jueves, 10 de mayo de 2018

La Segunda Guerra Mundial en el Caribe: Cuba y los submarinos alemanes

La bandera de Cuba

La Segunda Guerra Mundial en el Caribe: Cuba y los submarinos alemanes

© Flickr/ Konrad Lembcke
Durante la Segunda Guerra Mundial unos 500 buques mercantes fueron hundidos en el mar Caribe por los submarinos alemanes. En el aniversario 73 de las celebraciones por el Día de la Victoria, Sputnik recuerda a los marinos cubanos que perdieron la vida en la defensa de las fuerzas aliadas.
La posición estratégica de Cuba, considerada la llave del Golfo de México, hizo que la marina cubana se incorporara de inmediato a la lucha contra el eje Berlín-Roma-Tokio. Pero ¿cómo estas potencias tan lejanas y sumidas en los campos de batalla de Europa y Asia activaron los conflictos en el Caribe?
Jorge Vivó sobre la tumba de su hermano Aldo (archivo)
© Sputnik / Rudolf Kucherov
"Cuba tenía una alianza estratégica importante con Estados Unidos y en diciembre de 1941 cuando ocurrió el ataque japonés a Pearl Harbor, la Isla se inmiscuyó rápidamente en la guerra, contó a Sputnik Alina Bárbara López, historiadora cubana y Doctora en Ciencias Filosóficas. El  8 de diciembre Cuba le declaró la guerra a Japón y tres días después a Alemania e Italia. Para fines del 41, la Isla ya Cuba estaba en guerra contra las potencias del Eje.
"Sin embargo no podemos afirmar que hubo una participación directa en los campos de batalla, aunque se hizo un llamado al servicio militar y el rol de los cubanos fue vital en la región", afirmó López.
​Desde que Estados Unidos se involucró en la guerra comenzó un hostigamiento muy interesante de este lado del Atlántico de los submarinos alemanes que comienzan a hundir una gran cantidad de buques mercantes.
En los primeros meses de 1942 los submarinos alemanes hundieron 263 buques mercantes, una cifra muy superior a los hundimientos ocurridos en el Atlántico Norte, la costa Este de los Estados Unidos y zonas costeras de Canadá. Los alemanes sólo perdieron cuatro submarinos.
Танковый десант
© Sputnik / P. Bernshtein
"Todos buques y petroleros cargados de mercancías, azúcar, y materiales estratégicos. Incluso los alemanes entran en algunas zonas navales petroleras de importancia como Curazao y Maracaibo e intentan una destrucción más directa dentro del territorio", explicó la especialista. Según recogió la historia de Cuba, en aguas cercanas a la mayor de las Antillas fueron hundidos el buque mercante hondureño "Nicolás Cúneo", el pesquero cubano "Lalita"  y los buques mercantes cubanos "Manzanillo" y "Santiago de Cuba".
Estos dos últimos hundimientos tuvieron lugar el 12 de agosto de 1942 frente los cayos de la Florida, y perdieron la vida 31 marinos cubanos. Sólo ocho de los cadáveres fueron restacatados y velados en el Capitolio Nacional con una sentida manifestación del movimiento obrero cubano.
Antes de entrar a la guerra, la marina cubana contaba con pocas embarcaciones, todas obsoletas y vetustas. El Gobierno de los Estados Unidos firmó convenios con varios países latinoamericanos y del Caribe para fortalecer el potencial bélico de los mismos, a cambio de materias primas para la maquinaria militar estadounidense.
Fue entonces cuando el arsenal naval cubano fue reparado a interés de Estados Unidos y los marines pasaron a cumplir un rol vital en el sustento de los Aliados: custodiar barcos en la ruta Guantánamo- New York y cazar submarinos alemanes.

"A partir de entonces comenzó una estratégica actividad de la Marina de Cuba que participó en el aseguramiento de los buques, dada su posición geográfica", afirmó la historiadora.
La flotilla de cazasubmarinos comenzó a operar en abril de 1943. Se le asignó la misión de escoltar a los buques mercantes que se movían entre los puertos cubanos. Durante tres años seguidos Cuba le vendió toda la zafra de azúcar a Estados Unidos y las embarcaciones salían de forma constante desde el puerto de La Habana hasta la Florida.
"El azúcar era muy importante para elaborar las raciones de guerra, la leche condensada que era sustento energético vital para los soldados que estaban en combate en el frente", comentó la especialista.

Además, Cuba tenía la reserva más importante de níquel del mundo, un mineral estratégico para la elaboración de maquinarias y armamento militar. Esto también provocó un fuerte hostigamiento por parte de los submarinos alemanes en toda el área.
El 15 de mayo de 1943, una escuadrilla de cazasubmarinos cubanos que navegaba de Isabela de Sagua hacia La Habana escoltando a dos mercantes cargados de azúcar recibió la información de un avistamiento de submarino al norte de Matanzas, justo en medio de la ruta programada.
Un avión norteamericano dio el aviso y dejó caer una bomba de humo para fijar la ubicación precisa y fue así como la escuadrilla cubana aumentó su velocidad y dio inicio al ataque. Fueron lanzadas bombas de profundidad y en la cuarta explosión se reportó un sonido burbujeante y unos minutos más tarde el agua se manchó de petróleo, según relató años después el comandante de la escuadrilla Mario Ramírez.
Por razones desconocidas el hundimiento del U-176 alemán permaneció en secreto para la opinión pública cubana hasta después del fin de la guerra. En total, unos 79 marinos cubanos perdieron la vida en la defensa y escolta de los mercantes aliados.

El 1943 los ataques disminuyeron y el perfeccionamiento de la lucha antisubmarina hicieron que los hundimientos de buques de transporte fueran nulos mientras las pérdidas de submarinos alemanes aumentaron.
Según notas de Gustavo Placer, Capitán de fragata de la Marina de guerra y reconocido historiador cubano, los buques de la Marina de Guerra navegaron 134.206 millas cumpliendo misiones de escolta a convoyes y patrullaje. El crucero Cuba, el mayor de los buques de la Isla, navegó durante la guerra 27.974 millas y escoltó 89 mercantes aliados que desplazaban, en su conjunto, 712.000 toneladas de mercancías.

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