jueves, 15 de junio de 2017

Relaciones Panamá-China: decisión pragmática

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Relaciones Panamá-China: decisión pragmática


Por Osvaldo Rodriguez Martinez
Panamá,  (PL) La sorpresa del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Panamá y China, tal vez cooperó en que es la decisión del actual gobierno panameño con mayor apoyo y casi ninguna crítica negativa.
El silencio fue para evitar presiones, dijo el vicecanciller istmeño Luis Miguel Hincapié sin aclarar de quién, pero el difícil hermetismo logró mantenerse hasta pocas horas antes del anuncio oficial y las opiniones se iniciaron frente al hecho consumado.
Uno de los promotores históricos de esta acción es Leonardo Kam, quien fue agregado comercial panameño en la capital asiática, y en declaraciones al diario local La Estrella opinó que es 'la medida diplomática más importante del país, después de la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977'.
Para llegar a este momento, explicó que se generó una 'acumulación política' que nació en 1979, con la 'intención' del entonces presidente Aristides Royo (1978-1982), a la cual siguieron nuevos contactos en 1989 por iniciativa china, pero la invasión estadounidense de diciembre de ese año frenó cualquier posibilidad.
Bajo el mandato de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) lograron el primer paso de avance con la apertura de oficinas comerciales gubernamentales en ambas capitales en 1995, mientras que el diálogo para establecer relaciones continuó bajo el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009), según la fuente.
Kam consideró que en términos económicos la decisión posiciona a Panamá en el escenario global de los grandes, por vincularse con una potencia emergente y advirtió que en los círculos académicos no se discute si China será o no una potencia, sino cuándo se consolidará como tal.
Las posibilidades económicas pesaron más en la decisión que la ideología, o incluso la lealtad a los viejos amigos taiwaneses, expresaron en privado a Prensa Latina observadores políticos, en un análisis del pragmatismo panameño, filosofía considerada poco habitual en su política exterior.
Un avance de lo que puede esperar el Istmo de su nuevo socio en lo adelante, es que, si de 2013 a 2015 la inversión china representó 112 mil 589 dólares, solo en la obra iniciada el pasado 7 de junio por el China Landbridge Group, el monto ascenderá a mil 100 millones de dólares en la etapa inicial.
'Panamá se puso los pantalones largos', dijo a periodistas el diputado Pedro Miguel González, del Partido Revolucionario Democrático, y consideró que el país solo complacía a Estados Unidos en su relación con Taiwán, mientras ello no representaba ventaja alguna para los panameños.
Preguntado sobre la posible reacción de la norteña nación por el paso dado, Augusto Arosemena, ministro de Comercio e Industria, respondió que es una decisión soberana de su país establecer el vínculo con la República Popular China.
Esta acción diplomática se produjo apenas una semana antes del anunciado encuentro del presidente panameño, Juan Carlos Varela, y su homólogo Donald Trump, y coincidió con la detención en Estados Unidos del exmandatario istmeño Ricardo Martinelli: para los analistas, nada fue casual.
Ante su interlocutor, Varela llegará después de asumir como nuevo socio a la segunda economía del mundo, que mira a Latinoamérica como un área donde podrá expandir sus inversiones, y de hecho, cinco empresas chinas pujan por la licitación de la tercera línea del Metro de Panamá.
Transnacionales del gigante asiático podrían decidir ahora instalarse en el Istmo, como ya adelantó el grupo de tecnología Huawei, e incluso el próspero negocio naviero encontraría una contraparte atractiva, sumado a su actual posición como el segundo mayor usuario del Canal Interoceánico.
Es interés de Panamá las relaciones comerciales y diplomáticas con la segunda potencia del mundo, principalmente por los beneficios económicos que nos aportaría China, afirmó Dulcidio De la Guardia, ministro de Economía y Finanzas.
Vemos esto como un paso positivo que generará muchas oportunidades en un mercado donde podremos llevar más ofertas de productos, y la posibilidad de atraer inversión, opinó por su parte Arosemena.
Y no solo ambos titulares de sectores económicos tienen criterios favorables, sino que la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, el principal gremio empresarial, consideró que las nuevas relaciones tendrán 'un impacto positivo para el país'.
Si bien algunos reportes de prensa intentan explotar el morbo de la ruptura con Taiwán para vincularse a China, métodos aparte, Panamá se alineó con el país que puede catapultarlo a la estabilidad económica, e incluso potenciarlo como centro regional distribuidor de tecnología: la decisión fue pragmática.
lam/orm

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