(CNNMoney) - El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está llevando a cabo un
arriesgado juego con dos de las relaciones económicas más grandes de su
país y que cuestan un total de 1,2 billones de dólares.
La Casa Blanca dijo este miércoles que
Trump decidió no acabar con el TLCAN, el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá, por ahora. En cambio, va intentar renegociarlo.
Trump ha puesto en duda repetidamente el futuro de ese acuerdo comercial, calificándolo como el peor en la historia.
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“Ha sido muy, muy malo para nuestras compañías y para nuestros trabajadores”, dijo la semana pasada.
Pero
aún no está claro qué es exactamente lo que Trump quiere del acuerdo
modificado. Y con las elecciones presidenciales en México, el próximo
año, el tiempo no está de su parte.
Esto es lo que está en juego:
584.000 millones en exportaciones de Estados Unidos
Canadá
le compra más bienes y servicios a Estados Unidos que cualquier otro
país: solo el año pasado exportó 322.000 millones. México no está lejos:
262.000 millones de dólares, el mismo periodo.
Juntos, importan
significativamente más de Estados Unidos que los 28 países de la Unión
Europea combinados (503.000 millones de dólares).
Tanto Canadá
como México compran muchos autos estadounidenses, maquinaria y comida.
También venden bienes similares a Estados Unidos.
14 millones de trabajos en Estados Unidos
Hay un debate sobre cuántos trabajos en Estados Unidos se han trasladado a México debido al TLC o NAFTA.
El
Instituto de Política Económica puso ese número en unos 800.000, entre
1997 y 2013. Pero un reporte no partidista del Congreso, publicado en
2015, encontró que el “TLCAN no causó las enormes pérdidas de empleos
temidas por los críticos".
Lo que es cierto es que el aumento del
comercio y la integración económica significa que ahora hay más puestos
de trabajo en juego. La Cámara de Comercio de Estados Unidos estima que
cerca de 14 millones de trabajos de estadounidenses dependen del TLC con
Canadá y México.
Modelos de compañías de negocio
Convertido
en ley en 1994, el TLC esencialmente eliminó la mayor parte de los
impuestos entre las tres naciones, permitiéndoles un flujo sin fisuras
de bienes y suplementos por todas las fronteras.
Para las
compañías de Norteamérica, y más allá, es una realidad. Millones de
dólares en bienes se mueven a través de las fronteras de esos países
todos los días.
“Durante un cuarto de siglo las empresas
manufactureras han organizado sus cadenas de suministro a lo largo de
las líneas continentales con la suposición de que el costo arancelario
será cero”, dice Edward Alden, un experto en comercio del Consejo de
Relaciones Exteriores.
Si el TLC es renegociado, las cadenas de suministros en ciertos sectores como ropa y autos podrían volverse un caos.
- Patrick Gillespie de CNNMoney contribuyó con este reporte.