Por Claudia Dupeirón *La
Paz (PL) El proyecto del Che en Bolivia era continental con el objetivo
de alcanzar primero la liberación de la dictadura del general René
Barrientos, y luego de los regímenes similares en Latinoamérica, que
contaban con el apoyo del imperialismo norteamericano.
Once meses se mantuvo la tropa del Guerrillero Heroico que libró más de
20 combates, con el nombre de Ejército de Liberación Nacional de
Bolivia.
La guerrilla, integrada por combatientes cubanos,
argentinos, bolivianos y peruanos, avanzó desde Ñancahuazú, donde
instalaron su primera base de operaciones en noviembre de 1966, hasta La
Higuera, en el departamento de Santa Cruz, lugar en que fuera asesinado
el Che, el 9 de octubre de 1967.
En declaraciones exclusivas a
Prensa Latina, el escritor e investigador boliviano Carlos Soria afirma
que no puede concebirse la contienda revolucionaria de Ernesto Guevara
como una campaña solitaria, sino que era una estrategia para liberar a
la región de los gobiernos dictatoriales.
El pensamiento
liberador del Ernesto Guevara se explica también en su artículo 'Crear
dos, tres ... muchos Vietnam', mensaje a los pueblos del mundo a través
de la revista Tricontinental, publicado el 16 de abril de 1967.
¡Cómo podríamos mirar el futuro de luminoso y cercano si dos, tres,
muchos Vietnam florecieran en la superficie del globo con su cuota de
muerte y sus tragedias inmensas, con su heroísmo cotidiano, con sus
golpes repetidos al imperialismo, con la obligación que entraña para
éste de dispersar sus fuerzas, bajo el embate del odio creciente de los
pueblos del mundo!'.
Luego, el guerrillero hace un llamado a la
unidad de todos los pueblos para lograr una lucha 'aún más efectiva'.
'Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un
clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género
humano: los Estados Unidos de Norteamérica', señaló.
Por su
parte, el analista político boliviano Hugo Moldiz, en su texto 'Che,
Símbolo de la Revolución', precisa que la guerrilla dirigida por Ernesto
Guevara se convirtió en un punto nodal en el desarrollo de la
conciencia revolucionaria en el país suramericano.
Ñancahuazú
fue el inicio de la transición de una forma de pensar a otra en el
movimiento obrero y popular, el comienzo de la ruptura con el
'nacionalismo revolucionario' burgués del Movimiento Nacionalista
Revolucionario y de identificación con la ideología socialista, indica.
Asimismo, resalta que el internacionalismo revolucionario es una de las
enseñanzas más rescatables legadas por el Che y de la que los
revolucionarios de Bolivia y América Latina deben aprender.
La
idea también la plasma Carlos Soria en su texto 'Octubre': La Higuera
fue el final del intento del Che por iniciar desde Bolivia una rebelión
continental contra el poder imperialista de los Estados Unidos.
LA GUERRILLA EN BOLIVIA, ÚLTIMOS MESES
A
fines de agosto de 1967 la guerrilla del Che sufriría la pérdida de la
única mujer de la tropa, Tania, y sus compañeros, víctimas de una
emboscada en la localidad de Vado de Yeso, departamento de Santa Cruz.
El día 31 de agosto, la columna cayó en una emboscada cuando cruzaba el
Río Grande. Tania fue la penúltima en sumergirse en la corriente, justo
delante de Joaquín, quien cubría las espaldas de sus compañeros.
En el habitual resumen, que el Che escribía en su diario, calificaba a agosto como 'el mes más malo... en lo que va de guerra'.
Además de la pérdida del grupo de retaguardia al cual pertenecían
Tamara Bunke Bider (Tania) y otros siete combatientes, liderados por
Joaquín (Juan Acuña Núñez), la guerrilla se quedó sin los documentos y
medicinas que guardaron en cuevas y sin contacto con colaboradores o 'el
exterior', apuntó el Che.
Septiembre, el penúltimo mes de la
tropa en Bolivia, se caracterizaría por la muerte de importantes
integrantes como Coco (Roberto Peredo Leigue), Miguel (Manuel Hernández
Osorio) y Julio (Mario Gutiérrez Ardaya).
Al respecto, el Che
puntualizó el 27 de septiembre de 1967: 'Nuestras bajas han sido muy
grandes esta vez; la pérdida más sensible es la de Coco, pero Miguel y
Julio eran magníficos luchadores y el valor humano de los tres es
imponderable'.
A pesar de las pérdidas en la tropa, el ejército
boliviano y el entonces presidente del país, René Barrientos, mostraban
la desesperación ante la imposibilidad de capturar a los integrantes de
la guerrilla, sobre todo, al Che.
'La radio trajo por la mañana
la noticia de que Barrientos afirmaba que yo estaba muerto desde hacía
tiempo y todo era propaganda y por la noche la de que ofrecía cuatro mil
200 dólares por los datos que facilitaran mi captura vivo o muerto',
relataba el Guerrillero Heroico en su diario.
En el resumen de
septiembre, Ernesto Guevara diría: 'La tarea más importante es zafar y
buscar zonas más propicias; luego los contactos, a pesar de que todo el
aparato está desquiciado en La Paz donde también nos dieron duros
golpes. La moral del resto de la gente se ha mantenido bastante bien
(...)'.
Octubre comenzó con tranquilidad, Guevara calificaba el inicio del mes como un 'día sin novedad'.
Solo siete días relatan en el diario el trayecto de la tropa en ese
mes. El día 8 el Che resultó capturado en la Quebrada del Yuro (Churo),
con una herida en la pierna derecha, y fue encerrado en la ruinosa
escuelita local del poblado de La Higuera, donde sería ejecutado el 9 de
octubre por órdenes de la Agencia Central de Inteligencia
norteamericana (CIA) y el ejército de Bolivia.
Pero no sería
octubre de 1967 el mes para la desaparición del Che. Su ejemplo y
espíritu se convirtieron en un modelo de liberación para los pueblos de
América Latina y el mundo.
'Personalidad impetuosa, pensamiento
inquisitivo y creador, notable coherencia entre su manera de pensar y
actuar, valentía temeraria en los combates, imagen permanentemente joven
y desafiante, así como también las situaciones complejas que le tocó
vivir y las circunstancias de su muerte, hicieron del Che un personaje
modélico del siglo XX', comenta Carlos Soria.
LA REVOLUCIÓN DEL CHE PARA TODO EL CONTINENTE
La
tropa, comandada por Ernesto Che Guevara, no fue un suceso
exclusivamente boliviano, sino el resultado de un complejo entramado
mundial de ese entonces, refiere Soria.
'Por una parte, la
Revolución cubana, de forma militante, solidaria y comprometida,
empeñada en apoyar cambios revolucionarios en diversas partes del mundo,
pero particularmente en América Latina. Por otra parte, Vietnam, un
pequeño país del sudeste asiático, condensaba la dramática situación
existente', comenta el escritor.
Según Soria, fue de ese modo
que se gestó el proyecto continental de Ernesto Guevara, el cual
'contaba con el indeclinable e incondicional apoyo de Cuba y de Fidel
Castro, su histórico líder'.
En su introducción al 'Diario del
Che en Bolivia', el Comandante en Jefe Fidel Castro afirmó: el Che no
concebía la lucha en Bolivia como un hecho aislado, sino como parte de
un movimiento revolucionario de liberación que no tardaría en extenderse
a otros países de América del Sur.
De acuerdo con Soria, eso
implicaba desafiar al poder imperialista de Estados Unidos; convocar a
las potencias socialistas de entonces, la Unión Soviética y China, a un
rol más activo en la confrontación; y también emplazar a las corrientes
políticas de izquierda.
El intelectual de la nación
andino-amazónica afirma que 'a 50 años de la desaparición física del
Che, es necesario rememorar su intransigencia en la lucha
antiimperialista, y su legado ético'.
'El Che era una persona
íntegra, consecuente con sus actos, sin dobleces, que hizo esfuerzos
para equiparse con los combatientes de su tropa', destacó.
Al
decir de Soria: el mes de octubre de 2017, en el cincuentenario de la
presencia del Guerrillero Heroico en Bolivia, 'el Che será recordado por
la inmensa mayoría de este pueblo como la encarnación de sus mejores
esperanzas'.
De Ñancahuazú a La Higuera, de Bolivia al mundo, el
Che sigue siendo un proyecto continental que inspira a las nuevas
generaciones y guía con la estrella de su boina el andar de América
Latina.
*Corresponsal de Prensa Latina en Bolivia.
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