afirmó, en un acta oficial, que aceptaba que "Raúl Salinas sí se había hecho inmensamente rico entre 1985 y 1992, pero sin existir ningún tipo de pruebas de corrupción en su gestión como funcionario público".
¿Lo cree usted? ¿"El hermano incomodo" del ex presidente Salinas inocente? La pregunta es tan simple de cómo es que un funcionario público, con un sueldo menor de 148 mil pesos mensuales (que ya de por si es más de lo merecido) tenga una fortuna de más de trescientos millones de dólares. La verdad creo que no le pediría la receta. Sería vergonzosa porque es bien conocido cómo se mueven los hilos de la política en México. Un "juez" declaró no culpable a Raúl después de que su deshonestidad fue exhibida hasta en las cortes de Europa.
Pero Raúl Salinas no solo estuvo acusado de enriquecimiento ilícito durante sus cargos en el gobierno. También se le imputaron nexos con el narcotráfico y responsabilidad en el asesinato de un ex cuñado suyo, Francisco Ruiz Massieu, además de otras "hazañas" pero de todo, poco a poco, ha ido saliendo "inocente".
Esta situación me enoja pero no es nueva. Hace décadas que México no cambia, esté en el gobierno el partido que sea. No es nada nuevo que ex funcionarios queden libres de pecado. Recordemos el caso de la Guardería ABC en Hermosillo que cobró más de 143 víctimas por negligencia y tráfico de influencias y cuyo culpables, familiares del ex presidente Calderón y su esposa, están libres, o como el episodio ya lejano, en tiempo de otro presidente priista, Miguel de la Madrid, del ex director de Petróleos Mexicanos, Jorge Díaz Serrano, culpable y encarcelado pero que salía a jugar tenis, a comer en los más caros restaurantes y que tenía una suite de lujo en el reclusorio.
Los políticos mexicanos se burlan de un pueblo que está ávido de justicia y honestidad, tiene hambre de creer en un verdadero cambio en el país pero cuando el "cambio" llegó (cuando ganó por primera vez el PAN) fue para que permaneciera la misma podredumbre.
Recuerdo cuando se eligió al panista Vicente Fox, todo el pueblo se volcó ante un gran sueño... pero nada pasó. Es mentira que los mexicanos tenemos el gobierno que merecemos, porque hay más de 120 millones de mexicanos que luchan a diario, honestamente, por llevar el pan a la mesa mientras que unos cuantos hermanos, hijos, compadres, primos o como quiera llamárseles, pero desvergonzadamente "incomodos", desbancan al país.