Rusia registra la primera vacuna contra el COVID-19.
Este
artículo de opinión, que cuenta la historia detrás de la creación de la
vacuna rusa contra el COVID-19 y pone de relieve la voluntad de Rusia
de cooperar con la comunidad internacional, ha sido rechazado por los
principales medios de comunicación occidentales. Por lo tanto, decidimos
publicarlo sin modificaciones con el objetivo de compartir nuestros
puntos de vista con un público internacional y levantar el bloqueo
impuesto a la información positiva sobre la vacuna rusa contra el
COVID-19. Creemos que esta información es crucial para el esfuerzo
internacional de luchar contra el mayor desafío mundial y nos gustaría
que los lectores decidieran por sí mismos por qué este artículo de
opinión ha sido rechazado. Este material puede ser republicado por
cualquier medio de comunicación, en caso de que les resulte útil
presentar a sus lectores la historia y algunos hechos sobre la primera
vacuna contra el COVID-19 registrada en el mundo. El Fondo de Inversión
Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso) ha, además, lanzado el
sitio web https://sputnikvaccine.com/esp/ para proporcionar información precisa y actualizada sobre la vacuna.
El éxito de Rusia en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 está enraizado en la historia
El momento Sputnik ha ocurrido. La vacuna rusa Sputnik V ha sido lanzada, convirtiéndose en la primera vacuna contra el COVID-19 registrada en el mundo
y evocando recuerdos del impactante lanzamiento del satélite soviético
en 1957 que abrió el espacio a la exploración humana. Esta nueva era no
solo condujo a una competencia, sino también a muchos esfuerzos
colaborativos, incluida la misión conjunta Apolo-Soyuz de Estados Unidos y la Unión Soviética.
La vacuna contra el COVID-19 es la prioridad número uno del mundo y
muchos países, organizaciones y compañías afirman que están cerca de
desarrollarla. A finales de este año, algunos otros países podrían tener
sus propias vacunas. Es importante que las barreras políticas no
impidan que las mejores tecnologías disponibles se utilicen en beneficio
de todas las personas frente al desafío más grave que ha enfrentado la
humanidad en décadas.
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REUTERS / Servicio de Prensa del Ministerio de Sanidad de Rusia
Lamentablemente,
en lugar de examinar la ciencia que existe detrás de la plataforma de
vacunas basadas en vectores adenovirales que Rusia ha desarrollado,
algunos políticos y medios de comunicación internacionales optaron por
centrarse en la política y en los intentos de socavar la credibilidad de la vacuna rusa.
Creemos que ese enfoque es contraproducente y pedimos un cese del fuego
político para las vacunas ante la pandemia de COVID-19.
No es ampliamente conocido en todo el mundo que Rusia ha sido uno de los líderes mundiales en la investigación de vacunas durante siglos.
La emperatriz rusa Catalina la Grande dio el ejemplo en 1768 cuando
recibió la primera vacuna contra la viruela del país, 30 años antes de
que se realizará la primera vacunación en Estados Unidos.
En 1892, el científico ruso Dmitri Ivanovski observó un efecto
inusual mientras estudiaba unas hojas de tabaco infectadas con
enfermedad de mosaico. Las hojas siguieron siendo infecciosas incluso
después de que el científico filtrara las bacterias. Aunque todavía
faltaba casi medio siglo para que el primer virus pudiera verse a través
de un microscopio, la investigación de Ivanovski dio a luz a una nueva ciencia llamada virología.
Desde el descubrimiento de Ivanovski, Rusia ha sido uno de los
líderes mundiales en virología e investigación de vacunas, dando decenas
de científicos talentosos como el investigador Nikolái Gamaleya
que estudió en el laboratorio del biólogo francés Louis Pasteur en
París y abrió la segunda estación de vacunación contra la rabia del
mundo en Rusia en 1886.
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Sputnik /
Nikolái Gamaleya, microbiólogo y epidemiólogo soviético
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Sputnik / Alexey Nikolskiy
La
Unión Soviética siguió apoyando la investigación de virus y vacunas.
Todas las personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial
recibieron vacunas obligatorias contra la poliomielitis, la tuberculosis
y la difteria. En un raro ejemplo de cooperación en la época de la
Guerra Fría, tres destacados virólogos soviéticos viajaron a Estados
Unidos en 1955 para ofrecer oportunidades de pruebas en la Unión
Soviética para una vacuna estadounidense contra la poliomielitis, una
enfermedad mortal que se cobró millones de vidas. Si fuimos capaces de
cooperar entonces, podemos y debemos hacerlo de nuevo ahora.
Décadas de esfuerzos por parte de los científicos rusos y soviéticos
condujeron a la creación de una excelente infraestructura de
investigación, como el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya.
Esta infraestructura va desde una de las más ricas bibliotecas de virus
del mundo, creada con una técnica de preservación única, hasta centros
de cría de animales experimentales. Estamos orgullosos de este legado,
que nos permitió crear la primera vacuna contra el COVID-19 aprobada en
el mundo. Ya hemos recibido solicitudes internacionales para 1.000 millones de dosis
de nuestra vacuna y hemos llegado a acuerdos internacionales para
producir 500 millones de dosis anuales con la intención de aumentarla.
El verdadero secreto
Actualmente, muchos medios de comunicación y políticos occidentales
cuestionan la rapidez de la creación de la vacuna contra el COVID-19 en
Rusia, dudando de su eficacia y autenticidad. El secreto detrás de esta
velocidad es la experiencia de Rusia en la investigación de vacunas.
Desde los años 1980, el Centro Gamaleya ha encabezado el esfuerzo por
desarrollar una plataforma tecnológica que utiliza los adenovirus,
que se encuentran en las adenoides humanas y que normalmente transmiten
el resfriado común, como vectores o vehículos, que pueden engendrar un
material genético de otro virus en una célula. Se extrae el gen del
adenovirus, que causa la infección, y se inserta un gen con el código de
una proteína de otro virus. Este elemento insertado es pequeño, no es
una parte peligrosa de un virus y es seguro para el cuerpo, pero aún así
ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que
nos protegen de la infección.
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Sputnik / Evgeny Biyatov
La
plataforma tecnológica de vectores basados en adenovirus facilita y
acelera la creación de nuevas vacunas mediante la modificación del
vector portador inicial con material genético de nuevos virus
emergentes. Tales vacunas provocan una fuerte respuesta del cuerpo
humano para desarrollar inmunidad, mientras que el proceso general de
modificación de vectores y fabricación de la etapa piloto toma solo unos
pocos meses.
Los adenovirus humanos se consideran unos de los más fáciles de
diseñar de esta manera y por lo tanto se han vuelto muy populares como
vectores. Desde que empezó la pandemia de COVID-19, todo lo que los
investigadores rusos tuvieron que hacer fue extraer un gen codificador
de la espiga del nuevo coronavirus e implantarlo en un vector familiar
de adenovirus para entregarlo en una célula humana. Decidieron utilizar
esta tecnología ya probada y disponible en lugar de ir a un territorio inexplorado.
Los estudios más recientes indican, además, que se necesitan dos inyecciones de la vacuna para crear una inmunidad duradera.
Desde 2015, los investigadores rusos han estado trabajando en un
enfoque de dos vectores, de ahí la idea de utilizar dos tipos de
vectores adenovirales, Ad5 y Ad26, en la vacuna contra el COVID-19.
De esta manera, engañan al cuerpo, que ha desarrollado inmunidad contra
el primer tipo de vector, y potencian el efecto de la vacuna con la
segunda inyección al utilizar un vector diferente. Es como dos trenes
tratando de entregar una importante carga a una fortaleza de un cuerpo
humano que necesita la entrega para empezar a producir anticuerpos.
Necesitas el segundo tren para asegurarte de que el cargamento llegue a
su destino. El segundo tren debe ser diferente del primero, que ya ha
sido atacado por el sistema inmunológico del cuerpo y ya le es familiar.
Así que, mientras que otros fabricantes de vacunas solo tienen un tren,
nosotros tenemos dos.
El método de dos vectores
El Centro Gamaleya usó vectores adenovirales para desarrollar vacunas contra la influenza y contra el síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS). Ambas vacunas se encuentran actualmente en etapas avanzadas de
ensayos clínicos. Estos logros demuestran que los laboratorios rusos no
han perdido tiempo en las últimas décadas, mientras que la industria
farmacéutica internacional a menudo ha subestimado la importancia de la
investigación de nuevas vacunas ante la ausencia de amenazas para la
salud mundial antes de la pandemia de COVID-19.
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Sputnik / Maxim Bogodvid
Otros
países siguen nuestros pasos al desarrollar vacunas basadas en vectores
adenovirales. La Universidad de Oxford está usando un adenovirus de un
mono que nunca se ha usado antes en una vacuna aprobada, a diferencia de
los adenovirus humanos. La compañía estadounidense Johnson &
Johnson está usando el adenovirus Ad26 y la china CanSino, el adenovirus
Ad5, los mismos vectores que el Centro Gamaleya está usando, pero ellos
todavía no dominan el método de dos vectores. Ambas compañías ya han
recibido grandes pedidos de vacunas de sus Gobiernos.
El uso de dos vectores es una tecnología única,
desarrollada por los científicos del Centro Gamaleya, que diferencia a
la vacuna rusa de otras basadas en vectores adenovirales que se están
desarrollando alrededor del mundo. Las vacunas basadas en vectores
adenovirales también tienen claras ventajas sobre otras tecnologías como
las vacunas de ARNm.
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Sputnik / Captura de pantalla/Ministerio de Defensa de Rusia
Las primeras pruebas de la vacuna rusa contra el COVID-19, llevadas a cabo en voluntarios a mediados de junio de 2020
Las posibles vacunas de ARNm, que están siendo sometidas a ensayos
clínicos en Estados Unidos y otros países, no utilizan vectores para su
administración, sino que se basan en una molécula de ARN con el código
de la proteína de coronavirus envuelto en una membrana lipídica. Esta
tecnología es prometedora, pero sus efectos secundarios, especialmente
su impacto en la fertilidad, todavía no se han estudiado a fondo.
Ninguna vacuna de ARNm ha recibido todavía una aprobación regulatoria en
el mundo. Creemos que, en la carrera mundial de vacunas para combatir
el coronavirus, las vacunas basadas en vectores adenovirales serán las
ganadoras, pero incluso en esta categoría la vacuna de Gamaleya lleva la
delantera.
Enfrentando el escepticismo
La vacuna rusa ya está lista y registrada.
Las dos primeras fases de los ensayos clínicos han terminado y sus
resultados se publicarán este mes de acuerdo con los requisitos
internacionales. Estos documentos proporcionarán información detallada
sobre la vacuna, incluyendo los niveles exactos de anticuerpos, tal y
como se muestra en varias pruebas de terceros, así como en la prueba
patentada de Gamaleya, que identifica los anticuerpos más eficaces que
atacan la espiga del coronavirus. También mostrarán que todos los
participantes de los ensayos clínicos desarrollaron un 100% de inmunidad
al COVID-19. Los estudios en hámsteres dorados, animales que
normalmente mueren a causa del COVID-19, mostraron un 100% de protección
y una ausencia de daño pulmonar después de recibir una dosis letal de
la infección. Tras el registro, llevaremos a cabo ensayos clínicos
internacionales en otros tres países. Se espera que la producción masiva
de la vacuna comience en septiembre y ya vemos un fuerte interés
mundial en la vacuna.
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Sputnik / Maxim Bogodvid
El
escepticismo entre los medios de comunicación y los políticos
internacionales ha surgido justo cuando Rusia anunció sus planes para la
producción masiva de la vacuna contra el COVID-19. Cuando hablé con los
medios de comunicación occidentales, muchos se negaron a incluir en sus
historias datos clave sobre la investigación de la vacuna rusa contra
el COVID-19. Consideramos este escepticismo como un intento de socavar
nuestros esfuerzos para desarrollar una vacuna que funcione, que detenga
la pandemia y ayude a reabrir la economía mundial.
No es la primera vez que Rusia se enfrenta a la desconfianza internacional sobre su liderazgo en la ciencia
cuando la política se interpone en el camino de los avances científicos
y pone en peligro la salud pública. Durante el brote de poliomielitis
en Japón en los años 50, las madres japonesas, cuyos hijos morían de
polio, salieron a manifestarse contra su propio Gobierno que había
prohibido las importaciones de la vacuna soviética contra la
poliomielitis por razones políticas. Las manifestantes lograron su
objetivo y la prohibición se levantó salvando las vidas de más de 20
millones de niños japoneses.
Actualmente, la política nuevamente se interpone en el camino de la tecnología rusa que puede salvar vidas en todo el mundo. Rusia está abierta a la cooperación internacional
en la lucha contra esta y futuras pandemias. En palabras de un miembro
de la delegación soviética en la conferencia internacional sobre las
vacunas contra la poliomielitis celebrada en Washington en 1960, quien
en respuesta a las preguntas del público sobre la seguridad de la vacuna
dijo que en Rusia "amamos a nuestros hijos
y nos preocupamos por su bienestar tanto como la gente de Estados
Unidos, o de cualquier otra parte del mundo, se preocupa por sus hijos".
Tras estas palabras, la delegación soviética recibió una ovación de pie
de la audiencia y el trabajo conjunto sobre las vacunas continuó. El
bienestar y la prosperidad de las generaciones futuras es en lo que
tenemos que pensar ahora. Todos los países del mundo deben dejar atrás
la política y centrarse en encontrar las mejores soluciones y
tecnologías para proteger vidas y reanudar la actividad económica.
Nuestra fundación ya ha asegurado asociaciones de fabricación en cinco
países para producir conjuntamente la vacuna rusa. Tal vez en algún
momento, gracias a esta asociación en la lucha contra el COVID-19,
podamos también revisar y abandonar las restricciones por motivos
políticos en las relaciones internacionales, que se han vuelto obsoletas
y representan un obstáculo a los esfuerzos coordinados para hacer
frente a los desafíos mundiales.
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Sputnik / Alexey Nikolsky
El presidente
de Rusia, Vladímir Putin, y Kiril Dmítriev, director ejecutivo del
Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso),
durante una reunión en junio de 2020
Kiril Dmítriev es el director ejecutivo del Fondo de Inversión
Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso), un fondo soberano de
inversión que gestiona 50.000 millones de dólares.
Referencias y enlaces (en inglés)
Página web de la vacuna 'Sputnik V'
Artículo de opinión de Kiril Dmítriev en la revista Newsweek "Lo que Rusia hizo bien sobre el coronavirus y lo que puede compartir con el mundo"
La vacuna del Centro Gamaleya contra el COVID-19
Ensayos clínicos:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04437875
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04436471
La vacuna del Centro Gamaleya contra el ébola
Ensayos clínicos:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03428347
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03072030
Patentes internacionales:
International
patent WO2016130047A1 Immunobiological drug and method for using same
for inducing specific immunity against the Ebola virus
Certificados de registro en el Ministerio de Salud de Rusia:
http://grls.rosminzdrav.ru/Grls_View_v2.aspx?routingGuid=a52736b8-b1ac-408c-a2c1-3fb82c941267&t=
http://grls.rosminzdrav.ru/Grls_View_v2.aspx?routingGuid=a52736b8-b1ac-408c-a2c1-3fb82c941200&t=
http://grls.rosminzdrav.ru/Grls_View_v2.aspx?routingGuid=3974b1cc-27ed-4032-94ec-8c897f2421d3&t=
Publicaciones científicas:
Dolzhikova IV, Zubkova OV, Tukhvatulin AI, et al.
Safety and immunogenicity of GamEvac-Combi, a heterologous VSV- and
Ad5-vectored Ebola vaccine: An open phase I/II trial in healthy adults
in Russia. Hum Vaccin Immunother.
Dolzhikova IV, Tokarskaya EA, Dzharullaeva AS, et al. Virus-Vectored Ebola Vaccines. Acta Naturae. 2017.
Enlaces útiles:
Extracto de Global Advisory Committee on Vaccine Safety meeting on 5-6 June 2019, publicado en the World Health Organization Weekly Epidemiological Record el 12 de julio de 2019
Comunicado
de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia sobre los
ensayos clínicos posteriores al registro de la vacuna rusa contra el
ébola Gam Evac Combi en Guinea
Rusia y Rusal concluyen la vacunación contra el ébola en Guinea
La vacuna del Centro Gamaleya contra el MERS
Ensayos clínicos:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04130594
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04128059
Patente en Rusia:
https://yandex.ru/patents/doc/RU2709659C1_20191219
Publicaciones científicas:
Ozharovskaia TA, Zubkova OV, Dolzhikova IV, et al. Immunogenicity of Different Forms of Middle East Respiratory Syndrome S Glycoprotein. Acta Naturae. 2019;11(1):38-47.
La vacuna del Centro Gamaleya contra la influenza
Ensayos clínicos:
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT04034290
https://clinicaltrials.gov/ct2/show/NCT03651544
Publicaciones científicas:
Tutykhina I, Esmagambetov I, Bagaev A, et al. Vaccination potential of B and T epitope-enriched NP and M2 against Influenza A viruses from different clades and hosts. Publicado el 29 de enero de 2018.
Tutykhina IL, Sedova ES, Gribova IY, et al. Passive
immunization with a recombinant adenovirus expressing an HA
(H5)-specific single-domain antibody protects mice from lethal influenza
infection. Antiviral Res. 2013;97(3):318-328. doi:10.1016/j.antiviral.2012.12.021
Tutykhina IL, Logunov DY, Shcherbinin DN, et al. Development of adenoviral vector-based mucosal vaccine against influenza. 2011. J Mol Med (Berl).
Patentes internacionales:
Patent WO2013129961A1 Recombinant trivalent vaccine against human influenza
Publicaciones generales sobre vacunas basadas en vectores adenovirales
Future Prospects for the Development of Cost-Effective Adenovirus Vaccines, por Cyrielle Fougeroux and Peter J. Holst
Repurposing Adenoviruses as Vectors for Vaccines
Burmistrova DA, Tillib SV, Shcheblyakov DV, et al. Genetic
Passive Immunization with Adenoviral Vector Expressing Chimeric
Nanobody-Fc Molecules as Therapy for Genital Infection Caused by
Mycoplasma hominis. PLoS One. 2016
Shcherbinin DN, Esmagambetov IB, Noskov AN, et al. Protective
Immune Response against Bacillus anthracis Induced by Intranasal
Introduction of a Recombinant Adenovirus Expressing the Protective
Antigen Fused to the Fc-fragment of IgG2a. Acta Naturae. 2014