El conflicto en Siria amenaza la seguridad mundial
Foto: EPA
En declaraciones a un diario estadounidense,
dos días antes de abandonar la agencia donde había presatdo servicio
durante treinta y tres años, Morell admitió que "es probablemente el
mayor problema en el mundo hoy en día por el rumbo que está tomando" el
conflicto sirio.
La Voz de Rusia conversó sobre este tema con el politólogo español Arsenio Valbuena:
–Señor
Valbuena, ¿cuáles son, en su opinión, las oportunidades de los
insurrectos de conseguir una victoria en Siria y cuáles, por
consiguiente, son las oportunidades de Bashar Al Asad de aplastar la
rebelión?
–Personalmente creo que si las potencias
internacionales que respaldan a Siria son capaces de mantener el flujo
de soporte militar, Bashar Al Asad va a resistir políticamente y puede
llevar la guerra a un término victorioso, por su parte. Y sería el
principal factor de estabilidad en al región.
Sin
embargo, tal y como dijo el subdirector de la CIA, realmente en estos
momentos el foco de actividad armada y de conflicto álgido principal en
la región y que atrae a numerosos combatientes de los grupos que
llamamos “vinculados con Al Qaeda” pero que no son solo de Al Qaeda,
sino de otros grupos que podríamos llamar “revolucionarios de carácter
islamista”, ahora mismo es Siria.
Creo que esto
es y debería ser la principal preocupación no solo de Occidente, sino
de rodos aquellos países que quieren estabilizar la zona, llegar a una
cierta solución en Siria. Cuando digo “cierta solución”, es o a la
victoria militar de Asad, o bien a un compromiso de transición política
que estabilice el país.
–Doctor, si EEUU y otros
países de Occidente emprenden una injerencia armada en Siria, ¿cuál es
la probabilidad de unas “acciones de venganza” de parte de Al Qaeda?
–Realmente,
no creo que llegue a ser necesaria la intervención directa de potencias
exteriores en Siria. Sin embargo, si llegara a ser necesario, creo
que... bueno, si llegara a ser de facto, no sé si necesario o no. Pero
si llegara a producirse esa intervención, no tendría una repercusión
diferente a la que ha tenido en Afganistán o en Irak.
Creo
que realmente nos vamos a ver en los proximos años enfrentados a
sucesivos focos de conflicto en diversas partes, sobre todo en Oriente
Próximo y África, suscitados por la principal ideología que está
funcionando hoy día en el mundo siguiendo los ejemplos de las anteriores
ideologías, que es el islamismo político.
Esto
va a estar surgiendo constantemente en Siria o en Yemen, o en países
del norte de África –en el Magreb- su estrategia es calentar los
conflictos hasta que estallen ya en una conflagración abierta armada y
aprovechar esas ocasiones para dar golpes de mano y ser la principal
fuerza protagonista y lograr tomar el poder. Y esto va a estar
sucediendo en los próximos años.
Así que, la
estrategia de seguridad y de riesgo del mundo tiene que ser contemplar
como una amenaza continua y estable y difusa, la del islamismo radical.
–Señor
Valbuena, ¿Qué puede contraponer Occidente a la llamada “internacional
terrorista” si traslada sus “acciones de combate” a territorio de EEUU y
Europa?
–Desde luego, este proceso se ha iniciado
hace ya alrededor de veinte años, pero se ha acelerado y ha tomado forma
a partir del atentado de las Torres Gemelas. Yo creo que va a seguir en
las mismas líneas que tiene.
Primero, en
reforzamiento del control de la población y de la seguridad interna: lo
hemos visto en los escándalos tanto del Wikileaks como de Snowden – cómo
se ha incrementado ese espionaje interno.
Luego,
combatiendo el nacimiento de los focos de conflicto allí donde se
produce, que realmente es en un contexto geográfico determinado por el
sustrato social del islamismo radical.
Esas son las dos medidas que se han tomado y que se van a seguir tomando, aunque hay una tercera.
Hay
una tercera que es de más largo plazo, y que en la política realista de
EEUU y quizás en la de Rusia tampoco se ha incidido, que es la mejora a
través de las redes diplomáticas, de las relaciones comerciales y de la
globalñización política, de las condiciones tanto económicas como
sociales de convivencia en los países de carácter culturalmente
islámico, para que el islamismo radical sea combatido ideológicamente, a
través de una evolución social.
Y esto a largo plazo es lo que va a dar mayor resultado.
Nota:
Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con
los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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