Este artículo este parte del libro De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestra mirada, la gran farsa de las primaveras árabes.
Ver la tabla de contenidos
- A pesar de haber lanzado 40 000 hombres al asalto de Damasco
–la capital siria– la Hermandad Musulmana no logra tomar la ciudad.
Lejos de acoger a los yihadistas como “liberadores”, la población de
Damasco resiste y la operación se convierte en un fracaso para
la cofradía.
11- La “Primavera árabe” en Siria
Desde el 4 de enero de 2011, fecha de apertura de la reunión del
Cairo, la coordinación de la primavera árabe en Siria se efectúa desde
la cuenta de Facebook “Syrian Revolution 2011”. Sólo con ver ese
nombre es suficiente para entender que el objetivo de la operación era
un rápido derrocamiento de la República Árabe Siria, tan rápido como
las anteriores “revoluciones de colores”, ya que no se trata de
modificar las mentes sino únicamente de cambiar dirigentes y algunas
leyes del país. El día mismo de su creación, la cuenta “Syrian
Revolution 2011” lanza un llamado a la realización de manifestaciones
en las calles de Damasco, exhortación de la que se hace eco
Al-Jazeera, mientras que Facebook atribuye a esa cuenta decenas de miles
de “Followers”… cosas de la magia de la informática. Esta cuenta de
Facebook tendrá un papel central en los próximos 5 años. Cada viernes,
día de plegaria de los musulmanes, estará dedicado a un objetivo de
la Hermandad Musulmana.
- El diputado harirista libanés Okab Sakr
El 22 febrero llega a Líbano el senador estadounidense John McCain.
Se reúne allí con líderes de la coalición política libanesa 14 de
Marzo (pro-saudita). Entre esos líderes está el diputado Okab Sakr, a
quien McCain confía la misión de hacer llegar las armas a los
islamistas, que ya esperan por ese armamento en Siria [
1].
Después, el senador estadounidense sale de Beirut, se va de
exploración hasta la frontera con Siria y escoge la ciudad libanesa de
Ersal como futura base de operaciones.
A pesar de los llamados que la misteriosa cuenta “Syrian Revolution
2011” sigue lanzado a través de Facebook, habrá que esperar hasta
finales de marzo para que comiencen a suceder cosas en Siria. La
Hermandad Musulmana congrega en Deraa, ciudad del sur de Siria conocida
como muy favorable al partido Baas, un grupo de yihadistas veteranos
de Afganistán e Irak. Estos individuos logran desviar de su objetivo
una manifestación de funcionarios que reclamaban aumentos de sueldo y
comienzan a saquear el Palacio de Justicia. Ese mismo día, bajo la
dirección de oficiales del Mossad israelí, esos mismos individuos
atacan, en las afueras de la ciudad, un centro de los servicios
secretos utilizado única y exclusivamente en tareas de vigilancia de la
actividad israelí en el Golán ocupado.
Al mencionar el hecho, Al-Jazeera afirma que la población de Deraa
protestaba porque la policía había torturado varios niños que habían
escrito en las paredes consignas hostiles al presidente Assad. La
confusión reina mientras que los provocadores siguen destruyendo el
centro de la ciudad. Durante las semanas siguientes, 3 grupos de
islamistas se desplazan por Siria atacando blancos secundarios mal
protegidos. Aunque sólo pueden atacar 3 puntos diferentes a la vez,
estos 3 grupos crean la impresión de que los desórdenes se generalizan
por todo el país. En pocas semanas, se cuentan más de 100 muertos,
principalmente policías y militares.
El presidente Assad reacciona a la inversa de lo que esperaban los
provocadores: en vez de imponer una especie de “Acta Patriótica”,
Assad abroga el estado de emergencia que se mantenía en vigor desde la
época de la guerra con Israel –de hecho Siria e Israel siguen en guerra
mientras que el Estado hebreo aún ocupa militarmente las alturas del
Golán– y disuelve la Corte de Seguridad del Estado. Hace además que el
Parlamento adopte una ley que garantiza y organiza el derecho a hacer
manifestaciones, denuncia los desórdenes como una operación dirigida
desde el extranjero y exhorta al pueblo a respaldar las instituciones
de la República Árabe Siria. También reúne a los jefes de estado mayor
y prohíbe que los soldados hagan uso de sus armas si existe algún
riesgo de daño colateral para los civiles.
- El Guía de la Hermandad Musulmana en Siria, Ali Sadreddin
al-Bayanuni –refugiado en Lontres– establece una alianza con el
ex vicepresidente sirio Abdel Halim Khaddam –refugiado en París. Este
último había huido de Siria cuando se descubrió que, junto al jefe de
los servicios de inteligencia Ghazi Kanaam, estaba cubriendo el saqueo
del Líbano por parte del saudita Rafic Hariri.
Aprovechando esta última orden del presidente, la Hermandad Musulmana
ataca un convoy militar en Banyas –la ciudad del ex vicepresidente
Abdel Halim Khaddam, ahora miembro de la oposición externa. El ataque
dura varias horas, bajo la mirada de la población. Por temor a herir a
los espectadores, los soldados –en cumplimiento de la orden de
su presidente– se abstienen de hacer uso de sus armas. Una decena de
militares mueren así en el incidente. El sargento que encabeza el
destacamento pierde las dos piernas cuando cubre una granada con su
cuerpo para evitar que la explosión mate a sus hombres. La operación
había sido organizada, desde París, por el Frente de Salvación de
Abdel Halim Khaddam y la Hermandad Musulmana. El 6 de junio,
120 policías sirios mueren en una situación idéntica, en la localidad
de Jisr al-Chughur.
Manifestaciones hostiles a la República Árabe Siria tienen lugar en
varias ciudades. Contrariamente a lo que afirman los medios
occidentales, los manifestantes nunca reclaman democracia. Las
consignas más habituales son: “El pueblo quiere la caída del régimen”,
“Los cristianos a Beirut, los alauitas a la tumba”, “Queremos un
presidente temeroso de Dios”, “Abajo Irán y el Hezbollah”. Algunas
consignas mencionan la “libertad”, pero no en el sentido occidental.
La libertad que reclaman los manifestantes es la de practicar la
sharia.
En ese momento, mucha gente cree en Siria que la única información
confiable es la que ofrecen Al-Jazeera y Al-Arabiya, las televisoras
de Qatar y de Arabia Saudita que respaldaron los cambios de régimen en
Túnez y Egipto. Y esa gente está convencida de que el presidente Assad
va a dimitir y que la Hermandad Musulmana tomará el poder. La gran
mayoría de los sirios asisten estupefactos a lo que creen una
“revolución” y se preparan para vivir un viraje hacia el islamismo.
Resulta muy difícil dar cifras sobre la cantidad de sirios que se
manifiestan contra la República o que apoyan a la Hermandad Musulmana.
Lo más que puede decirse con seguridad es que hay en el país cientos
de pequeñas manifestaciones y que la más importante reunió cerca de
100 000 personas en Hama. El presidente Assad recibe en Damasco a los
organizadores de esta última demostración. Cuando les pide que
expongan sus reclamos, le responden: “Que se prohíba el acceso de los
alauitas a Hama”. Atónito, el presidente –que es alauita– pone fin a la
entrevista.
En París, la Hermandad Musulmana y el gobierno de Israel organizan
subrepticiamente –el 4 de julio– una reunión pública para enrolar a la
clase dirigente francesa. Al llamado del “filósofo” Bernard-Henry
Levy, del ex ministro francés de Exteriores Bernard Kouchner y del
futuro jefe de la diplomacia francesa Laurent Fabius, acuden
senadores, diputados y alcaldes de todos los horizontes políticos
–derecha, centro, izquierda y ecologistas– para respaldar lo que se les
vende como un combate por la democracia. Nadie nota en la sala la
presencia de los verdaderos organizadores del encuentro: Alex
Goldfarb, consejero del ministro de Defensa de Israel, y Melhem
Droubi, responsable mundial de la Hermandad Musulmana a cargo de las
relaciones exteriores. Este último ha llegado a Francias expresamente
desde Arabia Saudita.
- Burhan Ghalioun (de pie, al centro, con camisa azul)
abandona Siria a los 24 años y hace carrera en la enseñanza
universitaria en París. Al mismo tiempo, con ayuda de la NED
estadounidense, crea en 1983 la Organización Árabe de Derechos Humanos,
en Túnez. Cuando el argelino Abassi Madani –del Frente Islámico de
Salvación (FIS)– se exila en Qatar, el sirio Burhan Ghalioun,
supuestamente laico, lo ayuda a escribir sus discursos. En junio
de 2011, Burhan Ghalioun participa en la Conferencia por la Salvación
Nacional de la Hermandad Musulmana y, a propuesta de Estados Unidos,
se convierte al mes siguiente en presidente del Consejo Nacional Sirio
(CNS). A partir de ese momento, el Departamento de Estado de
Estados Unidos le paga un salario por “representar al pueblo sirio”.
En agosto, se constituye en Estambul un Consejo Nacional Sirio (CNS),
siguiendo el modelo del Consejo Nacional de Transición Libio. Ese
Consejo reúne una serie de personalidades que desde hace años viven
fuera de Siria, sólo algunos que acaban de salir del país y miembros de
la Hermandad Musulmana. La extraña idea de que ese grupo pueda estar
realmente interesado en el establecimiento de una “democracia” parece
avalada por la presencia de algunas personalidades de extrema
izquierda, como el profesor Burhan Ghalioun, a quien pondrán en la
presidencia del Consejo. Pero hace años que el profesor Ghalioun
trabaja con la NED estadounidense y con la Hermandad Musulmana. Aunque
se dice laico, Ghalioun escribe los discursos de Abassi Madani –el
presidente del Frente Islámico de Salvación (FIS) de Argelia– desde
que este último se exiló en Qatar. En el mismo caso se encuentran
George Sabra y Michel Kilo, quienes trabajan con la Hermandad
Musulmana desde hace más de 30 años y siguieron a los trostkistas
estadounidenses incorporándose a la NED, en 1982. Bajo la dirección
del libio Mahmud Jibril, George Sabra trabajó en las versiones para el
extranjero del programa de televisión para niños
Sesame Street
–producido por el grupo francés Lagardere Média y el canal qatarí
Al-Jazeera– junto con Cheryl Benard, esposa de Zalmay Khalilzad,
embajador de Estados Unidos en la ONU, y posteriormente en Irak. Otro
personaje cuya presencia sirve de “garantía” es Haytham Manna, el mismo
que se ocupaba de las inversiones de los miembros sudaneses de la
Hermandad Musulmana.
Qatar compra a la OLP su turno en la presidencia rotativa de la Liga
Árabe. ¿Precio? 400 millones de dólares. En violación de los
estatutos, Qatar hace que la Liga suspenda la membrecía de la
República Árabe Siria, a pesar de tratarse de un Estado fundador de ese
grupo de países. Qatar propone después el envío a Siria de una Misión
de Observación presidida por Sudán –país que sigue bajo un gobierno
de la Hermandad Musulmana. Sudán designa como jefe de la Misión al
general Mohamed Ahmed Mustafá al-Dabi, ex jefe de sus servicios
secretos y ex embajador en Qatar. Cada Estado miembro de la Liga Árabe
envía observadores para que todas las tendencias estén representadas
en la Misión. La República Árabe Siria acepta el envío de esa Misión de
Observadores y permite que se despliegue en el territorio nacional.
Será esa la primera y única vez que un órgano pluralista llega a estar
presente en el terreno, se reúne con todas las partes y visita todo
el país. Se trata, en realidad, de la única fuente externa de
información realmente digna de confianza en todo el conflicto.
Todas las partes saludan favorablemente la nominación del general
al-Dabi, el hombre que negoció la separación entre Sudán y Sudán del
Sur y a quien numerosos países árabes proponen como candidato al
Premio Nobel de la Paz. Pero la lectura de los informes preliminares
muestra que este militar sudanés no tiene intenciones de redactar
informes para complacer a nadie sino de dirigir una auténtica
observación pluralista de la situación. Bruscamente, los medios
internacionales cambian de tono y acusan al general al-Dabi de ser uno
de los genocidas de Darfur. Los que antes aprobaban su designación,
ahora exigen que dimita. El general sudanés se mantiene en sus trece.
Finalmente se publica un informe preliminar que certifica que no hay
revolución en Siria. La Misión confirma que la exageración es
considerable en cuanto a la violencia atribuida al gobierno, que el
ejército se ha retirado de las ciudades, que no hay represión, que las
víctimas son principalmente soldados y policías, que más de 5 000
detenidos cuyo nombres ella misma entregó a las autoridades sirias han
sido liberados y que los medios de prensa extranjeros que solicitaron
cubrir la situación han podido hacerlo.
Lleno de cólera, Qatar paga a Sudán 2 000 millones de dólares para
que se lleve a casa al general al-Dabi y se opone a que la Liga Árabe
nombre un sucesor a la cabeza de la Misión. Descabezada, la Misión de
Observadores de la Liga Árabe será disuelta a principios de 2012.
- El sirio Abu Saleh se convierte en “corresponsal permanente”
de France24 y de Al-Jazeera en el Emirato Islámico de Baba Amro,
implantado en un barrio de la ciudad siria de Homs. Durante 2 meses,
este individuo escenifica bombardeos inexistentes supuestamente
perpetrados contra ese barrio por las “fuerzas del régimen”, participa
en la condena a muerte de 150 habitantes del barrio ocupado por los
yihadistas, supuestamente agonizante se dirige a sus espectadores
(foto) y después, “milagrosamente” curado, incendia un oleoducto y
comete otras fechorías. A la caída del Emirato Islámico de Baba Amro,
Abu Saleh huye a París. Posteriormente reaparece en la región siria
de Idlib.
Igualmente furiosa de ver como la República Árabe Siria logra salir
adelante, la Hermandad Musulmana decide instaurar un Emirato Islámico.
Luego de varios intentos, logrará hacerlo en Baba Amro, un barrio de
la ciudad siria de Homs, donde previamente había cavado y acondicionado
toda una red de túneles para garantizar el abastecimiento de sus
combatientes en caso de asedio. Allí concentra la cofradía 3 000
hombres armados, 2 000 de ellos takfiristas sirios. Esos elementos son
de hecho los miembros del subgrupo de la Hermandad Musulmana denominado
“Excomunión y Inmigración”, creado en tiempos del presidente egipcio
Anwar el-Sadat.
Estos elementos implantan en Baba Amro un “Tribunal Revolucionario”
con el que juzgan y condenan a muerte a más de 150 habitantes del
barrio, que son degollados en público. Los habitantes del barrio
huyen, con excepción de unas 40 familias. Los takfiristas levantan
barreras en todos los puntos de acceso al barrio y las fuerzas
especiales francesas se encargan de instalar en ellos el mejor
armamento disponible en Occidente. La campaña terrorista del primer año
de desórdenes da paso con ello a una guerra de posiciones, en
concordancia con el plan expuesto en 2004 en el libro
La Administración de la Barbarie.
En lo adelante, los islamistas reciben de la OTAN un armamento más
sofisticado que el que posee la República Árabe Siria, cuyo ejército es
objeto de un embargo desde el año 2005.
Una mañana, el Ejército Árabe Sirio penetra en Baba Amro, cuyas
defensas finalmente ha logrado neutralizar. Los militares franceses,
los periodistas y algunos líderes ya han huido y reaparecen en Líbano
días después. Los takfiristas se rinden. La guerra que estaba comenzando
parece haber terminado, como en Líbano –en 2007–, cuando el ejército
libanés derrotó al grupo Fatah al-Islam. Pero los islamistas no están
liquidados.
Una nueva operación se prepara desde Jordania, bajo la dirección de
la OTAN. Esa operación incluye un gran ataque contra la capital siria,
Damasco, en el marco de una gigantesca operación sicológica. Pero es
anulada en el último instante. Abandonados por Francia en Baba Amro,
los islamistas acaban de recibir una contraorden de Estados Unidos, que
está conversando con Rusia sobre la posibilidad de compartir con ella
el Medio Oriente. Ambos países firman una promesa de paz en Ginebra,
el 30 de junio de 2012.
12- Punto final para la “primavera árabe” en Egipto
En Egipto, la Hermandad Musulmana controla el nuevo Parlamento.
Aunque la nueva Constitución ha sido adoptada con un 77% de aprobación
después un referéndum, la cofradía estima que ese texto –redactado
expresamente para permitir la elección de sus miembros– no pasa de ser
la modificación –demasiado ligera a su gusto– de un viejo texto, así
que designa una Asamblea Constituyente de 100 personas, 60 de ellas
miembros de… la Hermandad Musulmana.
- En cuanto Washington obliga al presidente Mubarak a dimitir,
el jeque egipcio Yussef al-Qaradawi regresa de Qatar en un
avión privado. Administrador del Centro de Estudios Islámicos de Oxford
–cuyo presidente es el príncipe Charles– y consejero espiritual del
canal satelital qatarí Al-Jazeera, el jeque Qaradawi tiene en esa
televisión qatarí su propio programa semanal sobre la charia. Ya en
El Cairo, Qaradawi se presenta personalmente en la plaza Tahrir, donde
condena la democracia y se pronuncia por la ejecución de
los homosexuales.
La cofradía resalta que los jóvenes demócratas podrían cuestionar el
poder del ejército. La campaña con vista a la elección presidencial
proporciona a los islamistas una oportunidad para llamar a regenerar
Egipto a través del Corán. Yussef al-Qaradawi predica que luchar contra
los homosexuales y recuperar la Fe es más importante que enfrentarse a
Israel por el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino [
2].
Mientras los sunnitas se abstienen masivamente en la elección
presidencial, la Hermandad Musulmana impide el voto en las ciudades y
poblados cristianos, de manera que 600 000 electores no logran ejercer
su derecho al voto.
- La Comisión Electoral egipcia “confirma a Mohamed Morsi como
presidente de Egipto para evitar al país un episodio sangriento
si [proclamara] la elección del general Ahmed Shafiq”.
A pesar de todo, el veredicto de las urnas da la victoria al general
Ahmed Chafik –ex primer ministro de Mubarak– con una pequeña ventaja
de 30 000 votos. La cofradía amenaza entonces a los miembros de la
Comisión Electoral con tomar represalias contra sus familias y, al cabo
de 13 días, la Comisión atribuye la victoria al miembro de
la Hermandad Musulmana Mohamed Morsi [
3]. La “comunidad internacional” prefiere mirar para otro lado y alabar el carácter democrático de la elección.
Mohamed Morsi es ingeniero en la NASA. Es ciudadano estadounidense y
cuenta con una acreditación que le da acceso a secretos militares en
el Pentágono. Desde su llegada al poder en Egipto, se dedica a
rehabilitar y fortalecer la Hermandad Musulmana y a estrechar sus
vínculos con Israel. El día del aniversario del asesinato de Anwar
el-Sadat, el nuevo presidente recibe a los asesinos en palacio.
También nombra gobernador de Luxor al responsable de la masacre
terrorista perpetrada en ese distrito en 1997. En cambio, persigue a
los demócratas que habían participado en manifestaciones sin exigir la
renuncia de Hosni Mubarak sino sólo denunciando aspectos de su
política. Morsi apoya además una gran campaña de pogromos de la
Hermandad Musulmana contra los cristianos y cubre los abusos y crímenes
de los miembros de la cofradía: linchamientos, saqueo de los
arzobispados e incendio de iglesias. Al mismo tiempo privatiza las
grandes empresas egipcias y anuncia la posible venta del Canal de Suez
a Qatar, que en ese momento sirve de padrino a la cofradía. Desde el
palacio presidencial, Morsi habla al menos 4 veces por teléfono con
Ayman al-Zawahiri, el jefe mundial de al-Qaeda.
- Conferencia de prensa en la sede de la Hermandad Musulmana
con el Guía Mundial de la cofradía (al centro) y con el presidente
egipcio Mohamed Morsi (a la izquierda).
En definitiva, Mohamed Morsi acaba ganándose la enemistad de todos.
Todos los partidos políticos, incluyendo a los propios salafistas
–aunque exceptuando, por supuesto, a la Hermandad Musulmana– comienzan
a participar en manifestaciones contra Morsi. Esas protestas llegan a
reunir 33 millones de personas que salen a las calles y llaman al
ejército a devolver el país al pueblo egipcio. Indiferente al clamor
del pueblo, el presidente Morsi ordena al ejército egipcio que se
prepare para atacar la República Árabe Siria, en ayuda de los
seguidores sirios de la Hermandad Musulmana. Esa decisión colmará la
copa, sellando su destino como presidente.
El 3 de julio de 2013, cuando en Washington las oficinas federales
cierran sus puertas antes del extenso fin de semana del 4 de julio –la
fiesta nacional estadounidense–, el ejército egipcio da un golpe de
Estado. Mohamed Morsi es arrestado y enviado a la cárcel mientras que
las calles se convierten en campos de batalla donde los miembros de la
Hermandad Musulmana y sus familias se enfrentan a las fuerzas del
orden.
13- La guerra contra Siria
Se dice que “en política, las promesas sólo comprometen a quien se
las cree”. Un mes después de la primera conferencia de Ginebra sobre
Siria y la firma de la paz y sólo unos días después de la conferencia
de los “Amigos de Siria” realizada en París, nuevamente se aprueba la
guerra, con asistencia de la OTAN. Nombre de código: “Volcán de
Damasco y Terremoto en Siria”.
Cuarenta mil hombres entrenados precipitadamente en Jordania cruzan
la frontera y se lanzan sobre Damasco mientras que un atentado elimina
a importantes responsables que participaban en una reunión del
Consejo Nacional de Seguridad sirio. El ejército y los servicios
secretos sirios quedan decapitados.
Los yihadistas que atacan la capital siria son mercenarios reclutados
entre las capas pobres del mundo musulmán. Muchos ni siquiera hablan
árabe y no han recibido más que una semana de entrenamiento. Algunos
creen estar luchando contra los israelíes. Sufren gran número de bajas
y se repliegan.
En la larga guerra que viene después, el Ejército Árabe Sirio –que
trata de defender prioritariamente a su población y tiene para ello
que replegarse hacia las grandes ciudades– se enfrenta a yihadistas
que tratan de hacer imposible la vida en vastas extensiones de
territorio. Esos elementos parecen renovar sus filas infinitamente.
Cada mes llegan nuevos yihadistas que toman el lugar de los que mueren
en combate o desertan. Todos los delincuentes del mundo musulmán
llegan a Siria para probar suerte por unos cuantos cientos de dólares al
mes. Oficinas de reclutamiento se abren públicamente en países como
Túnez y Afganistán, aunque se hacen más discretas en otros, como
Pakistán y Marruecos. Pero el número de bajas que los yihadistas sufren
en los combates es tremendamente elevado. En julio de 2013, según
INTERPOL, se registran en 9 países operaciones de evasión
extremadamente sofisticadas para sacar a líderes islamistas de las
cárceles y enviarlos a Siria. Por ejemplo:
el 23 de julio, entre 500 y 1 000 presos se escapan de las cárceles de Taj y Abu Graib, en Irak;
el
27 de julio, 1 117 presos se escapan de la cárcel de Kuafia –en
Bengazi, Libia– como resultado de un motín iniciado dentro de la
cárcel, en coordinación con un ataque desde el exterior;
durante
la noche del 29 al 30 de julio, 243 talibanes se escapan de la cárcel
de Dera Ismail Khan, en zonas tribales pakistaníes.
El Ejército Árabe Sirio incinera la mayoría de los cadáveres de los
yihadistas, pero los que logra identificar son conservados y devueltos
a sus familias. Como Argelia, con la Fundación Abdelkader, varios
países crean discretamente canales para repatriar esos cuerpos. Hoy en
día, el Ejército Árabe Sirio aún conserva más de 30 000 cadáveres
identificados que nunca han sido reclamados.
Los países occidentales que inicialmente habían enviado miembros de
sus fuerzas especiales, reclutándolos entre sus soldados con doble
nacionalidad –generalmente musulmanes de origen magrebí–, organizan
sus propios canales para el reclutamiento de yihadistas. En Francia, se
crea una red de reclutamiento en las prisiones, con participación de
mezquitas salafistas. Esos miles de individuos se unen a las decenas
de miles que llegan a Siria desde el “Medio Oriente ampliado”. Aunque
se ignora la cifra exacta de personas que participan en esta guerra, se
estima que el número total de yihadistas locales y extranjeros que
luchan tanto en Irak como en Siria, desde 2011, sobrepasa los 350
000. Esa cifra es superior a los efectivos de cualquier ejército
regular de la Unión Europea y dos veces superior a los del Ejército
Árabe Sirio.
- A través de la televisión saudita al-Safa, el jeque sirio
Adnan al-Arour exhorta a emprender en Siria masacres contra
los alauitas. Este individuo se convertirá en el referente religioso
del llamado “Ejército Sirio Libre”.
El jeque Adnan al-Arour garantiza la unidad ideológica de los
yihadistas como “jefe espiritual del Ejército Sirio Libre”. Este
pintoresco personaje se dirige semanalmente a un amplio público a
través de su propio programa de televisión, caldea los ánimos con
constantes llamados a derrocar al tirano y defiende una visión
patriarcal y autoritaria de la sociedad. Adnan al-Arour va derivando
poco a poco hacia llamados de naturaleza sectaria, en los que exhorta a
masacrar a los cristianos y los alauitas. Este individuo fue
suboficial en el Ejército Árabe Sirio hasta que fue arrestado por
haber violado a varios jóvenes reclutas. Huyó entonces a Arabia Saudita,
donde se convirtió en jeque al servicio de Alá.
- El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos se reúne
en la Casa Blanca, el 13 de junio de 2013. En la foto aparecen
Gayle Smith, directora para el Desarrollo de la Democracia (la persona
de pelo blanco sentada a la derecha) y el miembro de la Hermandad
Musulmana Rashad Hussain (la cuarta persona desde la izquierda).
Aunque participó en esta reunión, el consejero de seguridad nacional,
Tom Donilon, no está en la foto. Pero sí aparece (a la izquierda y con
turbante) el jeque Abdallah ben Bayyah, representante de la Hermandad
Musulmana y segundo de Yussef al-Qaradawi.
Los yihadistas reciben generalmente un armamento básico, disponen de
cantidades ilimitadas de municiones y están organizados en
katibas
–pequeñas unidades de varios cientos de hombres– cuyos jefes reciben
un equipamiento ultrasofisticado, como maletines de comunicación que
les permiten recibir directamente imágenes satelitales sobre los
movimientos del Ejército Árabe Sirio. Se trata por ello de una lucha
desigual en la que el Ejército Árabe Sirio, aunque mucho mejor
entrenado, sólo dispone de armamento anterior al año 2005 –debido al
embargo internacional que le ha sido impuesto– y no tiene ningún tipo
de acceso a datos de inteligencia satelital.
Contrariamente al Ejército Árabe Sirio, cuyas fuerzas y unidades
coordinan sus acciones y se hallan todas bajo la autoridad del
presidente Bachar al-Assad, las
katibas yihadistas se disputan
constantemente entre sí, incluso en pleno campo de batalla, donde
existe gran rivalidad entre diferentes cabecillas que se creen todos
“señores de la guerra”. Pero todos reciben refuerzos, así como el
armamento y las municiones que utilizan, y datos de inteligencia, de un
estado mayor único –el LandCom de la OTAN, situado en la ciudad turca
de Esmirna (Izmir)–, al cual todos deben obediencia. Sin embargo,
Estados Unidos encuentra enormes dificultades a la hora de lograr que
ese sistema funcione ya que numerosos actores internacionales pretenden
realizar operaciones a espaldas de sus demás aliados. Así lo hace
Francia –a espaldas del Reino Unido–, al igual que Qatar, que actúa en
detrimento de Arabia Saudita.
En cuanto el Ejército Árabe Sirio se repliega de un territorio, los
yihadistas que logran ocuparlo “se entierran” construyendo allí
túneles y búnkeres. Cuando los sauditas enviaron al millonario Osama
ben Laden a Afganistán lo hicieron porque era un especialista en obras
públicas, que ya había supervisado la construcción de túneles en
montañas –más exactamente la ampliación del cauce de ríos
subterráneos. Esta vez, expertos de la OTAN especializados en ingeniería
civil son enviados a Siria para supervisar la construcción para los
yihadistas de obras defensivas de proporciones gigantescas.
(Continuará)