domingo, 25 de diciembre de 2016

Pablo Escobar vs. 'El Chapo' Guzmán: una comparativa de los dos mayores capos de la droga

Pablo Escobar vs. 'El Chapo' Guzmán: una comparativa de los dos mayores capos de la droga


En América Latina, dos hombres de diferentes épocas se convirtieron en los más poderosos y peligrosos señores de la droga del mundo. Pablo Emilio Escobar Gaviria y Joaquín Archivaldo Guzmán Loera. Ambos movieron la droga a su antojo, amasaron montañas de dinero y se conviertieron en un dolor de muelas para las autoridades.
Aunque una comparación entre estos dos personajes es complicada porque ni viven en la misma época ni en el mismo país, hay varios puntos en los que sí nos podemos fijar para hacernos a la idea de su poder e influencia, según recoge Business Insider:
Pablo Escobar, también conocido como 'El Patrón' o 'El Rey de la Cocaína', era colombiano y el jefe del cártel de Medellín. Su 'reinado', en el que la principal droga que traficaba era la cocaína, fue desde comienzos de los años 80 hasta 1993. Joaquín 'El Chapo' Guzmán, también conocido como 'El Rápido', es de nacionalidad mexicana y el capo del cártel de Sinaloa, desde 1989 hasta el presente. En cuanto al tráfico de drogas, se movió en distintos mercados, como el de ka marihuana, la cocaína, el éxtasis, la heroína y la metanfetamina.
Crímenes. Al colombiano se le persiguió por tráfico de drogas, secuestro, asesinatos, bombardeos, sobornos, chantaje y blanqueo de dinero. A 'El Chapo' se le persigue por tráfico de drogas, secuestro, asesinato y blanqueo de capitales.
Los rivales. Los de Pablo Escobar fueron el cártel de Cali, Los Pepes y los gobiernos de EEUU y de Colombia. Los de 'El Chapo' son Los Zetas, el cártel del Golfo, el cártel de Juárez, el cártel de Tijuana, el cártel de los Beltrán-Leyva y los gobiernos de México y EEUU.
Los movimientos de la droga. El colombiano, cuya 'sede' se situaba en Medellín, operaba en el Caribe, en México, en EEUU y en algunos países de Europa, como Inglaterra, Francia, Alemania, Italia o España. 'El Chapo' y los suyos llevaban la droga a los mismos sitios que Escobar, pero amplió su mercado a algunos puntos de África: Malí, Senegal, Sierra Leona, Ghana, Nigeria, Angola y Sudáfrica.

Breve resumen de sus vidas

Pablo Escobar nació en el seno de una familia de granjeros humildes, cerca de Medellín. Comenzó su carrera cometiendo crímenes menores pero pronto metió su cabeza en el mundo del narcotráfico y comenzó a vender marihuana. Cerca de 1980, el cártel de Medellín ya movía cientos de millones de dólares gracias a la cocaína que consumía el mercado estadounidense.
Según datos aproximados, se cree que el narco colombiano se llenaba sus bolsillos con 420 millones de dólares cada semana, unos 22.000 millones de dólares al año. El 80% de la cocaína que se consumía a finales de los 80 en todo el mundo tenía el sello del cártel de Medellín.
El 'ruido' que generaba Escobar y los suyos pronto llamó la atención de las autoridades colombianas. Se produjeron multitud de choques entre ambos bandos, lo que dejó lugar a muchos años de violencia en Colombia. Finalmente, el capo acabó en una cárcel... diseñada por él mismo. A pesar de estar preso, el narco seguía con sus operaciones, por lo que el Gobierno decidió volver a por él. Finalmente murió abatido a tiros por la policía (aunque nunca se ha sabido quién fue el autor del disparo).
Por su parte, Joaquín 'El Chapo' Guzmán no fue el primer señor de la droga que salió de Sinaloa, pero sí quizá el más poderoso. Como jefe de esta organización criminal, Guzmán supervisaba el cultivo y la producción de campos de marihuana y de amapolas (de las que se extrae la heroína) de una extensión tan grande como toda Costa Rica. Su red está operativa en 17 de los 32 estados de México. Su droga se ha movido por más de 50 ciudades, muchas en EEUU.
El cártel de Sinaloa a tiene una presencia internacional terrible. Su actividad se ha registrado en Australia, Hong Kong y Filipinas. Según la Agencia de la ONU contra las drogas y el crimen, algunas organizaciones latinoamericanas como el cártel de Sinaloa trabajan para expandir sus operaciones a nuevos mercados a través de nuevas rutas de África y Asia [ver imagen inferior].

LA GUERRA SICOLÓGICA DE LA INVASIÓN A PANAMÁ

LA GUERRA SICOLÓGICA DE LA INVASIÓN A PANAMÁ


​Por ​ JL Rodríguez Pittí
En 1989 Panamá fue objeto de un experimento infame, una estrategia de
manipulación cuidadosamente diseñada y ejecutada con éxito por una
unidad especial de operaciones sicológicas del ejército de los Estados
Unidos. Las estrategias e instrumentos usados les dieron resultados
exitosos cuyos impactos aún afectan la psique del panameño.
Cuando EEUU bombardeó e invadió Panamá, el 20 de diciembre de 1989,
llevaba casi dos años trabajando en una operación de manipulación
sicológica que siguió hasta bien entrado el año 1990 (1) . Los
encargados eran los miembros del 4o Grupo de Operaciones Sicológicas
(4th Psychological Operations, PSYOP), hoy conocido como el 4th Military
Information Support Group, con sede en el Fuerte Bragg en Carolina del
Norte, cuyo lema es “Verbum vincet” (la palabra vencerá).
Los intereses ocultos
Como en toda operación de esta naturaleza (2) , se buscaba influir en
las «emociones, motivaciones, razonamiento objetivo y a la larga en el
comportamiento» de los individuos, grupos y autoridades de ambos
países. A los de Panamá, para que aceptaran la invasión como una
“liberación”; a los de EEUU, para que vieran la guerra injusta a la que
sometían a un país muy pequeño, de menos de 1% de su población, como un
“regalo” de democracia y justicia. Como objetivo no declarado, no sólo
de la operación sicológica, sino de todo el proyecto de invasión, se
quería contrarrestar al Subcomité del Senado sobre Terrorismo, Drogas y
Operaciones Internacionales, dirigido por John Kerry, que desde 1986
sostenía que el gobierno de ese país no había hecho nada en cuanto al
narcotráfico en la región (3) y, desligar a Reagan y a Bush (en pleno
periodo electoral) de las razones que en ese entonces eran desconocidas
por el público y que serían admitidas por la CIA en 1998 (4) : que el
gobierno estadounidense apoyó a los Contra en Nicaragua, inundando de
la droga crack la ciudad de Los Angeles, California para financiarlos.
Operación en la que Noriega los había apoyado.
Podría decirse que para el equipo de especialistas en guerra
sicológica iba a ser un trabajo fácil. Para que lo fuera más, a los
pocos meses de empezar, en febrero de 1989, a Noriega le levantaron
cargos por narcotráfico y lavado de dinero. Con ello era más sencillo
convencer a la opinión pública de EEUU de que se trataba de un
monstruo capaz, él solo, de poner en peligro a los casi 250 millones
de habitantes de ese país. En Panamá, donde Noriega tenía problemas
crecientes, ni siquiera los que hacían negocios con él lo iban a
defender de las acusaciones de EEUU.
Así, antes del conflicto armado, el trabajo involucró la manipulación de
medios (5) (6) de comunicación locales e internacionales, trasmisiones
de radio, por teléfonos y máquinas de fax (no existía el internet, así
que caricaturas, noticias y artículos circulaban como facsímiles);
movimientos de tropas y ejercicios en territorio panameño; y el
aprovechamiento de cada bravuconada de Noriega, como la golpiza a Ford y
el asesinato de su guardaespaldas, la famosa escena con el machete, o la
balacera frente al Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa en la que
murió el infante de marina Robert Paz.
Y durante la guerra (7) , consistió en el uso de volantes, camisetas y
pancartas previamente diseñadas; la deshabilitación de las
transmisiones que se opusieran a la invasión; la publicación en los
periódicos de caricaturas creadas para este conflicto por un tal Tim
Wallace, alias LOBO, que ni siquiera hablaba español pero que usaba muy
bien los elementos de la cultura y la política panameña; noticias
controladas en medios impresos, radiales y televisivos (memorable la
visita a la casa de Noriega donde se mostraban enormes bolsas blancas
con el logo del Banco Nacional de Panamá, llenas de dinero y
parafernalia de la utilizada para la santería, religión que en Panamá
los más conservadores relacionan con la brujería y en Estados Unidos
con el Vudú); el uso de altoparlantes con música estridente o mensajes
leídos por hispanohablantes; las llamadas telefónicas directas con
informaciones o amenazas; la distribución de pancartas alusivas a la
extradición de Noriega o a la bienvenida a las tropas invasoras, tanto
en cartón como en tela; todo el material necesario para lograr que los
miembros del ejército panameño entregaran sus armas y pasaran a formar
parte de la nueva policía, para la que ya se habían diseñado hasta las
placas (con un mensaje alusivo, de orgullo renovado, a los que
aceptaran ser miembros) y los emblemas que siguieron usándose; permisos
para portar armas para ser firmadas por las nuevas autoridades y, para
los más bravos, carnés de afiliación a los boinas negras arnulfistas
con los colores de esa agrupación.
La campaña de manipulación
Tal vez no sabremos nunca si otros actos fueron planificados y su
ejecución dirigida por esta organización para convencer a la opinión
pública de la supuesta justicia de esta guerra no declarada. Lo que sí
sabemos es que Noriega, que en 1970 fue alumno de la Escuela de
Operaciones Sicológicas de la Armada de EEUU en Fuerte Gulick, en
Panamá, no pudo con la avalancha de información y terminó buscando
santuario en la iglesia antes de entregarse a los EEUU, mientras que
los miembros de las Fuerzas de Defensa se rindieron rápidamente.
El panameño común, constantemente manipulado por la televisión
comercial, fue aun menos capaz de enfrentar esta parte sicológica de la
guerra y, a pesar de las imágenes de El Chorrillo incinerado y sus
miles de habitantes desplazados, de los carros aplastados en las calles
y las historias de vecinos de todos los sectores de la ciudad de
Panamá, Colón o Río Hato heridos de bala o muertos por unos muy
eficientes soldados, hoy recordamos las imágenes, que le dieron la
vuelta al planeta, de la gente celebrando la llegada de las tropas
estadounidenses.
Manipulados por una propaganda muy bien tramada, el día después de
Navidad, los canales de televisión controlados por los militares
ocupantes revelaron que Noriega tenía dos días de estar refugiado en la
embajada del Vaticano. No sabemos con certeza por qué demoraron ese
tiempo en revelarlo, pero fue una información mantenida en secreto
hasta ese momento. Las escenas transmitidas, que podemos ver en
internet hoy, muestran el área controlada por tropas estadounidenses en
varios vehículos artillados, sobrevolada por enormes helicópteros de
guerra, y un grupo de personas que se había reunido en el área durante
la tarde, portando pancartas en español y en inglés: “Noriega must be
judged not exiled”; “Asilo no! Justicia”; “Otro Noriega nunca más”;
“Justicia justicia justicia”. Luego, las personas declarando ante las
cámaras de manera contundente sobre la necesidad, no de juzgar a
Noriega, sino de entregarlo: «Pero nosotros no estamos de acuerdo en
que Noriega se quede aquí en Panamá. Si los gringos vinieron por él, se
lo tienen que llevar a él y a los secuaces». A partir de esa
transmisión, la gente comenzó a llegar al área voluntariamente.
Recibieron con gusto (aunque no sólo esa noche y en ese lugar)
camisetas con las banderas de los dos países, mensajes de bienvenida,
paz y agradecimiento por la libertad y la democracia.
Los resultados del experimento
Nadie se preguntó cómo pudo imprimirse ese material a favor de la
invasión, si la circulación de las personas estaba restringida y la
ciudad de Panamá había sido desmantelada por un saqueo general, sin
contar que el país llevaba meses casi detenido, con los bancos cerrados
por un largo embargo internacional, y las imprentas y locales
publicitarios, entre otros comercios no indispensables, cerrados por
falta de dinero.
Preguntas que no se hacían en ese entonces y todavía no se hacen. En la
mente de la mayoría de los panameños siguen grabadas varias ideas, que
persisten a pesar del paso de los años y de otras evidencias.
Por ejemplo, a pesar de tantos libros de tácticas militares publicados
en EEUU en los que se describen las batallas (8) que se dieron en
Panamá y Colón, incluyendo la del antiguo aeropuerto de Paitilla, que
resultó en la mayor cantidad de muertos para los afamados Navy Seals
(9) , la mayoría todavía cree que los estadounidenses no encontraron
ninguna resistencia. Aún con la información conocida de médicos,
enfermeras y otro personal, además de conductores de ambulancias,
carros de bomberos y taxis que pusieron en riesgo su vida, muchos de
ellos heridos o muertos tratando de llegar a los hospitales o
atendiendo las múltiples emergencias que se dieron esa noche de
destrucción, es común que se siga diciendo que durante la invasión el
panameño actuó de manera cobarde.
A pesar de la disponibilidad de tantos videos (hoy en internet) tomados
por el mismo ejército de los EEUU, mostrando la intensidad del
bombardeo al que fue sometido El Chorrillo durante toda la noche,
todavía se repite que las viejas casas de madera de ese barrio fueron
incendiadas por allegados a Noriega al día siguiente. Casas que, en
tiempos de paz, se incendiaban constantemente de forma accidental.
Aunque hoy sabemos que la ubicación de Manuel Antonio Noriega al
momento de iniciarse las hostilidades era conocida por EEUU, que
manejaba sus operaciones de inteligencia para toda la región desde
Panamá, se insiste que los muertos, los miles de desplazados, sobre
todo los de El Chorrillo, pero también los llevados desde Río Hato,
eran necesarios para atraparlo y sacarlo del poder.
Y se sigue creyendo que el repudiado saqueo era inevitable y no el
crimen de guerra que fue, imperdonable para el ejército profesional más
poderoso del mundo, que durante esta ocupación militar tenía la
obligación de realizar las funciones policiales, bomberiles y de otras
organizaciones civiles desmanteladas por ellos desde la primera noche.
Por supuesto, no todos los planes de esta organización funcionaron
debidamente, como fue el caso de la música estridente que usaron para
amedrentar a Noriega, acto que, aunque cautivó al público, fue muy
criticado por diversos expertos militares (10). Sin embargo, la
operación fue tan exitosa que sabemos que mucho de lo que aplicaron en
Panamá fue utilizado en mayor escala, y de forma refinada, en las
guerras siguientes en las que EEUU participó (11).
La reconstrucción de la memoria
En Panamá, es indiscutible que el 4th PSYOP Group logró su cometido de
influir en la mente de la gente para que aún, casi tres décadas
después, vean la invasión y todas sus consecuencias horrorosas como
algo inevitable, y como el regalo de una liberación.
Urge ahora a los panameños reconstruir los hechos, revelar la verdad,
investigar todo lo relacionado con esta guerra no declarada, contar y
nombrar a los muertos, que no pueden seguirse viendo como material
descartable en una lucha de poderes, exaltar a los héroes y corregir el
daño realizado por estas organizaciones dedicadas a la manipulación
sicológica y cultural. Daño más terrible, por sus efectos a largo
plazo, que toda la destrucción causada al país por los bombardeos.

Las realidades del “sueño americano”

Las realidades del “sueño americano”


Por Abel González Santamaría, Granma /Resumen Latinoamericano, 21 diciembre 2016.-Solo quedan unos días para finalizar el 2016. Estados Uni­dos festejó este año el aniversario 240 de su independencia del imperio británico. El documento conocido como la «De­claración de Independencia», promulgado el 4 de julio de 1776, estableció algunos de los principios fundamentales de la nación: «todos los hombres son creados iguales; son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».
Sin embargo, la joven nación no pudo lograr la igualdad proclamada entre sus ciudadanos y tuvo que esperar casi un siglo para declarar la abolición de la esclavitud. El uso indiscriminado de la fuerza caracterizó a casi la totalidad de los go­biernos norteamericanos. De la matanza de la población originaria en las tierras conquistadas para conformar la Unión y la usurpación de territorios hacia el sur, a las guerras impe­riales de los siglos XX y XXI, se ha entronizado la cultura de la violencia. Las posiciones extremas, el odio y el empleo de las armas de fuego se convirtieron en los principales postulados ideológicos de determinados grupos sociales.
La discriminación en Estados Unidos perdura en el tiem­po. Aún persisten tendencias que defienden el «ideal norteamericano» de clase media y alta, conocidos como los «wasp» (acrónimo en inglés de «blanco, anglosajón y protestante»). Generalmente es asociado a los estadounidenses blancos que defienden los valores tradicionales y rechazan la influencia de cualquier etnia, nacionalidad o cultura ajena a la suya.
Pero la realidad es que la sociedad norteamericana es ca­da vez más heterogénea, polarizada políticamente y con una mar­cada desigualdad social. La nación se fue conformando por constantes flujos y oleadas inmigratorias. Constituyen el área más importante de inmigración en el mundo actual. La mayoría abandona sus países natales para cumplir el deno­minado «sueño americano»: igualdad de oportunidades y libertad que permite que todos sus habitantes logren sus ob­jetivos en la vida únicamente con el esfuerzo y la determi­nación, en­contrar un trabajo digno con perspectivas de futu­ro o para mon­tar su propio negocio, adquirir una casa, un au­tomóvil, en fin cualquier bien material que satisfaga sus aspiraciones. En resumen: naces pobre, trabajas duro y te haces rico.
Se debe reconocer que Estados Unidos a primera vista deslumbra a cualquier viajero que visite su territorio. Posee abundantes recursos naturales, una infraestructura desarrollada y una alta productividad. Es líder a nivel mundial en la investigación científica e innovación tecnológica y tiene un elevado desarrollo cultural en el cine, la música, el teatro, el baile, la arquitectura, la literatura y el deporte. Al propio José Martí desde su arribo a Nueva York en 1880, le impactó la nueva etapa de modernidad que experimentaba la nación norteña: «Todo empuja, precipita, exaspera, exacerba, arrastra. Se tiene miedo de quedarse atrás […] Todo es ferrocarril, teléfono, te­légrafo».
Pero Martí también pudo apreciar la desigualdad social entre sus habitantes, la que se fue incrementando con el tiempo. Lo que había proyectado el presidente Lincoln en 1863 de un «gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», realmente se ha convertido en un sistema del «1 %, por el 1 % y para el 1 %». Según el estadounidense Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía, el «sueño americano» es un mito: el 1 % de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida. Los mercados por sí solos no son eficientes ni estables y tienden a acumular la riqueza en las manos de unos pocos, mientras los Estados y gobiernos que siguen los dictados neoliberales dan ventaja solo a los más ricos.
El candidato presidencial demócrata Bernie Sanders publicó en junio del 2016 un artículo en The New York Times, que ilustra la compleja situación social que atraviesa su país:
Casi 47 millones de estadounidenses viven en la pobre­za. Se estima que 28 millones no tienen seguro médico, mientras que muchos otros no poseen seguro suficiente. Millones de personas están luchando con niveles escandalosos de deuda estudiantil. Tal vez por primera vez en la historia moderna, nuestra generación más joven probablemente tendrá un nivel de vida menor que el de sus padres. Es alarmante que mi­llo­nes de estadounidenses pobremente educados tendrán una expectativa de vida menor que la de la generación anterior, a me­dida que sucumben a la desesperación, las drogas y el alcohol.
Diversas leyes y prácticas estadounidenses, sobre todo en materia de justicia penal y de menores, inmigración y segu­ridad nacional, violan derechos humanos reconocidos inter­nacionalmente. Las personas que tienen menos posibilidades de defender sus derechos ante los tribunales o a través del proceso político ―como miembros de minorías raciales y étnicas, inmigrantes, menores, personas de bajos recursos y reclusos― son las más expuestas a sufrir abusos. En Estados Unidos 2,37 millones de personas están encarceladas, lo que representa la mayor población penitenciaria del mundo. Alrededor de 12 millones de personas pasan por cárceles de condado cada año.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, en el 2014 vi­vían en la pobreza 46,7 millones de personas (14,8 % de la población). Los blancos representaban aproximadamente el 77 % de la sociedad, los afrodescendientes el 13 % y los hispanos el 17 %. Sin embargo, solo el 12,7 % de los blancos eran pobres, en contraste con el 26,2 % de los afrodescendientes y el 23,6 % de los hispanos.
También la situación de las mujeres estadounidenses se está deteriorando y los niños viven en un ambiente preocupante. Por cada dólar de salario que reciben los hombres, las mujeres de Estados Unidos reciben 79 céntimos. El porcen­taje de mujeres en situación de pobreza se ha incrementado a lo largo de la pasada década, al pasar del 12,1 % al 14,5 %. La Organización Internacional de Trabajo de las Naciones Uni­das indicó que Estados Unidos es el único país industrializado que no cuenta con una ley general para las prestaciones mo­netarias que se les dan a las mujeres durante la baja por maternidad.
Las minorías en la nación norteamericana también estuvieron en una grave situación en cuanto a la desocupación laboral. Según los datos de la Oficina de Estadísticas Labora­les del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, las tasas de desempleo en junio del 2016 fueron de 4,4 % para blancos, 8,6 % para negros y 5,6 % para hispanos. En los jóvenes entre 16 y 19 años, la situación empeoró. El 14,1% de los blancos de este rango de edad está desempleado; así como el 31,2 % de los negros y el 17,1% de los hispanos.
Existe un gran descenso del nivel de vida de la clase trabajadora en Estados Unidos, que ha experimentado una baja del 10 % en los salarios en los últimos 15 años. El descenso de los in­gresos a los trabajadores, ha creado la percepción que existe en la nación norteamericana de que «los hijos vivirán peor que sus padres».
Otro de los males que amenaza la sociedad norteameri­cana es el incremento del consumo de droga desde el 2007, como la heroína. Un informe publicado en el 2016 por la Ad­mi­nis­tración para el Control de Drogas de Estados Unidos, reveló que la heroína está disponible en grandes cantidades, es usada por un mayor número de personas y causa un nú­mero creciente de muertes por sobredosis. En el 2014 murieron 10 574 estadounidenses por sobredosis de heroína, más del triple de lo registrado en el 2010.
En un informe reciente de la agencia federal para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en el 2015 las muertes por heroína (12 989) superaron a los homicidios con armas de fuego (12 979) por primera vez en la historia del país. En el 2007 los homicidios con armas de fuego causaban aun cinco veces más muertes que la heroína, lo que da una idea de la magnitud de la epidemia en los últimos años de esta sustancia, que sumada a otros opiáceos naturales y sintéticos (drogas ilegales y abuso de medicamentos) provocaron más de 30 000 muertos en el 2015 y se pronostican cifras peores al concluir el 2016.
También la esperanza de vida en Estados Unidos descendió por primera vez desde hace más de dos décadas. El au­mento de las muertes por enfermedades cardiovasculares, dia­betes, sobredosis de drogas y accidentes contribuyó a que en el 2015 empeoraron las expectativas como no lo habían hecho desde la epidemia de Sida de los años 90. En el 2015 se registraron un total de 2,7 millones de muertes, 86 000 más que en el año anterior. La tasa de mortalidad para el total de la población creció un 1,2 % de un año para otro, algo que no ocurría desde 1999.
La compleja situación social provocó que se incrementaran los niveles de inseguridad en todo el país. Jardines de niños, escuelas, universidades, iglesias, centros comerciales, oficinas y lugares recreativos han sido escenarios de sangrientos sucesos. Durante el 2015 se produjeron 372 tiroteos masivos y 367 muertos. Pero no solo hay más asesinatos múltiples que días. También hay más armas de fuego que personas en toda la Unión. Cada 28 horas como promedio muere un afroamericano o un latino en Estados Unidos a manos de la policía o las fuerzas de seguridad.
El número de muertes causadas por el uso abusivo de ar­mas por parte de la Policía estadounidense es cada vez más preocupante. En el 2015, 965 personas murieron disparadas por la Policía y tuvieron lugar 51 675 incidentes con armas de fuego que dejaron 13 136 muertos y 26 493 heridos. También la vida y la seguridad de las propiedades de los ciudadanos se vieron amenazadas por los delitos violentos. De acuerdo con el informe El crimen en Estados Unidos publicado por el FBI en el 2015, se estima que ocurrieron 1 165 383 crímenes violen­tos en todo el país en el 2014, de los cuales 14 249 fueron asesinatos; 84 041 fueron violaciones; 325 802, robos; y 741 291, asaltos a mano armada.
La realidad es que el «sueño americano» se ha convertido en una terrible pesadilla para los estadounidenses y principalmente para los que emigran hacia «la tierra de las oportunidades». En reiteradas ocasiones la comunidad in­ter­nacional, principalmente ante las Naciones Unidas, ha presentado sus preocupaciones por las violaciones de los derechos humanos en Es­tados Unidos; país que solo ha suscrito 18 ins­trumentos internacionales de los 61 existentes relativos a esta materia.
El previsible panorama mundial para los próximos 15 años también es bastante crítico. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó en su informe El Estado Mun­dial de la Infancia 2016, del «panorama desolador» que se prevé para el 2030. Se calcula que 69 millones de niños mo­ri­rán debido a causas evitables, 167 millones de infantes vivirán en la pobreza, 750 millones de mujeres se habrán ca­sado siendo aún menores y 60 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria seguirán sin escolarizar.
Paradójicamente, los principales responsables de esta com­pleja situación, continúan politizando el tema de los derechos humanos. Por cierto, Cuba se ha adherido a 44 ins­trumentos internacionales vinculados al tema y es ejemplo de su cum­plimiento en un mundo cada vez más desigual y violento. Gra­cias a las políticas sociales y económicas de la Revo­lución, creadas por Fidel, seguiremos haciendo realidad, con la guía de Raúl, nuestros sueños de justicia e igualdad social pa­ra to­dos los cubanos.

MUNDO: Hoy tenemos la mayor cantidad de esclavos de la historia

MUNDO: Hoy tenemos la mayor cantidad de esclavos de la historia


Por Marisa Pineau /Resumen Latinoamericano / AnRed / 21 de diciembre de 2016 – Hoy tenemos 27 millones de esclavos en el mundo, la cifra más grande que la humanidad haya conocido en toda su historia. La investigadora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) advierte, además, sobre el riesgo de pensar la esclavitud sólo como coerción de la libertad de movimiento: hoy las cadenas no son necesariamente físicas, muchos millones se encuentran en situación de esclavitud aunque no existan los grilletes.

–Es posible encontrar muchas corrientes que expliquen el origen de la esclavitud. ¿Cuál es para usted su verdadero origen?
–Lo primero que hay que reponer y pensar es que la esclavitud está presente en la historia de la humanidad. Todas las sociedades conocieron algunas o diversas formas de esclavitud. Ese es un punto de partida, tan es así que la palabra “esclavo” tiene que ver con “eslavo”. Si bien habitualmente asociamos la palabra esclavo con los africanos, en el pasado, esclavo y eslavo designaban la misma palabra; de hecho, en inglés, se usa la misma palabra: “slave”. Cuando en América hablamos de esclavos, pensamos en la trata atlántica, en lo que fueron los 350 años de la esclavitud de los africanos en nuestro territorio. En ese sentido, no me parece que la esclavitud tenga un origen en África.
–¿Por qué?
–Porque cuando hablamos de esa esclavitud atlántica tenemos que pensar en la responsabilidad que hubo por parte de Europa y los europeos en llevar adelante el proceso de esclavización de las sociedades africanas. Existió una responsabilidad muy fuerte, demandante y central, de esas sociedades europeas requiriendo y exigiendo esclavos.

–¿Con qué propósito?
–Al hablar de esclavitud es necesario decir otra cosa antes. En aquella época no existía la idea de igualdad entre las personas. Estamos en un sistema en el que la idea de la diferencia existe, y esa diferencia es natural: hay órdenes y jerarquías que son naturales. Que todos somos iguales ante la ley es un concepto moderno y muy contemporáneo. En ese momento, todo el mundo era diferente, con la servidumbre y la esclavitud instaladas, la dominación por la fuerza era habitual y corriente en esas formas en los antiguos regímenes. Ese requerimiento de trabajadores africanos fue central para poner en marcha todo el sistema americano.
–¿Podría detenerse en la descripción de esa puesta en marcha del sistema americano?
–Cuando los europeos fueron al África en el siglo XV, antes de la invasión a América, buscaban fundamentalmente metales preciosos. En los lugares donde no encontraron oro descubrieron que tenían la posibilidad de traficar con personas que eran físicamente muy fuertes, que tenían un conocimiento muy importante de la agricultura –es lo que buscaban para América– y, además, tenían otra cosa a favor para ese sistema: formaban parte de ese viejo mundo, es decir que tenían anticuerpos para las enfermedades europeas. No ocurrió lo mismo cuando encontraron a los pueblos originarios en América, que no estaban preparados biológicamente para enfrentar ciertas enfermedades. Entonces era una posibilidad muy interesante, y donde pudieron la aplicaron y la pusieron en marcha para empezar a hacer este tipo de comercialización. Por eso les cabe una responsabilidad enorme en tanto y en cuanto eran esas sociedades europeas las que conocían todo lo que estaba pasando, conocían el sistema completo, o lo que estaba empezando a pasar en América y en Europa. En ese caso, fue una responsabilidad de los europeos el tráfico de esclavos.
–¿Cuál es ese sistema que conocían las sociedades africanas, al que hace referencia?
–Es bueno decir que las sociedades africanas no estaban aisladas del mundo, y además, aclarar que África no es todo igual: había Estados organizados con muchas diferencias entre sí. África tenía una gran relación con Europa desde tiempos inmemoriales, pero desde el siglo XV esa relación con el Mediterráneo y otras sociedades europeas o con lo que pasaba en la zona del Océano Índico era mucho mayor. Lo que esas sociedades africanas no podían conocer era lo que se estaba armando en América, la colonización europea en América. De ahí que no tuvieran posibilidades de desarrollar algún tipo de estrategia para evitar esa situación de esclavitud. A pesar de ello, desarrollaron resistencias, pero esas resistencias tuvieron más que ver con elegir quiénes serían esclavizados.

–¿Con qué criterios se tomaban las decisiones sobre los esclavizados?
–Hay una elección por parte de los africanos sobre aquellos que eran esclavizados, fundamentalmente los varones mayores, porque las mujeres eran las reproductoras de los productores, y eran ellas mismas productoras agrícolas. La información existente sobre quiénes fueron comercializados nos muestra una diferencia notable entre varones y mujeres, que tiene que ver con los requerimientos europeos pero también con la reproducción del sistema que mantenían los africanos para sí mismos.
–¿En qué situaciones cotidianas se evidencian resabios del apartheid, en África e, incluso, fuera de ese continente?
–Este es un punto interesante para pensar, porque muchas veces se dijo que el sistema capitalista terminaba con todas las formas de esclavitud, y me parece que lo que estamos viendo hoy muestra que esa idea es un prejuzgamiento que no se condice con los datos: hoy en el mundo hay 27 millones de esclavos, en términos nominales es la cifra más grande que la humanidad haya conocido en toda su historia. En ese sentido, me gustaría recuperar que esa lucha contra la esclavitud y contra la trata y todos los instrumentos internacionales destinados a ello surgen de la experiencia africana.

–¿Qué acontecimientos o estrategias de la experiencia africana dan origen a esta lucha?
–Los africanos empiezan a reclamar en esa dirección y son los que van a conseguir, por ejemplo, que después de la Segunda Guerra Mundial se penalice el trabajo forzado. Allí hay una matriz africana de resistencia. Si pensamos en trazar una especie de línea, me parece que muchas veces tomamos la esclavitud como formas de funcionamiento en las cuales las personas no tienen libertad de movimiento. Sin embargo, cuando estudiamos la esclavitud en la etapa moderna, entre el siglo XVI y XIX, vemos que no necesariamente había una cuestión de coerción de la libertad de movimiento; alguien podía estar en situación de esclavitud y tener libertad de movimiento. Esto también lo vemos hoy, las cadenas no son necesariamente físicas, pueden no existir grilletes o cadenas en términos materiales. Hay situaciones del pasado que echan luz a lo que pasa en la actualidad. La definición que se usa internacionalmente, que tiene casi cien años, tiene que ver con esta situación anterior. Según su definición, ser esclavo tiene que ver con ejercer sobre el otro alguna o todas las facultades de la propiedad. Es decir, una persona no necesariamente tiene que estar encadenada para estar en situación de esclavitud, puede que se le impida hacer algún tipo de actividad por su propia libertad. Puede estar viviendo una situación de aparente comodidad y que, sin embargo, ninguna de las cosas que lo rodean le pertenezca.
Hoy tenemos la mayor cantidad de esclavos de la historia–¿Qué formas toma la esclavitud hoy en día?
–Así como no necesariamente una persona que está en situación de esclavitud está inmovilizada, lo que sí vemos relacionado con esa trata atlántica es que la persona sea transportada; siempre hay alguna situación en la que una persona es sacada, extrañada de su lugar de origen. Cuando hablamos de trata de mujeres vemos esta situación en la cual las mujeres están en permanente circulación sin permanecer en un lugar fijo. Hay mucha movilidad. Un segundo lugar donde vemos esta situación de esclavitud –concentrado en temas de género y, más propiamente, en trata de mujeres–, es en el mundo del trabajo. La situación de esclavitud siempre está ligada a ese trabajador que no tiene ningún tipo de derechos o cobertura legal que lo ampare. Es en esos bolsones donde vemos la esclavitud más claramente. Lo vemos en trabajos industriales, en trabajos rurales alrededor del mundo, en situaciones de trabajos industriales que no están dentro de un marco legal y donde, muchas veces, hay traslados masivos de personas para llevar a cabo un trabajo. A veces se verifica claramente –como en talleres textiles de la Ciudad de Buenos Aires–, pero también hay situaciones en las que estas cadenas materiales no existen y es mucho más difícil de verificar y, por consiguiente, de actuar en consecuencia.
–¿Qué cambios relativos a la situación de esclavitud observa en el continente africano?
–África es una palabra que tiene múltiples significados. Es una referencia construida, una referencia en sí misma, como lo es Latinoamérica; hay muchas diferencias regionales entre el Norte, el Sur, el Oeste, el Este, el Centro. Cuando hablamos de esa situación de esclavitud, e incluso de un pasaje de la esclavitud tradicional a las situaciones más contemporáneas en el caso africano, se puede construir un tránsito desde esa etapa donde muchos africanos sufrieron la posibilidad de ser esclavizados y trasladados a América, algo que terminó a mediados del siglo XIX. Hubo otro tipo de enclaves asiáticos, para la zona de la península arábiga, del Asia occidental, y demás. En la época colonial, el desarrollo colonial europeo impuso el trabajo forzado como forma de funcionamiento del sistema capitalista. No se trata de formas que reglaban relaciones de producción de tipo capitalista entre patrón y esclavo.
–¿Entonces, en qué consistían?
–Había una obligación de los africanos varones de trabajar para la construcción y para la creación de infraestructura en las distintas colonias. Ahí tendríamos que establecer diferencias, también. El contexto en el que esto llegó a su máxima expresión fue el del Apartheid en Sudáfrica, donde sí adquirió características peculiares. En nuestros días es muy fuerte ese tránsito de los africanos migrando fundamentalmente hacia Europa, pero también hacia América, hacia la India, en situaciones sumamente penosas, fuera de todo marco de contención, en el agujero negro de la legalidad, de los derechos, de las posibilidades, de los deseos. Y donde funcionan para mantener un sistema que se nutre de ellos; hay allí una cierta continuidad que podríamos construir. También podemos ver casos como el de la isla Lampedusa, en Italia, u otras islas que están recibiendo permanentemente cientos de miles de africanos, sirios, pakistaníes, personas que están huyendo y buscan llegar a Europa, que se les representa como una quimera. Estas situaciones también dan cuenta de este fenómeno.

–¿Por qué?
–Porque estas personas tienen altas posibilidades de entrar en un sistema que los va a esclavizar. Estas zonas opacas que no son visibles, pero existen, como agujeros donde todo es posible que ocurra.
–¿Cómo se dan las dinámicas de esclavización en las economías de enclave en África?
–Las economías de enclave siempre han sido un problema. A veces, se presentan como una forma de modernización para el territorio donde están ubicadas. Son esas ideas que aún perviven aunque con un mensaje tramposo: el del camino ascendente de la modernización. Allí vemos muy instalada la idea del derrame. Durante la época colonial, en África se pensaba que esos enclaves llevarían a una modernización de todo el territorio. En los actuales casos de explotación minera, fundamentalmente en África, hay menos expectativas de que eso se produzca de esa forma. Son lugares donde se desarrolla un tipo de actividad de punta con características peculiares, pero que no necesariamente engloban a la mayoría de la población. Lo que ocurre en las economías de enclave es absolutamente diferente de lo que pasa en todo el resto del territorio, porque esos lugares pueden ser fuertemente extractivos pero no hay allí una lógica de distribución de ganancias. Es una lógica neoliberal sin distribución.
–¿Cómo se cuela esta situación en los conflictos socio-políticos que se viven en Sudáfrica?
–Sudáfrica es la que tiene más prensa en sus conflictos. En el caso sudafricano, se observan situaciones muy distintas. Es una economía minera desde hace más de cien años; la producción de la riqueza local está en las minas. Esa actividad minera es mayormente de capitales locales, lo cual la vuelve una situación particular.

–¿En qué sentido, particular?
–En el sentido de que en esas explotaciones mineras hubo un gran desarrollo de sindicatos, cosa que no necesariamente pasó en otras explotaciones mineras africanas… y eso que hay muchas. Hay sindicatos mineros en distintos lugares que se desarrollaron en la década del ‘50 pero mucho más en el caso sudafricano. Lo que ocurre es que esos sindicatos mineros sudafricanos ya no resultan representativos de los trabajadores mineros locales, entonces se forma lo que podríamos llamar una “burocracia sindical”. Desde ese punto de vista, hay nuevos sindicatos que reclaman, y entonces hay un problema y una tensión en ese sentido. Pero tiene que ver con la lógica del desarrollo de los enclaves y con la posibilidad de hacer una economía más diversificada.
–¿Cómo define esa lógica del desarrollo de los enclaves, a la que se refiere?
–La economía sudafricana es una economía muy diversificada, no es únicamente minera, sino que tiene un sector agropecuario interesante, un sector de servicios interesante, un sector industrial interesante. Pero tiene más relación con conflictos relacionados con la lógica histórica sudafricana. Algo que habría que pensar es la forma que toma el sojuzgamiento, producto de la xenofobia dentro de Sudáfrica. Allí hay muchos trabajadores de otros lugares de África viviendo en territorio sudafricano, que van a esa meca buscando mejores condiciones de vida pero viven en condiciones de esclavitud o fuera de un marco legal que los ampare; terminan sometiéndose y viviendo en situaciones de mucha precariedad.
–En esa lógica de relación económica, ¿es posible identificar cuestiones de índole religioso?
–Tal vez ésa sea una forma de polarizar. En Sudáfrica, eso tiene que ver con lo que la independencia no logró. En el caso sudafricano, como en otros países africanos, se ven las frustraciones de un sistema colonial que supuestamente está terminado pero cuyas ventajas aún no se encuentran. Cuando se pone el acento en lo religioso se busca instalar la idea de que África no puede ser explicada, que lo que sucede ahí es algo distinto, como dice el francés Bayart, como si los africanos no fueran humanos o como si se movieran por lógicas distintas. En segundo lugar, cuando se focaliza en lo religioso, se piensa que estas cosas pasan por lo emocional y no por lo racional; también allí le estamos negando la posibilidad a los africanos de ser racionales. Y por último, ese aspecto se manifiesta en la dificultad de entender qué es lo que pasa.
–¿Y qué pasa, realmente?
–Hay una mezcla de situaciones en las que aparece lo religioso amparando un montón de otras situaciones, y ocluyéndolas. Entonces, si el problema es religioso no puede ser resuelto. Se obvia la complejidad de la situación y, como consecuencia, se anula la posibilidad de que sea resuelto. Aparece la idea de que son premodernos y, entonces, no hay nada que hacer. Esa idea de la jerarquía racial –muy difícil de sostener públicamente hoy– aparece muy tapada pero aparece, y es la que está sosteniendo esta situación. En definitiva, se impide ver de qué manera los africanos están con el mundo.
¿Por qué Marisa Pineau?
La ruta del esclavo
Marisa Pineau habla rápido e incluye muchos niveles de información en cada frase cuando discute sobre esclavitud. Tan es así que no hay lugar para la dispersión, aunque es muy necesario incluir repreguntas que repongan nuevos datos y permitan desentrañar la densidad de sus conceptos. Se formó en la Universidad de Buenos Aires y en el Colegio de México, donde obtuvo el título de Máster en Estudios de África. Investigadora del Instituto de las Culturas (IDECU) y de la Sección Interdisciplinaria de Estudios de Asia y Africa, Pineau es la referente argentina en cuestiones de esclavitud. Como coordinadora del Proyecto Unesco “La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata”, compiló los libros La Ruta del esclavo en el Río de la Plata y Huellas y legados de la esclavitud en las Américas (Prometeo).

Tradiciones de Año Nuevo en todo el mundo y sus orígenes

Hay un nuevo desarrollo en la historia humana que se está produciendo y que no se está contando.Aquí, intentamos explicarlo

Tradiciones de Año Nuevo en todo el mundo y sus orígenes

En muchos países de todo el mundo, el Día de Año Nuevo se celebra el 1 de  enero, con fuegos artificiales y fiestas la noche anterior. Pero este no es el único tipo de celebración de Año Nuevo y no todo el mundo lo celebra el 1 de  enero. 

Año Nuevo Chino y la bestia sedienta de sangre 

Una de las tradiciones más antiguas que todavía se celebra hoy es el Año Nuevo Chino, el cual se cree que se originó hace unos tres mil años durante la dinastía Shang. La fiesta comenzó como una manera de celebrar los nuevos comienzos de la temporada de siembra de primavera, pero más tarde se conectó con el mito y la leyenda. Según se cuenta, hubo una vez una criatura sedienta de sangre llamada Nian- palabra china para "años"-que se aprovechaba de las aldeas cada Año Nuevo. Con el fin de asustar a la bestia hambrienta, los habitantes del pueblo salieron a decorar sus casas con adornos de color rojo, quemaron bambú e hicieron fuertes ruidos. La estratagema funcionó, y los colores brillantes y las luces asociadas a asustar a Nian eventualmente se integraron en las costumbres que todavía se ven hoy en día. Las Fiestas ahora se celebran con buenas comidas, las familias, dinero de la suerte (por lo general en un sobre de color rojo), y muchas otras cosas de color rojo para la buena suerte. Danzas del león y del dragón, tambores, fuegos artificiales, petardos y otros tipos de entretenimiento llenan las calles en este día. El Año Nuevo chino todavía se basa en un calendario lunar que se remonta al segundo milenio antes de Cristo, la fiesta suele ser a finales de enero o principios de febrero en la segunda luna nueva después del solsticio de invierno. Cada año se asocia a uno de los 12 animales del zodíaco: la rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. 

Nowruz y el Año Nuevo persa 

El "Año Nuevo persa ', también llamado Nowruz (o Norooz), es un festival de primavera de 13 días que viene de muy atrás en la antigüedad, aunque muchas de las tradiciones asociadas a ella todavía se celebran en Irán y en otras partes del Medio Oriente y Asia. El festival se celebra en o alrededor del equinoccio de primavera en marzo, y se cree que se originó como parte de la religión de Zoroastro. Los registros oficiales de Nowruz no aparecieron hasta el siglo segundo, pero la mayoría de los historiadores creen que su celebración se remonta al menos hasta el siglo sexto antes de Cristo. A diferencia de muchos otros festivales persas antiguos, Nowruz persistió como una fiesta importante, incluso después de la conquista de Irán por Alejandro Magno en el año 333 antes de Cristo y el surgimiento de un gobierno islámico en el siglo séptimo después de Cristo.

Las celebraciones antiguas del Nowruz se centraron en el renacimiento que acompaña el regreso de la primavera. Las tradiciones incluyen fiestas, intercambio de regalos con sus familiares y vecinos, encender hogueras, tintura de huevos y agua rociada para simbolizar la creación. El Nowruz ha evolucionado considerablemente con el tiempo, pero muchas de sus antiguas tradiciones-en particular el uso de fogatas y colorear huevos- siguen siendo una parte de los hábitos modernos, que se observa en unos 300 millones de personas cada año. 

Año Nuevo Cingalés y Tamil.

Año Nuevo se celebra por los cingaleses de Sri Lanka, mientras que el Año Nuevo Tamil en el mismo día es celebrado por los tamiles de Sri Lanka. El Año Nuevo cingalés (aluth avurudda), marca el final de la temporada de cosecha y se celebra el 13 º o 14 º de abril. Hay una diferencia de tiempo astrológicamente generado entre el año que pasa y el Año Nuevo, que se basa en el paso del sol desde el Meena Rashiya (Casa de Piscis) a la Mesa Rashiya (Casa de Aries) en la esfera celeste. La diferencia de tiempo astrológico entre el Año Nuevo y el paso de los años se celebra con varios rituales budistas y costumbres, así como reuniones sociales y fiestas. El intercambio de regalos, la iluminación de la lámpara de aceite, y la fabricación de leche de arroz son aspectos significativos del Año Nuevo cingalés. En Assam, Bengala, Kerala, Nepal, Orissa, Punjab y Tamil Nadu, los hogares hindúes también celebran el Año Nuevo el 14 º o 15 º de abril.

Antiguo Egipto: Wepet Renpet 

La antigua cultura egipcia estaba estrechamente ligada al río Nilo, y parece que su Año Nuevo se correspondía con su crecida anual. El año nuevo egipcio se producía cuando Sirius-la estrella más brillante en el cielo nocturno-se hace visible por primera vez después de una ausencia de 70 días, que por lo general se producía a mediados de julio, justo antes de la inundación anual del río Nilo, causante de que las tierras de cultivo se mantuvieran fértiles para el próximo año. Los egipcios celebraban este nuevo comienzo con un festival conocido como Wepet Renpet, que significa "apertura del año." El año nuevo fue visto como una época de renacimiento y rejuvenecimiento, y fue honrado con fiestas y ritos religiosos especiales.  

Los recientes descubrimientos en el templo de Mut mostraron que durante el reinado de Hatshepsut, el primer mes del año fue sede de un "Festival de embriaguez." Esta gran fiesta fue conectada al mito de Sekhmet, una diosa de la guerra que había planeado matar a toda la humanidad hasta que el dios del sol Ra la engañó emborrachándola y se quedara inconsciente. En honor de la salvación de la humanidad, los egipcios celebraban con música,  sexo,  juerga y copiosas cantidades de cerveza. 

El Enqutatash etíope 

El año Nuevo etíope se llama Enqutatash y se celebra el 11 ª o 12 ª día de septiembre, dependiendo del año bisiesto. Etiopía utiliza su propio calendario antiguo llamado el calendario Ge'ez. La fecha del Enqutatash marca el final aproximado de tres meses después de las fuertes lluvias. Las margaritas florecen por todos los montes y los campos se transforman en un amarillo brillante. Es un período en el que el viejo bendice a los jóvenes y los jóvenes juegan con la esperanza de nuevas perspectivas. También se ha asociado tradicionalmente con el regreso de la reina de Saba a Etiopía tras su visita al rey Salomón en Jerusalén en el 980 aC aproximadamente. El Enqutatash es una fiesta compartida entre las personas de todas las religiones y casi todas las culturas de todo el país. Grandes celebraciones se llevan a cabo, que comienzan desde la víspera por la quema de un árbol de Navidad hecho de ramas en frente de sus casas. El día real de Año Nuevo comienza con el sacrificio de los animales, la bendición del pan y Tella (una cerveza tradicional).   

La escocesa: Hogmanay 

Los residentes de Escocia marcan la llegada del Año Nuevo con especial pasión en un día de fiesta que llaman Hogmanay que se basa en su historia de las invasiones vikingas, la superstición, y los antiguos rituales paganos. Los orígenes de Hogmanay se remontan a los rituales paganos que marcaban la época del solsticio de invierno. Mezcla de celebraciones romanas del festival de invierno hedonista de las Saturnales y celebraciones  vikingas Yule (el origen de los doce días de Navidad). Estas celebraciones y otras ceremonias han evolucionado a lo largo de los siglos para convertirse en la fiesta Hogmanay que celebran en Escocia hoy. Durante la Edad Media, los festivales de invierno paganos pre-existentes se vieron ensombrecidos por las fiestas de Navidad de los alrededores, y el Año Nuevo se trasladó a coincidir con los días santos cristianos.

Las diversas tradiciones locales que se encuentran en Escocia en relación con las hogueras también se remontan a la antigüedad. En las celebraciones paganas de invierno, el fuego simboliza el resurgimiento del sol, y se cree que aleja los malos espíritus que moran en la oscuridad. Las hogueras siguen desempeñando un papel importante en las celebraciones de Hogmanay, con procesiones de antorchas, hogueras y fuegos artificiales populares en toda Escocia. Otra costumbre conocida como "first footing" dicta que la primera persona en cruzar el umbral de una casa después de la medianoche en la víspera de Año Nuevo va a determinar la suerte del dueño de una casa para el Año Nuevo. El visitante tiene regalos ideales-preferentemente el whisky, el carbón para el fuego, pequeños pasteles, o una moneda-y debe ser un hombre de tez morena. ¿Por qué? La respuesta se remonta al siglo octavo, cuando los vikingos presumiblemente de pelo rubio invadieron Escocia: un visitante rubio no era un buen presagio. 

Otras costumbres y tradiciones

Las costumbres y tradiciones antes mencionadas son sólo una pequeña selección de las celebraciones culturales que tienen lugar en todo el mundo. Pero hay, por supuesto, muchos más.  

En España, es habitual tener 12 uvas en mano cuando el reloj marque las 12 de la medianoche. Una a una se intentan comer en cada campanada que marcan las doce. Si todas las uvas se comen en el plazo de las campanadas, significa buena suerte en el año nuevo.  

En Japón, se llevan a cabo las “fiestas para olvidar el año” para despedir a los problemas y preocupaciones del año pasado y prepararse para un nuevo comienzo.  

En Grecia, la tradicional comida que se sirve es Vassilopitta, un pastel en el que una moneda se oculta dentro, y el que encuentra la moneda en su pedazo de la torta recibirá la buena suerte durante el año que viene. 

En Suecia y Noruega, esconden una almendra  dentro de un arroz con leche que trae buena fortuna. 

En los templos budistas de todo el mundo, gongs son golpeadas 108 veces en la víspera de Año Nuevo, en un esfuerzo para expulsar los 108 tipos de debilidades humanas. 

¿PARA QUÉ GUERRA SE ESTÁ PREPARANDO ALEMANIA?

¿PARA QUÉ GUERRA SE ESTÁ PREPARANDO ALEMANIA?


Como todo el mundo ya habrá notado, desde hace meses aumenta el volumen de los tambores de guerra en el mundo.
Una de las pruebas más claras de ello, la tenemos en Europa, donde países como Alemania, Suecia y Francia, se plantean reintroducir de nuevo el servicio militar, algo que si nos lo hubieran explicado hace unos años, nos habría parecido increíble.
Uno de los ejemplos más claros y alarmantes de ello, lo encontramos en Alemania, un país que de forma inequívoca, vuelve a prepararse para una guerra y se ha embarcado en una campaña de militarización.
capt-sptk-1
Recientemente, la ministra de Defensa germana, Ursula von der Leyen, anunció que Alemania está dispuesta a desempeñar un papel militar más preponderante que en el pasado, justificando dichas maniobras por “las agresivas acciones de Rusia, la guerra en Siria y la escalada de los conflictos en África”.
Ursula von der Leyen
Ursula von der Leyen
Y África parece ser uno de los puntos clave de todo este asunto, tal y como ya indicamos en un artículo de 2015: MERKEL IMPULSA LA RESTITUCIÓN DEL IMPERIALISMO ALEMÁN EN ÁFRICA
Según advierte el columnista de RIA Nóvosti, Vladímir Bychkov, en los próximos años, Berlín tiene la intención de incrementar cuatro veces la financiación al Ejército.
Se prevé que para el 2030 el presupuesto anual de la Bundeswehr, las Fuerzas Armadas alemanas, se convertirá en el tercero más grande del mundo, solo por detrás de EEUU y China, y todo ello enmedio de la creación de un ejército unificado a nivel europeo, evidentemente dirigido por Alemania y Francia.
NATO Holds Noble Jump Exercises Of VJTF Forces
Bychkov advierte que: “Alemania vuelve a empezar la expansión en África, aunque de momento poco notable. Hay planes de establecer bases militares en Namibia, que antes era una colonia alemana. Los franceses ya están preocupados por la penetración de los alemanes en Mali. Sin embargo, el enemigo principal de Alemania ahora es el mismo que hace mil años: Rusia”.
El autor del artículo presta atención a que en el ‘Libro blanco de la política de seguridad alemana y el futuro de la Bundeswehr’ de 2016, se dice que desde el final de la Guerra Fría los países europeos junto con EEUU han creado un “orden pacífico único en Europa”.
“si en un futuro próximo Rusia no cambia radicalmente su enfoque, será un reto para la seguridad de nuestro continente”, cita el autor sobre el documento alemán.
Bychkov recuerda que en la reciente cumbre de la OTAN en Varsovia se decidió colocar en los países bálticos y Polonia las fuerzas militares de cuatro batallones separados.
57326726c46188ca1c8b45c5
Por lo tanto, pronto a Lituania llegarán los soldados alemanes. El diputado del Bundestag del partido ‘La Izquierda’, Gregor Gysi, tiene razón al afirmar que el argumento de la OTAN sobre la “sensación de amenaza de Rusia” es poco convincente: la sensación y la realidad son cosas diferentes, señala el autor.
De hecho, Gysi advierte a Merkel con unas palabras que deberían resonar fuertemente en la cabeza de cualquier alemán: “enviar tropas a la frontera con Rusia significa olvidar la historia”.
Pero para que Alemania pueda convertirse de nuevo en una gran potencia militar de carácter imperialista, antes deberá impulsar cambios en su sociedad, especialmente entre las clases más jóvenes, posiblemente muy alejadas en la actualidad de las viejas ideologías nacionalistas y militaristas tan necesarias para llevar a cabo una maniobra de esta magnitud.
Y para ello, Alemania ha empezado iniciativas propagandísticas, para “poner de moda” otra vez, el militarismo.
Un ejemplo de ello lo tenemos en Die Rekruten, un nuevo reality show del Ejército alemán, destinado a captar a jóvenes reclutas, emitido en Youtube.
captura-vang
Como informa Sputnik, el nuevo docu-reality, llamado Die Rekruten, empezará a emitirse en noviembre y en él se abordará el día a día de doce jóvenes reclutas.
Esta original medida persigue atraer nuevas vocaciones a la carrera militar y conectar con los jóvenes del país.
La ‘nueva arma’ del Bundeswehr para llegar a los más jóvenes estará formada por capítulos de cinco minutos cada uno que se emitirán cada día durante los próximos tres meses.
En los vídeos, doce jóvenes hablarán de su día a día en la Escuela Técnica de la Marina de Parow.
Según ha informado el medio alemán Bild, Die Rekruten (“los reclutas”), contará con un presupuesto de 1,7 millones de euros.
Algunas voces de la oposición, como la del diputado de Los Verdes Tobías Linder, ya han protestado contra esta medida por considerar que supone un gasto innecesario.
“Mientras se descuide el equipamiento del Ejército, las más caras campañas de captación no sirven para nada”, afirmó el político germano en declaraciones recopiladas por el medio.
De momento, son maniobras de moldeamiento social tímidas, que no parecen destinadas a tener demasiado éxito, máxime entre una juventud como la alemana, que como la del resto de países europeos, en su mayoría esté muy alejada de los sentimientos necesarios para aceptar involucrarse en una guerra.
bundeswehr-von-der-leyen-540x304
En ese aspecto, países como Alemania parten con una gran desventaja respecto a países como Rusia, donde entre gran cantidad de jóvenes, el nacionalismo, el orgullo identitario, el seguidismo ciego al líder Putin y la identificación con “su glorioso” ejército, son mucho más acusados que en cualquier país del resto de Europa (excepto quizás, algún país del este como Polonia).
Por otro lado, para impulsar esta militarización de toda una sociedad, hace falta generar un sentimiento de amenaza, o temor a un conflicto.
Al respecto, el Instituto de Investigaciones Sociológicas Forsa realizó una encuesta encargada por la revista Stern, que revela que un tercio de los alemanes tiene miedo a que la tensión que marca ahora las relaciones entre Rusia y Occidente pueda degenerar en una confrontación militar.
Según los datos del sondeo, un 32% de los alemanes, en su mayoría partidarios de la formación euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD), ve posible una confrontación militar con Rusia. Sin embargo, la mayoría de los encuestados, un 64%, no comparte estos temores.
Esto implica que al gobierno alemán aún le queda un largo trecho para infundir esos temores entre la población.
Sea como sea, países como Alemania o Francia parecen empujar en la dirección de la militarización…y posiblemente estén abocados al fracaso con ello, sobretodo si pretenden enfrentarse con Rusia en algún momento…