jueves, 1 de febrero de 2018

China-CELAC por beneficio mutuo



De enorme relevancia puede catalogarse la reciente realización de la II Reunión Ministerial China-CELAC en Santiago de Chile, que permitirá al continente latinoamericano participar con mayores proyecciones en la Franja y la Ruta de la Seda impulsada por el gigante asiático.
Estos encuentros surgieron en 2014 por iniciativa del presidente chino Xi Jinping para acercarse a las economías de la región. En la primera reunión efectuada en Beijing, los anfitriones anunciaron la intención de aumentar la inversión en la región en 250 000 millones de dólares para los próximos diez años e incrementar el comercio en una década hasta llegar a los 500 000 millones de dólares.
En el cónclave de Santiago de Chile participaron 27 naciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) junto a China y suscribieron el plan de acción para profundizar el intercambio sobre cooperación económica, solidaridad y complementaridad.
En la declaración final aparecen el plan de acción 2019-2021 que deberá combinarse con la agenda 2030 de Naciones Unidas; un acuerdo especial que incluye con suprema relevancia todo lo relativo a la iniciativa China, Una franja una ruta, abierta no solo para Europa y África sino también para los países del área.
El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, subrayó que trabajarían juntos para promover la inter conectividad de las infraestructuras para crear un gran puente, un corredor entre ambos lados del Pacífico, el continente asiático y América Latina y el Caribe.
El proyecto, esbozado en 2013, se inspira en la histórica Ruta de la Seda que durante un milenio fue el principal nexo comercial entre el Este y el Oeste a través de los desiertos y montañas de Asia Central y Oriente Próximo, y entre los personajes más conocidos que recorrieron aquellas vías aparece Marco Polo. Tras la defenestración del Imperio Bizantino y el descubrimiento de América, la ruta perdió atractivo y viabilidad pero ahora Beijing trata de revivirla con mucha más fuerza.
En el siglo XVI, la flota de Nao de China, o Galeón de Manila, atestada con seda y porcelana, avanzaba surcando las olas del océano Pacífico asiático rumbo a varios países latinoamericanos, y constituía una importante extensión de la Ruta Marítima de la Seda de la antigüedad.
En un mensaje de felicitación a la II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, Xi Jinping expresó: "Hoy día, vamos a plasmar un nuevo plan maestro de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta y forjar una cooperación transpacífica, con vistas a conectar y estrechar aún más nuestras fecundas tierras de China y América Latina y el Caribe".
La principal meta será la de crear una red por mar y tierra que posibilite la exportación de los numerosos y diversos productos del gigante asiático y a la par importar materias primas para su creciente industrialización.
En ese enorme trasiego comercial se beneficiarán los países participantes en lo que ya se prevé como uno de los mayores mercados del orbe.
Se estima que en un quinquenio, las naciones participantes en la Ruta de la Seda importen de China alrededor de dos billones de dólares, lo que ratifica que este mundo, donde impera la globalización económica, no puede ser unipolar.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó que el comercio entre la región y China se multiplicó por 22 veces entre 2000 y 2013 y en 2017 alcanzó los 266 000 millones de dólares lo que significa un avance del 53 % respecto de la meta de 500 000 millones de dólares fijada para alcanzarla en 2025”.
Solo en 2017 la región aumentó sus exportaciones a China en 23 % superando los envíos de productos hacia cualquier otra parte del mundo y han crecido en 30 % las importaciones desde ese país.
Beijing ha proporcionado financiamiento en la última década a la región por un monto que supera los 141 000 millones de dólares, superior al recibido por instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial.
Cierto que la región deberá diversificar sus exportaciones hacia el gigante asiático pues en la actualidad el 70 % está representado por productos básicos como soja, mineral de hierro, mineral de cobre, cobre refinado y petróleo.
Además, la inversión directa de China entre 2005 y 2016 mostró un fuerte grado de concentración pues hacia los sectores de la minería y los hidrocarburos se destinó el 80 % mientras que se dirigió fundamentalmente hacia tres países: Brasil, Perú y Argentina.
CEPAL subrayó que la buena noticia fue que esa inversión superó los 25 000 millones de dólares en 2017, y comenzó a diversificarse hacia nuevos sectores como alimentos, telecomunicaciones y energías renovables.
La iniciativa de la Franja y la Ruta para América Latina y el Caribe ofrece la oportunidad de acortar la gran distancia territorial que separa a los dos continentes mediante una mejor conectividad aérea, marítima y digital, como forma de estrechar vínculos comerciales, inversión, turismo y cultura.
Mientras algunos países apuestan por la guerra y el proteccionismo para impulsar hipotéticamente sus economías, China lo hace con comercio y ampliación de mercados como efectiva fórmula de avanzar en un mundo multipolar en beneficio de los pueblos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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¿Cuál es el próximo paso para Palestina?


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 ¿Cuál es el próximo paso para Palestina?

 


Hay que volver a empezar.La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel no ha sido una sorpresa para la mayoría de los palestinos porque la verdad es que el respaldo político y militar de Estados Unidos a Israel es más antiguo que la ocupación israelí de Palestina. La decisión de Trump, sin embargo, ha vuelto a demostrar que el “proceso de paz” es una auténtica farsa. Y ha dejado ver que la dirección palestina es corrupta, servil y políticamente insolvente.
Si el liderazgo palestino asumiera un mínimo grado de responsabilidad emprendería de inmediato una revisión integral en sus filas y activaría todas las instituciones de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), reuniría a todas las facciones bajo el paraguas de la OLP y declararía una estrategia unificada inspirada por la aspiraciones y sacrificios del pueblo palestino.
Y si los palestinos deben comenzar de nuevo, lo tienen que hacer con un nuevo discurso político, con nueva sangre política y una nueva perspectiva de futuro basada en la unidad, la credibilidad y la competencia. Nada de esto puede darse con las mismas caras de siempre, el mismo lenguaje agotado y la misma política sin salida.
Desde que Trump firmó la Ley de la Embajada de Jerusalén el 6 de diciembre muchos intelectuales palestinos han expresado sus ideas sobre cuáles deberían ser los siguientes pasos adecuados para su liderazgo y su pueblo.
Se ha hablado mucho sobre una nueva estrategia palestina. Los funcionarios palestinos han “amenazado” con empezar a reclamar la solución de un solo Estado en oposición a la periclitada “solución de dos Estados”, con excluir a Estados Unidos del “proceso de paz” y demás; pero no hay indicios de que su discurso sea algo más que transitorio y oportunista.
Para este artículo he recabado la opinión de 14 intelectuales palestinos y palestinas independientes de toda Palestina y de la diáspora. Aunque pertenecen a diferentes escuelas de pensamiento y provienen de diferentes generaciones y lugares comparten muchas ideas. Los palestinos exigen cambio o, en palabras del renombrado historiador palestino Salman Abu Sitta, entrevistado a continuación, “volver a las raíces”.
Volver a las raíces. Salman Abu Sitta, historiador y presidente de la Sociedad de la Tierra Palestina
El desastre de 26 años de Oslo debería haber enseñado a quienes iniciaron el proceso un par de lecciones sobre qué significa ser un liderazgo apto. Debería haber enseñado al pueblo palestino que debe alzarse para defender sus derechos inalienables en su país, Palestina. Tampoco han aprendido sus lecciones.
En los últimos 70 años el mayor logro del pueblo palestino ha sido demostrar que no somos unos míseros refugiados necesitados de alimentos, refugio y trabajo. Somos el pueblo de Palestina desde Ras al Naqura hasta Um Rashrash. Contamos con el Consejo Nacional Palestino (CNP, cuyos miembros son elegidos según las Cartas Nacionales de 1964 y 1969). También contamos con el ejecutivo de la OLP elegido por el CNP.
No necesitamos inventar una nueva Palestina o una nueva estrategia nacional. Lo que necesitamos hoy es volver a las raíces. Necesitamos eliminar los pecados de Oslo que han perjudicado a la causa palestina más que la Declaración Balfour.
Necesitamos que 13 millones de palestinos, la mitad de los cuales han nacido después de Oslo, estén representados en un CNP elegido y renovado del que pueda florecer una nueva dirección, joven, eficaz y limpia. Debemos respaldar la Conferencia Popular de Palestinos en el Exterior creada en Estambul en febrero de 2017 con el mismo objetivo.
Volvamos a las raíces. Es inútil quejarse y culpar a los demás. Es hora de actuar, no de hablar. Hagámoslo.
Unir al pueblo. Lamis Andoni, escritora y periodista en Amán, Jordania
La tarea inmediata es unificar al pueblo palestino dentro de Palestina y en la diáspora contra el llamado “acuerdo del siglo” del presidente estadounidense Donald Trump que se está desarrollando a marchas forzadas delante de nuestras narices. El acuerdo de Trump no es más que otro intento de legitimar el control israelí sobre todos los territorios palestinos y deslegitimar los derechos históricos, nacionales y legales del pueblo palestino, especialmente el derecho al retorno.
No debemos centrarnos en si queremos una solución de dos Estados o un Estado. En lo que debemos concentrarnos es en unir a los palestinos en torno al objetivo de liberar Palestina y desmantelar el proyecto colonial sionista que emplea métodos brutales como el apartheid y la limpieza étnica para mantenernos bajo control.
No podemos ignorar la urgencia de reconstruir la OLP. Los gobiernos israelí y estadounidense se han empeñado en su destrucción y lo están consiguiendo. Trabajemos para su reactivación con una base más amplia, más inclusiva, para que se transforme en un organismo que represente a todos los palestinos. No debemos aceptar tampoco la criminalización de la resistencia armada.
La Campaña Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS) es una herramienta crucial en esta lucha pero no puede ser la única forma de resistencia. Debemos llevar a los funcionarios israelíes a la Corte Internacional de Justicia y juzgarlos por crímenes de guerra. Tenemos que deslegitimar la ocupación y todas sus prácticas, oponernos a Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU y usar todas las herramientas legales para resistir la presión israelí y estadounidense.
Pero primero debemos poner fin a nuestra gran dependencia de la ayuda extranjera –particularmente de la ayuda estadounidense– que sirve para domesticar a las ONG y para mantener a la Autoridad Palestina como policía de Israel.
Derrotar al sionismo. Mazin Qumsiyeh: escritor, científico y director del Museo de Historia Natural de Palestina
Alguien me dijo una vez que “estamos dando patadas al caballo muerto de la solución de dos Estados”. Le expliqué que se trataba de un caballo “ilusorio” inventado por David Ben-Gurion en la década de 1920 con fines propagandísticos. Creo que solo hay tres escenarios posibles para la lucha anticolonial:
1 - El modelo argelino, muy caro, rara vez exitoso y con escasas probabilidades de que se pueda aplicar en Palestina.
2 - El modelo australiano, que implica una victoria relativa para los colonizadores. Este modelo también tiene un gran coste, como en el caso de Australia: el genocidio de la población nativa.
3 - El modelo del “resto del mundo” que tuvo éxito en América del Sur, América Central, Canadá, Sudeste Asiático y Sudáfrica. Según este modelo, se pone fin al colonialismo mediante la creación de un país compartido por todos los pueblos del territorio.
Solo el tercer modelo puede aplicarse en Palestina y puede poner fin a la opresión sionista. Soy muy optimista respecto al fin del sionismo. Nosotros, los 12 millones de palestinos, y millones de personas más, nos aseguraremos de que así sea y antes de lo esperado. Ha llegado el momento de reclamar la lucha de liberación a quienes nos la secuestraron.
Resucitar la OLP. Samaa Abu Sharar, periodista y activista en Beirut, Líbano
Los palestinos donde quiera que estemos deberíamos adoptar un nuevo enfoque para mejor honrar nuestra causa. Deberíamos:
1 - Unir a toda nuestra intelligentsia palestina bajo un mismo paraguas para que analice, evalúe y diseñe una nueva estrategia capaz de afrontar la actual situación palestina.
2 - Desmantelar la Autoridad Palestina y revocar los Acuerdos de Oslo.
3 - Elegir un liderazgo joven y alternativo dentro de la OLP que represente a los palestinos y palestinas de todas partes, capaz de unirnos y de trabajar por la solución de un solo Estado con iguales derechos para los palestinos.
4 - Fomentar todas las formas de resistencia en Palestina ocupada, incluida la resistencia armada, que es compatible con el derecho internacional, hasta acabar con la ocupación.
5 - Movilizar a los palestinos pudientes del exterior para que establezcan un sistema de apoyo moral y financiero a los palestinos de los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén, y a los refugiados en el exterior.
Es imprescindible una tercera intifada. Ibrahim Sa'ad, escritor y académico en Reino Unido
“El juego ha cambiado”, en palabras del funcionario de la Autoridad Palestina Saeb Erekat. Cuando el juego cambia los jugadores también deben cambiar. En Palestina los jugadores obsoletos deberían retirarse y dejar paso a una nueva generación valiente que tome las riendas.
Si Abbas y el grupo que se apiña a su alrededor quieren pasar a la historia como hombres valientes deberían retirarse de la política y dejar al personal administrativo que gestione los asuntos cotidianos de los palestinos. Soy consciente de que ello puede contribuir al caos especialmente cuando puede que se esté incubando una tercera intifada, pero debe hacerse.
Además los israelíes deberían sufrir las amargas consecuencias de sus acciones si se niegan a adaptarse a la solución de un solo Estado.
Es imprescindible una tercera Intifada. Creo que será un paso hacia la construcción de un Estado democrático con igualdad de derechos para todos y garante del derecho al retorno de los refugiados palestinos.
Un solo Estado para todos. Samah Sabawi, escritora, poetisa, dramaturga y asesora política de Al Shabaka, desde Australia
El liderazgo palestino está atrapado en un círculo buscando desesperadamente la forma de “salvar” la solución de dos Estados y un nuevo mediador que reemplace a Estados Unidos para el proceso de paz.
Pero implicar a un intermediario indigno fue solo una de las muchas trampas de un proceso diseñado desde el principio para detener la resistencia palestina y fomentar la dependencia de la ayuda internacional a cambio de mantener la seguridad y el bienestar de Israel.
Lo que necesitamos hoy es que la Autoridad Palestina cese de inmediato toda colaboración de seguridad con Israel y que la vieja guardia de la AP y de la OLP dejen paso a la joven generación de palestinos y palestinas que, tanto en la diáspora como en la patria, nos pueda guiar en una lucha unificada y popular, hacia los derechos civiles, la libertad, la justicia y la igualdad.
Creo que ha llegado nuestro momento y que estamos preparados para convertir la realidad presente del apartheid en un mañana con un Estado para toda su gente.
Un estrategia alineada internacionalmente. Sam Bahour, presidente de Estadounidenses por una economía palestina dinámica, en Palestina ocupada
Enfoco la desafortunada declaración de Jerusalén de Trump desde dos perspectivas:
Como estadounidense creo que la declaración no podría haber causado más daño a la ya deteriorada posición de Estados Unidos en la región. Esta acción extraordinaria vuelve a avivar la desconfianza y la condena desde todos los rincones del mundo, ha devuelto la violencia a las calles de Palestina y ha dejado la puerta abierta a que otros actores regionales como Turquía e Irán llenen el vacío político.
Como palestino veo la declaración de Trump como una confirmación de lo que los palestinos venimos diciendo desde hace décadas: que Estados Unidos está en el lado equivocado de este conflicto y lo ha estado durante 70 años. Trump está brindando al mundo la oportunidad para que finalmente actúe y exija a Israel que rinda cuentas.
Los palestinos han demostrado una tremenda madurez política en todo esto al no apartarse de una estrategia internacionalmente alineada por la libertad y la independencia en el Estado de Palestina.
Sí a la resistencia popular, no al elitismo político. Yousef M. Aljamal, doctorando palestino en la Universidad de Sakarya, Middle East Institute, Turquía
El pueblo palestino debería adoptar una estrategia en tres ámbitos:
1 - La estrategia palestina debería basarse en este momento en construir un frente palestino unificado que refleje las aspiraciones de los palestinos y las palestinas. Este frente no debe incluir a las élites que han formado parte del período previo porque han demostrado ser una gran decepción para nuestra gente. Este frente debe representar a los palestinos de todas partes.
2 - Los palestinos deben dejar de reclamar una solución de dos Estados. Deben adoptar una nueva estrategia basada en la obtención de los mismos derechos en todo el país y castigar a Israel internacionalmente intensificando la Campaña del BDS, que en los últimos 10 años ha demostrado ser muy eficaz.
3 - Los palestinos deberían iniciar un movimiento de resistencia popular contra la ocupación israelí a gran escala aprovechando el respaldo que Palestina ha obtenido internacionalmente para que Israel rinda cuentas por sus crímenes contra el pueblo palestino.
Intifada internacional. Iyad Burnat, presidente del Comité Popular contra el Muro en la aldea de Bi'lin, Cisjordania
Lo que hoy en día se denomina “plan Trump” no es en absoluto un plan de Trump. Es más bien la continuación del proyecto sionista basado en la consigna de “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”.
Es un plan para evacuar a los habitantes indígenas de su tierra a través de la limpieza étnica, para construir un Estado puramente judío y para acabar con cualquier cosa que se parezca a Palestina.
En mi opinión, la única forma de salir de esta crisis es abolir la Autoridad Palestina y establecer un liderazgo nacional unificado que incluya a todas las facciones de la resistencia y de las bases. Ese liderazgo podrá organizar una intifada popular que atraiga la atención y el apoyo de un gran número de personas de todo el mundo, una intifada internacional.
El objetivo final de la causa palestina debe ser un Estado único y democrático donde todos vivamos en libertad, justicia e igualdad; un lugar al que los palestinos exiliados también puedan regresar. En otras palabras, una Palestina post-sionista donde musulmanes, cristianos y judíos puedan vivir en armonía, seguridad y paz.
A toda máquina con el BDS. Randa Abdel Fatah, académica de la Universidad Macquarie, Australia
El aumento global del racismo populista de extrema derecha y la visibilidad que ofrece Trump del indiscutible sesgo estadounidense nos brindan la oportunidad de reafirmar que la nuestra no es una causa de liberación “compleja” sino abiertamente antirracista, anticolonialista y anti-apartheid.
Creo, por lo tanto, que debemos avanzar a toda máquina con la Campaña del BDS, particularmente para forzar cambios esenciales en las relaciones económicas y comerciales de Israel a nivel internacional. Los boicots académicos y culturales están sentando las bases para que la opinión pública actúe a favor de aislar a Israel.
En definitiva, debemos “rastrear el dinero”. Si movilizamos el apoyo de una masa crítica de la sociedad civil internacional, especialmente en los países occidentales que colaboran con Israel (como mi país, Australia), podremos presionar para que se apliquen sanciones económicas y desinversiones.
'No participar'. Haidar Eid, profesor asociado en la Universidad Al Aqsa en Gaza, y activista a favor de un solo Estado
Creo que necesitamos una estrategia completamente nueva que rompa con el sistema político existente, incluida con la oposición oslorizada y onegerizada. Un estrategia de “no participación” en el sistema político actual.
La crisis de liderazgo que afecta también a todos los partidos políticos está tan profundamente arraigada que el único camino a seguir es no participar en el actual sistema político palestino. De lo contrario, solo seguiremos teniendo un conjunto de opciones muy limitadas, a cuál peor, y sin poder alcanzar la autodeterminación y los derechos de los palestinos. Una de esas opciones limitadas es la solución racista de dos Estados que, irónicamente, casi consiguió el consenso de los partidos políticos [palestinos] existentes.
La decisión de Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, seguida por el respaldo del partido Likud a la resolución de anexionarse la mayor parte de Cisjordania, solo nos ha confirmado la falacia del llamado “proceso de paz” y el mito de la independencia.
Por lo tanto, la solución pasa por romper absolutamente con el discurso de la solución racista de dos Estados y por respaldar un sistema democrático e inclusivo basado en la declaración universal de los derechos humanos, en la democracia y en nuestro derecho a la autodeterminación. Es decir, un Estado laico y democrático en la tierra histórica de Palestina, un Estado para todos sus ciudadanos y ciudadanas independientemente de su religión, etnia, género, etc.
Temiendo lo peor en Gaza. Rawan Yaghi, escritora de Gaza, ex alumna de la Universidad de Oxford
En Gaza ni siquiera podemos plantearnos una solución a la crisis actual. Creemos que nuestras dificultades no se toman en serio. La anticipación de nuevos ataques militares israelíes está empeorando aún más una atmósfera ya de por sí tensa. El aislamiento económico y el asedio impuestos por Israel, por la Autoridad Palestina y por Estados Unidos nos hacen temer lo peor.
Los dirigentes palestinos han perdido la confianza de los palestinos que viven en los Territorios Ocupados y en el exterior. Necesitamos una alternativa, una estrategia global que incluya a los palestinos de todas partes porque la legitimidad de la Autoridad Palestina y de sus decisiones políticas está permanentemente cuestionada, y con razón.
Además los constantes esfuerzos por aislar y boicotear a Israel no son suficientes. También hay que intensificar ese frente.
Resistencia. Mohammad Nufal, ex preso político y profesor jubilado
La decisión de Trump sobre el estatuto de Jerusalén es estúpida, por decir poco. Pero nunca se hubiera podido producir sin la aprobación tácita de ciertos países árabes como Egipto, Arabia Saudí y algunos otros Estados del Golfo. Dicho esto, los palestinos, ahora más que nunca, necesitan hacer valer sus voces.
Aquí en Palestina entendemos que “lo que se toma por la fuerza solo se puede recuperar por la fuerza” y no por un “proceso de paz” que no ha sido nunca sincero. Israel no ha cumplido jamás ninguno de sus compromisos establecidos en acuerdos previos. De hecho, ha seguido hablando de “paz” mientras expandía los asentamientos ilegales y demolía hogares palestinos.
Igualmente, Estados Unidos no ha sido nunca justo con los palestinos. Su parcialidad pro-israelí se ha hecho notoriamente explícita durante muchos años. Israel no tiene interés alguno en permitir un Estado palestino, al igual que Estados Unidos no piensa presionar a Israel en ese frente. El único actor que sigue con la letanía de una “solución de dos Estados” es el pusilánime liderazgo palestino.
El pueblo palestino es valiente, fuerte y constante, y merece un liderazgo igualmente valiente; uno que no tenga miedo a abolir Oslo, a cancelar el reconocimiento de Israel y, sí, a reanudar todas las formas de resistencia en Cisjordania como hicimos en Gaza. Debemos poner fin a toda coordinación de seguridad con Israel, poner fin a las detenciones de palestinos y palestinas, y comprometernos con el proyecto de liberación nacional.
La lucha continúa... Ahmad Jalil Al Haach, escritor y activista de Gaza
Cualquier acuerdo propuesto y presentado por cualquier mediador, en este caso, Estados Unidos, no es más que una artimaña para desviarnos de actuar de acuerdo con este principio universal: luchar por la victoria decisiva.
Los palestinos que aceptaron propuestas como Oslo provocaron vergonzosas derrotas sucesivas que nuestra gente ha pagado caras en pérdida de vidas y de posesiones, todo en vano. Todo lo que han conseguido los que estuvieron a favor de Oslo ha sido ganar muy buenos sueldos, ellos y sus familias.
Y aún así, el enemigo no ha podido ni podrá alcanzar una victoria final y decisiva. La lucha sigue y seguirá hasta que salgamos victoriosos y regresemos a nuestra patria. El salvaje vencedor no lo será por siempre, ni seguiremos vagando por siempre los vencidos.
Fuente: http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/palestine-180116110352197.html  

Conoce a la CIA: armas, drogas y dinero


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 Conoce a la CIA: armas, drogas y dinero

 


El 22 de noviembre de 1996 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos acusó formalmente al general Ramón Guillén Dávila de Venezuela de introducir cocaína en los Estados Unidos. Los fiscales federales alegaron que mientras dirigía la unidad antidrogas de Venezuela, el General Guillén contrabandeó más de 22 toneladas de cocaína a Estados Unidos y Europa para los cárteles de Cali y Bogotá. Guillén respondió a la acusación desde su asilo de Caracas, cuyo gobierno se negó a extraditarlo a Miami mientras lo honraba con un perdón por posibles crímenes cometidos en el cumplimiento del deber. Sostuvo que los envíos de cocaína a EE.UU. habían sido aprobados por la CIA, y continuó diciendo que "se perdieron algunas drogas y ni la CIA ni la DEA quieren aceptar ninguna responsabilidad por ello".
La CIA había contratado a Guillén en 1988 para que le ayudase a averiguar algo sobre los cárteles de la droga colombianos. La Agencia y Guillén establecieron una operación de tráfico de drogas con agentes de Guillén en la Guardia Nacional venezolana para comprar cocaína al cártel de Cali y enviarla a Venezuela, donde fue almacenada en depósitos mantenidos por el Centro de Inteligencia de Narcóticos de Caracas, que era dirigido por Guillén y totalmente financiado por la CIA.
Para evitar que el cártel de Cali hiciera preguntas incómodas sobre el inventario creciente de cocaína en los almacenes del Centro de Inteligencia de Narcóticos y, como dijo un agente de la CIA, "para mantener nuestra credibilidad con los traficantes", la CIA decidió que era astuto permitir que la cocaína pasase a la red de distribuidores del cártel en los Estados Unidos. Como dijo otro agente de la CIA, querían "dejar que la droga caminase", es decir, permitir que se vendiera en las calles de Miami, Nueva York y Los Ángeles.
Cuando se trata de lo que se denominan "envíos controlados" de drogas a los EE.UU., la ley federal exige que dichas importaciones cuenten con una aprobación de la DEA, que la CIA solicitó debidamente. Sin embargo, esto fue negado por el agregado de la DEA en Caracas. Entonces, la CIA se dirigió a la sede de la DEA en Washington, pero se encontró con un rechazo similar, por lo que el servicio secreto siguió adelante con el envío de todos modos. Uno de los hombres de la CIA que trabajaba con Guillén era Mark McFarlin quien en 1989 testificó sobre el asunto en el tribunal federal de Miami. Allí le dijo a su jefe de estación de la CIA en Caracas que la operación Guillén, que ya estaba en marcha, acababa de enviar 3.000 libras de cocaína a Estados Unidos. Cuando el jefe de la estación preguntó a McFarlin si la DEA estaba enterada de esto, McFarlin respondió que no. "Sigamos así", le dijo el jefe de la estación.
Durante los siguientes tres años, más de 22 toneladas de cocaína se abrieron paso a través de este conducto hacia los EE.UU., Y los envíos llegaron a Miami en paletas de envío ahuecadas o en cajas de pantalones blue jeans. En 1990, los agentes de la DEA en Caracas se enteraron de lo que estaba sucediendo, pero la seguridad era poco estricta ya que una agente de la DEA en Venezuela estaba durmiendo allí con un agente de la CIA y otra, según los informes, con el propio General Guillén. La CIA y Guillén cambiaron sus modos de operación, y los cargamentos de cocaína de Caracas a Miami continuaron por otros dos años. Finalmente, el Servicio de Aduanas de los Estados Unidos cerró el telón de la operación y en 1992 confiscó un cargamento de cocaína de 800 libras en Miami.
Uno de los subordinados de Guillén, Adolfo Romero, fue arrestado y finalmente condenado por cargos de conspiración por drogas. Ninguno de los narcotraficantes colombianos fue molestado por este proyecto, a pesar de que la CIA afirmó que estaba detrás el cártel de Cali. Guillén fue acusado, pero se mantuvo a salvo en Caracas. McFarlin y su jefe finalmente fueron separados de la Agencia. Ninguna otra cabeza rodó después de una operación que no produjo más que la llegada, bajo la supervisión de la CIA, de 22 toneladas de cocaína a los Estados Unidos. La CIA realizó una revisión interna de esta debacle y afirmó que no había "evidencia de delito criminal".
Una investigación de la DEA llegó a una conclusión bastante diferente, alegando que la agencia de espionaje había participado en "envíos controlados no autorizados" de narcóticos a los EE.UU. Y que la CIA retuvo "información vital" sobre el cártel de Cali de parte de la DEA y fiscales federales.
La negación hipócrita ha sido durante mucho tiempo una especialidad de la Agencia Central de Inteligencia. En 1971, uno de los predecesores más conocidos de John Deutch como director de inteligencia, Richard Helms, se dirigió a la Asociación de Editores de periódicos estadounidenses en un momento en que la Agencia había sido acusada de infiltrarse en nuevas organizaciones y de realizar una operación de espionaje doméstico para el presidente Richard Nixon. The Nation cuenta que Helms dijo a los editores reunidos, "deberían confiar en que nosotros también somos hombres honorables dedicados al servicio de la nación". Seguramente Helms no estaba en territorio hostil, tampoco John Deutch en el New York Times, que publicó su artículo que afirma la inocencia de la CIA. Más que cualquier otro director, Helms fue parte del circuito de Georgetown, con vínculos cercanos con periodistas como Joseph Alsop, James Reston, Joseph Kraft, Chalmers Roberts y CL. Sulzberger. Helms a menudo se jactaba de sus días de reportero de United Press, durante los cuales había tenido entrevistas exclusivas con Adolf Hitler y la patinadora de hielo Sonja Henie.
Menos de dos años después de sus declaraciones a la Asociación de Editores de Prensa, Helms compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y fue interrogado sobre la participación de la Agencia en el Watergate. En respuesta mintió descaradamente sobre los vínculos de Howard Hunt y Gordon Liddy con la CIA. Aunque el presidente del comité, el senador William Fulbright, estaba incrédulo con razón, Helms no fue formalmente colocado en su sitio.
Esta no era la primera vez que mentía Helms, quien dirigió la Agencia desde 1966 hasta 1972, ni era su declaración más taimada. A lo largo de la Guerra de Vietnam, Helms había ocultado al Congreso información crucial sobre la fuerza de las tropas del Frente de Liberación Nacional Vietnamita (NLF, también conocido como Viet Cong) desarrollado por un joven analista de la CIA llamado Sam Adams. Los números de Adams mostraron que el apoyo al NLF en Vietnam del Sur era mucho mayor que las estimaciones de los militares, tan fuerte, de hecho, que la guerra parecía imposible de ganar. Helms, sin embargo, se puso del lado de los militares y buscó implacablemente alejar a Adams de la Agencia.
Más tarde, en 1973, el atildado espía volvió a dar falsos testimonios al Congreso, esta vez sobre la participación de la CIA en derrocar al gobierno de Salvador Allende en Chile. Por supuesto, el apoyo al golpe contra Allende se llevó a cabo ante la insistencia de corporaciones estadounidenses como ITT y Anaconda Copper. Según los informes, la Agencia envió a un contrabandista de drogas a Santiago con un pago en efectivo para un sicario chileno que intentaría asesinar a Allende. En 1977, el Departamento de Justicia, encabezado por Griffin Bell, designado por Carter, acusó de mala gana a Helms por perjurio. El exdirector de la CIA tomó el consejo del superintendente de Washington Edwin Bennett Williams y se declaró inocente. Fue multado con 2.000 dólares y recibió una sentencia suspendida.
Hubo otros contrapuntos históricos a las declaraciones de Deutch. En 1976, en uno de los momentos más tensos de la relación desde su inicio de la Agencia con el Congreso, el Director William Colby (quien antes había denunciado las mentiras de Helms sobre Chile) se presentó ante el Comité restringido de Inteligencia dirigido por el Senador Frank Church de Idaho. Esta vez, el clima del Congreso fue más afilado, provocado por las declaraciones de Seymour Hersh en el New York Times sobre el espionaje doméstico y también por los cargos de que la CIA había estado ejecutando un programa de asesinatos en el extranjero.
Sí, dijo Colby, la posibilidad de usar el asesinato había sido barajada en la Agencia, pero en ningún momento había alcanzado el nivel de una aplicación práctica exitosa. En cuanto al espionaje interno, había habido programas de vigilancia por correo y similares, pero estaban lejos de las operaciones "masivas" alegadas por Hersh, y hace tiempo que se habían suspendido.
Colby estaba siendo típicamente modesto. La CIA, a través de la Operación CHAOS y programas similares, había compilado archivos de más de 10.000 estadounidenses y tenía una base de datos con más de 300.000 nombres. Había interceptado los teléfonos de los reporteros estadounidenses, se había infiltrado en grupos disidentes y había tratado de interrumpir las protestas contra la guerra. Gastó 33.000 dólares en apoyo de una campaña de redacción de cartas para apoyar la invasión de Camboya.
Al igual que con las acusaciones de complicidad en el tráfico de drogas, el papel de la CIA en el asesinato es uno de esos temas tratados de vez en cuando con cautela por la prensa o el Congreso y luego, de forma apresurada, ocurre la habitual confirmación con la que la CIA puede haber soñado. Un concepto en el cual pensó y tal vez incluso incursionó en él, pero nunca había tenido éxito en todo el camino. Pero, de hecho, la Agencia ha recorrido todo el camino muchas veces y deberíamos examinar esta historia con cierto detalle ya que el patrón de negación en estos casos es muy similar a la relación de la CIA con el negocio de las drogas.
No hay duda de que la CIA ha utilizado el asesinato como un arma por debajo del orden jerárquico político y social, y que nadie lo sabía mejor que William Colby. Él había admitido, según reconoció, el Programa Phoenix y otras operaciones llamadas "antiterroristas" en Vietnam. Phoenix tenía como objetivo "neutralizar" a los líderes políticos y organizadores del Frente de Liberación Nacional en zonas rurales de Vietnam del Sur. En su testimonio ante el Congreso Colby se jactó de que 20.587 activistas del FLN habían sido asesinados solo entre 1967 y 1971. Los vietnamitas del sur publicaron una estimación mucho más alta, declarando casi 41.000 asesinados. Barton Osborn, un oficial de inteligencia en el Programa Phoenix, describió en términos escalofriantes la actitud burocrática de muchos de los agentes hacia sus asignaciones asesinas.
Los asesinados directamente en las operaciones de Phoenix pueden haber sido más afortunados que los 29.000 presuntos miembros del FLN arrestados e interrogados con técnicas horribles incluso para los estándares del Pol Pot y Mobutu. En 1972, un desfile de testigos ante el Congreso testificó sobre las técnicas de los interrogadores de Phoenix: cómo entrevistaron a los sospechosos y luego los sacaron de los aviones, cómo les cortaron los dedos, las orejas y los testículos, cómo usaron el electrochoque, pusieron tacos de madera en los cerebros de algunos presos y sondas eléctricas apisonadas en el recto de otros.
Para muchas de las incursiones de Phoenix, la agencia empleó los servicios de tribus y grupos étnicos de delincuentes, como el Khmer Kampuchean Kram, el KKK –formado por anticomunistas camboyanos y narcotraficantes- que, como dijo un veterano de Phoenix, "matarían a cualquier persona siempre que hubiera algo para ellos". El KKK incluso se ofreció a noquear al príncipe Sihanouk para los estadounidenses y adjudicar al FLN el asesinato.
Estos escuadrones de la muerte estadounidenses fueron unos de los favoritos de Richard Nixon. Después de la masacre de My Lai, una operación con todas las características de un exterminio al estilo de Phoenix, hubo un movimiento para reducir la financiación de estos programas de asesinatos de civiles. Nixon, según un reporte de Seymour Hersh, se opuso enérgicamente. "No", exigió Nixon, "tenemos que tener más de esto. Asesinatos. Matanzas". Los fondos se restauraron rápidamente y el número de muertos continuó creciendo.
Incluso en el alto nivel ejecutivo, Colby estaba siendo corto sobre las ambiciones y logros de la CIA. En 1955 la CIA casi había logrado asesinar al líder comunista chino Chou En-lai. Se lanzaron bombas sobre el avión de Chou mientras volaba de Hong Kong a Indonesia para la conferencia de Bandung. En el último momento Chou cambió de avión, evitando así una caída terminal al Mar del Sur de China, ya que el avión estalló. Más tarde, el papel de la CIA fue descrito en detalle por un agente de inteligencia británico que desertó a la Unión Soviética y las pruebas de partes del avión -incluidos los mecanismos de tiempo para dos bombas- recuperadas por los buceadores, confirmaron sus declaraciones. La policía de Hong Kong calificó el accidente de "caso de asesinato masivo cuidadosamente planeado".
En 1960, Rafael Trujillo, presidente de la República Dominicana, se tornó molesto con los responsables de la política exterior de los Estados Unidos. Su flagrante corrupción parecía provocar una revuelta similar al alzamiento que había llevado a Fidel Castro al poder. La mejor manera de evitar esta contingencia no deseada era asegurar que la carrera política de Trujillo cesase inmediatamente, lo que sucedió a principios de 1961. Trujillo fue baleado en su auto frente a su propia mansión en Ciudad Trujillo. Resultó que la CIA había entregado armas y entrenamiento a los asesinos, aunque la Agencia se ocupó de señalar que no era completamente seguro de que fueran las mismas armas que finalmente depusieron al tirano (que originalmente había sido instalado en el poder por la CIA).
Casi al mismo tiempo, el director de la CIA, Allen Dulles, decidió que el líder del Congo, Patrice Lumumba, era una amenaza inaceptable para el mundo libre y su eliminación era "un objetivo urgente y primordial". Para ayudar en la tarea de terminar con esta amenaza la CIA recurrió a su propia División de Servicios Técnicos (TSD), dirigida por ese hombre en la sombra, Sidney Gottlieb. La división de Gottlieb albergaba una sala de laboratorios de terror cuyas investigaciones incluían lavado de cerebro, guerra química y biológica, uso de drogas y electrochoque como modos de interrogación, además del desarrollo de toxinas letales, junto con los medios más eficientes para aplicarlas a la víctima, como la famosa pistola de dardos envenenados que el Senador Frank Church mostró ante las cámaras.
En el caso de Lumumba, Gottlieb desarrolló un bioveneno que simularía una enfermedad endémica en el Congo. Él personalmente entregó los gérmenes mortales junto con una jeringa hipodérmica especial, máscaras de gas y guantes de goma a Lawrence Devlin, jefe de la estación de la CIA en el Congo. Los implementos letales fueron llevados al país en una valija diplomática. Gottlieb instruyó a Devlin y a sus agentes sobre cómo aplicar la toxina a la pasta de dientes y la comida de Lumumba. Sin embargo, los bioasesinos de la CIA no pudieron acercarse lo suficiente a Lumumba, por lo que la "acción ejecutiva" procedió por una ruta más tradicional. Lumumba fue capturado, torturado y asesinado por soldados seleccionados por la CIA y el seleccionado para el reemplazo del líder, Mobutu Sese Seko. Ell cuerpo de Lumumba terminó en el baúl de un oficial de la CIA que manejó alrededor de Lumumbashi tratando de decidir cómo deshacerse de él.
Cuando se trataba de Fidel Castro, la Agencia no escatimó esfuerzos a lo largo de un cuarto de siglo. Colby admitió ante el comité institucional que la agencia había intentado en varias ocasiones matar a Castro en varias ocasiones, pero no tantas veces como alegaban sus críticos. "No fue por falta de intentos", observó Colby. "Castro le dio a McGovern en 1975 una lista de los intentos realizados contra su vida -dijo que fueron alrededor de treinta en ese momento- por la CIA. McGovern me lo dio, lo revisé y lo comparé con nuestros registros y dijimos que podíamos dar cuenta de aproximadamente cinco o seis. Acerca de los otros, puedo entender el sentimiento de Castro sobre ellos porque todos eran expersonas de Bahía de Cochinos o algo así, así que él pensaba que todos eran CIA. Una vez que te metes en uno de ellos, ¡bingo! te culpan por todos los demás. No teníamos ninguna conexión con el resto de ellos, pero nunca convenceríamos a Castro de eso.
Cinco o seis complots de asesinato es un número aleccionador, especialmente si usted es el objetivo deseado de estas "acciones ejecutivas". Pero incluso aquí Colby estaba ocultando. Ciertamente tuvo la oportunidad de consultar un informe secreto de 1967 sobre las conspiraciones contra Castro por el Inspector General de la CIA, John S. Earman, y aprobado por Richard Helms. La CIA, de hecho, había incubado intentos contra el líder cubano incluso antes de la revolución. Uno de los primeros ocurrió en 1958, cuando Eutimio Rojas, un miembro de la guerrilla cubana, fue contratado para matar a Castro mientras dormía en un campo en la Sierra Maestra.
El 2 de febrero de 1959, guardias de seguridad cubanos arrestaron a Allan Robert Nye, un estadounidense, en una habitación de hotel frente al palacio presidencial. Nye tenía en su poder un rifle de alta gama equipado con mira telescópica y había sido contratado para disparar a Castro cuando llegase al palacio. Un mes más tarde Rolando Masferrer, un exlíder de los escuadrones de la muerte de Batista, se presentó en una reunión en Miami con mafiosos estadounidenses y un oficial de la CIA. Allí, este conglomerado mortal planeó otro escenario para matar a Castro fuera del palacio presidencial.
La agencia intentó idear una manera de saturar el estudio de radio donde Castro transmitió sus discursos con una forma de aerosol de LSD y otros "energizantes psíquicos". Otro plan requería la utilización del tipo de cigarros favoritos de Castro con drogas psicoactivas. Los puros dopados se guardaron en la caja fuerte de Jake Easterline, que encabezó la fuerza de tarea anticubana en los días previos a la época de la Bahía de Cochinos, mientras trataba de encontrar la forma de entregárselos a Castro sin arriesgarse a un "serio retroceso" en la Agencia. Los ingredientes para ambos esquemas se desarrollaron en los laboratorios de Sydney Gottlieb. En 1967, Gottlieb habló al Inspector General Earman de otro plan en el que se le pedía que impregnara algunos cigarros para Castro con venenos letales.
En 1960, durante el viaje de Castro a Nueva York para su aparición en las Naciones Unidas, agentes de la CIA intentaron llevar a cabo lo que se conoce como la "acción depilatoria". El plan era colocar sales de talio en los zapatos de Castro y en su mesa de noche con la esperanza de que los venenos hicieran caer la barba del líder. En dosis altas, el talio puede causar parálisis o la muerte. Este plan colapsó en el último minuto.
En agosto de 1960 la eliminación de Castro se había convertido en una prioridad para el liderazgo de la CIA. Allen Dulles y su adjunto Richard Bissell pagaron a Johnny Roselli, un mafioso de Hollywood y amigo de Frank Sinatra, 150.000 dólares para arreglar un golpe a Castro. Roselli rápidamente trajo a dos drogadictos de la mafia a la trama: Sam Giancana, el gángster de Chicago, y Santos Trafficante, el supervisor de las operaciones de Lansky/Luciano en La Habana. Inicialmente la CIA recomendó un golpe estilo mafia en el que Castro sería asesinado a balazos con una lluvia de ametralladoras. Pero Giancana sugirió un enfoque más sutil, una píldora venenosa que podría introducirse en la comida o bebida de Castro. Seis pastillas botulínicas mortales, "del tamaño de tabletas de sacarina", se cocinaron en los laboratorios TSD de la CIA, se ocultaron en un lápiz hueco y se entregaron a Roselli. El 13 de febrero de 1961, a solo un mes de la asunción de Kennedy, Trafficante llevó las píldoras botulínicas a La Habana y se las dio a su hombre dentro del Gobierno cubano, Jorge Orta, que trabajó en el equipo ejecutivo de Castro y tenía con los mafiosos una gran deuda de juego.
Junto con las píldoras, Trafficante también entregó una caja de cigarros empapados en toxina botulínica, que mata en cuestión de horas. Los cigarros fueron preparados por el doctor Edward Gunn, jefe de la división médica de la CIA. Gunn guardó uno de los cigarros en su caja fuerte como recuerdo. Lo probó para el Inspector General en 1967 y descubrió que retenía el 94 por ciento de su nivel original de toxicidad. El cigarro era tan letal, dijo Gunn, que bastaba con tocarlo, sin fumarlo, para matar a su víctima.
Posteriormente Trafficante informó de que las pastillas y los cigarros no se le dieron a Castro porque "Orta se acobardó".
En abril Roselli se acercó a sus respaldos de la CIA con un nuevo plan, demanda de 50.000 dólares y un nuevo lote de píldoras. Esta vez la operación sería llevada a cabo por el amigo de Trafficante, el doctor Manuel Antonio de Varona, líder del Frente Revolucionario Democrático anticastrista. Verona y Trafficante se habían conocido a través de Edward K. Moss, el recaudador de fondos y vendedor de influencias políticas de Washington, DC. Moss estaba presionando por la causa de los exiliados cubanos en el Cerro y se acostaba con Julia Cellini, hermana de los famosos hermanos Cellini, Eddie y Dino, ejecutivos de las operaciones de juego de Meyer Lansky en el Caribe. Varona pasó de contrabando las pastillas botulínicas a una camarera en un restaurante frecuentado por Castro. Pero según el hombre de la CIA Sheffield Edwards, el plan fracasó cuando el líder cubano repentinamente "dejó de visitar ese restaurante en particular".
Estos mafiosos a menudo son mencionados en los documentos de la CIA como el sindicato de juegos de azar de La Habana, por los hoteles casinos que hacían funcionar durante el régimen de Batista.
Pero los capos de la mafia también estaban involucrados en una empresa mucho más lucrativa: las drogas. La Habana se había convertido en el principal punto de transferencia a los Estados Unidos de gran parte de la heroína producida por Lucky Luciano y por los sindicatos corsos en Marsella. Lansky, que era el hombre de dinero de Luciano en los Estados Unidos, ofreció un contrato de 1 millón de dólares por la cabeza de Castro poco después de la revolución.
Durante el año siguiente, después del desastre de Bahía de Cochinos, la CIA apuntó a Castro a través de su programa de capacidad de acción ejecutiva, cuyo nombre en código es ZR/RIFLE. Esta operación fue dirigida por William "la pera" Harvey, un exagente del FBI de quien algunos sospechaban que era el topo de J. Edgar Hoover dentro de la CIA. Harvey, uno de los personajes reales de los años formativos de la Agencia, era conocido por portar sus pistolas para trabajar en la oficina, durmiendo en reuniones de personal y por su especial animadversión hacia Robert Kennedy, a quien llamaba "ese pequeño cabrón".
Fue a finales de 1961 cuando Sam Giancana se acercó a su contacto de la CIA, un detective privado basado en DC llamado Robert Maheu, con un problema personal: sospechaba que su novia, Phyllis McGuire, una de las hermanas cantantes McGuire, tenía una aventura en Las Vegas con el comediante Dan Rowan, de Rowan y Martin. A cambio de su asistencia en las conspiraciones de asesinato de Castro, Giancana quería que la Agencia ocultase un micrófono en la habitación de hotel de Rowan en Las Vegas. El teléfono de Rowan fue debidamente intervenido, pero el dispositivo de grabación fue descubierto por una empleada del hotel, quien informó a la policía. La policía de Las Vegas pasó el asunto al FBI, que quería enjuiciar a Giancana por las escuchas telefónicas. En última instancia, Robert Kennedy tuvo que ser informado del asunto para cancelar el servicio del FBI.
Años más tarde Richard Bissell, subdirector de planos de la CIA y arquitecto del desastre de Bahía de Cochinos, dijo que lamentaba algunas de las empresas cubanas. Bissell dijo a Bill Moyers: "Creo que no deberíamos habernos involucrado con la mafia. Creo que una organización que lo hace está perdiendo el control de su información. Creo que deberíamos haber tenido miedo de abrir la puerta al chantaje". Moyers le preguntó a Bissell si lo que le preocupaba era solo la asociación con los mafiosos, no la capacidad de la CIA para asesinar a líderes extranjeros. Bissell respondió: "Exacto".
Robert Kennedy, por su parte, no compartía la delicadeza de Bissell. Kennedy, que estaba obsesionado con la eliminación de Castro, le dijo a Allen Dulles que no le importaba si la Agencia empleaba a la mafia para el golpe, siempre y cuando lo mantuvieran completamente informado. Robert Kennedy iría a su tumba para defender a la Agencia. "Lo que usted no sabe es qué papel desempeña la CIA en el Gobierno", le dijo JFK a Jack Newfield de Village Voice poco antes de su asesinato. "Durante la década de 1950, por ejemplo, muchos de los liberales que fueron expulsados ​​de otros departamentos encontraron un santuario, un enclave, en la CIA. Así que algunas de las mejores personas en Washington y en todo el país comenzaron a recalar allí. Un resultado de eso fue que la CIA desarrolló una visión muy saludable del comunismo, especialmente en comparación con el Estado y algunos otros departamentos. Fueron muy comprensivos, por ejemplo, con gobiernos y movimientos nacionalistas e incluso socialistas. Y creo que ahora la CIA se está volviendo mucho más realista y crítica sobre la guerra que otros departamentos o incluso la gente de la Casa Blanca. Por lo tanto, no es tan blanco y negro como lo ves".
En 1963, el amigo de Robert Kennedy Desmond Fitzgerald se había hecho cargo de las operaciones cubanas de Harvey. Fitzgerald perdió poco tiempo en perseguir a Castro. Uno de los primeros planes de Fitzgerald fue hacer que James Donovan, que estaba negociando la liberación de los prisioneros de Bahía de Cochinos, entregara involuntariamente como regalo a Castro un costoso equipo de buceo. Sid Gottlieb trató el revestimiento del traje con un hongo de Madura e implantó bacilos de tuberculosis, un brebaje letal. Al mismo tiempo Fitzgerald había estado leyendo sobre las almejas de aguas profundas y le había pedido al laboratorio de Gottlieb que armara algunos especímenes excepcionalmente atractivos con altos explosivos. Las almejas luego se dejarían caer en un área donde Castro frecuentemente se zambullía y emergerían para explotar cuando se el líder cubano volviera a la superficie.
En noviembre de 1963 Desmond Fitzgerald, de la CIA, estaba en París para entrevistarse con Rolando Cubela, un cubano anticastrista al que se hace referencia en documentos de la CIA como AM-LASH. Fitzgerald se presentó como emisario de Robert Kennedy y pidió ayuda a Cubela para asesinar a Castro. El 22 de noviembre Cubela recibió un bolígrafo amañado como una jeringa llena de Blackleaf-40 mortal, un insecticida de alta potencia compuesto por un 40 por ciento de sulfato de nicotina. Como señala secamente el informe del Inspector General, "es probable que en el momento en que mataron al presidente Kennedy, un agente de la CIA se reuniera con un agente cubano en París y le diera un dispositivo de asesinato para usar contra Castro".
Fidel Castro no fue el único objetivo. También hubo repetidos intentos de asesinar a su hermano Raúl y al Che Guevara. J.C. King de la CIA suplicó a Allen Dulles que adoptara un plan que mataría a Fidel, a Raúl y al Che al mismo tiempo, "como un paquete". Finalmente el Che, a quien la Agencia persiguió alrededor del mundo, fue rastreado en las selvas de Bolivia. Presente en su ejecución en 1967 estaba Félix Rodríguez de la CIA, un antiguo peón en Cuba que luego se convertiría en una figura central en las operaciones de drogas y armas de los contras en la base aérea de Ilopango en El Salvador.
El director de la CIA de Jimmy Carter, el almirante Stansfield Turner, fue ultrajado por muchos dentro de la Agencia por purgar a algunos de la vieja guardia. Pero Turner no era muy reformista y tenía sus propios problemas con la verdad. En 1977, como resultado de una demanda de la Ley de Libertad de Información presentada por el periodista de investigación John Marks, la CIA se vio obligada a revelar la existencia de siete cajas de información sobre el programa de veinte años de investigación de la Agencia sobre drogas psicoactivas y modificación del comportamiento, conocido como MK/ULTRA.
El descubrimiento de los registros por el archivista de la Agencia fue una sorpresa para los líderes de la CIA, ya que Richard Helms en sus últimos días como director había ordenado la destrucción de todos los documentos de MK/ULTRA. Cuando Turner informó a los comités del Congreso y la prensa, insistió en que el programa había sido eliminado en 1963 y que solo había involucrado la experimentación con drogas. De hecho, MK/ULTRA y una serie de proyectos similares persistieron al menos hasta 1973 e involucraron una búsqueda para desarrollar técnicas de control mental, incluidos el electrochoque y la psicocirugía. La CIA quería crear una especie de "candidato manchuriano", una lista de asesinos y espías programados química y psicológicamente.
Turner, quien habló de crear una nueva apertura en la Agencia, demostró rápidamente que no era amigo de la libertad de expresión cuando intentó suprimir la publicación de Decent Interval, un libro del exagente de la CIA Frank Snepp. La CIA afirmó que Snepp había violado su contrato de trabajo al no enviar el libro a la Agencia para su aprobación antes de la publicación. Más tarde los abogados de la CIA ganaron una demanda que requería que Snepp le entregara todas sus regalías al Gobierno.
Por pura maldad y grado de criminalidad, es difícil encontrar un mejor espécimen que William Casey, el director de la CIA durante la mayor parte de los años de Reagan. Casey pasó directamente de la gestión de la campaña de Reagan a la sede de la CIA en Langley, donde contrató a algunas de las principales firmas de relaciones públicas de la nación para asesorarlo sobre cómo vender sus dos proyectos favoritos, los contras y los muyahidines afganos, a un desconfiado público estadounidense. Casey llamó a este trabajo "gestión de la percepción", pero en realidad fue una campaña de propaganda doméstica, una operación psicológica para el público local.
El 4 de diciembre de 1981, Reagan firmó la Orden Ejecutiva 12333 sobre asesinatos. Dice: "Ninguna persona empleada o que actúe en nombre del Gobierno de los EE.UU. participará o conspirará para cometer asesinatos". Esta restricción legal no disuadió al nuevo líder de la CIA, que en ese momento estaba ocupado abogando por la eliminación de Desi Bouterse, el líder de Surinam, un país sudamericano que había ingresado en "la órbita cubana".
Del mismo modo, Casey y sus subordinados estaban supervisando la producción de un manual de asesinatos para los contras nicaragüenses llamado Operaciones psicológicas en Guerrilla Warfare. El manual, que se lee como una actualización del Programa Phoenix, pidió el uso de la violencia "para neutralizar objetivos cuidadosamente seleccionados y planificados como jueces de tribunales, policías y funcionarios de seguridad del Estado, etc.". Aconsejó a los contras que desarrollaran "tropas de choque" para “infiltrarse en los mítines sandinistas". "Estos hombres deberían estar equipados con armas (cuchillos, navajas, cadenas, palos, garrotes) y deberían marchar un poco detrás de los inocentes y crédulos participantes". Como un eco de las operaciones de la mafia contra Castro, el manual también exigía que los contras contrataran figuras del crimen organizado para llevar a cabo muchas de estas delicadas operaciones. "Si es posible", aconseja el manual, "se contratará a delincuentes profesionales para llevar a cabo 'trabajos' selectivos'". Las operaciones psicológicas de la Guerrilla Warfare no fueron solo un ejercicio académico, se puso en acción. Dos veces la agencia envió equipos para asesinar al canciller nicaragüense Miguel d'Escoto, un sacerdote católico. En una ocasión, los aspirantes a asesinos intentaron envenenarlo con una botella de licor benedictino enriquecida con talio, una de las toxinas favoritas de la agencia. El agente de la CIA Michael Tock fue arrestado por los sandinistas por su papel en uno de los complots. Cuando el New York Times finalmente pasó a contar una historia sobre el manual de asesinatos, el propio Reagan acudió en defensa de su viejo amigo Casey, desestimando el asunto como "mucho ruido y pocas nueces".
Casey también puso una recompensa de tres millones de dólares por la cabeza de Sheikh Fadlallah, un chiíta libanés. Casey pagó a los saudíes y a un técnico de armas británico para colocar una bomba en un automóvil frente a la mezquita donde Fadlallah supervisaba las celebraciones religiosas. Lo detonaron el 8 de marzo de 1985, en un momento en que los bombarderos supusieron que el shiekh había salido. De hecho, se había entretenido para hablar con algunos de sus feligreses dentro de la mezquita. La bomba mató a 80 personas, muchas de ellas escolares, e hirieron a 200. Más tarde, la CIA y los sauditas pagaron a Fadlallah un soborno de 2 millones de dólares para que no tomase represalias.
Al año siguiente Casey tomó el control personalmente en un esfuerzo para matar a Muammar Gadafi de Libia, una obsesión de los hombres de Reagan. El diputado de Casey, Robert Gates, desarrolló un plan para una toma de posesión conjunta de EE.UU. y Egipto de Libia, un movimiento audaz que "rediseñaría el mapa del norte de África". Al final, el propio Casey fue tras Gadafi. Los movimientos del líder libio fueron rastreados de cerca a principios de abril de 1986 con la ayuda del Mossad israelí. Un pretexto para una acción contra Gadafi se confabuló alegando la responsabilidad libia de una bomba lanzada en el club nocturno La Belle en Berlín que mató a un soldado estadounidense, el sargento Kenneth Ford. El 14 de abril, se enviaron nueve F-111 para atacar el complejo de Gadafi con una carga de treinta y seis bombas guiadas por láser de 2.000 libras. La redada fue programada para preceder estrechamente a las noticias de la noche y se había preparado un comunicado de prensa para anunciar que la muerte de Gadafi había sido una consecuencia accidental de este "acto de autodefensa".
Pero el líder libio escapó, aunque dos de sus hijos resultaron mutilados y su hija y un centenar de residentes cercanos asesinados por los ataques. Hubo negaciones inmediatas de que el gobernante libio había sido el blanco. "No hubo una decisión de matar a Gadafi", murmuró Casey. "Hay elementos disidentes dentro de Libia. Podrían haber considerado sus posibilidades de levantarse y lanzar un golpe. Lamento que no haya sucedido". Casey dijo más tarde que el ataque a Libia tenía la intención de enviar un mensaje. "Como Castro y Ortega entendieron el mensaje cuando llegamos a Granada, este ataque asustará a Gadafi".
En los años siguientes, ningún director de la CIA ha igualado al espantoso Casey. Después de Casey, el trabajo fue para William Webster, quien rápidamente señaló al hombre fuerte panameño Manuel Noriega como un aliado en la guerra contra las drogas. Webster, que pasó gran parte de su tiempo en la cancha de tenis, observó que el colapso de la Unión Soviética había confundido medio siglo de análisis de inteligencia de la CIA. La elección de Bush para encabezar la Agencia fue el vicepresidente de Casey, Robert Gates, quien apenas sobrevivió a una polémica audiencia de confirmación luego de que los senadores recibieran información de Lawrence Walsh, fiscal del Irán/contra que les dijo que Gates probablemente mintió al Congreso sobre su conocimiento de los acuerdos de armas en ese tratado. Gates se mantuvo al margen cuando los matones entrenados por la CIA derrocaron al Gobierno del presidente haitiano Jean Baptiste Aristide y lo reemplazaron por una pandilla de oficiales militares encabezados por el general Raoul Cédras.
Con Clinton eventualmente vino el académico y empresario del MIT John Deutch y su apasionada defensa de la Agencia como el reducto de la gente honorable. Deutch estaba en negación más o menos permanente durante su paso por la Agencia. No solo negó la participación de la CIA en el tráfico de drogas, sino que con igual calor negó cualquier rol de la Agencia en los asesinatos en Guatemala del estadounidense Michael DeVine y el líder rebelde Efraín Bámaca. DeVine fue secuestrado y decapitado en 1990. Bamaca fue capturado, torturado y asesinado en 1992. Ambos asesinatos fueron ordenados por el Coronel Julio Roberto Alpírez, quien estaba en la nómina de la CIA. Cuando el oficial del Departamento de Estado Richard Nuccio intentó investigar el asunto, Deutch revocó su autorización de seguridad. Deutch también ayudó a ocultar la información recopilada por sus propios analistas de que más de 100.000 soldados habían estado expuestos a armas químicas durante la Guerra del Golfo y en su lugar ayudaron a inventar la estratagema de que las enfermedades de la Guerra del Golfo fueron simplemente el resultado de estrés psicológico.
En 1997 George Tenet asumió el mando de la Agencia después de que Anthony Lake se viera obligado a retirarse por no revelar completamente su posesión de acciones en compañías petroleras con un interés financiero en acciones de la Agencia. Tenet es mejor conocido por sus esfuerzos para asegurar el asesinato de Saddam Hussein. Para esta tarea, Tenet empleó un grupo conocido como el Acuerdo Nacional Iraquí. Al no poder acercarse al propio Saddam, este grupo tomó el camino más fácil de dejar bombas en los cines de Bagdad, matando a un gran número de personas.
Como nos recuerdan esas viñetas, la Agencia Central de Inteligencia es exactamente lo que uno esperaría de una organización con un mandato que abarca desde la recopilación y el análisis de datos de inteligencia hasta la subversión, la manipulación de elecciones, el asesinato y la ejecución de guerras secretas. Mentir es parte de la descripción del trabajo en la CIA, donde las falsedades se envían regularmente a los aliados, la prensa, otras agencias federales y el Congreso. "Bajaríamos y les mentiríamos consistentemente", dice el exoficial de la CIA Ralph McGehee. "En mis 25 años, nunca he visto a la agencia decir la verdad a un comité del Congreso".
Los funcionarios de la agencia tienen poco miedo de que les abofeteen las mentiras al estilo Helms. Joseph Fernández, jefe de estación de la CIA en Costa Rica durante la guerra secreta contra Nicaragua, mintió sobre su papel en la canalización de dinero y armas a los contras en violación de la ley estadounidense. También lo hizo el subdirector de la CIA, Clair George. También el tiempo. "Creamos una clase de oficiales de inteligencia que no pueden ser enjuiciados", concluyó el fiscal del Irán-contra, Lawrence Walsh.
Las organizaciones como la CIA requieren la inmersión en medios criminales, suministros virtualmente ilimitados de dinero "negro" o lavado y un cuadro a largo plazo de ejecutivos totalmente despiadados (algunos de ellos no son reacios a hacer fortunas personales de sus actividades encubiertas). El tráfico de drogas es una parte integral de ese mundo. Las zonas de producción primaria de opio y coca han caído en zonas disputadas de la Guerra Fría: sudeste de Asia, Asia Central y los países andinos. Las redes de distribución de drogas nuevamente pasaron a través de territorios disputados como Afganistán, Vietnam y América Central. Los traficantes de drogas -desde señores de la guerra rurales en Laos hasta la policía tailandesa y generales hondureños- también eran de un enorme interés para cualquier agencia de inteligencia. El dinero de la droga involucrado es profuso y está fuera de los libros.
El ambiente de las drogas también está -en sus diversas etapas de producción y transmisión- inevitablemente asociado a la violencia organizada, desde los ejecutores hasta los paramilitares, los supervisores de la guerrilla, los destacamentos militares y los generales que controlan su sector comercial. Todas estas áreas son una vez más centrales para las preocupaciones de una organización como la CIA. Y los traficantes de drogas (a menos que operen como un brazo del Gobierno, como en México) a menudo se oponen al poder gobernante, una situación que es de interés primordial para un organismo como la CIA.
Desde la perspectiva de los capos de la droga, una alianza con la CIA o su empleo es igualmente fructífera. Pueden usar los servicios de la CIA para reprimir a sus rivales y proteger su territorio. Los propietarios de la CIA, como Air America, se pueden usar para proporcionar acceso a los mercados internacionales. Y, a pesar de las protestas de Deutch por lo contrario, la CIA ha reprimido repetidas veces las investigaciones criminales de sus operativos por parte del Servicio de Aduanas de los Estados Unidos, la Agencia Antidrogas y el FBI.
Dadas estas áreas de interés mutuo, no es sorprendente que desde su creación la Agencia Central de Inteligencia haya estado en colusión permanente con narcotraficantes, ayudándoles a su paso seguro, protegiendo sus actividades, recompensando a los capos de la droga, contratándolos para misiones encubiertas y usando dinero derivado de estas operaciones para otras actividades. El hecho de que estas drogas terminen en las venas de los estadounidenses nunca ha disuadido a la Agencia y, dado el tono de la piel que a menudo cubre esas venas, tal vez incluso fuera visto como un resultado positivo.
Este artículo es un resumen de: Whiteout: The CIA, Drugs and the Press 
Fuente: https://www.counterpunch.org/2018/01/26/meet-the-cia-guns-drugs-and-money/ 
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a los autores, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.

Discurso Sobre El Estado De La Unión 2018, por Donald Trump


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Discurso Sobre El Estado De La Unión 2018, por Donald Trump


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[A continuación fragmentos del discurso relativos a la política exterior de Estados Unidos]
Sr. Presidente de la Cámara, Sr. Vicepresidente, miembros del Congreso, primera dama de Estados Unidos, y mis conciudadanos estadounidenses:
* * * *
Estados Unidos por fin ha dado vuelta a la página a décadas de acuerdos comerciales injustos que sacrificaron nuestra prosperidad y enviaron fuera a nuestras empresas, nuestros empleos y la riqueza de nuestra nación. Nuestro país ha perdido riqueza y la estamos recuperando.
La era de la rendición económica ha terminado.
A partir de ahora, esperamos que las relaciones comerciales sean justas y recíprocas.
Trabajaremos para arreglar acuerdos comerciales deficientes y negociar otros nuevos. Y serán buenos, pero serán justos.
Y protegeremos a los trabajadores estadounidenses y la propiedad intelectual estadounidense por medio de una fuerte aplicación de nuestras reglas comerciales.
* * * *
En los últimos meses, mi administración se ha reunido extensamente con demócratas y republicanos para elaborar un enfoque bipartidista a la reforma migratoria. ….
He aquí los cuatro pilares de nuestro plan:
El primer pilar de nuestro marco ofrece generosamente un camino a la ciudadanía para 1,8 millones de inmigrantes ilegales que fueron traídos aquí por sus padres a una edad temprana, esto abarca casi tres veces más personas de las abarcadas por la administración anterior. Según nuestro plan, aquellos que cumplan con los requisitos de educación y empleo, y muestren buen carácter moral, podrán convertirse en ciudadanos plenos de Estados Unidos en un período de 12 años.
El segundo pilar asegura plenamente la frontera. Eso significa construir un gran muro en la frontera sur, y eso significa contratar a más héroes… para mantener nuestras comunidades seguras. Crucialmente, nuestro plan cierra las terribles lagunas legales que los criminales y terroristas explotan para entrar a nuestro país, y finalmente termina con la horrible y peligrosa práctica de “atrapar y liberar”.
El tercer pilar termina la lotería de visados, un programa que reparte al azar tarjetas de residencia sin ninguna consideración por la habilidad, el mérito o la seguridad de los estadounidenses. Es hora de empezar a avanzar hacia un sistema de inmigración basado en el mérito, uno que admita a las personas que están capacitadas, que quieren trabajar, que contribuirán a nuestra sociedad, y que amarán y respetarán a nuestro país.
El cuarto y último pilar protege a la familia nuclear poniendo fin a la migración en cadena. Bajo el actual y descompuesto sistema, un solo inmigrante puede traer un número virtualmente ilimitado de parientes lejanos. Según nuestro plan, nos enfocamos en la familia inmediata limitando el apadrinamiento a cónyuges e hijos menores de edad. Esta reforma vital es necesaria, no sólo para nuestra economía, sino también para nuestra seguridad y para el futuro de Estados Unidos.
* * * *
A medida que reconstruimos la fortaleza y la confianza de Estados Unidos en el país, también estamos restaurando nuestra fortaleza y nuestra posición en el extranjero.
En todo el mundo, nos enfrentamos a regímenes renegados, grupos terroristas y rivales como China y Rusia que desafían nuestros intereses, nuestra economía y nuestros valores. Al enfrentarnos a estos horribles peligros, sabemos que la debilidad es el camino más seguro hacia el conflicto, y el poder sin igual es el medio más seguro para nuestra verdadera y gran defensa.
Por esta razón, le pido al Congreso que ponga fin al peligroso secuestro de la defensa y que financie plenamente a nuestro gran ejército.
Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, con la esperanza de no tener que utilizarlo nunca, pero haciéndolo tan fuerte y poderoso que impida cualquier acto de agresión por parte de cualquier otra nación o de cualquier otro. Tal vez algún día en el futuro haya un momento mágico en el que los países del mundo se reúnan para eliminar sus armas nucleares. Desgraciadamente, aún no hemos llegado ahí, tristemente.
El año pasado, también prometí que trabajaríamos con nuestros aliados para extinguir ISIS de la faz de la Tierra. Un año después, estoy orgulloso de informar que la coalición para derrotar a ISIS ha liberado casi el 100 por ciento del territorio que una vez ocuparon estos asesinos en Iraq y Siria, así como también en otros lugares. Pero queda mucho trabajo por hacer. Continuaremos nuestra lucha hasta que ISIS sea derrotado.
* * * *
Los terroristas que hacen cosas como poner bombas en hospitales civiles son malvados. Cuando sea posible, no tenemos otra opción que aniquilarlos. Cuando sea necesario, debemos poder detenerlos e interrogarlos. Pero debemos ser claros: los terroristas no son simples criminales. Son combatientes enemigos ilegales. Y cuando son capturados en el extranjero, deben ser tratados como los terroristas que son.
En el pasado, hemos liberado tontamente a cientos y cientos de terroristas peligrosos, sólo para encontrarlos de nuevo en el campo de batalla, incluido el líder del ISIS, al Baghdadi. A quien capturamos. A quien teníamos. A quien liberamos.
Así que hoy, estoy manteniendo otra promesa. Acabo de firmar una orden para dirigir al secretario Mattis, que está haciendo un gran trabajo. Gracias, a reexaminar nuestra política de detención militar y mantener abiertos los centros de detención en la bahía de Guantánamo.
Le pido al Congreso que se asegure de que, en la lucha contra ISIS y al Qaeda, continuemos teniendo todo el poder necesario para detener a los terroristas, dondequiera que los persigamos y dondequiera que los encontremos. Y en muchos casos para ellos será la bahía de Guantánamo.
Nuestros guerreros en Afganistán también tienen nuevas reglas de combate. Junto con sus heroicos socios afganos, nuestro ejército ya no se ve socavado por cronogramas artificiales, y ya no les contamos a nuestros enemigos nuestros planes.
El mes pasado, también tomé una acción aprobada unánimemente por el Senado de Estados Unidos unos meses antes: reconocí a Jerusalén como la capital de Israel.
Poco después, docenas de países votaron en la Asamblea General de las Naciones Unidas en contra del derecho soberano de Estados Unidos a tomar esta decisión. En 2016, los contribuyentes estadounidenses enviaron generosamente a esos mismos países más de 20.000 millones de dólares en ayuda.
Por eso, esta noche le pido al Congreso que apruebe legislación para ayudar a asegurar que los dólares estadounidenses de asistencia extranjera siempre sirvan a los intereses estadounidenses, y solo irán a los amigos de Estados Unidos, no a los enemigos de Estados Unidos.
A medida que fortalecemos las amistades alrededor del mundo, también estamos restaurando la claridad sobre nuestros adversarios.
Cuando el pueblo de Irán se levantó contra los crímenes de su dictadura corrupta, yo no guardé silencio. Estados Unidos está junto al pueblo de Irán en su valiente lucha por la libertad.
Pido al Congreso que aborde las deficiencias fundamentales del terrible acuerdo nuclear de Irán.
Mi administración también ha impuesto duras sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y Venezuela.
Pero ningún régimen ha oprimido a sus propios ciudadanos más total o brutalmente que la cruel dictadura de Corea del Norte.
La temeraria búsqueda de Corea del Norte de misiles nucleares podría muy pronto amenazar nuestra patria.
Estamos llevando a cabo una campaña de máxima presión para evitar que eso suceda.
La experiencia del pasado nos ha enseñado que la complacencia y las concesiones sólo invitan a la agresión y la provocación. No repetiré los errores de las administraciones pasadas que nos han colocado en esta situación tan peligrosa.
Basta con observar el carácter depravado del régimen de Corea del Norte para comprender la naturaleza de la amenaza nuclear que podría suponer para Estados Unidos y nuestros aliados.
* * * *
Otto Warmbier era un estudiante aplicado en la Universidad de Virginia, y que buen estudiante era. De camino a estudiar en el extranjero en Asia, Otto se unió a una gira a Corea del Norte. A su conclusión, este maravilloso joven fue arrestado y acusado de delitos contra el estado. Después de un juicio vergonzoso, la dictadura sentenció a Otto a 15 años de trabajos forzados, antes de retornarlo a Estados Unidos el pasado mes de junio, horriblemente lesionado y al borde de la muerte. Falleció pocos días después de su regreso.
Los maravillosos padres de Otto, Fred y Cindy Warmbier, están con nosotros esta noche, junto con los hermanos de Otto, Austin y Greta. Por favor. Ustedes son testigos poderosos de una amenaza que se cierne sobre nuestro mundo, y su fuerza nos inspira a todos. Muchas gracias. Gracias. Esta noche, prometemos honrar la memoria de Otto con carácter estadounidense.
Por último, nos acompaña otro testigo más de la naturaleza siniestra de este régimen. Es el Sr. Ji Seong-ho.
En 1996, Seong-ho era un niño hambriento en Corea del Norte. Un día, intentó robar carbón de un vagón de ferrocarril para cambiarlo por unos pocos restos de comida, que eran muy difíciles de conseguir. En el proceso, se desmayó en las vías del tren, agotado por el hambre. Se despertó mientras un tren corría sobre sus miembros. Entonces soportó múltiples amputaciones sin nada para calmar el dolor o el daño. Su hermano y su hermana le daban la poca comida que tenían para ayudarle a recuperarse y ellos comían tierra, lo que impidió permanentemente su propio crecimiento. Posteriormente, fue torturado por las autoridades norcoreanas tras regresar de una breve visita a China. Sus torturadores querían saber si había conocido a algún cristiano. Si lo había hecho… y después de ello resolvió ser libre.
Seong-ho viajó miles de kilómetros en muletas por toda China y el sudeste asiático hasta la libertad. La mayoría de su familia le siguió. Su padre fue atrapado tratando de escapar, y fue torturado hasta la muerte.
Hoy vive en Seúl, donde rescata a otros desertores, y difunde en Corea del Norte lo que más teme el régimen: la verdad.
Hoy tiene una nueva pierna, pero Seong-ho, según creo todavía guarda esas viejas muletas como un recordatorio de lo lejos que ha llegado. Su gran sacrificio es una inspiración para todos nosotros. Por favor. Gracias.
La historia de Seong-ho es un testamento del anhelo de cada alma humana de vivir en libertad.
Fue ese mismo anhelo de libertad que hace casi 250 años dio origen a un lugar especial que se llamó Estados Unidos. Era un pequeño grupo de colonias atrapadas entre un gran océano y un gran espacio silvestre. Era el hogar de un pueblo increíble con una idea revolucionaria: Que podrían gobernarse a sí mismos. Que podrían trazar su propio destino. Y que, juntos, podrían iluminar al mundo entero.
De eso es de lo que siempre ha tratado nuestro país. Eso es lo que los estadounidenses siempre han defendido, por lo que siempre han luchado y lo que siempre han hecho.
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Fujimori regresa a DIROES, por angas y mangas, por Guillermo Olivera Díaz


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Fujimori regresa a DIROES, por angas y mangas, por Guillermo Olivera Díaz

Guillermo Olivera Díaz,Red Voltaire

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No hay derecho de gracia para un reo libre
En el caso Pativilca al aún procesado Alberto Fujimori se le abrió increíblemente proceso penal con mandato de comparecencia simple, estado que se mantiene hasta hoy, en que domicilia solo y arrellanado en La Estancia de La Molina, por lo que no es aplicable el derecho de gracia que está previsto en la Constitución Política, Artículo 118°, inciso 21.
Sin embargo, se ha otorgado el derecho de gracia a Fujimori citando expresamente tal norma constitucional y dos más que la desarrollan. Veamos lo que dice la Resolución Suprema 281-2017-JUS que le concede:
"Que, los incisos 8 y 21 del artículo 118 de la Constitución Política del Perú facultan al Presidente de la República a dictar resoluciones, conceder indultos, conmutar penas y ejercer el derecho de gracia;
Que, el indulto es la potestad del Presidente de la República para adoptar la renuncia al ejercicio del poder punitivo del Estado respecto de los condenados, pudiendo otorgarse por razones humanitarias;
Que, el literal b) del numeral 6.4 del artículo 6 del Decreto Supremo Nº 004-2007-JUS, modificado por el artículo 5 del Decreto Supremo Nº 008-2010-JUS, norma de creación de la Comisión de Gracias Presidenciales y el literal b) del artículo 31 del Reglamento Interno de la Comisión de Gracias Presidenciales, aprobado mediante Resolución Ministerial Nº 0162-2010-JUS, disponen que se recomendará el indulto y derecho de gracia por razones humanitarias, entre otros, cuando el interno padece de una enfermedad no terminal grave, que se encuentre en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e incurable; y además que las condiciones carcelarias puedan colocar en grave riesgo su vida, salud e integridad".
El citado Decreto Supremo 008-2010, Art. 6.4.b, y Resolución Ministerial 0162-2010-JUS, Art. 31°, que desarrollan el concepto constitucional, vigentes ya por 7 años, se refieren al derecho de gracia que piden los procesados presos, por eso ambas normas hablan de "condiciones carcelarias", que no tiene quien está en su domicilio viendo televisión y estirando las piernas, con un cebiche y una cerveza heladita al lado.
El igualmente citado Art. 118, 21 regula sobre el indulto, de un condenado preso; también la conmutación de pena, que es rebajar la pena al que está en cárcel. Allí mismo se regula el derecho de gracia del procesado, preso y no libre. No existen gracias presidenciales para procesados libres.
Este último ni se atrevería a pedir que lo liberen de su casa, aunque esté inmerso en un proceso tedioso. Jamás, de los jamases, se ha concedido un derecho de gracia de un procesado con mandato de comparecencia o reo libre. Tampoco nadie ha pedido tal barbaridad.

Liquidación de Agrobanco ¿y los productores?, por Germán Lench Cáceres


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Liquidación de Agrobanco ¿y los productores?, por Germán Lench Cáceres

Germán Lench Cáceres,Red Voltaire

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¿Y el destino de los productores?
El gobierno anuncia que liquidará Agrobanco por su abultada cartera pesada, esta institución otorgó aproximadamente 72000 créditos muchos de ellos irrecuperables, esto significa el 20% de los créditos otorgados al agro por el sistema financiero. Dicha medida es debido a su ineficiente actuación financiera y acciones politizadas incoherentes, según lo manifestado por la ministra de Economía y Finanzas. Surge de forma inmediata una serie de preocupaciones en nuestros miles de productores agrarios del campo que requieren de financiamiento para efectuar su importante actividad primaria productiva que trabaja con seres vivos (plantas y animales).
Las interrogantes se generan con rapidez. ¿Dónde queda el estricto cumplimiento por parte del gobierno del artículo 88° de la Constitución Política que establece que el agro tiene un trato preferente?. El sector agrario tiene 2.2 millones de productores más sus familias y solo el 14% recibe algún tipo de crédito. Lo sucedido es consecuencia evidente de la política de liberalización de los mercados financieros que han generado la eliminación de tasas de interés preferentes y la reducción de fondos dinerarios orientados para la agricultura.
Para empezar Agrobanco ha sido ineficientemente manejado con un absoluto crecimiento desordenado por culpa de los funcionarios contratados por el gobierno de turno y no por los productores agrarios. Al respecto es necesario que el equipo económico actual presente de forma inmediata, alternativas a tal acción de política económica para que se defina quién canalizará recursos (préstamos) al sector agrario. ¿Se creará un banco de Segundo Piso para que canalice créditos a través de la banca comercial de Primer Piso a tasas de interés razonables de mercado y no políticas?. ¿Se modernizarán las operaciones de la banca estatal (Banco de la Nación) para que compita con el sistema financiero principalmente privado?¿Es posible recurrir a la cooperación internacional? o ¿se pondrán en marcha como en otros países vecinos, programas del Estado mediante los cuales el gobierno de turno otorgue crédito a la agricultura campesina y de pequeñas asociaciones de productores agrarios?
El gobierno no puede olvidar que el agro tiene un financiamiento reducido e intermediarios financieros informales que prestan con tasas de interés elevadas. Las garantías son un problema, especialmente para los pequeños agricultores. Tampoco debemos olvidar la refinanciación de la deuda de los productores afectados por el fenómeno del Niño y de los cafetaleros.
Un problema de la política económica neo liberal, es que ha reducido a su mínima expresión la influencia que tenía el ministerio de Agricultura y Riego en la elaboración y aplicación de una política sectorial y es el ministerio de Economía y Finanzas que no es especializado en la temática agraria, quien define la política sectorial de forma ineficaz.
La minimizada aplicación de una política agraria dentro del contexto de una política macroeconómica y la reducción de la función reguladora del Estado en nuestro país, ha generado una mínima influencia del ministerio de Agricultura y Riego, MINAGRI, en la formulación y aplicación de una política sectorial en temas arancelarios, tributarios, financieros, competencia desleal con países que subsidian a su agricultura firmas de los TLC´s entre otros.
Por lo pronto sería interesante que el gobierno estudie la posibilidad de establecer Fondos Rotatorios para la pequeña agricultura, que COFIDE tenga líneas de crédito interesantes para ser ofertadas a través del sistema financiero nacional a la mediana agricultura, pero lo que debe quedar claro es que los recursos estatales son decisivos ya que los privados no están tan disponibles para operaciones de riesgo como las del sector agrario. No olvidemos que las proyecciones de crecimiento del PBI agrario del año 2018 según el gobierno es 4% a más.

Lavrov: los resultados de la Conferencia de Sochi ayudan a reactivar el proceso político de Ginebra

 

Lavrov: los resultados de la Conferencia de Sochi ayudan a reactivar el proceso político de Ginebra


Moscú, SANA
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, afirmó que la Conferencia del Diálogo Nacional Sirio-sirio en Sochi ha afianzado la acción por construir el diálogo inter-sirio sobre la base de la resolución del Consejo de Seguridad No. 2254.
Durante una rueda de prensa con su homólogo italiano Angelino Alfano Lavrov señaló que los resultados de la conferencia de Sochi ayudan a reactivar el proceso político de Ginebra.
Dr. A. Shaban