Entre los días 24 y 27 de julio se celebrarán en el mar Báltico las maniobras conjuntas ruso-chinas denominadas Cooperación Marítima 2017. Esta es la primera vez que la Armada china se deja ver en este rincón del planeta. En total, alrededor de 10 buques y 10 aeronaves participarán en los ejercicios. Los marineros chinos y rusos participarán en diversas maniobras conjuntas de defensa antiaérea y antibuque.

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Según informó la agencia china
Xinhua
, "China y Rusia fortalecen e incrementan su cooperación estratégica y de coordinación, además de profundizar en la amistad y la cooperación de sus flotas". De acuerdo con el columnista de
Sputnik
Alexandr Jrolenko, en este caso, las maniobras son algo más que una simple cooperación 'simbólica', ya que el país asiático envió a Rusia el destructor polivalente Changsha -del proyecto 052D-, equipado con misiles guiados y calificado como "una de las mejores naves del mundo" por el propio Pekín, o la fragata Yuncheng,
que ya participó en una operación antipiratería en el golfo de Adén. Sin amenazar a nadie, las maniobras conjuntas de China y Rusia muestran al mundo -en particular, a Washington y Bruselas- el potencial de la cooperación militar entre los dos países. Según el experto, los ejercicios ruso-chinos "están dirigidos a la OTAN y EEUU, cuyo dominio ya está llegando a su fin".
El objetivo principal de la Armada de Rusia es preparar a sus efectivos para la participación en futuras operaciones militares individuales y conjuntas. En las ediciones anteriores, las maniobras marítimas ruso-chinas se celebraron en los mares Mediterráneo, del Japón y del Sur de China. Durante los ejercicios, decenas de buques y aviones chinos y rusos realizaron operaciones de rescate y de desembarco.
Según Jrolenko, ambos países siguen desarrollando sus sistemas de inteligencia, comunicación, defensa antimisiles y antibuque y lucha radioelectrónica sin afectar a los países vecinos. Jrolenko apuntó a que ningún Estado de la región "corrió el mismo destino que Afganistán, Irak, Libia o Yugoslavia".
Pero, ¿por qué las maniobras conjuntas ruso-chinas generan tanto pánico en los medios 'mainstream'? Algunos han llegado a asegurar que ponen a Europa "en el precipicio".
Jrolenko destacó que, según la lógica de EEUU y la OTAN, las acciones militares de los países occidentales en cualquier punto del mundo únicamente "fortalecen la democracia en la región y no constituyen una amenaza para los países vecinos". Así, los buques militares estadounidenses "se sienten como en casa" en el mar Báltico. Anteriormente, el crucero de misiles de la Armada de EEUU, el USS Hue City/CG-66 de la clase Ticonderoga, visitó el puerto lituano de Klaipeda para "mostrar el compromiso de EEUU con el fortalecimiento de la cooperación con los aliados de la OTAN en la región del Báltico".
Por su parte, China y Rusia solo tienen dos bases militares en el extranjero -ubicadas en Siria y en Yibuti, respectivamente- a diferencia de EEUU, que cuenta con más de 800 bases repartidas por todo el globo, sin contar con los cientos de guarniciones en 80 países. Jrolenko advirtió de que el despliegue de las fuerzas de la OTAN en los países del Báltico, así como la presión política y militar de Washington en el mar del Sur de China, están dirigidos contra un enemigo concreto, ante lo cual Pekín y Moscú no pueden quedarse de brazos cruzados.
Tras participar en las maniobras, los buques chinos se dirigirán a la ciudad rusa de San Petersburgo donde se espera que participen en la celebración del Día de la Flota de Rusia, indicó Jrolenko. En octubre, el entrenamiento continuará en los mares de Japón y de Ojotsk.
Según declaró a los medios el embajador de Rusia en el país asiático, Andréi Denísov, "el nivel de cooperación militar está directamente vinculado a la cooperación política y al nivel de confianza entre los dos países" y agregó que "si evaluamos de la misma forma las amenazas actuales, sería también natural coincidir en nuestros métodos para contrarrestarlas".
Las maniobras Cooperación Marítima se celebraron por primera vez en 2012. Moscú y Pekín iniciaron su colaboración militar entre los años 1937 y 1945, cuando lucharon codo con codo contra el Imperio de Japón, una de las potencias del llamado Eje del Mal -completado por la Alemania nazi y la Italia fascista-. En la década de los 90, China se convirtió en el principal importador de armas rusas.