Cambio climático: 12 claves de la cumbre de París
24 noviembre 2015
Los representantes de 195 países, la
mayoría de los Estados del mundo, se reúnen en la cumbre del Clima de
París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre. En este encuentro
se tratará de cerrar el primer acuerdo global para intentar frenar el
cambio climático.
¿Qué es el cambio climático?
Los llamados gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido
de carbono (CO2), se acumulan en la atmósfera e impiden que las
radiaciones infrarrojas que emite el planeta al calentarse salgan al
espacio. Esto hace que la temperatura del planeta suba. Estos gases
siempre han estado presentes en la atmósfera. El problema, según el
consenso científico (casi absoluto), es que las actividades humanas han
contribuido a romper el equilibrio existente. La industria, el
transporte y los usos del suelos han aumentado la concentración de estos
gases. Según la según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la
concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó en 2014 las 397,7 partes
por millón (ppm). Antes de la Revolución Industrial era de 278 ppm.
¿Qué consecuencias tiene el cambio climático?
Los científicos del grupo IPCC de la ONU señalaban que si el ser
humano continúa con el ritmo de emisión de gases sin tomar medidas de
mitigación la temperatura media global subirá entre 3,7 y 4,8 grados en
2100 respecto al nivel preindustrial. Además del aumento de la
temperatura y del nivel del mar, los científicos sostienen que también
afectará a los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías
y ciclones. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU
ha analizado 28 fenómenos extremos registrados en el planeta en 2014. Y
concluye que en 14 casos el cambio global ha hecho que sean más
probables o más fuertes.
¿Se puede revertir?
Los científicos del IPCC advierten de que ya existe un cambio
climático comprometido debido a los gases de efecto invernadero que el
hombre ha emitido, sobre todo, desde la década de los setenta del siglo
pasado. Esto hace que no se pueda impedir que la temperatura media
global aumente. La opción que dan es limitar ese incremento a dos grados
en 2100 respecto a los niveles preindustriales, para evitar así grandes
desastres naturales.
¿Qué es la COP21 de París?
La vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP21) es la cumbre en
la que se sientan los 195 países firmantes de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En este tratado
internacional, que data de 1992, se reconocía la importancia del
calentamiento global. Pero ese texto tenía que desarrollarse con medidas
concretas.
¿Qué es el Protocolo de Kioto?
El Protocolo de Kioto, de 1997, fija las metas concretas de reducción
de gases que tienen que acometer los países desarrollados. Pero,
finalmente, solo vinculó a 37 Estados, de los que 28 pertenecen a la
Unión Europea, y que representan el 12% de las emisiones globales. Fuera
se quedaron las principales potencias emisoras: China, al no estar
dentro del grupo de países desarrollados, y EE UU, que no ratificó el
protocolo. Kioto entró en vigor en 2005 y, tras diez años de aplicación,
ha conseguido una reducción del 22% de las emisiones en los 37 países
firmantes, muy por encima del 5% fijado como meta. Pero al no estar las
principales potencias, las emisiones globales han seguido creciendo.
Entre 2000 y 2010, por ejemplo, se incrementaron un 24%.
Lee: El planeta frente a un nuevo pacto climático en la COP21
¿Qué se discute en París?
Un protocolo que sustituya al de Kioto y que se empezaría a aplicar a
partir de 2020. En este caso, la intención es que los 195 firmantes
lleven a cabo políticas de mitigación, es decir, reducciones de
emisiones. Además, se espera que se fije como objetivo que, a final de
siglo, la temperatura global no supere los dos grados, aunque los
Estados más expuestos (como los isleños) quieren bajar esa meta a 1,5
grados.
¿Qué fórmula se ha elegido?
El tratado no impondrá metas individuales de reducción de CO2. Para
intentar no repetir Kioto, con un alcance muy limitado, se ha optado por
otra fórmula: que cada país voluntariamente presente compromisos de
reducción de emisiones, tanto los desarrollados como los que no lo son. A
unos días del inicio de la cumbre, más de 170 lo han hecho. Entre ellos
figuran todas las principales potencias económicas del mundo.
¿Son suficientes los esfuerzos presentados?
No. Según las estimaciones realizadas por la ONU, al extrapolar los
compromisos voluntarios (en los que los Estados fijan metas para 2025 y
2030) el resultado es que la temperatura a final de siglo subirá como
mínimo 2,7 grados, aunque otras organizaciones e instituciones hablan de
hasta cuatro grados. De hecho, la previsión es que hasta 2030 las
emisiones sigan creciendo, aunque a un ritmo menor que en las últimas
décadas. Algunas potencias, como la UE y China, proponen como solución
ante esta brecha que esos compromisos individuales se vayan revisando al
alza cada cinco años e ir acercándose a la meta de los dos grados.
¿Será vinculante el protocolo de París?
Este puede ser uno de los puntos más complicados en la cumbre de
París. La UE apuesta por un protocolo con apartados vinculantes. Por
ejemplo, que lo sean los compromisos de reducción de emisiones que cada
país ha presentado voluntariamente. Sin embargo, la Administración de
Barack Obama podría tener problemas, como ya ocurrió con Kioto, para que
el Congreso y el Senado ratifique un protocolo legalmente vinculante.
La UE ha renunciado ya a que se incluyan sanciones, al considerarlo un
elemento que puede disuadir a algunos países a la hora de firmar el
acuerdo.
¿Qué es la adaptación?
Además de mitigación, en la cumbre también se discuten políticas de
adaptación, es decir, medidas para que los países más vulnerables puedan
prepararse para el cambio climático. Para ello, está prevista la
creación del llamado Fondo Verde para el Clima, que a partir de 2020
cuente con 100.000 millones de dólares anuales. ¿Quién debe aportar?
Esta puede ser otra de las dificultades en París. En teoría, solo los
países considerados desarrollados. Pero fuera de esa categoría se
quedarían potencias como China.
¿Habrá acuerdo?
Es complicado aventurarse. En 2009, con la cumbre de Copenhague, se
levantaron expectativas parecidas a las de París y se fracasó. En esta
ocasión, al margen de que las señales del cambio climático se han
acentuado, parece haber una implicación mayor de las principales
potencias, del G20 en general y de China, EE UU y Alemania en
particular. Los líderes de estos tres países han situado el cambio
climático en su agenda durante el último año.
¿Y si no hay acuerdo?
Si no se cierra, o se cierra un pacto poco ambicioso, no significará
que la lucha contra el cambio climático se pare. Muchos de los
compromisos voluntarios de reducción de emisiones ya los contempla cada
país en su legislación nacional. Sería el caso, por ejemplo, de la UE,
que se ha fijado unas metas concretas para 2030 al margen de la cumbre.
Si no hay acuerdo, quizás, la peor parada sería la ONU y la idea de que
un problema global como el cambio climático puede tener una respuesta
también global.
(Con información de Prensa Latina y Vanguardia.com)