martes, 11 de septiembre de 2018

12S: La inminente votación del Parlamento Europeo amenaza con destruir internet


alertacatastrofes.com

12S: La inminente votación del Parlamento Europeo amenaza con destruir internet

 

 


Tras rechazar el Parlamento Europeo, contra todo pronóstico, la reforma de los derechos de autor el pasado mes de julio, el texto volverá al pleno este 12 de septiembre en donde se abrirá de nuevo el debate sobre una directiva polémica que busca proteger a los creadores del mundo digital pero que está plagada de lagunas.
Este inesperado giro de guion supuso la ralentización de una directiva que busca establecer criterios más estrictos a la hora de comercializar y distribuir contenidos protegidos y que pretende poner límites a plataformas como YouTube haciéndolas responsables del contenido que difunden y obligándolas a obtener licencias.
Asimismo, también incluye la creación de un derecho de los medios de comunicación que les permitiría autorizar o prohibir a los agregadores de noticias la reproducción de sus contenidos.
Dos puntos que han hecho saltar las alarmas entre los gigantes de internet cuya presión les ha dado la victoria de la última batalla. Por su parte, los servicios de mensajería y las redes sociales quedarían exentas de su aplicación, así como la Wikipedia, al considerar que la compartición de contenidos en estos canales se realiza sin ánimo de lucro.
Pero la guerra continúa en el Parlamento Europeo donde se juega el futuro de los derechos de autor en internet, en manos de los 12 europarlamentarios españoles ausentados durante la pasada votación al coincidir con el congreso de elección del nuevo presidente del PP y, en principio, afirma El Economista, favorables a la aprobación de la directiva.
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También dependerá de los 31 indecisos que se abstuvieron y que tienen ahora una nueva oportunidad para decantarse por una opción u otra ante una reforma contrarreloj y es que, de rechazarse, el fin del mandato de la Comisión podría dejar de nuevo en el limbo la regulación de los derechos de autor en el mercado digital.

El fracaso de Macri y su laboratorio neoliberal en Argentina


cadtm.org

El fracaso de Macri y su laboratorio neoliberal en Argentina

 

 


A diferencia de las movilizaciones de 2001, la sociedad argentina cuenta con mecanismos de protección social. Sin embargo, el proyecto Macri se resquebraja y se dispara la evasión de capital.
La crisis económica argentina se aceleró en las últimas semanas y llevó a la Alianza Cambiemos a su situación más complicada desde que asumió el Gobierno en diciembre de 2015. Tanto por la presión de los capitales internacionales —a través de la fuga masiva de divisas que provocó una devaluación Devaluación Modificación a la baja del tipo de cambio de una moneda frente a otras divisas. del peso— como por una sociedad con un importante nivel de organización y movilización.
El alza del dólar, que llegó a superar los 40 pesos la última semana —provocando una devaluación de más del 100% en lo que va del año— obligó al Ejecutivo liderado por Mauricio Macri a tomar medidas drásticas. Enmarcado en su plan neoliberal, la resolución fue apostar por mayores medidas de ajuste, algunas inéditas en la historia democrática del país.
Entre estas últimas se destaca la degradación del Ministerio de Salud al estatus de Secretaría dependiente de la cartera de Desarrollo Social. Lo mismo sucedió con el Ministerio de Trabajo, que ahora quedará bajo la órbita de Producción, retrocediendo así 70 años de historia.
A su vez, esto se enmarca en una apuesta por reducir el déficit fiscal que busca ser llevado a cero para 2019. Una medida que tiene un antecedente poco feliz para la sociedad argentina: fue anunciada como la salvación por el Gobierno de Fernando de la Rúa meses antes de que estallara la crisis más grande de la historia del país sudamericano en diciembre de 2001.
Para esto se reducirá aún más el gasto público eliminando los subsidios a empresas privadas de servicios lo cual, se espera, repercuta en más aumentos de tarifas y más inflación Inflación Subida acumulativa del conjunto de los precios (por ejemplo, una subida del precio del petróleo, que conlleva luego un reajuste de los salarios al alza, luego la subida de otros precios, etc.). (originalmente prevista por el Gobierno en un 15% anual y que ya se pronostica por encima del 35%).
A comienzos de 2018, los mismos mecanismos que permitieron la entrada de divisas para la especulación financiera, garantizaron su rápida salida cuando el alza de la tasa de interés en EE UU golpeó todas las economías del mundo
También continuarán los despidos de trabajadores de la Administración Pública como viene sucediendo de manera sostenida, pero esta tendencia ahora se verá agudizada por la eliminación de Ministerios enteros y sus consecuentes programas. Se une el recorte del presupuesto para la Educación y la Ciencia, lo que ha desatado un extenso conflicto en las Universidades Nacionales que se encuentran hace un mes en huelga.
Todo esto hará aumentar la desocupación y la pobreza, tal como reconoció el propio presidente durante un discurso al país emitido el lunes.

Las razones de la crisis

Desde su llegada a la presidencia, Macri desarrolló una política económica con lineamientos netamente neoliberales que, combinada con problemas estructurales, dejaron la Argentina en una situación muy frágil ante cualquier embate del mercado mundial.
Entre las primeras medidas estuvo bajar y, en algunos casos directamente eliminar, el impuesto a las exportaciones de la producción agropecuaria y minera. De esta forma se anuló una de las principales fuentes de divisas. A su vez se permitió la libre remisión de dinero de las empresas a las casas matrices (previamente, las multinacionales estaban obligadas a tenerlo un año en el país).
Además se implementaron enormes aumentos de tarifas de servicios públicos (electricidad, gas, agua, transporte, combustibles) que impactaron en el bolsillo de la población y redujeron el consumo. Generando así una caída de la actividad económica.
Estas decisiones fueron acompañadas de una desregulación total del mercado financiero y una tasa de interés Interés Cantidad pagada como remuneración de una inversión o percibida por un prestamista. El interés se calcula sobre la base de la cantidad de capital invertido o prestado, de la duración de la operación y del último tipo aplicado en ese momento. alta que permitió a capitales especulativos hacer negocios con las llamadas Letras del Banco Central Banco central Entidad que, en un Estado, se encarga generalmente de la emisión de billetes de banco y del control del volumen de moneda y crédito. En España es el Banco de España quien asume dicho rol, bajo el control del Banco Central Europeo (BCE, ver más abajo).
El Banco Central de un país gestiona la política monetaria y tiene el monopolio de la emisión de la moneda nacional. Proporciona moneda a los bancos comerciales a un precio determinado por las tasas directoras, que son fijadas por el proprio banco.
(Lebacs), generando un importante ingreso de dólares durante los primeros dos años de gestión pero no para inversión en industrias ni para generar puestos de trabajo. A comienzos de 2018, los mismos mecanismos que permitieron la entrada de divisas para la especulación Especulación Actividad consistente en buscar ganancias bajo la forma de plusvalía apostando por el valor futuro de los bienes y activos financieros o monetarios. La especulación genera un divorcio entre la esfera financiera y la esfera productiva. Los mercados de cambios constituyen el principal lugar de especulación. financiera, garantizaron su rápida salida cuando el alza de la tasa de interés en EE UU golpeó todas las economías del mundo. A una primera crisis cambiaria en mayo le siguió una más reciente en agosto.
El cuerdo con el FMI por 50.000 millones de dólares convirtió a la Argentina en el país más endeudado con el ente financiero a nivel mundial
Durante este proceso la administración Macri elevó la tasa de interés de referencia primero al 40% y luego al 60% (guarismos únicos en el mundo), haciendo imposible cualquier tipo de financiamiento o crédito, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas que son las principales creadoras de puestos de trabajo.
El combo llevó a una economía estructuralmente dependiente —cuyo principal ingreso de divisas proviene de la exportación de materias primas— a sufrir los embates de la falta de dólares y ponerla al borde de una crisis.
Fue entonces que Macri solicitó un préstamo al Fondo Monetario Internacional FMI
Fondo monetario internacional
El FMI nace, el mismo día que la Banca mundial, con la firma de los acuerdos de Bretton Woods. En su origen el rol del FMI era defender el nuevo sistema de cambios fijos instaurado.

A la finalisación de estos acuerdos (1971), el FMI es mantenido y se transforma paulatinamente en el gendarme y el bombero del capitalismo mundialisado : gendarme cuando impone los programas de ajuste estructural ; bombero cuando interviene financiaramente para sostener los países tocados por una crisis financiera.
Su modo de decisión es el mismo que el del Banco mundial y se basa sobre una repartición del derecho de voto en proporción a los aportes de cotisación de los países miembros. Estatutariamente es necesario el 85% de los votos para modificar la Carta del FMI (los EE.UU. poseen una minoria de bloqueo dado a que posees el 16,75 % de voces). Cinco países dominan : Los EE.UU. (16,75 %), el Japon ( 6,23 %), la Alemania (5,81%), Francia (4,29 %), y Gran Bretaña (4,29%). Los otros 177 Estados miembros estan divididos en grupos dirigidos, cada vez, por un país. El grupo más importante (6,57%) esta dirigido por Belgica. El grupo menos importante (1,55% de voces) precidido por el Gabon (países africanos).
Su capital está compuesto del aporte en divisas fuertes (y en monedas locales) de los países miembros. En función de este aporte, cada miembro se ve favorecido con Derechos Especiales de Giro (DEG) que son de hecho activos monetarios intercambiables libre e inmediatamente contra divisas de un tercer país. El uso de estos DEG corresponde a una política llamada de estabilización a corto plazo de la economía, destinada a reducir el déficit presupuestario de los países y a limitar el crecimiento de la masa monetaria. Esta estabilización constituye frecuentemente la primera fase de intervención del FMI en los países endeudados. Pero el FMI considera que en adelante es tarea suya (tras el primer choque petrolero de 1974-1975) actuar sobre la base productiva de las economías del Tercer Mundo reestructurando sus sectores internos; se trata de una política de ajuste a más largo plazo de la economía. Lo mismo sucede con los países llamados en transición hacia una economía de mercado. (Norel y Saint-Alary, 1992, p. 83).
Sitio web :
(FMI). El acuerdo por 50.000 millones de dólares convirtió a la Argentina en el país más endeudado con el ente financiero a nivel mundial y profundizó su dependencia ya que debió adaptarse a los objetivos impuestos por el organismo presidido por Christine Lagarde. Paradójicamente no pudo cumplir ni siquiera con esas medidas y debió llevar a cabo recientemente lo que fue calificado por diversos analistas como un “ajuste del ajuste”.

Las primeras chispas de un pueblo organizado y expectante

Tras los anuncios de esta semana, se dieron episodios aislados que recuerdan a la anterior crisis: hubo cacerolazos en la Ciudad de Buenos Aires y saqueos de comercios en algunos puntos del país. El más trágico fue el que sucedió en la localidad de Saénz Peña, en la provincia de Chaco (noreste), donde un joven de 13 años murió de un disparo en el pecho en el marco de la represión policial.
Sin embargo, una de las principales diferencias con la crisis de 2001 y que permiten suponer que el desenlace no será igual, es el nivel de organización que tiene la sociedad argentina y su entramado de contención. Hay dos grandes movimientos que se destacan por su dinamismo y presencia callejera: el feminismo y la economía popular.
El primero, conformado al calor de décadas de organización paciente de las mujeres argentinas, cobró masividad a partir de 2015 en el marco de las movilizaciones de #NiUnaMenos contra los feminicidios y este año marcó un hito al lograr que el debate del aborto llegara al Congreso. A pesar de que el Senado rechazó el proyecto, eso no quitó que la discusión generara una transformación cultural que tuvo su corolario en la marcha de dos millones de mujeres el 8 de agosto.
A su vez, fue este movimiento el primero en realizar un paro nacional al gobierno de Macri en octubre de 2016 cuando la principal central sindical, la Confederación General del Trabajo (CGT) se mostraba, como ahora, dubitativa.
Por su parte, el movimiento de la Economía Popular representa a los sectores desclasados que no lograron ser integrados durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Se trata de personas que se crearon su propio trabajo y se nuclean centralmente en cooperativas hoy organizadas en torno a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y otras organizaciones similares.
Este movimiento consiguió importantes triunfos, incluso legislativos, como la Ley de Emergencia Social, y ha sido uno de los que pudo arrancarle más recursos al Gobierno por su fuerte inserción en los barrios populares, principalmente de los grandes centros urbanos y sus periferias.
Un actor más a considerar son los sindicatos que, aunque con poca reacción en general —salvo excepciones—, siguen siendo organizaciones con un importante poder de presión y capacidad de paralizar el país. A pesar de su posición históricamente negociadora, han sido obligados a desplazarse cada vez más hacia la oposición ante la imposibilidad de acordar condiciones aceptables para sus bases.
Todas estas expresiones, todavía con demandas parciales y desarticuladas, han tenido sin embargo un enfrentamiento frontal con el modelo neoliberal, ya sea por orientación política (como en el caso del feminismo) como por reivindicaciones concretas (como en la economía popular y el sindicalismo tradicional).
Finalmente, se complementan con una oposición política que también se encuentra dispersa pero que tiene en el kirchnerismo —con la figura de la senadora y expresidenta Cristina F. Kirchner a la cabeza— y las distintas expresiones de la izquierda, a dos actores que también han mantenido su carácter confrontativo y sin vacilaciones con el Gobierno.

¿Un nuevo 2001?

Si bien las medidas económicas y algunas de sus consecuencias son muy similares a las de la última gran crisis del país, las bases sobre las que se asientan son diferentes. La Argentina de hoy no tiene más de un 20% de desocupación ni la mitad de la población vive en la pobreza y su PBI es un 150% más grande que en aquel entonces.
Además, durante los gobiernos anteriores se gestó una red de asistencia social que, aunque hoy deteriorada, sigue haciendo de barrera de contención: jubilaciones, asignación universal por hijo, programas laborales en los barrios, etc. permiten a gran parte de la población tener aunque sea un mínimo ingreso económico.
Estas condiciones generales se complementan con los actores políticos y sociales mencionados anteriormente que canalizan y organizan la bronca popular. De esta forma, es probable que la espontaneidad callejera que se vio durante la rebelión de 2001 hoy no se manifieste de la misma forma ya que posee otros marcos organizativos e institucionales sobre los cuales sostenerse y expresarse.
Dependerá en gran parte de los movimientos del propio Gobierno en las próximas semanas cuál sea el desenlace. Si logra llegar a las elecciones de octubre de 2019 a fuerza de ajuste y represión o debe optar por una salida anticipada ante la imposibilidad de sortear la crisis.
En cualquier caso, el modelo neoliberal está golpeado y quien venga después de Macri —sea del signo político que sea— deberá resolver si elige seguir los dictados del FMI y el capital transnacional o apoyarse en un pueblo que empieza a decir basta y está dispuesto a salir a la calle.

Aunque cueste creerlo, la solidaridad está salvando pueblos y comarcas deprimidas


elblogsalmon.com

Aunque cueste creerlo, la solidaridad está salvando pueblos y comarcas deprimidas

DerBlaueMond @DerBlaueMond

El análisis de hoy entra en uno de esos temas que impregnan de optimismo, y que abren un halo de esperanza en un mundo en el cual la (verdadera) solidaridad brilla por su ausencia. Y no es que la palabra no esté en boca de todos, que lo está incluso muchas veces aunque sólo sea para figurar, es que cuando la solidaridad significa tocarse el bolsillo, entonces pasa a escasear.
Pero no es así en casos como el ejemplo que les analizamos hoy, y que, para más positivismo en estas líneas, además se trata de un caso de éxito (de gran éxito). Hay una organización sin ánimo de lucro que ha salvado un pueblo deprimido, y por contagio su bote salvavidas se ha hecho extensivo en cierta medida a toda su comarca. Y además, esta organización pretende extender su modelo para salvar otros tantos pueblos y comarcas de toda España con tu solidaridad, que recompensan justamente con la cosecha real que esa solidaridad produce (aparte de lo gratificante que ya resulta personalmente).

Olivos centenarios que estaban condenados de forma irremediable

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Oliete es una simpática población de Teruel. La despoblación llevaba décadas haciendo mella en su censo municipal y emprobreciendo su economía: los jóvenes emigraban a Zaragoza o incluso más lejos, y dejaban la economía local abocada a un futuro colapso de octogenarios con pocos recursos y sin estirpe empadronada en el municipio.
Pero hay patrimonio histórico, patrimonio cultural... y patrimonio natural. Y da la casualidad de que Oliete es una localidad con un gran patrimonio natural: sus olivos. Sí, el término municipal de Oliete tiene censadas poco más de 350 personas (en 1920 eran más de 3.000), pero posee olivares con una población mucho más importante: 100.000 olivos en tan sólo 86 kilómetros cuadrados.
Y no se trata de unos olivos cualesquiera, son olivos centenarios: de ahí lo del patrimonio natural. Además de por su valiosa línea de vida que abarca varios siglos, el olivo centenario es un elemento de patrimonio que si no tiene los cuidados adecuados, pierde totalmente su valor agrícola y como especie productora de un aceite de gran calidad.
El olivo realmente no es un árbol, sino un arbusto. Son las podas y los cuidados de los olivareros los que van dejando que una única (o unas pocas) ramas vayan engordando, tomen fuerza, se asemejen a un tronco, y den a la planta el aspecto de supuesto árbol que todos conocemos. Pero en el momento en que ya no se cuida y poda, las ramificaciones que van surgiendo en torno a la base hacen que la eficiencia de la planta prefiera alimentar muchas ramas menores, e ir secando el que era su tronco. Así la naturaleza del arbustífero Acebuche (lo que un olivo es en realidad) se impone, y con ella vuelve a ser un arbusto de poco fruto y de baja calidad.
Los olivos de Oliete se estaban perdiendo decena tras decena sin remedio, ante el estupor de una población eminentemente olivarera, pero que ya no disponía ni de los recursos económicos ni de la juventud para seguir cuidando de sus apreciados olivos centenarios. Los olivares estaban condenados a ir desapareciendo, y con ellos una población y una economía que languidecían con destellos mortecinos, a pesar de las ganas de la población de revitalizar esta localidad turolense.

El olivar era mucho más que aceite: era toda una cultura popular y... un exponente de economía circular

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Pero no sólo era el aceite con el uso que le damos mayormente hoy en día (que no es poco). En las economías eminentemente primarias y autoabastecidas de siglos atrás, en las localidades olivareras todo giraba en torno al fruto predilecto de la madre naturaleza para esa zona. Dada su abundancia, toda la economía local se vertebraba en torno al aceite y las olivas. Con aceite se cocinaba, se preparaban conservas, pero también se hacían jabones, se utilizaba para iluminar, para alimentación animal, la leña de los olivos calentaba los hogares... y así una larga lista que bebía del oro líquido de las olivas. Además, ya no es el uso directo de esta materia prima: gracias al propio aceite y a todos sus derivados podían comerciar con las localidades colindantes, y así obtener aquello que sus recursos locales no les permitían conseguir por sí mismos.
Y con Oliete no sólo moría el patrimonio natural que eran sus olivos centenarios, sino que moría también una parte de la Historia del Reino de Aragón. Los olivos de Oliete no son unos olivos centenarios cualesquiera, son olivos históricos, y no sólo por los años de Historia de los que han sido testigos. Las olivas de los olivos de Oliete son de una variedad muy muy especial: la oliva "empeltre". Esta oliva de gran calidad es originaria del Bajo Aragón, y es histórica porque fue el propio Jaime I el que allí donde iba se llevaba consigo un esqueje de este tipo de olivo para "empeltrar" (injertar en fabla aragonesa): de ahí el nombre de esta variedad.
Lo más lamentable es que en Oliete no sólo moría una actividad económica que en realidad era viable, y que lo que la hacía inviable era la despoblación y la falta de recursos económicos. Con Oliete moría un claro ejemplo de esa economía circular tan de moda hoy en día, aunque fuese de otro siglo. Ya les hablamos hace unos meses de cómo no debemos resignarnos a acabar con el planeta, del concepto de futuro que supone la economía circular, y de cómo este concepto puede revolucionar la sostenibilidad de buena parte de nuestras socioeconomías a la que se podría aplicar. El hecho es que, en Oliete, como si de un cerdo se tratase, del olivo y las olivas se aprovechaba todo: hasta los residuos se utilizaban para alimentación animal.
Como estocada final, y matando ya la poca esperanza que quedaba en el pueblo, los vecinos vieron con resignación cómo su querida y necesitada almazara cerraba en 2004. Una nueva normativa europea exigía unas inversiones que los habitantes de Oliete no podían permitirse. Claramente esto significaba la sentencia de muerte definitiva para un sector primario que sin embargo era la base de su economía, y el único camino hacia la prosperidad en el que tenían experiencia. La suerte, o más bien la mala suerte, estaba echada.

El que siembra, muchas veces acaba recogiendo frutos

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Pero algunos de los hijos de Oliete que emigraron buscando un mejor futuro, nunca dejaron de llevar al pueblo de su infancia en sus corazones, ni en su mente. Algunos de ellos siempre conservaron la intención de hacer algo que devolviese a Oliete a la vida, y lo sacase de la condena demográfica a la que estaba sentenciado. Y fue precisamente en su rico patrimonio natural, y en esos olivos que morían junto con los mayores octogenarios y nonagenarios, donde estos emprededores hijos encontraron la clave para culminar sus aspiraciones más revitalizadoras socioeconómicamente.
La formación que adquirieron en la gran ciudad, y la valiosa experiencia profesional acumulada durante productivos años de trabajo en reputadas empresas, les dieron un bagaje suficiente para sentirse capaces de emprender, y lanzarse a intentar ver su sueño hecho realidad: salvar los olivos de Oliete, y con ellos el pueblo, dando esperanza a la comarca, asolada por la despoblación y el abandono de casas.
Así empezó la organización sin ánimo de lucro "Apadrinaunolivo.org", fundada por el emprendedor Alberto Alfonso Pordomingo. Cuando empezaron, el 70% de los olivos centenarios de Oliete estaban sin ser trabajados, apagándose lentamente. El Big Bang del renacer de la oliva de Oliete se remonta a 2013. Alberto Alfonso volvió a su querido pueblo como habituaba a hacer, y fue triste testigo de cómo incongruentemente una magnífica cosecha como la de aquel año se estaba echando a perder.
Con la almazara cerrada desde hacía casi una década, la gente no encontraba las ganas ni los motivos para volver a un Oliete impregnado de tristeza y color gris, e incluso en plena campaña de recogida apenas nadie vareaba los olivos centenarios repletos de excepcionales olivas de gran calidad. Un auténtico sinsentido económico y social. "Algo hay que hacer", se dijo este ingeniero de Telefónica con un gran bagaje tecnológico y profesional. Ni corto ni perezoso, cogió sus herramientas de trabajo habitual, y con los olivos por protagonistas, maduró una prometedora idea y se hizo una presentación ofimática.

Los comienzos fueron duros, pero si el objetivo lo merece no hay que escatimar esfuerzos (ni ilusión)

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Con filantrópicas contribuciones de su círculo más cercano, la idea que alumbró era la de permitir a la gente adoptar uno de los olivos centenarios de Oliete. Tenía muy claro que la tecnología debía ser protagonista, y a la vez el catalizador que sirviese de puente entre la boyante gran ciudad, y el languideciente medio rural. Su intención era poner en valor el campo y todo el potencial que él veía en su pueblo. Iba literalmente a tender un puente digital que conectase Oliete a otras zonas socioeconómicas. A su heroíca gesta consiguió que se uniesen dos emprendedores que conoció en la European Campus Party de Telefónica, que se hicieron cofundadores de su iniciativa.
Con su proyecto dieron muchas vueltas, se encontraron con puertas cerradas, pero perseveraron y resistieron al fracaso. Unas cosas llevaron a otras y, con sus primeros 37 olivos recuperados, acabaron saliendo en el cierre del Telediario de TVE1 a raíz del día mundial del medioambiente. Ahí estuvo su punto de inflexión. En unos pocos días consiguieron más de 100 padrinos de golpe. Poco después un famoso fabricante de maquinaria agrícola les regaló un esencial tractor. Con estos dos hitos, la chispa había prendido la mecha de esta gran iniciativa.
A partir de entonces sólo hubo cuesta arriba, en esfuerzo pero también en resultados. Hoy tienen ya más de 2.500 padrinos y 7.000 árboles recuperados; porque hay muchos padrinos que cuando les conocen y ven su labor repiten, y porque también hay muchas empresas que apadrinan varios olivos. Y la comunidad de Oliete abrazó con entusiasmo la gran idea: hoy por hoy tienen lista de espera de olivares de los que hacerse cargo, y literalmente no dan abasto.
Con los padrinos llegaron los recursos económicos más directos, y con ellos las actuaciones de esta organización en Oliete, además de los empleados que iban entrando en plantilla. A día de hoy son 8, más bastantes colaboradores indirectos que aportan su trabajo para colaborar desinteresadamente (y algunos tienen sus carreras de éxito). Este modelo de apadrinamiento además tuvo el gran éxito de involucrar al padrino y vincularlo a su olivo y al pueblo, promocionando las visitas frecuentes en las que todo el pueblo se vuelca con los visitantes (y se lo digo por propia y anónima experiencia). Su objetivo no es sólo hacer el trasvase de solidaridad de la ciudad al pueblo, sino también dar a los urbanitas de segunda y tercera generación uno de esos "su pueblo" que nunca tuvieron y que muchos les han acabado confesando que anhelaban.
Con las recurrentes visitas de todos esos padrinos, llegaron los alojamientos rurales, la revitalización de los negocios del pueblo, la divulgación del rico patrimonio cultural de Oliete, que tiene un excepcional pueblo celtíbero y otras atracciones para visitantes. Toda la actividad económica del pueblo se dinamizó y, lo que es más importante, mucha gente se sentía comprometida personalmente con llenar de nuevo de vida más olivares y todo Oliete. Hace un par de años consiguieron otro hito: reabrir una almazara en el pueblo, que además es "Triple S".
Pero, además, con los empleados de la organización llegaron nuevos niños, que marcaron un nuevo punto de inflexión en la vida del municipio: la escuela de la localidad iba a ser cerrada por falta de censo infantil. Como los lectores más rurales saben, esto aboca a un pueblo a profundizar en su declive y supone un verdadero suicidio demográfico, pues, donde ya no hay escuela, allí ya no se muda ninguna familia con hijos. Gracias a los hijos de los trabajadores de la organización, la escuela no se cerró, y ello redunda en mantener el atractivo del pueblo para nuevas familias.
Sólo en los últimos doce meses, a un pueblo de poco más de 300 habitantes, ya se han mudado 18 personas (siendo 11 de ellos niños). Para los lectores que no conocen bien la realidad del mundo rural turolense, tal vez haber conseguido 18 nuevos habitantes les parezca una ridiculez, pero lo cierto es que imaginen cómo estará la provincia cuando esto es una proeza y supone un impactante caso de éxito a nivel provincial.

Un caso de éxito expuesto por instituciones aragonesas y actores relevantes del sector más solidario

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Realmente la idea de Alberto Alfonso funcionó, pero también funcionó la forma en la que visionariamente la puso en práctica. Fusionó los olivos centenarios con la tecnología más puntera y, apelando al lado más techie, desarrolló una excepcional aplicación que permite a cada padrino elegir qué olivo físico con su ubicación quiere apadrinar (poder de elección y vínculo primario). A partir de entonces, el padrino puede seguir en todo momento la evolución de los cuidados que sufraga (vínculo secundario), puede visitarlo en cualquier momento y sin avisar (transparencia), recibir parte de su cosecha en forma de aceite de calidad excepcional (vínculo terciario y beneficio directo), y por último acaba sintiéndose vinculado a un pueblo que se vuelca con las visitas, y que ofrece actividades en grupo que hacer especialmente diseñadas para las reuniones de padrinos (vínculo recurrente que incentiva volver).
National Geographic también se hizo eco en su publicación de aquel perdido pueblo en la España profunda. Ahora Oliete ya cuenta incluso con padrinos de Ceuta, franceses y alemanes, y varios de ellos ya se han pasado por Oliete a conocer en persona a su olivo apadrinado. Y también vuelven. En cuatro años se han originado unas 4.000 visitas a Oliete, lo cual, para una economía tan reducida, es un empujón muy relevante. Lo que era un pueblo condenado al olvido y al abandono, es hoy una localidad que muchos urbanitas echan de menos, y a la que vuelven varias veces al año encantados de la vida (y de la oliva).
Y apadrinaunolivo.org también ha empezado a colaborar con ONGs y asociaciones de discapacitados y personas en situación de exclusión social, que van a Oliete para hacer educativas actividades de limpia del olivar, para la campaña de recogida, de rehabilitación del patrimonio histórico, etc. El alcance de los beneficios que está reportando la organización trascienden con mucho al propio pueblo y a sus olivares, y alcanzan a toda la comarca e incluso a las urbes más cercanas y sus ONGs.
Por azares de la vida, esta organización sin ánimo de lucro acabó vinculada con la película "El olivo" de Itzíar Bollaín. El productor de la cinta incluso apadrinó uno de sus olivos, y en la película relataba una historia muy similar a la de Oliete y sus habitantes. La película entró en los circuitos internacionales, y fue calificada por algunos medios como una oda a la protección de la naturaleza, de defensa de los valores medioambientales, y de sostenibilidad socioeconómica. Al final los responsables de la cinta y los de apadrinaunolivo.org acabaron visitando platós de televisión y estudios de radio juntos, mostrando la ficción más filántrópica hecha realidad en Oliete. Varios cines alemanes apadrinaron olivos de Oliete tras el estreno en el país germano de esta co-producción hispano-alemana.

Lo realmente relevante (y esperanzador) del caso de Oliete

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Pero lo más ilustrativo del caso que supone Oliete, es que su tremendo éxito se ha fraguado como ejemplo extremo-a-extremo de custodia de un territorio agrario donde apenas llegan los poderes públicos, y donde la conexión digital ha transformado radicalmente la realidad socioeconómica de un pueblo y unos padrinos "a distancia". La descentralización más ciudadana es la que ha acudido al rescate solidario de Oliete y su comarca. Y ha funcionado. Vivimos en la era en la que la tecnología puede permitir que una mera iniciativa personal pueda llegar a tener un gran impacto.
Buena muestra de ello es que, como buen visionario y demostrando de nuevo su ánimo filantrópico, Alberto Alfonso y sus compañeros no pretenden darse por satisfechos con revitalizar tan sólo Oliete. Ahora pretenden exportar su modelo de demostrado y fulgurante éxito a cuantos más pueblos mejor. Su idea es que casi todo pueblo tiene algo por lo que destaca, y que puede atraer a los populosos urbanitas. Si se ponen en valor sus productos de calidad y más tradicionales, si se divulga su capacidad de extender la sostenibilidad de la socioeconomía local, si se ofrece una bonita y gratificante experiencia de fin de semana, si el padrino obtiene como recompensa un producto de alto valor... Sí, como ha conseguido Oliete, muchos otros pueblos pueden acabar dando con un factor esencial del tan necesitado desarrollo rural.
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El análisis de hoy no trata sólo de la recuperación de unos olivares, ni tan siquiera de los beneficiosos efectos secundarios sobre la economía local. Es mucho más: el análisis de hoy va de haber visto incluso a gente joven con pocos recursos entregados a la causa haciéndose padrinos con su paga mensual, y de gente alejada cientos o miles de kilómetros profundamente concienciada y concienciando a su entorno de que otro (y rural) mundo es posible, y de que ese mundo empieza por nosotros mismos y por nuestra involucración personal. Realmente, el mundo rural puede ser socioeconómicomente sostenible, pero le falta que alguien arrime una llama a su mecha.
El verdadero valor de los padrinos de Oliete es que demuestran cómo la solidaridad no se predica, se practica (y con gusto); y además se practica principalmente ante uno mismo y su olivo apadrinado al que no dejan de visitar una y otra vez. Teruel existe, y, como tantos otros pueblos de la España interior, nosotros en realidad queremos que sigan existiendo. Oliete es el máximo exponente de que todo granito de arena es efusiva y cariñosamente bienvenido y... además aporta a una gran causa: la de la supervivencia de los que quieren ser también "tu pueblo" (aunque no hayas nacido allí).
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Nadie quiere a los filósofos

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La crisis por la que atraviesan los estudios de humanidades no solo en España, sino en el mundo entero, era perfectamente previsible desde los albores de la revolución industrial. Lo que se fundó en la Grecia clásica —el amor por el saber— y se mantuvo en Roma —la alabanza del ocio y el menosprecio del negocio—; aquello que las órdenes monásticas conservaron durante la Edad Media; aquello que resurgió con una insólita pujanza durante el Renacimiento europeo, luego durante la Ilustración y en buena medida en las universidades del siglo XIX siguiendo el ejemplo de la reforma universitaria de Humboldt en Berlín, todo eso empezó a librar ya a mediados de ese mismo siglo una batalla muy dura contra un enemigo de potencia no solo no prevista, sino también incalculable. El hombre de estudio, la mujer de artes o letras, vieron, a lo largo del gran siglo de la burguesía y de todo el siglo XX cómo la legitimidad de su quehacer quedaba mermada y amenazada a causa del desarrollo de la ciencia, la industria, el comercio y la técnica.
En 1872, Flaubert lamentaba el desequilibrio que un nuevo plan de estudios para el bachillerato en Francia exhibía entre algo tan elemental como el deporte —que ya no tenía en Europa el destino agónico que había tenido en Grecia o Roma— y la enseñanza de la literatura, de la que apenas se hablaba. Con mayor énfasis, escribió lo siguiente sobre el mismo asunto: “Estoy asustado, aterrorizado, escandalizado por las gilipolleces cardinales que gobiernan a los seres humanos. Eso es algo nuevo; por lo menos en el grado en que se produce. Las ganas de alcanzar el éxito, la necesidad de triunfar a toda costa —debido al provecho económico que se obtiene— le ha minado a la literatura la moral hasta tal punto que la gente se está volviendo idiota”.
Él, como tantos otros autores que empezaron entonces a reflexionar sobre el descrédito progresivo de las humanidades, no poseía distancia suficiente respecto a las causas de tal descalabro. Hoy sí la tenemos. Al auge del comercio, las ciencias, la industria y la técnica, hay que sumarle, en los últimos 30 años por lo menos, un nuevo factor, imprevisible hace un siglo y medio: el auge de las nuevas tecnologías. Los filósofos que heredaron la preocupación por este asunto a la sombra de Heidegger o de Jaspers no parecieron alarmarse cuando el fenómeno de esas brillantes tecnologías y los ingenios digitales irrumpieron progresivamente en la vida cotidiana de todo el orbe. La inocencia con la que se recibió ese alarde del progreso técnico-científico se ha transformado, ya en nuestros días, en una preocupación —solo para algunos, este es el problema—, sin que se atisbe la posibilidad de alcanzar alguna solución.
Estamos ya, propiamente, en lo que ha venido en denominarse la era poshumana, en el bien entendido que nos hallamos en la era en la que el ente, el ser, no es más que un flatus vocis: una nadería nostálgica, un recuerdo de tiempos pasados en los que filosofía, religión, moral y estética otorgaban a esa palabra un valor casi tan alto como el que se otorgaba a Dios o a la muerte.
Esto nos lleva a analizar otros factores, no menudos, del descrédito de las humanidades en las universidades de España y de casi todo el mundo: la religión ha perdido adeptos en todas partes, y con ella han desaparecido los referentes trascendentales que actuaban, con sordina pero con eficacia, en todas las sociedades y sus cultos; los nuevos estilos musicales, de los que los jóvenes no pueden prescindir en sus momentos de ocio, han venido a suplantar el carácter órfico —y por ello, sagrado— de la mal denominada música clásica; el uso universal de los teléfonos llamados inteligentes rebajan sin pausa la inteligencia de aquellos que podrían dedicar su ocio a cualquier otro tipo de actividad y destierran la conversación, además de haber provocado la desaparición de las áreas de privacidad que tanto convienen al ser que piensa y actúa mediatamente; el subsiguiente descrédito de la lectura anula la posibilidad de que exista algo así como un imaginario subjetivo, en beneficio del llamado imaginario colectivo, que viene a ser lo mismo que la aceptación sumisa de la opinión común —todo lo contrario de la operación de discurrir en primera persona—, asumida esta sin el menor atisbo de crítica; el mercado laboral lo es de profesiones consideradas productivas y necesarias, y apenas de las profesiones en las que el saber humanístico podría multiplicarse y difundirse, como es el caso de la educación —hoy vencida y desarmada en España— a todos sus niveles.
No podemos tener la certeza de que tal estado de cosas vaya a cambiar en favor de un lugar honroso para las humanidades. Seguirá habiendo filólogos, artistas, historiadores y filósofos; seguirá habiendo escritores y lectores; algunos centros urbanos de difusión cultural seguirán abiertos y más o menos activos, pero todo lo que se relacione con el ser y sus problemas fundamentales parecerá superfluo, en estado de letargia y, en el mejor de los casos, será escenario de heroísmo para renitentes.
A esta cuestión queríamos llegar. Los planes de estudio de las facultades universitarias de humanidades irán a peor, en favor de las banalidades que ha generado la era de lo llamado políticamente correcto: una alquimia en la que se funden los feminismos y homosexualismos más insolventes con los estudios coloniales más improductivos y las ridiculeces más espantosas como métodos de análisis y crítica del saber humanístico heredado. Pero toda persona vinculada a la enseñanza de las humanidades puede, si no modificar esas tendencias disolventes de las litterae humaniores, sí otorgar a sus actividades un trasfondo y un alcance que minen hasta los cimientos esos falsos edificios del saber. A nuestro juicio, no hay más solución para las facultades humanísticas que implicarlas en la vida cotidiana de la polis, o sea, convertir las humanidades en la punta de lanza de una restauración de la política —que es como actuar en beneficio de la ciudadanía en aquello en lo que ni las ciencias ni las técnicas pueden hacer mucho—; transformar todas las escenas del saber humanístico en el gran aliado del progreso espiritual de una nación y de sus ciudadanos.
Por ejemplo, enviar a los estudiantes de los últimos cursos a comentar las grandes o menos grandes obras de la literatura universal en las bibliotecas públicas; no obligar a los profesores a hacer gestión académica, algo que los convierte en burócratas, sino agitación cultural más allá de sus muros; convertir a profesores y alumnos avanzados en asesores de centros de creación y difusión de la cultura; mandar a todos ellos a los diarios del país para favorecer un periodismo de mayor alcance cultural; invitar a cualquier empresario del mundo de la técnica, la informática, los negocios, y lo que sea, a contratar antes a un graduado que, siéndolo en la profesión adecuada y pertinente, lo sea también en cualquier rama de las humanidades, como ya sucede en Estados Unidos, para satisfacción incluso del rendimiento de sus empresas. Porque no es factible suponer que unos buenos estudios de humanidades (como todavía pueden cursarse en escasos centros universitarios del mundo entero, pues casi todos han quedado arruinados por el efecto de metodologías “seculares”) resulten suficientes para obtener legitimidad en las sociedades actuales si no salen de las cuatro paredes de los centros universitarios.
Su papel tendrá que ser, en el futuro, el de una rigurosa resistencia, el de un profundo conocimiento del pasado, el de la transmisión eficaz de ese saber antiguo en provecho del futuro antes de que todo el mundo caiga en la “amnesia institucionalizada” de que ha hablado George Steiner. Pero, sobre todo, si los profesionales de las humanidades quieren por una vez actuar con sentido común y eficacia, su papel habrá de ser el de garantes de la permeabilidad entre las instituciones sabias a las que pertenecen y el progreso de la sabiduría, la democracia y la dignidad del ser entre los ciudadanos de un país entero.

FUENTE:

Jordi Llovet, catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de Barcelona.
https://elpais.com/cultura/2016/04/22/actualidad/1461323821_885168.html

La industria de la ayuda humanitaria: corrupción, neoliberalismo y estafa


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 La industria de la ayuda humanitaria: corrupción, neoliberalismo y estafa

 

 


La industria humanitaria hace circular 150.000 millones de dólares al año, su motor principal es la pobreza y su maquinaria clave son las organizaciones no gubernamentales (ONG). Estas pueden compararse con las grandes corporaciones: tienen que vencer a la competencia asegurando la mayor cantidad de donaciones para arrebatarle mercados a otras organizaciones.
El 80 por ciento de los fondos de las ONG proviene de gobiernos. Los tres donantes más grandes del planeta son Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Gran Bretaña. Esto les permite decidir cómo y dónde se invierte, en consecuencia, no eligen a los países más pobres sino donde tienen una agenda política.
Estos fondos públicos transferidos a sectores privados no sólo sirven para industrializar la corrupción neoliberal, sino para potenciar mecanismos de intervención internacional que evadan a los estados-nación en favor de los juegos de poder desarrollados por sectores económicos transnacionales.
Sobre esto, a continuación mostramos tres casos emblemáticos.
El pozo sin fondo de las ONG en Haití
Más de 10.000 organizaciones de ayuda humanitaria arribaron al país caribeño después del fulminante terremoto de 7.0 grados que sacudió Puerto Príncipe el 12 de enero de 2010. Las donaciones superaron los 9.000 millones de dólares y muchas de esas organizaciones ejecutaron sus proyectos mediante empresas privadas y sin ningún tipo de contraloría del gobierno local.
En 2016, el huracán Matthew dejó cientos de muertos, 1,4 millones de damnificados sin agua ni alimentos, y varias localidades quedaron completamente destrozadas, sobre todo en el suroeste del país. A seis años del terremoto, más de 60.000 haitianos aún vivían en casas temporales, con acceso limitado o nulo a servicios sanitarios ni médicos. El llamado inmediato de la Organización de Naciones Unidas (ONU) fue pedir un aporte urgente de otros 120 millones de dólares para aliviar la emergencia en la nación más pobre del hemisferio occidental.
Una significativa parte de las ONG con sede en Puerto Príncipe, la capital haitiana, solicitaron contribuciones a través de sus sitios web, y helicópteros del gobierno estadounidense llegaron con cargamentos de agua y arroz, como en 2010.

Más de 99 por ciento del dinero terminó en las cuentas bancarias de las ONGs; juntas tenían más dinero que el gobierno de Haití y las autoridades locales que apenas recibieron algo de esa ayuda. A pesar de los miles de millones de dólares donados desde el terremoto de 2010 cabe preguntarse por qué Haití no estaba mejor preparado para la tormenta que llegó seis años después.

Un ejemplo entre muchos: la Fundación Clinton ayudó a sus donantes a beneficiarse del terremoto, la Fundación Bill y Melinda Gates y la USAID establecieron la Iniciativa de Teléfonos Móviles en Haití. En enero de 2011, la empresa Digicel, del multimillonario irlandés Denis O’Brien, recibió el primer premio de 2,5 millones de dólares para que los haitianos pudieran recibir dinero a través de una red de telefonía móvil. En 2012, sólo dos años después del terremoto, la operación de Digicel en Haití obtuvo un beneficio de 86 millones de dólares de los 439 millones de dólares en ingresos en 2012.
O’Brien donó entre cinco y diez millones de dólares a la Fundación Clinton. En octubre de 2010, dos meses antes de que Digicel recibiera el dinero para ayudar a Haití, la compañía patrocinó un evento en Jamaica donde a Bill Clinton le pagaron 225.000 dólares para dar un discurso.
En julio de 2017, el ex funcionario haitiano Klaus Eberwein se presentaría ante la Comisión de Ética y Anticorrupción del Senado estadounidense para declarar contra la Fundación Clinton por la supuesta apropiación de las donaciones internacionales, pero no pudo ni podrá, ya que en esos días apareció su cuerpo sin vida con un disparo en la cabeza en un motel de Miami.
Somalia: piratería, hambruna y desvío
En 2010, un informe de la ONU alertaba cómo al menos la mitad de la ayuda humanitaria a esta nación del cuerno africano estaba siendo desviada. Sus destinatarios eran contratistas corruptos que la vendían al mejor postor, grupos sectarios islamistas y hasta los propios cooperantes de Naciones Unidas. El documento aseguraba además que el gobierno somalí colaboraba con los piratas y les proporcionaba visados para viajar a Europa.
Dicho informe recomendaba al secretario general de la ONU Ban Ki Moon la apertura de una investigación interna inmediata para aclarar lo ocurrido. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) no sale bien parado como responsable del reparto de la ayuda humanitaria en Somalia. Dicho organismo de la ONU, al que se destinaban 485 millones de dólares para paliar el hambruna de 2,5 millones de personas, aparecía como responsable del saqueo y la colaboración con carteles corruptos de distribuidores en todo el país.

El PMA fue calificado como un organismo descompuesto según el documento: “Algunos recursos humanitarios, sobre todo comida, han sido destinados a los militares” y “un puñado de contratistas somalíes han organizado un cartel que se ha convertido en traficantes de poder (algunos de ellos canalizan sus beneficios o la ayuda en sí a grupos y milicias opuestas al gobierno)”.

Allí se acusa también al gobierno somalí de enviar piratas a Europa en comitivas oficiales del gobierno. “Ministros somalíes, miembros del Parlamento, diplomáticos y agentes freelance han convertido el acceso a los visados en un negocio en alza, al que sólo puede tener alcance los piratas ”, dice una parte del texto, en el que se afirma que los pasaportes habrían costado entre 10.000 y 15.000  dólares.
Tanto el gobierno somalí como el PMA negaron la información, mientras los constantes rumores sobre el reparto de la ayuda humanitaria en Somalia provocaban situaciones como el retraso de nuevos cargamentos por parte de Estados Unidos.
Curiosamente, la Secretaria de Estado de los Estados Unidos en 2010 era Hillary Clinton, sin embargo, años más tarde, específicamente en 2015, junto a K’naan Warsame, un artista de hip-hop y defensor de los piratas somalíes, participó en la conferencia de Clinton Global Initiative en Marruecos. “A mucha gente no le agrado por decir esto, pero yo apoyo a los piratas”, dijo K’naan en una entrevista de radio en 2009, argumentando que la piratería “realmente nos ayudó a limpiar nuestro medioambiente” al sostener barcos para rescate, incluidos algunos que arrojan desechos tóxicos fuera de la costa somalí.
Danza de dólares y sobreprecios en Siria
La Resolución 2165 del Consejo de Seguridad de la ONU en julio de 2014 permitió explícitamente a las agencias de la ONU entregar ayuda a través de las fronteras internacionales de Siria. Sin embargo, las ONG internacionales han estado trabajando de esta manera desde al menos 2012.
La mayoría de la ayuda en las áreas controladas por la oposición de Siria se envía a través de las fronteras desde Turquía, Jordania y ocasionalmente Líbano. El valor de la ayuda transfronteriza formal de los principales donantes es de al menos 500 millones de dólares por año.

La cadena de suministro involucrada es un gran negocio. Los bienes y servicios adquiridos por el sistema de la ONU en Turquía aumentaron a medida que la guerra de Siria se alargaba: compró bienes por valor de 339 millones de dólares a Turquía en 2014, por encima de los 196,7 millones de 2013 y 90 millones de 2012.

En 2016 se suspendieron temporalmente millones de dólares para las principales organizaciones de “ayuda humanitaria” que trabajan en Siria tras revelaciones de corrupción sistémica. Una investigación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) reveló planes de manipulación de licitaciones y de sobornos que involucraban a 14 organizaciones e individuos con sedes en las vecinas Turquía y Jordania.
La Oficina del Inspector General de la USAID anunció además que el dinero para algunos grupos de ayuda se habría suspendido. Se trataba de una red de vendedores comerciales y empleados de ONG que se confabularon para participar en la manipulación de licitaciones y múltiples planes de sobornos relacionados con los subsidios de ayuda humanitaria siria.
La clave del esquema delicuencial giraba en torno al sobrepago de bienes comprados en Turquía. Se encontró que las personas que trabajaban para las ONG pagaban precios elevados por productos de baja calidad. Estos bienes incluían elementos esenciales como mantas destinadas a civiles en Siria. La investigación encontró que los miembros del personal de las ONG eran participantes activos en el esquema de pago en exceso, recibiendo sobornos de los vendedores que vendían los productos.

Las tres ONG involucradas crecieron rápidamente desde el comienzo de la guerra en Siria, impulsada en parte por fondos para la ayuda transfronteriza de los Estados Unidos y el Reino Unido. Los ingresos de Cuerpo Médico Internacional (IMC, por sus siglas en inglés, con base en Estados Unidos) aumentaron más del doble, a 232 millones de dólares, entre el año fiscal 2011-2012 y 2014-2015. Los ingresos de GOAL (irlandesa) aumentaron un 94 por ciento solo entre 2013 y 2014. El Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés), el más grande de los tres en términos de ingresos, llegó a administrar más de 500 millones de dólares en fondos anuales.

Un ejemplo: dos miembros del IRC aceptaron sobornos de los vendedores a cambio de subcontratos del grupo de ayuda. En otro caso, una organización obtuvo un beneficio de 106.000 dólares mediante la manipulación de los contenidos de más de 55.000 canastas de alimentos que distribuyó. La organización no identificada acordó no cobrar por el dinero perdido por USAID y el vendedor fue suspendido.
Las investigaciones llevaron a 239 millones de dólares en fondos suspendidos del programa, 35 decisiones de suspensión o inhabilitación de la agencia y 19 renuncias, rescisiones o suspensiones de personal. En un caso, una terminación parcial de un programa llevado a cabo por un “grupo sin nombre” significó que casi un millón de dólares en productos farmacéuticos no se compraran. El medio IRIN entiende que al menos 800 personas involucradas en contratos de IMC en Turquía fueron despedidas debido a la suspensión de USAID.
La industria humanitaria ha venido alistando su esquema desfalcador para incluir a Venezuela dentro de su lógica de diagnóstico e intervención , mientras en el ámbito geopolítico se crea y dinamiza la crisis mediante ataque a la moneda y bloqueo financiero. Por otro lado, se busca la intervención a través de programas y canales humanitarios que evaden el control estatal.
En el caso venezolano han circulado hacia Colombia y Brasil cantidades ingentes de dólares, así lo anunció el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en el marco de una reunión con voceros del antichavismo , quienes evidentemente poseen injerencia sobre dichos fondos y ya se pelean por el manejo de los mismos.
En medio del dispositivo mediático sobre la migración venezolana una portavoz del ACNUR anunciaba en mayo que tenían “una drástica falta de fondos” mientras solicitaban a los Estados 46 millones de dólares, ya que solo contaban con un financiamiento del siete por ciento. Sin embargo, 35,1 millones de euros fueron prometidos por la UE para atender los casos de venezolanos autoexiliados a países vecinos.
En julio pasado, Martha Youth, directora del Buró de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado norteamericano, detalló que en 2017 Washington contribuyó con más de 30 millones de dólares para asistir a los refugiados venezolanos , y que hasta esa fecha la asistencia fue superior a los 20 millones de dólares. De esa cifra, 12 fueron destinados a través de ACNUR y 8,1 a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Sostuvo que se trata del “desplazamiento más grande de la región”, obviando las mismas cifras de ACNUR sobre el desplazamiento en Colombia.
No se tienen detalles de dónde y cómo se distribuyen esos fondos, ya que en el ámbito global las ONG vinculadas a estas actividades carecen de mecanismos claros de contraloría o fiscalización, lo cual ha sido reconocido por muchas de ellas y por una en particular: Transparencia Internacional.
En 2012, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmaba que el 30 por ciento de la ayuda al desarrollo no logró llegar a “su destino final” debido a la corrupción. No sería extraño que eso esté ocurriendo en torno al asedio que se viene estableciendo contra Venezuela, donde el río revuelto pudiera estar generando jugosas ganancias para franquicias humanitarias.
Fuente: https://latinta.com.ar/2018/09/la-industria-de-la-ayuda-humanitaria-corrupcion-neoliberalismo-y-estafa/

La soberanía nacional versus Chevron y los Tratados Bilaterales de Inversión


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 La soberanía nacional versus Chevron y los Tratados Bilaterales de Inversión

 

 


Existe amplia información sobre los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) (véase: https://goo.gl/images/bVWZnv). Pero cabe destacar el estudio que realizó CAITISA, publicado en mayo 2017 por el IAEN (https://bit.ly/2oTQWzy), algunos de cuyos datos centrales voy a utilizar.
Es conocido que durante las décadas finales del siglo XX se afirmaron en Ecuador el modelo empresarial y la ideología neoliberal. Bajo esas condiciones, mientras los intereses privados y de las cámaras de la producción fueron privilegiados, no solo que se achicó el tamaño del Estado, sino que fueron recortadas las inversiones estatales, colapsaron los servicios públicos, se consolidaron las privatizaciones y se debilitó la institucionalidad nacional.
En ese marco, entre 1990 y 2002 Ecuador suscribió 28 TBI y, por cierto, 16 de ellos se suscribieron durante el gobierno de Sixto Durán Ballén (1992-1996), quien, además, expidió decretos, logró reformas legales, sancionó leyes y adoptó regulaciones administrativas encaminadas a buscar el ingreso de inversiones extranjeras directas (IED) y también a favorecer a las transnacionales petroleras y a los bancos. El gobierno de Durán Ballen es uno de los mayores responsables históricos en otorgar privilegios a los intereses privados frente a los intereses nacionales.
Pero esa situación no se modificó en los años posteriores, pues los gobernantes entre 1996 y 2006 nada hicieron por denunciar los TBI, exigir responsabilidades a las petroleras que destruyeron medios ambientales en la Amazonía y perseguir a las autoridades responsables de perjudicar al Estado. Todo lo contrario, entre 1983 hasta 2003 incluso se acordaron 16 Cartas de Intención con el FMI, de modo que durante la época de gobiernos constitucionales más larga en la historia nacional, el modelo económico empresarial, ocasionó perjuicios al Estado y grandes atracos privados, como la sucretización de las deudas (1983), la resucretización (1987), los “salvatajes” bancarios (desde 1996), el feriado bancario (1999) y la dolarización (2000).
Los TBI son acuerdos entre Estados para proteger a las inversiones extranjeras y someter las controversias ante árbitros internacionales. En las condiciones latinoamericanas de la década de 1990, cuando se debilitaron las capacidades estatales e institucionales, todos los TBI que suscribió el Ecuador tuvieron una serie de limitaciones para el Estado y la sociedad: no se sujetaron estrictamente a las leyes y sus procedimientos, algunos chocaron abiertamente con la Constitución, otorgaron trato preferencial a las empresas extranjeras, exclusivamente responsabilizaban al Estado sin contemplar perjuicios que podrían ocasionar las mismas empresas, y sometieron las controversias al CIADI y a árbitros internacionales, que notoriamente actúan con inclinación, sesgo y favoritismo a las corporaciones transnacionales.
Fue el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) el que, por primera vez en la historia contemporánea del Ecuador y en concordancia con lo que en materia económica dispone la Constitución de 2008, decidió encarar tanto el problema de la deuda externa, como el de los TBI. Planteó la auditoría de la deuda externa, que sirvió para determinar los tramos de la deuda ilegítima que Ecuador, por tanto, no reconocería; y, además, creó la CAITISA, una comisión ciudadana especial y técnica, para examinar lo relativo a los TBI y los arbitrajes, heredados de los gobiernos anteriores.
Pero Ecuador no fue el único que cuestionó los TBI. Otros países tanto latinoamericanos como de otros continentes, revisaron esos convenios. Además, en estudios realizados por la UNCTAD y la Cepal quedó en claro que la IED no crecía a pesar de los TBI y que era necesario revisar los sistemas de protección privilegiada a esas inversiones. Las demandas empresariales igualmente podían someterse al centro de solución de controversias de UNASUR. Durante la pasada década, por tanto, existió un ambiente nacional, latinoamericanista e internacional favorable a la restauración de las capacidades estatales, al papel soberano de las legislaciones nacionales y a la necesidad de acabar con los privilegios empresariales que los gobiernos neoliberales del pasado crearon en perjuicio del Estado.
Desde luego, a partir de la posición asumida por el gobierno de Correa, según el informe de la CAITISA se han sucedido las demandas contra el Ecuador. El 50% de ellas corresponde al área petrolera, 19% a electricidad y 12% a minería. De los 26 casos en conflicto vigentes, 16 han concluido y quedan 10 pendientes, por un valor reclamado contra el país que asciende a U$ 11.188´966.571. Hasta abril de 2017 Ecuador ha tenido que pagar U$ 1.342´115.969 por los litigios concluidos, ante árbitros que hicieron interpretaciones legales extensivas y parcializadas contra el Estado. Además, se ha gastado U$ 155´929.417 en abogados internacionales, para la defensa nacional.
El informe de CAITISA también dice lo siguiente:
"La excompañía Texaco, adquirida por Chevron, procedió con irresponsabilidad e irrespeto, con tecnologías anticuadas, provocando derrames de más de 26,000 barriles de crudo hacia importantes ríos: Aguarico, Quijos y Shiripuno, y a numerosos esteros, también vertió́ 18,000 galones de agua de formación, más tóxica que el mismo crudo, provocando todo ello la muerte de peces, ganado y animales salvajes. Texaco abrió 916 piscinas, cuyas filtraciones han causado la toxicidad de tierras y la contaminación del agua y del aire. En comunicación escrita entre ejecutivos de la empresa, se dispone que los derrames serán informados sólo cuando “atraigan la atención de la prensa y/o de las autoridades regulatorias...”. Por el alto nivel de contaminación, la salud de la población se vio muy afectada. En una encuesta realizada a 1064 familias se encontraron 306 casos de cáncer, pero se presume un daño mayor, en vista de que no se registraba esta causa de muerte, por desconocimiento de la enfermedad". 
El “caso Chevron” se inició en 1993, cuando las comunidades amazónicas demandaron a esa compañía (que adquirió los activos de Texaco, que operaba en Ecuador desde 1964) el pago de U$ 9.500 millones por los daños ambientales en su territorio. La Corte de Lago Agrio sentenció contra la compañía y a favor de los pobladores; sin embargo, en el marco de los TBI, Chevron acudió a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. El pasado 7 de septiembre se conoció la sentencia de La Haya, que desconoce el fallo de la Corte ecuatoriana y obliga al Estado a pagar a Chevron, por haber denegado justicia a la petrolera y porque la sentencia en Ecuador fue obtenida a través de “fraude, sobornos y corrupción” (https://bit.ly/2NYdslR).
La sentencia de La Haya llega en una coyuntura nacional distinta a la de la última década, pues se ha revivido el modelo empresarial, las elites económicas recuperaron influencia y poder en el Estado, se reorienta el país a favor de las IED, se privilegia al alto empresariado con inéditas regulaciones y perdones tributarios, se restan capacidades estatales e institucionales, y se convierte a la “descorreización” en justificativo para todo.
En esas condiciones, la primera reacción en esferas gubernamentales ha sido la de sostener que hay un posible “perjuicio” al Estado, que el gobierno anterior contrató por 6.4 millones con la empresa MQ Square para pagar a celebridades internacionales como Mia Farrow (U$ 188.000) o Danny Glover (U$ 330.000 dólares), para la campaña “La mano sucia de Chevron” con la cual, dicen, se “manipuló a la opinión pública nacional e internacional”; que las empresas para la defensa de los derechos del país, “no estuvieron a la altura que el caso requería, a sabiendas que este tipo de arbitrajes podrían desencadenar en sentencias contrarias”; y que, por tanto, se ha solicitado al Procurador General del Estado para que ejerza el derecho de repetición contra los funcionarios del anterior régimen (https://bit.ly/2COxBd9). En definitiva, se culpa a Correa de no haber defendido los intereses nacionales y se podrá interponer contra él y sus funcionarios, la acción de cobro del dinero que el Estado tendría que cancelar a Chevron.
Al parecer, no ha habido alguien que sugiriera que lo primero que había que hacer es referirse a los gobiernos que, contrariando el interés nacional, suscribieron los TBI para favorecer a las empresas extranjeras; que por lo menos debía señalarse al gobierno de Jamil Mahuad (1998-2000) y a sus funcionarios por no haber exigido las remediaciones ambientales necesarias a la compañía petrolera que destruyó territorios amazónicos; que algún pronunciamiento había que tener frente al Tribunal Arbitral Internacional de La Haya por su fallo a favor de Chevron; que había que salir en defensa de las comunidades indígenas afectadas; que, aunque sea en palabras, debía decirse que el país llevaría adelante todas las acciones internacionales que correspondan para defender al Estado ecuatoriano; y que la soberanía patria, la dignidad nacional, la seguridad de nuestro territorio, son los valores que, de acuerdo con la Constitución de 2008, orientan las políticas gubernamentales.
Alguien debió decir al interior del gobierno que el tema de fondo son los TBI; que existe un informe de la CAITISA al respecto; y que, si no se quería creer en él, se contaba con los amplios estudios de la Cepal sobre esos tratados (https://bit.ly/2x1BFQO). Que, además, sobre la destrucción del medio ambiente amazónico podía tenerse como base para la defensa del Ecuador a la tesis doctoral de Fander Falconí, actual ministro de Educación, quien orgullosamente sostiene (https://bit.ly/2CLdKeS): “Los graves daños de Chevron en contra de nuestra población y ecosistemas son evidentes. Mi tesis doctoral (2001) documenta los daños sociales y ambientales. Debemos condenar el laudo arbitral y a los responsables, su contenido atenta contra los derechos de los habitantes Amazonía”. 
Cabe esperar, por tanto, que el presidente Lenín Moreno ofrezca al Ecuador una posición nacional y soberana. Porque lo que a los ecuatorianos nos interesa es que en materia internacional se defienda el decoro nacional, el interés público, los derechos de los ciudadanos, contra los intereses privados y de cualquier empresa extranjera capaz de burlarse del Ecuador a través de aquellos TBI que se amañaron para defender el interés empresarial contra el interés del Estado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

“La guerra no es una maldición a la que estemos condenados”


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“La guerra no es una maldición a la que estemos condenados”

 

 


En el marco de la realización del Foro de São Paulo en La Habana, Cuba, tuvimos la oportunidad de entrevistar, en exclusiva para La Correo, al comandante Pablo Beltrán, jefe de la Delegación de Paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, quien por esos días estaba cerrando un ciclo de negociaciones con el presidente saliente, Juan Manuel Santos.
A continuación publicamos ese diálogo, centrado en la importancia de la paz para la geopolítica de las relaciones colombo-venezolanas, la presencia estadounidense en Colombia y el avance del narcotráfico y el paramilitarismo en la región.
Algunas vocerías de las Fuerzas Militares de Colombia y hasta periodistas, dicen que el ELN está derrotado militarmente y que prácticamente está obligado a negociar. ¿Eso es cierto?
Estamos tratando con un borrachito, un embriagado, embriagado de triunfo, no están en su sano juicio. Hay que ser conscientes de eso. El General Mora, por ejemplo, que estuvo en las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cada tanto decía “conste que por los triunfos de nosotros los tenemos aquí sentados”, esa es la embriaguez que ellos tienen. Esa embriaguez explica por qué han logrado manipular y convencer a la gente de que hay que estar en contra de la paz. Si los derrotaron militarmente entonces para qué negociación.
Sobre el ELN, nosotros cumplimos 54 años este 4 de julio, somos una guerrilla distinta las de las FARC. Las FARC nació bajo el esquema de partido-ejército y nosotros con una noción más guevarista de ser una organización político-militar, una organización que hace la política y hace la guerra ella misma. Entonces por ejemplo, nuestra disciplina es más que las de un partido pero no tenemos las órdenes cerradas de un ejército. Somos esa mixtura que nos ha ayudado a construir. Hoy, tenemos frentes urbanos, frentes rurales pero también tenemos una amplia inserción social. No somos un ejército clásico, ni un partido clásico. Esa estructura se ha construido de manera clandestina porque estamos en una guerra muy feroz. Cuando uno actúa en una guerra tan feroz no hace estructuras públicas y legales, sino clandestinas. Eso es el ELN. La inserción social, el respaldo de amplios núcleos poblacionales, es lo que explica por qué no solamente nos han acabado sino que seguimos creciendo. Crecemos entre los jóvenes, las mujeres, las etnias minoritarias más excluidas, estamos en las grandes ciudades, entre las capas medias, intelectuales, dentro de la iglesia, sectores de la teología de la liberación. Qué si nos han acabado, eso no es verdad. Contra nosotros qué no han usado toda la tecnología y las maldades de la guerra y aquí estamos. Que si somos invencibles, tampoco. Pero sí sabemos resistir, sabemos luchar. Tenemos la certeza de que nada que se le quite al régimen colombiano lo entrega a las buenas, todo hay que lucharlo con la lucha política, social, militar. Nada regalan ellos, todo hay que arrebatárselo, y en eso estamos, organizando a la gente para eso, peleando junto a la gente.
O sea que si este intento de diálogo fuera fallido ¿el ELN no por ello dejaría de existir?
Por favor, ¡claro que no!
Entonces, ¿por qué se sentaron a dialogar?
Porque realmente después de más de medio siglo de guerra, hay un clamor del pueblo colombiano para que se pase la página del conflicto. Y nosotros en eso somos muy aterrizados. Uno tiene que fundar la política en la realidad. Y si la realidad del pueblo colombiano es que quiere pasar la página de la guerra, con buena fe y con voluntad política hay que intentarlo.
Cuando nosotros nos sentamos a dialogar hace más de 25 años fue convencidos de que hay que buscarle una salida política al conflicto. O sea que nos sentamos por convicción, nos sentamos porque es lo que pide el pueblo y porque realmente para hacer viable una sociedad como la colombiana, tiene que ser con paz.
¿Con cuántos gobiernos se ha sentado a dialogar el ELN a lo largo de su historia?
Dialogamos con el gobierno de Gaviria, luego con el de Samper, después con el de Pastrana, después con los dos gobiernos de Uribe y ahora con los dos de Santos. Hemos dialogado con siete gobiernos.
¿Y van a hacer su intento número ocho?
Pues esperamos que Duque no le diga “no” a la búsqueda de solución política.
Y después de estos acuerdos fallidos con las FARC, ¿el ELN considera que vale la pena seguir negociando?
Es necesario. Hace cuatro años nos decían todos “hagan lo de las FARC” y ahora nos dicen “No hagan lo de las FARC”.
Hasta las FARC se los dijo, ¿no es así?
¡Fueron los primeros! Cuál es la lección aprendida, pues que hay que mantenernos en la búsqueda de la solución política y de la paz. Aprender lo positivo del esfuerzo de las FARC pero también aprender de los errores de las FARC.
¿El ingreso de Colombia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en calidad de socio global afecta las posibilidades de paz en Colombia?
Las presiona fuertemente. No es una decisión que se tomó en Bogotá, sino en Washington, de allá dicen qué hay que hacer. Le hago una reflexión. Escenario uno, logramos pactos de paz y entramos en una etapa de tranquilidad en Colombia. ¿Qué es lo primero que va a reclamar la sociedad colombiana a la élite? Reducir los gastos de guerra, la maquinaria militar. ¿Quién va a protestar por una medida como ésa? Estados Unidos. Conclusión, EE.UU. y la extrema derecha colombiana tienen que obstaculizar el proceso de paz, de lo contrario se les desmontaría la maquinaria de guerra más grande de América Latina, saben que tendrán el reclamo de la sociedad para que no sigan gastando millonadas en la guerra y se desmonte toda esa maquinaria de guerra, son medio millón de soldados y policías.
Con la nueva doctrina militar colombiana llamada “Damasco”, hablan de una etapa de posconflicto gracias a sus triunfos militares, ¿no cree que Iván Duque deberá mantener una imagen de estabilidad y paz en Colombia para poder asumir la nueva etapa en la que prácticamente se convertirían en una fuerza militar mercenaria al servicio de la OTAN?
Bueno, ellos ya no están hablando de un posconflicto, sino de un posacuerdo, dieron un paso atrás. La doctrina Damasco es la estrategia publicitaria, ésa no es exactamente toda la doctrina, es sólo lo que a ellos les interesa publicitar. ¿Se acuerda que antes le decía que ellos están borrachitos, embriagados entre victorias militares, no están en sano juicio? Cuál es otra evidencia de que no están en sano juicio, que ellos en todas estas negociaciones ellos aspiran a que las guerrillas desaparezcan sin modificar las causas que motivan el alzamiento armado. Traducido a un lenguaje más simple, procuran resolver las consecuencias dejando intactas las causas. Eso es falto de sentido común. Entonces todo lo que están haciendo son unas formulaciones político militares y políticas, faltas de sentido común. Eso les puede funcionar uno dos tres años, pero en el mediano paso cinco, diez años se les cae. Se estrella con la realidad. Esas son estrategias publicitarias para crear consensos, para mantener una hegemonía pero que no transforma la realidad. Son sólo maquillajes para mantenerse ahí.
El escenario real es que se les está cayendo el proceso con las FARC. Van a surgir nuevas guerrillas, mientras el ELN no les va a conceder un proceso de pacificación y se mantendrá como insurgencia. En positivo, lo que planteamos es que hay que mantener una cultura de paz basada en la resistencia.
¿Y el asesinato sistemático de líderes y lideresas sociales que se está dando actualmente en su país, tiene que ver con esa estrategia?
Esa es la estrategia real. Ellos no quieren cambiar, no quieren ceder privilegios. No solamente se plantean acabar con la guerrilla, sino con todos los que disientan, todos los que se le opongan así sea desde la legalidad. Lo que está ocurriendo es un genocidio de opositores de izquierda y de toda forma de protesta social.
¿Tiene precedentes este genocidio en su intensidad?
Bueno, es mayor al de la Unión Patriótica. Como no quieren cambiar tienen que cambiar del mapa a todos los que presionan cambios. Partidos de izquierda, líderes ambientalistas, indígenas, defensores de derechos humanos, los ex guerrilleros, los movimientos de izquierda, los movimientos de centro. Hoy, la estrategia real de guerra es de genocidio al movimiento que se les opone aún desde la legalidad. Ya están matando por semana más líderes sociales que cuando hicieron el genocidio de la UP en los años ochenta. Este genocidio político está más grave.
¿Parece disminuir su intensidad?
No, por el contrario, sube. Ya vamos a un promedio de más de un líder asesinado cada día. Esa sí es la estrategia real. Entonces, no hay posconflicto. En resumen, como no se cambien las condiciones en que generan el alzamiento armado va a seguir habiendo alzamiento armado, así incluso un punto en que ya no esté el ELN. Ellos desarrollan dos frentes de guerra, uno contra la insurgencia y otro contra el opositor legal. Esa es su estrategia militar real para no dejarse sacar del poder. Esa es la estrategia que hay que analizar y neutralizar.
Me gusta enfatizar siempre en que la primera víctima del gobierno colombiano es el pueblo colombiano. ¿Cree que es exagerado decir que la segunda víctima es el pueblo venezolano?
El conflicto colombiano afecta a los vecinos de múltiples maneras. Por ejemplo, ¿quién exporta paramilitarismo y mafias a Venezuela y Ecuador? El régimen colombiano. Todos los carteles colombianos han colonizado Centroamérica. El modelo colombiano de contrainsurgencia se lo vendieron a México y vea cómo está ese país hoy.
Los pueblos hermanos vecinos son víctimas del conflicto colombiano y a la vez hay una tecnología de guerra que se ha destilado en Colombia y que Bogotá la exporta con orgullo.
Usted encuentra que mandó a los policías más famosos en contrainsurgencia como asesores a México. La policía colombiana es la principal asesora policial de Centro América. Las escuelas de contrainsurgencia de Colombia están llenas de militares de casi todos los países de América.
Entonces el asunto no es sólo que el conflicto en sí exporta mafias y paramilitarismo, sino que además el régimen es un gran exportador de tecnología de guerra, convencional y no convencional.
¿Ha aumentado el paramilitarismo en Colombia?
Colombia es un país de mafias, están las mafias del tráfico de cocaína, de armas, de personas, de dinero, de prostitución, entre otras. Cada mafia tiene su ejército privado propio o alquilado, ahí están los paramilitares.
Pero, ¿se ven hoy más o menos paramilitares en Colombia que antes de la famosa Ley de Justicia y Paz?
Más, muchos más. En el sector de Tumaco por ejemplo, Pacífico colombiano frontera con Ecuador, usted encuentra cinco carteles, cada uno con su ejército privado. Y exportan droga hacia los Estados Unidos en acuerdo con la DEA.
Luego del exterminio de los grandes carteles de la droga en Colombia en los noventa, pareciera que ahora los carteles mexicanos se han apropiado del negocio de la droga en Colombia, ¿es así?
Sí en parte es cierto pero también hay mucho de publicidad en eso. Ellos necesitan un “malo” que antes era Pablo Escobar y ahora es el Chapo. En el Pacífico colombiano hay cinco carteles mexicanos pero igualmente en Venezuela operando cerca de la frontera con Colombia se encuentran carteles brasileños en Sur del Lago, Apure, Táchira.
Lo que sucede es que la DEA tiene una política de reproducción de carteles. Cómo acabaron con el cartel de Medellín, aliándose con el cartel de Cali; cómo acabaron con el cartel de Cali, aliándose con el cartel del norte del Valle. La ley es que toman el cartel chiquito y se alían con él para acabar el grande pero en la alianza convierten al cartel pequeño en un cartel grande. Nunca acaban los carteles. Tienen es una política de reproducción de carteles de la droga. Esa es la historia del narcotráfico en Colombia.
Peter Dale dice que históricamente la CIA y los aparatos de inteligencia estadounidenses se han apoyado en los carteles del narcotráfico locales para financiar los ejércitos paralelos que le permiten controlar esos países, ¿estará pasando eso en Colombia y Venezuela?
Así es. En la Segunda Guerra Mundial, cuando EE.UU. necesitó invadir Italia por el sur, se apoyó en la mafia –eso es historia– y les pagó legalizándole a la mafia siciliana el dominio que tenía sobre los puertos dentro del propio EE.UU.; así la mafia quedó empoderada con ese pago.
Historia más reciente, hubo un gran jefe del FBI llamado Edgar Hoover, tomó el FBI durante cuarenta años. Se hizo aliado de todas las mafias de Estados Unidos desde los años 30 y 40 y cuando necesitó atacar el comunismo en la época del macartismo años 40 y 50 usó las mafias para atacar a los revolucionarios. Conclusión es una ley del imperio, ellos priorizan aliarse con los delincuentes comunes para atacar a los revolucionarios, eso lo llevan en su cultura. En Afganistán se aliaron con todas las mafias y así sacaron a los soviéticos. Esa guerra fue el principal laboratorio y muestrario de tal estrategia.
¿Por eso ha aumentado la producción de cocaína en Colombia en los últimos años?
Por supuesto, Marruecos unos de los principales laboratorios de jachís de Europa, es un laboratorio de contrainsurgencia igual que Afganistán y Colombia. El que no entienda ese resorte del imperio, no entiende el resorte que mueve las guerras.
¿Quién perpetró el genocidio de la Unión Patriótica en los años 80? Pablo Escobar, Rodríguez Gacha. ¿Quién está cometiendo el asesinato de los líderes sociales en Colombia hoy? Los carteles, los sicarios. ¿Quién hace las guarimbas en Venezuela? Las bandas. ¿Quién dirige? La CIA.
La estructura de las guarimbas en Venezuela tiene tres pilares: primero, una estructura de inteligencia clandestina que recopila información, labor que no hace un sicario sino un cuerpo de inteligencia; segundo, los sicarios, que van y matan un policía y le pagan la pistola tres veces lo que vale, o que van y ahorcan a un líder del PSUV de algún pueblo, información facilitada por aquella estructura de inteligencia; tercero, una careta civil que es la tal oposición que aparece encabezando una subversión contra el Gobierno. Ésa es la configuración de las guarimbas que han estado azotando a la Revolución bolivariana.
La misma estructura de guerra sucia que le están aplicando a Nicaragua. Inteligencia que la CIA ha acumulado por décadas, estructura de bandidos y una careta de oposición legal basada en estudiantes de las universidades privadas que en los últimos cinco años fueron llevados a cursos en los EE.UU. en grupos de 300 y 500 financiados por la USAID.
Ahí lo que hay que develar es que un esfuerzo de guerra de cien días como las últimas guarimbas es Venezuela eso no lo sostiene unos bandidos, ni una oposición enclenque como la venezolana, no. Esa es una estructura profesional clandestina de guerra que tiene inteligencia, que compra bandidos, que paga aparte a los que protestan desde lo civil y ellos atrás, entregando a unos armas, a otros dinero, a otros droga. Ese es el imperio.
¿Qué tan grande y peligrosa es la presencia estadounidense en Colombia, tanto la de militares regulares estadounidenses como de contratistas civiles?
Mire, la base militar más grande de Colombia se llama Tolemaida, está a orillas del río Magdalena, a una hora y media de Bogotá. La población de esa base es de 21.000 personas. Ahí viven militares colombianos, militares estadounidenses y sus familias. No son dos ni tres, ni dos mil como dicen. Por otro lado, las empresas de guerra, de eso hay bastante, todo el sistema de fumigación con glifosato a zonas cocaleras está asignado a empresas militares privadas norteamericanas; eso no lo hacen pilotos colombianos. Todas las empresas de servicios de las fuerzas militares son estadounidenses como los batallones de apoyo y servicios para el combate.
O sea que ¿el ELN ha tenido que enfrentar en el terreno a militares y contratistas estadounidenses?
Por supuesto, todas las compañías petroleras, mineras, traen contratistas de seguridad de los Estados Unidos. Es todo un entramado de guerra muy amplio que está en Colombia.
¿Y cree que esas empresas contratistas estadounidenses se involucren en un eventual ataque contra Venezuela desde Colombia?
Ya están involucradas. Muchas operaciones de las que han hecho contra Venezuela desde la frontera las han dirigido esos asesores.
Como vocero del ELN, ¿cree que hay una posibilidad de que el Gobierno colombiano asuma un conflicto real con Venezuela? ¿O mantendrá una guerra solapada como la que ha llevado hasta ahora con el boicot económico, la invasión paramilitar, entre otras?
Si se ve desde la experiencia, ya Álvaro Uribe auspició ataques contra Ecuador el 2008 y eso puede repetirse. Siempre hay excusas o montajes para justificar un ataque. Así comienzan muchas guerras, nada nuevo. Aunque también hay una realidad política. En Colombia hay un sentimiento de la sociedad para pasar la página de la guerra, no tiene sentido que estemos haciendo un esfuerzo para pasar esa página y, por otro lado, se pretenda embarcar al país en una guerra entre Estados, entre pueblos hermanos. Es un contrasentido. Los dirigentes pueden ser locos o estar embriagados con los éxitos militares, pero en Colombia no todos son locos ni todos están embriagados, comienzan a haber mayorías que reclaman paz y eso presiona. Entonces, esto fundamentalmente es un pulso político. Ellos tienen que seguir argumentando que es necesaria la guerra y los otros tienen que decir que no. En Colombia ese pulso es fuerte, recientemente diez millones de habitantes dijeron “Sí a Uribe”, otros ocho millones plantearon “No, hay que hacer la paz con cambios”, mientras 18 millones no se pronunciaron. La aspiración es que de esos 18 millones a los que no les importa Colombia y no votan, comiencen a pronunciarse por un “Sí a la paz con cambios” y un “No a la guerra”.
¿Y cuál es la posición del ELN al respecto?
Impulsar que pasemos la página de la guerra. La guerra no es una maldición a la que estemos condenados. Que nos metamos en una solución política al conflicto, sin aventuras de un estado contra otro, un pueblo contra otro. Nuestra apuesta política es que América Latina sea una zona de paz.
Por último, ¿cuál es su mensaje final para los pueblos de Colombia, Venezuela y de nuestra América en general?
Uno en política a veces se equivoca. A mí me ha tocado ver cómo en Colombia se crea la xenofobia contra Venezuela, y lamentablemente he presenciado a veces el mismo fenómeno desde Venezuela, aunque en menor medida. Creo que hay que curarnos de esa xenofobia y aprender a mirar cuáles son los problemas de cada uno, asumirlos y no echárselos al vecino. Por encima de todo, debemos defender que América Latina y el Caribe sean una zona de paz. Recordar que de verdad somos pueblos hermanos, que no hay ninguno mejor o peor que el otro. Que la vocación de nuestros pueblos es estar unidos, porque unidos es que hemos sacado los imperios, ese es el futuro. 
(Publicado en revista La Correo No. 78, septiembre de 2018 / www.lacorreo.com)