viernes, 7 de julio de 2017

Panamá: El mismo cuento del “País de las Maravillas”

Panamá: El mismo cuento del “País de las Maravillas”

Por frenadeso
Análisis del discurso de Juan Carlos Varela
Una vez más el discurso de “Informe a la Nación” de Juan Carlos Varela, se convierte en un listado de números y promesas. Como en otras ocasiones parece que Varela no se ha dado cuenta que el pueblo panameño exige respuestas reales a sus demandas sociales insatisfecha y adecentamiento frente a la corrupción e impunidad.
Un discurso fraccionado, no solo por el apagón sino también porque lo dirigió a dos grupos de receptores: autoridades de gobierno (diputados, ministros, directores) y a los panameños. Al primer grupo lo llena de alabo y los califica de eficiente; al segundo, lo llena de retórica y demagogia tratando de convencerlo sobre el sacrificio que ha hecho como “servidor público” y de los logros alcanzados.
  1. A las Autoridades de Gobierno.
El discurso inicia alabando la Asamblea de Diputados por el respaldo al gobierno, vía “pactos de gobernabilidad”. No califica como se han constituido en tres años de gobierno los mismos; como han sido denunciados por ser construidos a través de chequeras, con sus correspondientes actos bochornosos para “definir” los diputados que presidirán la Asamblea Nacional, garantizando con ello la aprobación de leyes lesivas a los intereses nacionales y que contrario a lo que dice Varela no hacen justicia al pueblo panameño. Un matrimonio más, ahora directamente con CD.
Como muestra de la gobernabilidad menciona, “Aplaudimos el gran consenso logrado en la reforma electoral que sin duda constituye un avance para la consolidación de nuestra democracia…”, mismas que han sido bautizadas como reformas saca platas, pues entregan el 96% de los 100 millones de balboas del financiamiento público electoral a la partidocracia para seguir con procesos electorales clientelistas, al estilo de las 2014. Reformas que dejan la posibilidad de que adquieran más de 500 millones de financiamiento privado para gastarlos en 2 meses de campaña, con lo que siguen abiertas las puertas al dinero del narcotráfico, lavado y otros delitos para financiar el clientelismo o que gente de poder económica siga comprando las elecciones.
Calificados como de “entrega y compromiso hacia el pueblo”, agradeció el trabajo realizado por su equipo de gobierno. Olvidó el repudio de la población al que nunca ha caído en un hueco; a la que insinúo que debíamos agradecer por estar el día de su cumpleaños (día laboral) “trabajando” ante la falta de agua potable; al que dijo que seguiría financiando con los recursos del pueblo su alma mater; entre otros.
Una gestión “democrática, transparente y eficiente”. De que democracia habla, cuando se violentan los derechos humanos de las mayorías que exigen acceso al agua potable 7/24, a la vivienda digna, a la salud y educación; cuando se reprime a quienes rechazan la exclusión e inequidad social, la discriminación. Que transparencia, la que refleja la Dirección de Asistencia Social (DAS) que reemplazo (de nombre) al Programa de Ayuda Nacional (PAN), el de los 420 millones que entregaron a los diputados de todas las bancadas en la administración Martinelli, que según su propia institucionalidad es calificada como de nula transparencia.
Sostuvo que “…se invierten los recursos del pueblo con probidad, criterio social y equidad”. La pregunta: ¿Tal como se hace con la partida discrecional, que financia cirugías de altos funcionarios y allegados?
Según Varela “ratifico con hechos mi compromiso de poner orden y tener un gobierno honesto”. Sin embargo, la ley de contrataciones públicas, uno de los focos de corrupción, no es hasta en el cuarto año de su gestión administrativa que plantea su modificación, “en las próximas semanas estaré presentando una iniciativa para retomar el debate y poder contar con una ley de contrataciones públicas que impida que situaciones como las que se han dado en nuestro país, vuelvan a ocurrir”. Ya su hasta hace poco aliado, Pedro Miguel González, Secretario General del PRD, denunció que dicha ley la vetó porque impedía el negociado de allegados suyos de 800 millones en medicamentos. ¿Qué sucedió con las contrataciones asignadas en estos tres años, qué intereses se garantizaron, hubo o no sobrecostos? Frente a estas dudas de la población guardó silencio. Lo cierto es que cualquier cambio no será para aplicar a su gobierno, las principales inversiones públicas ya fueron asignadas con la cuestionada ley de contrataciones públicas de la administración Martinelli (no olvidemos que por 26 meses Varela cogobernó con CD, y avaló varias de las 8 reformas a la ley). Todas las anteriores administraciones han realizado reformas a la ley de contrataciones, todas garantizaron la colocación a favor de los intereses de sus grupos de poder económico, político y familiar, y todas han estado involucrados en escándalos de corrupción.
El tema de la seguridad lo dirigió a diputados, ministros, embajadores, directores; quizás consciente que el pueblo no le cree. Alabando a los estamentos de seguridad, les reconoció algo que la mayoría de los panameños no ve “seguridad ciudadana”. La “Fuerza de Tarea Águila” solo se le ha visto actuar para reprimir a las comunidades, sin embargo, anunció que aumentaría el pie de fuerza de 300 a 500 unidades; los robos, homicidios y delitos son el pan de cada día; la droga y el narcotráfico, revelan los medios de comunicación, se infiltra incluso en las estructuras policiales y está en función de los dictámenes de Estados Unidos. Se vanaglorió del tamaño (25 mil hombres y mujeres) de los estamentos de seguridad. Al igual que sus antecesores, privilegia la política represiva y no preventiva.
  1. A los Panameños.
Un discurso de números, falacias e irrespetos. Inicia planteando que no ha reprimido. ¿Cómo le llama usted a lo acontecido con los pobladores de Pedregal donde muere una humilde mujer y más tarde una inocente niña? ¿Cómo le llama usted a los desalojos forzosos de Cerro Galera, que deja como saldo la muerte de una luchadora social? ¿Cómo explica lo sucedido en la Universidad de Panamá, donde se encierra con candado a los universitarios luego del uso de gases lacrimógenos?
Varela sostiene que en su gobierno “La persecución ha sido reemplazada por un Gobierno que escucha con respeto, que debate en el campo de las ideas y que sabe corregir…”. Entonces explique porque los gremios que se han sentado en supuestas mesas de diálogo con el gobierno y han firmado acuerdos, tienen que amenazar o realizar acciones de movilización/huelga para que el gobierno cumpla lo acordado. Qué sucede con el Decreto Ejecutivo 130, que se mantiene suspendido, no derogado, a pesar del rechazo de la población.
Dice Varela que las autoridades electas no tienen que cambiar de partido para recibir recursos “que ayuden a la comunidad”, es cierto, no cambian de partidos pero el transfuguismo sigue, hoy bajo el nombre de pacto de gobernabilidad, mismos que se alcanzan con matraqueos que se dan para nombrar los directivos y responsables de comisiones de la AN. Para imponerse, este 1 de julio, igual que lo hizo en los periodos anteriores, Varela recurrió a lo mismo que sus antecesores, al transfuguismo, mismos que le permitió alcanzar los votos para que Yanibel Ábrego, presidiera la Junta Directiva de la AN. Abrego, la “independiente” que saltó  al CD en 2010, que recibió 9 millones del PAN y beneficios en la adquisición fraudulenta de tierras en Capira.
En su aparente disputa con ciertos medios de comunicación, mismos que indicaron que lo colocaron en la silla presidencial, y que solo es el reflejo de los reacomodos de los grupos de poder económico y político de caras al 2019, utiliza a la población como referente de lo que usted valora como manipulación de la información, al señalar que: “La gran cantidad de noticias negativas que se divulgan no representan el Panamá que está progresando contigo”. En efecto, no representa el Panamá que está progresando, pero no con la mayoría de la población sino con los 115 ultra millonarios, no refleja el deterioro y pauperización de las condiciones de vida de más de veinte de cada cien panameños.
  1. Números y Más Números.
Dice Varela, “mis palabras se han convertido en números”. ¿Cuáles números? Los de 40% de informalidad laboral, los de B/. 4,296 millones que representa el incremento de la deuda pública en 33 meses de su administración, a pesar de la supuesta tasa de crecimiento económico del 6.2%; o los cerca de 100,000 panameños que viven con un ingreso diario menor a B/. 1.25; o el 19% de desnutrición crónica en niños menores de 5 años; entre otros.
“…no legarle a nuestro país obras cargadas con los sobrecostos y comisiones”, y que pasa con el caso ODEBRECHT. Según información publicada en Perú, se dice que Panamá es el segundo país de América Latina con más sobrecosto en el caso Lava Jato-Odebrecht; durante las tres últimas administraciones de gobierno (Torrijos, Martinelli y Varela), el monto gira en torno a B/. 1,778 millones, donde se le consignan a Varela “más de B/. 2 mil millones en tres adjudicaciones, mismas refrendadas después que se conocía el escándalo”.
Juan Carlos Varela olvida que la campaña electoral ya pasó. Al igual que en el periodo anterior, el discurso es totalmente alejado de la realidad que viven los casi 4 millones de panameños.
  1. Abordaje Superfluo en Temas Relevantes.
Los temas de migración, canal, programas de viviendas, educación, salud, transporte, deporte, etc., abordados como en campaña “prometo, dejaré, me recordarán…”, al parecer no se ha dado cuenta que ya paso más de la mitad de su periodo presidencial. Apuesta, como sus antecesores, a inaugurar obras en el 2018, año pre-electoral.
Con cinismo señaló que: “En el Sector Agropecuario estamos cerca de alcanzar la autosuficiencia en la producción de arroz, debemos seguir el mismo camino en otros rubros como la leche, a través de los programas de respaldo técnico y financiero al productor nacional”. Entonces, porqué disminuye el PIB agrícola, porque los productores están en las calles exigiendo que cese la importación indiscriminada, cómo explica que siga disminuyendo las hectáreas destinadas a producir alimentos.
“…la lentitud que muchos cuestionan para mí es paz…”. La ineficiencia e ineficacia de su gobierno jamás puede ser sinónimo de paz. No hay paz en los cientos de panameños que claman justicia, que exigen que se respeten su derecho a la vida digna, que mueren de hambre en el país con la economía que más crece en América Latina, que carecen de agua potable; que encuentran el no hay en los servicios de salud, que claman por empleos dignos; por aquellos que día a día viven las vicisitudes del deficiente transporte público, que claman por la atención al campo y comunidades indígenas, para los que exigen que cese la corrupción y la impunidad, el derecho de los recursos públicos. La importancia de la paz es como fin rector, no mero complemento; no puede haber paz donde no hay justicia y equidad.
Dijo Varela que “hoy se respeta la privacidad de los ciudadanos”. Como se explica entonces, que el Consejo de Seguridad Nacional (principal organismo de espionaje), este acusado de armar expedientes judiciales contra opositores, los cuales son filtrados en medios de comunicación. Además, bajo su administración se creó el Grupo Interinstitucional Anticorrupción (Ver Decreto Ejecutivo 219) que tiene entre sus funciones: ‘Realizar las tareas de inteligencia, planeamientos, búsqueda, procesamiento y divulgación de la información para prevenir las amenazas relacionadas a indicadores de corrupción y delincuencia organizada’, que disfraza el espionaje.
  1. Los Temas Ausentes.
Como siempre, los temas neurálgicos quedaron fuera. Aún los panameños no sabemos cuánto costó la ampliación del Canal; porque y para qué aumenta la deuda pública; en qué consiste su apoyo a la política de seguridad de Trump y a cambio de qué; donde están los 58 balboas de “ahorro” por el control de precios de emergencia; el costo de la mora quirúrgica a hospitales privados; la mora judicial; entre otros. Ausentes el tema del incremento de la informalidad laboral; el problema de la disposición y recolección de la basura; el tema ambiental (Distrito Minero); el tema del embalse que afectará a comunidades; los problemas de las áreas rurales (comunidades campesinas e indígenas); la seguridad y soberanía alimentaria; las condicionalidades del FMI en materia de seguridad social y déficit fiscal; las condicionalidades de la OCDE para sacar a Panamá de las llamadas “listas negras”.
  1. Llamado del FAD.
Hoy enfrentamos de manera cruda la descomposición a la que han llegado las instituciones del Estado. Las nuevas evidencias de corrupción, coimas y aberraciones en el quehacer público demandan adecentar el quehacer social, a través de una constituyente originaria, auto convocada con plenos poderes. Tenemos que construir Poder Popular.
El Frente Amplio por la Democracia (FAD) está por concluir su proceso de legalización como partido político formalmente constituido. Ya superamos con creces la cuota de inscritos, gracias al respaldo del pueblo panameño; caminamos hacia la realización de nuestro Congreso Constitutivo y en la organización territorial del FAD.
Pero, más allá de ello, esta corriente de opinión, esta fuerza alternativa, reitera su compromiso y vocación de lucha con el pueblo panameño para encontrar la vía que nos permita salir de este largo túnel y que nos conduzca a la luz de una sociedad verdaderamente justa y democrática.
La única propuesta diferente es el Frente Amplio por la Democracia (FAD), pero los intereses creados, el establishment y los grandes medios de comunicación, calculadamente la ocultan a la opinión pública, pues saben que un pueblo educado, informado, organizado y concientizado será la fuerza que levante un Panamá de justicia y equidad social.
Panamá, 1 de julio de 2017.

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