sábado, 10 de agosto de 2013

EEUU-Rusia: Un paso atrás…

EEUU-Rusia: Un paso atrás…

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La renuncia del presidente Obama a la cumbre con su homólogo ruso Vladímir Putin, planeada para septiembre próximo, suscita un acalorado interés entre los expertos. Los analíticos tratan de pronosticar las consecuencias que podría traer el enfriamiento en las relaciones bilaterales.

Paz fría, esta combinación de palabras es bien aplicable a las perspectivas de las relaciones ruso-estadounidenses para los próximos años, siendo cada vez mayor el número de politólogos que apoyan este pronóstico. 
Es evidente que entre Moscú y Washington realmente se han hacinado contradicciones: la situación en Siria, el escudo antimisiles en Europa, la lista Magnitski, la concesión de asilo al exagente de la CIA, Edward Snowden. 
Pero a pesar de la crudeza de las realidades políticas, siempre existió la comunicación directa entre los presidentes para solucionar cuestiones complicadas. Por lo menos, el diálogo entre los primeros mandatarios impedía a las fuerzas interesadas en la confrontación entre Rusia y EEUU imponer sus condiciones. A juzgar por todo, a partir de ahora, a iniciativa de Washington, este canal está obstruido por largo tiempo. Ariel Cohen, experto de Heritage Foundation, califica de contraproducente la situación actual: 
Son demasiado numerosos los asuntos de nuestras relaciones que pueden resultar perjudicados: la energía, la economía, la seguridad internacional. Los rusos necesitan de tecnologías e inversiones estadounidenses en el Ártico, en la extracción de petróleo y gas, en el desarrollo económico del Lejano Oriente ruso, ambos países luchan contra los extremistas islámicos. Los cabecillas de la violencia subversiva en Chechenia advirtieron  hace poco que perpetrarán atentados durante los Juegos Olímpicos de Sochi, mientras EEUU se vio obligado a cerrar su Embajada en Yemen. Estoy seguro de que los servicios secretos de EEUU cooperarán con Rusia en la prevención de ataques contra las instalaciones de la Olimpiada de Sochi. Existe un gran número de aspectos en los que podemos cooperar, pero, lamentablemente, la gente con una mentalidad de la guerra fría no está propensa a la reciprocidad. Y cometen un craso error. 
El director de la revista italiana Geopolítica, Gracias Tiberio, atribuye el empeoramiento de las relaciones entre Moscú y Washington a las ambiciones globales de EEUU que Rusia, siendo uno de los actores mundiales clave, no puede apoyar: 
No pensé que Obama diera semejante paso, porque en el caso Snowden Rusia dio muestras de una máxima transparencia que EEUU debió haber aprovechado, pero resultó todo lo contrario. La situación actual semeja los tiempos de la guerra fría. Creo que la renuncia de Obama a la cumbre con Putin no es sólo un mensaje dirigido a Moscú, sino también a sus aliados europeos. O sea, EEUU se da cuenta de que la UE a veces está disconforme con su política. Cabe señalar asimismo que la obstinación de EEUU en consolidar sus posiciones en el espacio geopolítico de Eurasia genera problemas para Rusia, país que desempeña el papel importante en esta región. Por eso, hablando del retorno a la guerra fría, es una opción que hizo EEUU, pero no Rusia. 
El politólogo serbio Jorge Vukadinovic llama la atención a la política de doble rasero que continúa aplicando Washington, lo cual evidencia claramente el caso Snowden: 
Si Snowden hubiera filtrado alguna información relativa a China o Rusia, supongo que lo habrían nominado para el Premio Nobel de la Paz. Pero como difundió datos relacionados a EEUU, inmediatamente fue declarado enemigo. De todas formas, la historia con Snowden no fue la causa principal para cancelar la cumbre. El motivo fundamental radica en Siria y demás países donde la política estadounidense de reforzamiento del control sobre Oriente Próximo sufre un fracaso tras otro. Washington gustosamente se habría olvidado del caso Snowden, si se hubiera asegurado el apoyo de Moscú en el tema sirio. Sea como fuere, opino que el enfriamiento en las relaciones entre Moscú y Washington será temporal. 
La renuncia unilateral de Obama a asistir a la cumbre es, sin lugar a dudas, un paso atrás, opinan expertos. Y toda la responsabilidad por las consecuencias políticas recae sobre la administración de EEUU, en la que provisionalmente, se imponen los partidarios de la confrontación. Confiamos en que el pragmatismo más elemental no permita indisponer definitivamente a Moscú y Washington. 
ach/kg/er 
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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