Foto: Referencial
Por: Richard Canan
Durante meses la derecha fascista mandó a la muerte a los hijos de
otros, en un macabro intento por forzar la caída del gobierno a punta de
barricadas y trancones. Las guarimbas se convirtieron en la marca del
odio desmedido de la derecha. Pero al igual que en el año 2014,
nuevamente fracasaron. No tuvieron apoyo, más allá de una reducida horda
de violentos. El pueblo no quiere violencia, ni más muertes ni más
heridos.
Las guarimbas eran parte de la puesta en escena y del maquiavélico
cálculo de unos nefastos líderes, más dados a la desventura e
irresponsabilidad que a la hidalguía y entereza para enfrentar a sus
adversarios políticos en el campo de las ideas y el debate. La derecha
carece de ideas, solo tiene creatividad para generar violencia. No
tienen ni un afanoso plan de gobierno que puedan hacer público.
Imposible. Ya que revelarían todas sus costuras y derivaciones
neoliberales.
Pero en la derecha están claros en sus prioridades. Sus ambiciones
primero. Ya ni recuerdan los nombres de los caídos, los que ellos
llevaron al extremis psicótico de la violencia guarimbera y terrorista.
Guevara y sus bandas neofascistas han hecho mutis. Estos inmorales que
organizaron cobardemente las células de choque, las bandas terroristas
violentas, ahora van calladitos y cabizbajos a las elecciones. Sacan
cuentas de las limosnas que arrimarán a su santo. Están claros que en
política nunca se debe renunciar a copar espacios de elección y menos
las preciadas gobernaciones. Eso sería ceder ante sus pares, someterse a
los que tienen como preferencia el suicidio político. Por eso, los que
incitaron las guarimbas ahora van a primarias y luego harán campaña
festiva para las elecciones regionales. Son unos inmorales.
Pero alerta, no hay que bajar nunca la guardia. La supuesta calma de
los agentes del mal, los agentes violentos, es temporal. Como ellos
mismos afirman, la sed de venganza los anima. Están inoculados de odio y
esto es incurable. Nunca van a cesar en sus acciones violentas y en sus
intentos golpistas. Esta gente sigue maquinando cosas. En las cloacas y
bajos fondos deben estar activos planeando más descarga de odio, más
acciones terroristas. Siempre buscando perfeccionar sus métodos para la
violencia, para aterrorizar y agredir al pueblo.
Ninguno de los seudo “líderes” de la violencia (Borges, Guevara,
Capriles, Bizarro y compañía) han asumido su responsabilidad por estos
crímenes, ni han pedido disculpas a los familiares de las víctimas, a
sus seguidores y al país entero que vivieron meses secuestrados bajo una
violencia impuesta, orquestada y planificada por ellos hasta en sus más
mínimos detalles. Toda una coreografía bien sincronizada entre bandas
neofascistas y redes sociales, para construir y vender al país y al
mundo un desquiciado metarrelato, la imagen de que estábamos frente al
apocalipsis, al desenlace final, cuando la verdad era que la violencia
siempre estuvo confinada a los “confortables” espacios territoriales
donde gobiernan autoridades locales de la extrema derecha,
principalmente en Miranda; pero también en Lara, Táchira y Zulia. Las
policías de estas entidades siempre han brindado cobertura y protección
para que las bandas criminales neofascistas actúen libremente y con
total seguridad. Servicios como la recolección del aseo urbano fueron
“suspendidos” por semanas enteras en municipios como Sucre e Iribarren,
convirtiendo la basura de las urbanizaciones en materia prima para la
guarimba. Mayor canallada de estos alcaldes cómplices e incitadores de
la violencia.
Todo el país sabe que Borges, Guevara, Capriles, Bizarro y los demás
demonios tienen las manos manchadas con la sangre de nuestros jóvenes.
Llegará el momento en que se enfrenten a la justicia. Alguien de sus
células violentas caerá y cantará completico. Entre cielo y tierra no
hay nada oculto. Algún día se develará la estructura organizativa,
fuentes de financiamiento y los métodos empleados para generar el mal.
El país conocerá el verdadero rostro de los supuestos “demócratas”
devenidos en demonios. Algún día el Departamento de Estado develará la
copiosa nómina de sus “empleados” criollos, empezando por el triste
esperpento de Borges.
Por lo pronto nos alegra que en menos de dos meses se va, sin pena y
sin gloria, el inefable Capriles. El peor gobernador en la historia de
Miranda. Se irá con sus delirios y pataletas a llorar para New York.
Good Bye Capriles. No vuelvas más.