jueves, 20 de junio de 2013

Fantasmas en Pemex

Julián Andrade Julián Andrade
 
Julián Andrade

 
Fantasmas en Pemex
Julián Andrade
 
Pemex está rodeado de mitos, pero el más persistente es el fantasma de la privatización. Nadie lo ha propuesto, al menos no desde una perspectiva realista, y sin embargo el tema vuelve e impide cualquier cambio de importancia.
El propio Pacto por México, que fue elaborado y es respaldado por las tres principales fuerzas políticas del país, el PAN, PRD y PRI, es muy claro sobre los alcances que podría tener la reforma energética.
Respecto a Pemex se señala que hay que “transformar a Pemex en una empresa pública de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado, pero tenga capacidad de competir en la industria hasta convertirse en una empresa de clase mundial. Por ello, será necesario dotarla de reglas de gobierno corporativo y de transparencia que se exigirían a una empresa productiva de su importancia”.
Y se dice también que se buscará multiplicar la exploración y producción de hidrocarburos mediante una reforma energética que maximice la renta petrolera para el Estado Mexicano.
Un tema interesante, y sin duda en discusión, es cómo abordar la exploración, sobre todo en aguas profundas, donde es muy cara y sería factible compartir riesgos con empresas privadas.
Se hace hincapié también en la necesidad de crear un entorno de competencia en refinación, petroquímica y transporte, promoviendo toda una cadena de proveedores del país.
Esas son las coordenadas que marcaron Gustavo Madero, Jesús Zambrano, César Camacho y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Es en ese esquema, en el que se puede construir un acuerdo. No hay de otra y menos si se quiere avanzar en el tema constitucional, ya que los partidos se necesitan unos a otros por simple aritmética parlamentaria.
Por donde se le vea, no hay riesgo de que Pemex deje de ser de los mexicanos y mucho menos que alguien esté promoviendo su venta, lo que por lo demás sería absurdo.
¿Cuál es entonces el meollo del asunto? ¿Por qué cuesta tanto el permitir la participación privada en tramos del negocio?
Sin duda porque el tema es redituable en términos políticos. Los resortes nacionalistas, poco informados, son profundos, y esto lo aprovechan muy bien quienes se oponen a cualquier cambio, porque creen que ello puede beneficiarlos en el futuro.
La polémica desatada por las declaraciones del presidente Peña Nieto en The Wall Street Journal, ya aclaradas y corregidas por él mismo, se inscriben en la lógica de aprovechar cualquier pretexto para impedir que Pemex se transforme.
Desde que se firmó el Pacto por México quedó claro que dos de sus iniciativas más importantes, la energética y la fiscal podían complicarse.
Son clave, sin embargo, para detonar crecimiento económico y mejores condiciones de desarrollo para la población.
Más allá de coyunturas, que tienen que ver mucho con lo electoral, es el momento de que Zambrano y Madero den un paso adicional y refrenden su compromiso con un instrumento que está permitiendo cambiar a México.
julian.andrade@razon.com.mx
Twitter:
@jandradej

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