Jorge Zavaleta Alegre.- El patrimonio funerario en Latinoamérica no ha
sido aún investigado con seriedad. En esta ocasión solo queremos
acercarnos a la creciente dinámica y rentismo de la empresas funerarias
como respuesta a la globalización interna y externa de los países.
El nicho, la tumba y columbario son los nuevos espacios sobre los cuales
trabaja la empresa funeraria con el lucro incesante, casi siempre con
la intermediación de la iglesia o de una institución pública.
La humanidad le debe mucho a la paloma mensajera. En Las Mil y Una
Noches se recuerda un fragmento: “…has de apoderarte, además, de las
cuarenta palomas mensajeras del califa, meterlas en una jaula y
traérmelas también!”.
Las palomas han sido y son un símbolo para representar la vida. En
el Cristianismo se vincula el mensaje que llega a María del nacimiento
de Jesús. Es también una paloma la que le entrega a Noé una ramita de
olivo como un mensaje de que muy cerca había tierra.
Algunos ejércitos continúan entrenando palomas mensajeras, en caso de
que un conflicto bélico provoque un colapso de los sistemas de
comunicación modernos.
En el imperio romano, la paloma daba a conocer a los ganadores de los
juegos olímpicos. Las tropas romanas contaban con palomares que
transportaban en sus campañas bélicas.
Su uso no es exclusivo de la historia clásica. Durante La I y II
Guerra Mundial, las palomas evitaron que las conversaciones fueran
interceptadas. En la historia de la medicina, se sabe que estas aves
transportaban con urgencia, por ejemplo, tubos con muestras de sangre
entre hospitales o laboratorios.
Quien no ha visto una bandada de palomas que cruza el cielo azul de
nuestra infancia. El columbario, voz que proviene del latín columba
paloma, se refiere a compartimentos para palomas y pichones, que en el
presente siglo es un nuevo proyecto de la Iglesia y de las empresas
funerarias que implica negocios muy rentables inspirándose en la
naturaleza, en la vida de las palomas.
Han pasado milenios y el columbario llega a la Amèrica para ofrecer
una alternativa para conservar los recuerdos de las familias que pierden
a sus seres queridos.
La dinámica de la empresa es tan intensa y el mercado ahora ofrece
unir sentimientos muy profundos sobre la familia, que en el siglo XXI
enfrenta la díaspor más intensa de la Historia y en muchos casos la
quiebra y el olvido infinito entre generaciones que migran en busca de
supervivencia.
En este negocio confluyen propuestas de las Empresas Nacionales de Salud
y Administradoras de Fondos de Pensiones. Una lección que ayuda al
desarrollo empresarial de la Iglesia, comienza a descubirse en América
Latina, con un pequeña y ejemplar lección del gobierno municipal que
quiebra el rentismo de un servicio social para fomentar el retorno de
las familias a los lugares que pasaron su infancia.
En la ciudad de Huaylas, a 470 kms al Norte de Lima, en los Andes
Centrales, nevados que cada día pierden altura por el calentamiento
global, el terremoto de 1970 destruyó todo vestigio de vida y las
tumbas de los viejos cementarios.
.En diciembre del 2017, la Municipalidad de Huaylas debe inaugurar un
columbario, que sin duda despierta e inspira el retorno de sus hijos a
reconstitur su pasado, su recuerdo a los familiares perdidos. Es un
concepto inpirado en la vida de las palomas, con el servicio de un
columbario ejemplar.
El liderazgo de Huaylas, incluye un columbario (nido de palomas en
latín) que ofece la oportunidad de renovar la tradición eclesiástica de
tener a nuestros seres queridos en su lugar de origen, no
necesariamente dependiente de la Iglesia.
La Iglesia continúa esta tradición. Parroquias en Estados Unidos
(Washington DC y Canadá reconocen que el columbario da un sentido
familiar, pues ya sea en Navidad, Domingo de Pascua o misas diarias, la
congregación familiar puede estár unida en espíritu y cuerpo.
La Iglesia prohibía la cremación, pero desde el final de 1960 es
permitida. La Iglesia "aconseja vivamente que se conserve la piadosa
costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos". 1983 Código Canónico
de Leyes. "La Iglesia no prohíbe la cremación excepto cuando se elige
por razones que van en contra de las enseñanzas de la Iglesia".
En 1998 la Iglesia Cristiana aceptó los restos cremados para un rito
funerario, pero no permite que las cenizas sean esparcidas en ningún
lugar.
Columbarios ya existen o están en los planes de edificación de varias
parroquias. St. Joseph Richardson, habla desde Washington, que cada año
mueren millones de personas en todo el mundo. Los dos principales ritos
funerarios adoptados por la mayoría son el entierro y la cremación.
El columbario ofrece la posibilidad de conservar los restos de un ser
querido en una nueva institución orgánica, que otorga la licencia que
las cenizas de un ser querido sean protegidas de cualquier contigencia.
Hallazgos arqueológicos indican que en el año 3000 a.C. ya se conocía la
cremación en el Norte de Europa y Asia. Más tarde se fue extendiendo a
Europa.
Los romanos comenzaron a utilizar la cremación alrededor del año 600
a.C. y durante la época del Imperio Romano (27 a.C.-395), esta práctica
se extendió y las cenizas se envasaban en costosas y elaboradas urnas.
La mayoría de religiones (Católicos, Cristianos, Evangélicos, Induistas,
Budistas, etc.) acepta la cremación y consideran que es una decisión de
cada persona.
Los judíos ortodoxos, los cristianos ortodoxos orientales y los
musulmanes todavía tienen prohibido incinerar a sus muertos y hubo
épocas en que incluso estuvo prohibida o castigada.
Las piras funerarias de la época de los griegos llegaron a ser de
notable lujo, considerándose verdaderas obras de arte. El movimiento
moderno de cremación comenzó en 1873, con una exposición en Viena.
En Gran Bretaña, el movimiento contó con el apoyo del cirujano de la
reina Victoria, sir Henry Thompson, quien junto con sus colegas fundaron
la Sociedad de Cremación de Inglaterra en 1874.
El primero en Estados Unidos fue construido por Julius LeMoyne en Pensilvania) en 1874.
En 1963, el papa Paulo VI levantó la prohibición de la cremación y en
1966, permitió a los sacerdotes católicos la posibilidad de oficiar en
ceremonias de cremación.
La Religión Católica aboga por el entierro como la mejor elección, las
religiones del este como el Hinduísmo y el Budismo ordenan el uso de la
cremación. En dichas religiones el cuerpo es visualizado como un
instrumento portador del alma al nacer.
En el Islam, la cremación está prohibida, pues se considera una falta de respeto con el cuerpo humano.
Somos libres del destino de las cenizas, pueden reposar en espacios
habilitados del cementerio, ser esparcidas o guardarse en columbarios,
tenerse en el propio domicilio o incluso hay quien escoge la opción de
realizar un diamante con el carbono que se obtiene de las cenizas del
difunto.
La hidrólisis alcalina, una alternativa a la cremación de cadáveres. Una
alternativa a la cremación de cadáveres que está “ganando adeptos”.
La consideración de que el amor no se crema ni se entierra perdurará
siempre en nosotros, y constituye la idea básica a tener en cuenta para
la elección de cualquier rito funerario.
Cuando en 1963 el Vaticano permitió la cremación de los católicos
difuntos, le abrió las puertas a una práctica en constante expansión.
El Ganges, y Varanasi a su orilla, son lugares sagrados para los
hindúes, por eso, durante todo el año llegan a sus ghats miles de
peregrinos de todas partes del mundo para bañarse en las aguas del río,
liberarse de sus pecados, hacer ofrendas o incinerar a sus seres
queridos (ya muertos, obvio).
Volvemos a Latinoamérica. Empresarios opinan: “Se trata de un negocio
en pleno crecimiento que ha pasado del 10% de los entierros formales en
Lima en el 2010, al 30% en solo cinco años”, informa el diario Gestion.
El negocio de los columbarios representa una alternativa más económica
en comparación con los entierros formales. Por ejemplo, una sepultura
bajo tierra está entre $. 3.500 y $30.000, a diferencia de un entierro
columbario, cuyo costo es de $1,000. La industria funeraria mueve
millones y viene recobrando relativa importancia.
La industria funeraria en el Perú, abarca desde seguros de sepelio,
servicios funerarios hasta camposantos, tiene su eje en las cerca de 200
empresas funerarias solo en Lima, donde habita la tercera parte de los
33 milllones de personas.
Una reflexión final: En las pruebas adversas como en los triunfos
posibles,/ incòlume se agiganta la estatua del amor./ Amor que ennoblece
al hombre, amor que embellece a la mujer,/amor que sublimiza a los
hijos,/ amor que engrandece al mismo Dios. Isaìas Zavaleta Figueroa
(Caraz, 1916-Trujillo,2016), una reflexión sobre la función municipal
que va encontrando un equlibrio entre el rentismo y el servicio social.