El desarrollo de la pandemia COVID-19 dejó muchas
preguntas sin responder, o con respuestas insatisfactorias. ¿Por qué se
prohibieron los medicamentos eficaces mientras se promocionaba una
hipotética vacuna? ¿Por qué la repentina preocupación de las autoridades
por "salvar vidas"? ¿Por qué las mismas medidas en una docena de
países? ¿Por qué la imposición de bloqueos y cuarentenas cuando la
detección y el tratamiento funcionaban mejor? ¿Por qué se exageró tanto
un virus cuya tasa de mortalidad es comparable a la de una gripe
estacional? ¿Es el SARS-CoV-2 un virus natural, o fue creado en un
laboratorio?
El
presente artículo pretende responder a esas preguntas y, lo que es más
importante, descifrar los verdaderos motivos del espectáculo mundial del
coronavirus.
Las autoridades y la vida

"Quédate en casa, salva vidas"
Todas
las medidas adoptadas por las autoridades en relación con la pandemia
de COVID-19 se centraron en un motivo: "salvar vidas". Este motivo está
en línea con el propósito mismo de las autoridades, cuyo mandato es
protegernos, o eso nos han hecho creer.
Ese es el sello del pensamiento progresista; año tras año, gracias a los
derechos humanos, la democracia, el humanitarismo, el humanismo y el
progreso tecnológico, la barbarie y la muerte se están convirtiendo en
una cosa del pasado. Ahora somos "más amables y gentiles", como dice
Steven Pinker:
"La crueldad como entretenimiento, el sacrificio humano para satisfacer
la superstición, la esclavitud como dispositivo de ahorro de mano de
obra, la conquista como la declaración de la misión del gobierno, el
genocidio como medio para adquirir bienes raíces, la tortura y la
mutilación como castigo rutinario, la pena de muerte por delitos menores
o por diferencias de opinión, el asesinato como mecanismo de sucesión
política, la violación como botín de guerra, los pogromos como salidas
para la frustración, el homicidio como la principal forma de resolución
de conflictos - todos fueron rasgos inconfundibles de la vida
durante la mayor parte de la historia de la humanidad. Pero, hoy en día,
son raros o inexistentes en Occidente, mucho menos comunes en otros
lugares de lo que solían ser, se ocultan cuando ocurren y son ampliamente condenados cuando salen a la luz".
~ Steven Pinker, A History of Violence (Historia de la violencia).
El problema es que esta idílica interpretación no se sostiene ante los hechos duros y tangibles. La siguiente tabla enumera los conflictos del siglo XX y su número de víctimas, y está extraída del libro de David Berlinski, The Devil's Delusion (El espejismo del diablo). La tabla original tiene 3 páginas, así que la reduje para mencionar sólo los conflictos con más de un millón de víctimas.

© Berlinski
Conflictos del siglo XX con más de un millón de víctimas
Incluso con esta limitación, el número total de muertes asciende a más de 177 millones. Además, Devil's Delusion se publicó en 2008, por lo que no enumera los conflictos recientes en países como Irak, Libia, Ucrania o Siria.
¿Cómo conciliamos el supuesto progreso con estos millones de muertes evitables?
Para mantener la ilusión de un comportamiento "más amable y bondadoso",
las autoridades intentan presentar desde un ángulo positivo las
guerras, etiquetándolas como "guerra por la paz", "guerra por la
democracia", "guerra contra el comunismo", "guerra contra el
terrorismo", etc.
Pero estas guerras no tienen nada que ver con los engañosos eslóganes.
Mataron a millones de personas inocentes, fueron injustas, y a menudo
condujeron a regímenes peores que los que reemplazaron. ¿Recuerdan las armas de destrucción masiva
de Iraq, el 11 de septiembre y Bin Laden conspirando desde su remota
cueva afgana; los ataques contra Gadafi y Assad mientras los líderes de
Arabia Saudita y Qatar (dos de los regímenes más regresivos del mundo)
son protegidos desde hace décadas; los francotiradores
en Maidán; el falso incidente en el Golfo de Tonkín; el ántrax que se
utilizó para justificar la primera guerra de Irak, mismo ántrax que en
realidad provino de Fort Detrick?
El siglo XX cuenta la historia de millones de personas inocentes
sacrificadas por las autoridades en el altar de la codicia, las
mentiras, la propaganda y el engaño. Los hechos están aquí, son obstinados y gritan: "No, a las autoridades no les importa nada salvar vidas".
Lo mismo se aplica a la esfera humanitaria. El hambre mata a 9 millones de personas cada año. Eso es 30 veces más que el SARS-CoV-2 y sus supuestas 365.000
muertes (el número de muertes por coronavirus está siendo exagerado;
trataremos este punto más adelante). Erradicar el hambre costaría entre
7.000 y 249.000 millones de dólares. Mientras tanto, los EE.UU. ya han
gastado más de 6 billones de dólares en la crisis del coronavirus. Eso es 24 veces el estimado más alto del costo de erradicar el hambre en todo el mundo.
La esfera de la epidemiología cuenta la misma historia. Durante décadas, la malaria ha matado a unas 500.000
personas cada año (en su mayoría niños) mientras que se dispone de
medicamentos baratos y eficaces. Resolver el problema de la malaria
costaría unos 4.000 millones de dólares al año. En sólo 3 meses, el gobierno de los EE.UU. ha gastado 1.500 veces más en coronavirus que el costo de tratar la malaria.
En la misma línea, cada año la gripe estacional mata entre 300.000 y 500.000 personas sin alarmar a las autoridades en absoluto.
Obviamente, a las autoridades no les importa un comino los millones de
personas que mueren cada año a causa de la malaria, el hambre o la
gripe. Entonces, ¿por qué esta repentina preocupación por supuestamente
"salvar vidas"? ¿Cuál es el verdadero motivo?
Las autoridades y el control
Aunque la preocupación de las autoridades por "salvar vidas" es dudosa
en el mejor de los casos, su sed de control es evidente. Los últimos
años se ha revelado un asombroso aumento de cámaras de vigilancia,
cámaras de velocidad, espionaje masivo a los ciudadanos, aplicaciones
de rastreo, acceso a los teléfonos personales y los datos de correo
electrónico, un mayor uso de microchips
subcutáneos, identificaciones biométricas, tecnologías de
reconocimiento facial, interminables procedimientos de "seguridad" en
los aeropuertos, la prohibición del dinero en efectivo en aras del
rastreo financiero, etc. Todas estas medidas vinieron acompañadas de una
reducción proporcional de las libertades personales.
La vigilancia es sólo una parte de la agenda de control. La presión
legal es otro aspecto, a través de la proliferación de normas,
reglamentos, tratados, leyes, decretos, certificaciones y enmiendas
promulgadas a nivel local, estatal, federal y supranacional, que
conducen al control de todos los detalles de nuestras vidas. La UE es
infame por haber promulgado algunas de las regulaciones más absurdas:
- la prohibición de los secadores de pelo, tostadoras y teteras eléctricas "energéticamente ineficientes".
- es ilegal que las personas coman caballos de compañía, pero aun así se les permite comer otros tipos de caballos
- los niños menores de 8 años no pueden inflar globos
- prohibición de la venta de bombillas incandescentes porque se
consideraba que no eran lo suficientemente eficientes energéticamente
- es ilegal hacer queso de Stilton en el pueblo de Stilton.
- los fabricantes de bebidas prohibidas no pueden alegar que el agua puede prevenir la deshidratación
Esas reglamentaciones desafían el sentido común y claramente no
redundan en beneficio del "bien de la mayoría", lo que sugiere que en
última instancia se trata de controlar por controlar.
De la mano de la presión legal viene una burocracia prepotente que se
manifiesta en una multiplicación de agencias que requieren montañas de
papel para simplemente poseer una casa, un coche, un arma o un negocio.
El aumento de la vigilancia, la normativa y la burocracia son los síntomas del mismo control
creciente ejercido por las autoridades, lo que da lugar a un
sentimiento de opresión entre las masas y, tarde o temprano, esta
opresión desencadena la rebelión.
Las autoridades son muy conscientes y temerosas de las insurgencias.
Cualquier movimiento popular que amenace su poder será detenido por la
infiltración, la subversión, la propaganda, el desgaste y, si es
necesario, por la violencia y los asesinatos. Este último punto
demuestra que, a pesar de su supuesta preocupación por "salvar vidas",
para mantener su control las autoridades están realmente dispuestas a
hacer lo contrario y a sacrificar la vida de innumerables ciudadanos.
Los genuinos levantamientos populares siempre han sido respondidos con violencia por las autoridades. Desde el Domingo Sangriento de Irlanda, cuando soldados británicos dispararon contra 26 civiles desarmados durante una marcha de protesta contra el encarcelamiento sin juicio, hasta los Estados Unidos, donde el movimiento de derechos civiles de Martin Luther King se enfrentó al largo y caluroso verano del 67, cuando los agentes de policía dispararon contra civiles negros y sospechosos de forma indiscriminada, matando a 43 personas.
Pero eso fue hace décadas, y desde entonces las autoridades han mejorado
mucho sus métodos de represión. Por ello, en el último decenio hemos
sido testigos de la militarización de las fuerzas policiales,
con helicópteros, tanques, ametralladoras y francotiradores. La misión
de las fuerzas policiales es "servir y proteger", no a los ciudadanos,
sino a los intereses de las autoridades. Y no se equivoquen, los
intereses de las autoridades suelen estar en conflicto directo con los
intereses del pueblo.
Pero no tenemos que retroceder décadas para encontrar ejemplos de
violencia estatal. En Francia, el movimiento de los chalecos amarillos
lleva 18 meses. Comenzó con la oposición popular a un impuesto adicional sobre el combustible (el combustible ya está gravado con más del 60%
en Francia). Millones de personas se unieron a las marchas y la mayoría
de los ciudadanos apoyan el movimiento. Las autoridades respondieron de
la manera habitual, con balas de goma, gas lacrimógeno, granadas de
destello, porras y cañones de agua. Hasta ahora 24.000 manifestantes de los chalecos amarillos han sido heridos, 24 han perdido un ojo, 5 han perdido una mano y 11 han muerto. 4.000 fueron arrestados, 3.000 de los cuales fueron procesados, y 1.000 de ellos recibieron sentencias de cárcel.

Heridas de los chalecos amarillos
Este tipo de táctica de contrainsurgencia del Estado es, sin embargo, un enfoque arriesgado porque puede crear héroes y mártires y galvanizar a la gente. Algunos levantamientos populares genuinos tuvieron éxito, por ejemplo el contragolpe que devolvió a Hugo Chávez al poder en 2002.
La violencia física sólo llega hasta cierto punto. En lugar de
controlar los cuerpos, es mucho más efectivo controlar las mentes,
porque entonces controlas los cuerpos indirectamente. De esta manera,
los ciudadanos ni siquiera pueden pensar en la idea de rebelión.
Controlar las mentes es el sueño máximo de las autoridades. Una
humanidad compuesta de esclavos, complaciente, pendiente de cada palabra
del gobierno, que acepte todo, incluso lo inaceptable. Robots que hayan
sido despojados de cualquier resto de personalidad verdadera y de
pensamiento o acción independiente.
Haciendo estúpida a la población
Las autoridades han intentado, y a menudo logrado, moldear la mente
humana mediante diversas técnicas. Una forma de controlar las mentes es a
través de la información (mentiras y narrativas): la sobreexposición a
los medios de comunicación dominantes, en periódicos y en pantallas; la
profunda corrupción de la academia y la investigación y; por último,
pero no menos importante, la caída de los niveles de educación combinada
con una creciente propaganda cada vez más adaptada a los jóvenes.

90% de los medios de comunicación de EE.UU. está controlado por seis compañías
Los productos químicos son otra manera de atontar a la población. Por ejemplo, a través de la fluoración del agua potable, que se sabe que reduce el coeficiente intelectual de los niños. En la misma línea, hay una epidemia de autismo (para 2040, se estima que el 10% de los niños nacerán con autismo) asociada a las campañas de vacunación. El plomo es otro culpable, causando el 10%
de las discapacidades intelectuales, y su toxicidad cerebral es
conocida desde hace siglos. A pesar de ello, el plomo se sigue
encontrando en los empastes de los dientes, las cañerías interiores, los
alimentos, la gasolina y el agua, como en Flint, Michigan.
Y no olvidemos el auge de las drogas legales e ilegales, que sólo puede
haber ocurrido con el consentimiento de las autoridades. La llamada
"guerra contra las drogas" es una mera campaña de relaciones públicas
para mantener la ilusión de buenas "autoridades" y eliminar a los
traficantes que no siguen la línea de las autoridades:
Para un estadounidense medio que es testigo del triste espectáculo del
tráfico de drogas en la calle, debe parecer inconcebible que el gobierno
pueda estar implicado en el comercio internacional de las drogas.
Desafortunadamente, los diplomáticos estadounidenses y los agentes de la CIA han estado involucrados en el tráfico de narcóticos a tres niveles:
1) Complicidad casual al aliarse con grupos que participan activamente en el tráfico de drogas;
2) apoyo al tráfico encubriendo a los traficantes de heroína conocidos y tolerando su participación;
3) participación activa en el transporte de opio y heroína.
~ Alfred McCoy, The politics of Heroin: CIA complicity in the Global Drug Trade (Las políticas de la heroína: Complicidad de la CIA en el tráfico de drogas global)
No obstante, los métodos de control de la población enumerados
anteriormente tienen limitaciones. La propaganda acaba colapsando bajo
el peso de sus propias contradicciones, y las sustancias químicas suelen
poder evitarse o mitigarse en gran medida.
Así pues, para las autoridades, la cuestión fundamental sigue siendo:
¿cómo aplicar un control mental profundo e irreversible de la población?
Si bien la propaganda o los productos químicos pueden tener una
influencia significativa en el organismo humano, hay algo mucho más
fundamental que está, hoy en día, al alcance del largo brazo de las
autoridades: nuestro propio código genético. Nuestra mente y
nuestro cuerpo son en gran medida productos de nuestro ADN. Si se puede
modificar adecuadamente el código genético de alguien, se puede cambiar
la forma en que piensa "desde la fuente" por así decirlo. Y una de las
mejores maneras de modificar profunda y duraderamente el ADN humano es
con los virus.
La verdadera naturaleza de los virus
Los virus son uno de los organismos más antiguos, su presencia se atestigua desde hace al menos 550 millones de años. También son, con mucho, los organismos más numerosos de nuestro planeta, con un estimado de 1031 virus sólo en los océanos. Eso es 10 billones más que el número estimado de estrellas en el Universo (1021). Los virus son también, y de lejos, los organismos más diversos, con un estimado de 100 millones de tipos diferentes de virus en la Tierra. Para comparar, hay alrededor de 5.500 especies de mamíferos conocidas en nuestro planeta.
A pesar de esta asombrosa antigüedad, diversidad y cantidad, hasta hace
poco se entendía que los virus tenían una función exclusivamente
patógena: propagar enfermedades, sufrimiento y muerte, en parte debido
al científico Louis Pasteur, quien fue el padre de la teoría de los gérmenes a finales del siglo XIX, que limitaba los gérmenes (incluidos los virus) a esa función.
Esta engañosa teoría prevaleció hasta el advenimiento de la
investigación genética, que hoy en día sugiere que la verdad sobre los
virus podría muy bien ser casi lo contrario de lo que Pasteur afirmaba:
"Uno de los trabajos más impactantes de este siglo fue la publicación
de la secuencia del genoma humano. Aproximadamente la mitad,
posiblemente incluso dos tercios de la secuencia están compuestos por retrovirus endógenos (RVE) más o menos completos y retroelementos (RE) relacionados [...]. El origen
de los RE es discutido como remanentes de antiguas infecciones
retrovirales de la línea germinal que se fijaron evolutivamente en el
genoma.
Alrededor de 450.000 elementos de RVE humanos (RVEH) constituyen
alrededor del 8% del genoma humano y consisten en elementos retrovirales
característicos como los genes gag, pol, env y las
repeticiones terminales largas (RTL) que actúan como promotores. Howard
Temin, uno de los descubridores de la transcriptasa inversa, en 1985 ya
describió elementos endógenos similares a los retrovirus, que estimó en
alrededor del 10% de la secuencia del genoma humano y del ratón.
La cifra real es de alrededor del 45%, como se estima hoy en día. En algunos genes como el gen del inhibidor de la proteína kinasa B (PKIB) determinamos alrededor del 70% de las secuencias relacionadas con el retrovirus. ¿Hay un límite? ¿Podría haber sido el 100%?"
~ Moelling K, 'Viruses and Evolution - Viruses First? A Personal Perspective ' ("Los virus y la evolución: ¿Los virus primero? Una perspectiva personal")
Nuestro código de ADN está literalmente hecho de secuencias virales.
Esta prevalencia de secuencias virales en el ADN humano es asombrosa
incluso cuando sólo se tienen en cuenta las secuencias de virus
conocidas. Esta omnipresencia es confirmada por las numerosas copias de
la misma secuencia viral que se encuentran en todo el genoma humano:
"[...] los humanos, dada la gran proliferación de sitios de inserción
que involucran a esas 30 a 50 familias de virus, y los aproximadamente
200 subgrupos. Si, por ejemplo, miramos sólo a la variante del clon 4-1
de la familia RVEH-E que fue estudiada por Sekigawa en relación con el
LES, el genoma humano contenía 85 copias del virus en varios sitios de integración dentro de diferentes cromosomas. "
~ Frank Ryan, Virolution (Virolución)
Además, la mayoría de las secuencias virales están integradas
en nuestros genes no codificantes. Los genes codificadores son como
músicos, pero en lugar de producir sonido, producen proteínas, que son
los bloques de construcción fundamentales de todas las formas de vida.
Los genes no codificantes juegan un papel aún más fundamental; son como
un director que controla a los músicos, modulando la expresión de los genes codificantes.
Las numerosas secuencias virales que se encuentran en nuestro ADN no son
un arcaísmo genéticamente neutro; ahora se ha demostrado que los virus
endógenos tienen efectos beneficiosos en el huésped:
"En 1996, Roy J Britten, del Instituto de Tecnología de California, pudo enumerar diez ejemplos en los que las secuencias retrovirales endógenas ayudaron a regular la expresión de un gen útil. Siete de los diez ejemplos eran humanos".
~ Frank Ryan, Virolution (Virolución)
Sobre el término "endógeno" utilizado anteriormente: nuestros
antepasados fueron expuestos a un nuevo virus (exógeno = virus
transmisible) e integraron el código de este virus en su propio ADN
(endógeno = virus hereditario). De hecho, los virus endógenos no sólo
tienen efectos beneficiosos como se muestra en la cita anterior, sino
que parece que su presencia es incluso necesaria para que existan formas
de vida:
"[...] cuando Corrado Spadafora, el investigador italiano que ha
realizado tal trabajo pionero en la investigación del cáncer, aplicó un
fármaco de antitranscriptasa inversa en esta fase muy temprana de la
embriogénesis en el ratón, todo el desarrollo cesó en la fase de
cuatro células. Parece que los retrovirus endógenos están jugando un
papel muy profundo, si bien completamente desconocido, en esta etapa
temprana de la embriogénesis de los mamíferos. "
~ Frank Ryan, Virolution (Virolución)
El papel de los virus es tan prominente en el ADN humano que algunos investigadores se preguntan: "¿Son los virus nuestros antepasados más antiguos?"
Para usar una analogía, los virus que infunden nueva información en
nuestro código genético son como una actualización del software. Desde
esta perspectiva, las enfermedades causadas por virus exógenos
son la manifestación física de las luchas del portador para adaptarse a
esta "actualización". En raros casos se produce la muerte: el
ordenador es demasiado viejo, no está preparado para el cambio o es
incapaz de absorber la actualización. Pero como dice el dicho chino, "un
árbol que cae hace más ruido que un bosque que crece". En la mayoría de los casos, la actualización es exitosa y totalmente asintomática:
"Exploramos datos de secuencias no humanas de secuencias de sangre del genoma completo de 8.240 individuos, ninguno
de los cuales fue determinado por alguna enfermedad infecciosa. [...]
mapeamos secuencias de 94 virus diferentes, incluyendo secuencias de 19
virus de ADN humano, provirus y virus de ARN (herpesvirus, anellovirus,
papilomavirus, tres poliomavirus, adenovirus, VIH, HTLV, hepatitis B,
hepatitis C, parvovirus B19 y virus de la gripe) en el 42% de los
participantes del estudio. "
Normalmente, el exovirus se desactiva e integra en nuestro ADN sin
dolor; se ha convertido en un virus endógeno. La nueva información viral
se almacena en nuestro "disco duro" (nuestro genoma). Esta nueva
información (las secuencias de virus endógenos integrados en nuestro
ADN) nos proporciona una mayor complejidad y funcionalidad.
Lo anterior muestra la prevalencia de los virus en nuestro código
genético y el papel vital que desempeñan. Esta perspectiva da un giro
diferente al actual debate sobre si los virus son formas de vida o no.
En realidad, los virus parecen ser más fundamentales que la vida misma;
son los portadores de información (códigos genéticos) de los que surge
la vida biológica. Los virus son más que la vida: son la fuente
misma de la vida; son los precursores de la información, los iniciadores
de las formas de vida.
El virus que altera la mente
Lo anterior muestra el papel fundamental que desempeñan los virus en el
desarrollo y la evolución de la vida, incluida la vida humana. Dieron
forma a nuestros cuerpos, nuestros órganos y nuestras mentes. Desde esta
perspectiva, no es sorprendente que los virus endógenos, e incluso los exógenos, influyan en el comportamiento del huésped.
Hay cierta cantidad de virus conocidos por alterar el comportamiento de los huéspedes animales. La rabia "secuestra" el cerebro y hace que el huésped sea agresivo. Los virus de la familia Baculoviridae
inducen en sus huéspedes cambios tanto en el comportamiento de
alimentación como en la selección del entorno. En los caballos, el Bornavirus es conocido por causar estupor, hiperexcitación, miedo y agresividad.
Los virus también alteran el comportamiento de los humanos:
"Se observan profundos cambios de comportamiento tras la infección
del sistema nervioso central por algunos virus. La irritabilidad, el
insomnio, la hiperactividad y la dificultad de aprendizaje son algunas de las alteraciones del comportamiento que se han descrito tanto en humanos como en animales con infección del sistema nervioso central".
Por ejemplo, la encefalitis
viral suele ser causada en los seres humanos por arbovirus, incluidos
los del Nilo occidental, los virus del herpes y los enterovirus. Los
síntomas incluyen irritabilidad, letargo y convulsiones. En los humanos,
la rabia causa delirio, comportamiento anormal, alucinaciones. Se han encontrado rastros del virus de la borreliosis en un número significativo de pacientes deprimidos y esquizofrénicos. La panencefalitis esclerosante subaguda
es causada por virus del sarampión mutantes que invaden el cerebro. Los
síntomas incluyen un comportamiento extraño, sacudidas musculares y
convulsiones.
Pero no es necesario buscar virus exóticos raros para encontrar efectos que alteren el comportamiento, o incluso efectos positivos de alteración del comportamiento. En 2010, Chris Reiber encontró evidencia de que un virus tan mundano como el virus de la gripe altera el comportamiento de las personas haciéndolas más sociables.
Dado que los virus son el componente activo de las vacunas, no
es sorprendente que se hayan observado cambios en el comportamiento
social humano en respuesta a una vacuna común.
Virus hechos por el hombre
La primera molécula de ADN diseñada fue hecha en 1972 por Paul Berg. Berg combinó el ADN del virus del mono SV40 con el virus lambda. Eso fue hace casi 50 años.
Durante décadas, la ingeniería del virus ha sido una práctica común. El
ingrediente activo en la mayoría de las vacunas modernas es una
secuencia genética extraída de un virus (la secuencia que se considera
inmunogénica pero no patógena). En un documento
publicado hace 19 años se describe la forma en que los virus
modificados genéticamente pueden utilizarse para desarrollar vacunas.
De manera similar, la terapia genética utiliza virus modificados
genéticamente para suministrar genes que pueden curar enfermedades
genéticas. El primer caso de terapia genética exitosa en humanos fue
realizado por Martin Cline en 1980. Más recientemente, en 2004,
se diseñó un virus modificado genéticamente para explotar el
comportamiento egoísta de las células cancerosas y tratar el cáncer.
Los virus creados por el hombre también se utilizan en mamíferos (protección contra la mixomatosis en los conejos), plantas (resistencia a las enfermedades en los naranjos) e insectos, diseñando virus transmitidos por insectos
que tienen la capacidad de modificar los genes de los cultivos en
campos ya plantados. Este virus básicamente transforma los cultivos no
modificados genéticamente en cultivos modificados genéticamente después
de haber sido plantados.
Lo anterior muestra que la ingeniería del virus es ahora común y que los virus naturales pueden alterar el comportamiento. Pero los virus pueden ser creados por el hombre Y alterar el comportamiento. Este es el tema de un artículo publicado en 2011 por un laboratorio de Rostock:
"Los enfoques de la terapia génica tienen un efecto en los
modelos animales de varios trastornos psiquiátricos, incluyendo la
drogadicción, los trastornos afectivos, las psicosis y la demencia, modificando los parámetros de comportamiento mediante intervenciones a nivel molecular y celular. Se utiliza la inyección intracerebral estereotáctica de virus modificados genéticamente".
El SARS-CoV-2, hecho por el hombre

Luc Montagnier recibe el Premio Nobel de Medicina 2008
La
hipótesis según la cual el SARS-CoV-2 "escapó" de un laboratorio
parecía descabellada al principio, pero con el tiempo se ha ido
afianzando debido a algunas pruebas desconcertantes. Hasta el punto de
que un número considerable de reportes en los medios de comunicación
dominantes [1], [2], [3] confirmaron que la inteligencia de EE.UU. estaba investigando la posibilidad de que el virus procediera de un laboratorio.
Luc Montagnier es un científico francés jubilado. Recibió el Premio
Nobel de Medicina en 2008 por su descubrimiento del virus del VIH. Ser
un ganador jubilado del premio Nobel lo hace menos susceptible a ciertas
presiones (cancelación de becas, mala prensa y presión de los
compañeros). A diferencia de la mayoría de sus colegas, él puede decir
lo que piensa, y lo hace.
Montagnier describió el SARS-CoV-2 como un "virus Frankenstein",
creado por el hombre, y que es la combinación de varios tipos de virus.
Según Montagnier, el virus Frankenstein se fabricó a partir de un
coronavirus natural, procedente de un murciélago, pero a este modelo se
le añadieron secuencias muy similares al VIH-1 y al parásito Plasmodium falciparum,
responsable de la malaria. Este punto podría explicar por qué la
hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria, es eficaz contra el
SARS-CoV-2.
A la pregunta: "¿No era el coronavirus natural?" Montagnier respondió: "No, no era natural, era obra de profesionales, de biólogos moleculares, es una obra muy precisa, podríamos llamarla obra de relojero".
Las afirmaciones de Montagnier sobre las inserciones de secuencias de
VIH en el SARS-CoV-2 fueron confirmadas por un artículo titulado "Extraña similitud de las inserciones únicas en la proteína de punta 2019-nCoV con el VIH-1 gp120 y Gag", que tuvo que ser retirado debido a "demasiada presión". Otros dos
prominentes virólogos, a saber, Ruan Jishou, de la Universidad de
Nankai, y Li Huan, de la Universidad de Huazhong, llegaron
independientemente a la misma conclusión.
Judy Mikovits fue directora de laboratorio en el Instituto Nacional de
Cáncer de los Estados Unidos, y fue parte del equipo que fue el primero
en aislar el retrovirus murino XMRV. También trabajó durante varios años
en Fort Detrick, el laboratorio de investigación de armas biológicas
más famoso del Ejército de los EE.UU. Mikovits es una de las pocas que
se ha atrevido a denunciar el escándalo de las vacunas, por lo que posteriormente perdió su carrera, sus ahorros y su reputación. Declaró públicamente que, dado el asombroso número (1.200) de mutaciones entre el nuevo SARS-CoV-2 y el virus fuente del murciélago, el primero tuvo que ser manipulado:
Entrevistador: ¿Cree usted que este virus [SARS-CoV-2] fue creado en un laboratorio?
Mikovits: [...] Eso no puede ocurrir naturalmente.
Alguien no fue a un mercado, a comprar un murciélago, el virus no saltó
directamente a los humanos. No es así como funciona. Eso es una
evolución viral acelerada. Si fuera una ocurrencia natural, tomaría hasta 800 años en ocurrir.
Bruno Coutard es un investigador de IHU Méditerranée Infection, una de
las mayores instalaciones de investigación de virus del mundo. En abril
de 2020, Coutard et al publicaron en Antiviral Research un análisis detallado del SARS-CoV-2:
"En 2019, un nuevo coronavirus (2019-nCoV) que infecta a los humanos ha
surgido en Wuhan, China. Su genoma ha sido secuenciado y la información
genómica se ha publicado rápidamente. A pesar de la gran similitud con
la secuencia del genoma del SARS-CoV y de los CoVs similares al SARS,
hemos identificado un sitio de clivaje peculiar similar a la
furina en la proteína punta de 2019-nCoV, que falta en los otros CoVs
similares al SARS [...] Este sitio de clivaje similar a la furina... puede proporcionar un incremento en la función al 2019-nCoV para una propagación eficiente en la población humana".
En lenguaje sencillo, "incremento en la función"
significa "hecho por el hombre". Según Coutard, es esta intervención
humana la que permitió que un virus zoonótico (murciélago) "saltara" a
los humanos.
El profesor de etiología de la Universidad Nacional de Taiwán, Fang Chi-tai,
ha declarado que el SARS-CoV-2 fue probablemente creado por el hombre.
Hay cuatro aminoácidos más en la secuencia del gen del SARS-CoV-2 que en
otros coronavirus. Según Fang, las mutaciones naturales de los virus
sólo darán lugar a pequeños cambios singulares, por lo que es sospechoso
ver cómo un virus que ha mutado de forma natural adquiere
repentinamente cuatro aminoácidos. Esos aminoácidos podrían haber sido
añadidos artificialmente para facilitar la transmisión viral.
El biólogo molecular checo Dr. Soňa Peková explicó que el SARS-CoV-2 fue creado por el hombre debido a su "sala de control" profundamente modificada:
"[...] cambios masivos de genes y transcripciones, inserciones,
eliminaciones y otros cambios complejos en la magnitud de la sala de
control del ARN SARS-CoV-2, si la naturaleza lo hubiera creado de manera caótica y aleatoria, el virus simplemente perecería porque no podría haber funcionado de manera ordenada".
El científico noruego Birger Sorensen y los científicos australianos
de Adelaida y Melbourne llegaron independientemente a la misma
conclusión: El SARS-CoV-2 está hecho por el hombre porque un virus nunca
antes visto en los humanos no podría adaptarse tan perfectamente a los
humanos:
"Este es un nuevo virus que nunca antes ha estado en los humanos, pero tiene una unión extraordinariamente alta a los receptores humanos, lo cual es muy sorprendente. Está casi perfectamente adaptado a los humanos, no podría hacerlo mejor".
Adiciones artificiales de secuencias de VIH y malaria, un punto de
clivaje similar a la furina, aminoácidos añadidos por diseño, una sala
de control modificada, adaptación extraordinaria a los humanos. Todas
estas piezas de evidencia apuntan a un virus hecho por el hombre. Y,
tengan en cuenta que estas son sólo las pruebas aportadas por los pocos
científicos que se atrevieron a hablar.
¿Creado con qué propósito?
Si el SARS-CoV-2 fue creado por el hombre, la siguiente pregunta es:
"¿Qué características se le dieron al SARS-CoV-2 diseñado en comparación
con sus ancestros naturales?"
Para responder a esta pregunta, comparemos el SARS-CoV-2 con sus
parientes naturales, el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) y el
MERS (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente), que son dos de los pocos coronavirus que pueden infectar a los humanos. También incluiremos en esta comparación la gripe estacional (virus de la gripe).
Transmisibilidad:
La tasa de transmisión (R0) mide el número promedio de personas contaminadas por un solo portador. La R0 para el SARS-CoV-2, es entre 3 y 5. Eso es varias veces más alto que el SARS con una R0 igual a 1.8 y el MERS cuya R0 es menor a 1. De manera similar, la gripe estacional es moderadamente contagiosa; su R0 es alrededor de 1.3.
Patogenicidad: Pruebas masivas en Islandia revelaron que el 50% de los portadores del SARS-CoV-2 son asintomáticos. Esta cifra concuerda con el caso del Diamond Princess, en el que el 75% de los portadores fueron asintomáticos. El SARS y el MERS son marcadamente más patógenicos con sólo el 7-13% y el 25,4%
de los portadores sanos respectivamente. La gripe estacional exhibe una
alta patogenicidad similar con una fracción asintomática de entre el 4 y el 28%.
Mortalidad:
Los países que no realizaron pruebas masivas proporcionan una tasa
de mortalidad inflada artificialmente porque el número de personas
infectadas tiende a ser infravalorado dada la alta proporción de
portadores asintomáticos descrita anteriormente.
Islandia fue uno de los pocos países que realizó pruebas masivas y exhibe una tasa de mortalidad del 0,5%, que es exactamente el mismo número observado a bordo del Diamond Princess. No obstante, este porcentaje tiende a ser sobreestimado porque amalgama "muertos con el SARS-CoV-2" con "muertos a causa del SARS-CoV-2", a pesar de los obvios factores de comorbilidad.
Además, los incentivos
financieros otorgados para las muertes por COVID-19, las casi
inexistentes muertes por gripe estacional este invierno (contabilizadas
en cambio como muertes por COVID-19), las órdenes de no resucitar y los certificados de defunción falsos, contribuyeron a sobreinflar aún más la tasa de mortalidad por COVID-19.
A pesar de estos números sobreinflados, el SARS muestra una tasa de mortalidad mucho más alta (9,5%) y el MERS es 68 veces más mortal con una tasa de mortalidad del 34%. Típicamente, la gripe estacional tiene una tasa de mortalidad del 0,1%, que es comparable con la tasa del SARS-CoV-2 una vez que se dejan de lado los números sobreinflados. .
Efectos neurológicos:
El SARS-CoV-2 muestra un porcentaje sorprendentemente alto de efectos neurológicos. Dependiendo de las fuentes, entre el 36% y el 84% de los pacientes con CoVID-19 muestran efectos neurológicos.
Además, el SARS-CoV-2 induce una amplia gama de síntomas neurológicos:
velocidades cognitivas más lentas de lo normal, pérdida de memoria,
problemas de concentración, confusión, agitación severa, encefalitis,
convulsiones, entumecimiento, derrames cerebrales, mareos, trombosis del
seno venoso cerebral, hemorragia cerebral, dolores de cabeza, pérdida
del gusto y pérdida del olfato.
El SARS también presenta efectos neurológicos, pero su aparición es poco frecuente (alrededor del 2,5%) y su alcance es reducido. Entre el 8% y el 24% de los portadores del MERS muestran síntomas neurológicos, principalmente confusión y convulsiones. La gripe también causa algunos síntomas neurológicos (encefalopatía y convulsiones) en el 5% de los pacientes.
Investigaciones publicadas han revelado que en resonancias cerebrales mejoradas realizadas en pacientes con COVID-19, se observó hipoperfusión frontotemporal en cada uno de los pacientes.
Sugiere que el SARS-CoV-2 podría afectar particularmente a esta región
específica, para la cual la condición más frecuente se llama demencia frontotemporal, siendo uno de sus principales síntomas la obediencia automática. De manera análoga, en los individuos sanos sometidos a experimentos similares a los de Milgram, la obediencia
a las autoridades se asocia con una menor actividad en la región
frontotemporal. En la misma línea, cuando se pide a los sujetos que
tomen una decisión con contenido moral, es el lóbulo temporal el que se activa.
La tabla siguiente recapitula nuestros principales hallazgos:

© Sott.net
Comparación de SARS-CoV-2 con MERS, SARS e influenza
En
este punto, conocemos algunas de las especificidades del probable
SARS-CoV-2 creado por el hombre en comparación con sus parientes MERS,
SARS y, en menor medida, la gripe. Quizás podamos deducir entonces
cuáles fueron los objetivos de los diseñadores del virus.
El SARS-CoV-2 definitivamente no fue diseñado para matar, sino todo lo
contrario, los portadores tenían que permanecer vivos (baja tasa de
mortalidad). Más que eso, se suponía que los portadores debían ser
invisibles (baja patogenicidad) y el virus debía propagarse ampliamente
(alta transmisibilidad).
El SARS-CoV-2 fue diseñado para propagarse amplia y silenciosamente y
llegar al cerebro, afectando la región relacionada con las decisiones
basadas en la moral y la obediencia. ¿Qué pretendían modificar los
diseñadores en los cerebros de los portadores? ¿Era el objetivo del
virus aumentar la obediencia?
Dejemos estas preguntas pendientes por un momento y miremos más de cerca
la Meca de los virus creados por el hombre y el control mental: Fort
Detrick.
Fort Detrick y los virus

Parte de la infraestructura de Fort Detrick
En
los albores de la Segunda Guerra Mundial, los EE.UU. ya eran líderes en
la producción de armas biológicas y químicas, siendo el Arsenal de Edgewood la mayor instalación de armas químicas y biológicas del mundo con un personal de 1.200 investigadores.
En 1943, el desarrollo de armas biológicas y químicas fue transferido a
Fort Detrick. Con el fin de obtener aún más conocimientos sobre las
armas biológicas, los Estados Unidos concedieron inmunidad a destacados científicos nazis como Erich Traub,
un virólogo especializado en la fiebre aftosa, la peste bovina y la
enfermedad de Newcastle. Fue jefe de laboratorio de la principal
instalación de armas biológicas de los nazis en la isla de Riems.
"Meses después de su contrato para la operación Paperclip, Traub fue invitado a reunirse con científicos estadounidenses de Fort Detrick [...].
Traub habló del trabajo realizado en el Instituto de Investigación del
Reich para Enfermedades Virales de los Animales en la Isla de Riems
durante la Segunda Guerra Mundial para los nazis, y el trabajo realizado
después de la guerra allí para los rusos. Traub dio una
explicación detallada de la operación secreta en el Instituto, y sus
actividades allí. Esta información proporcionó el trabajo de campo para
el laboratorio de enfermedades animales de guerra bacteriológica de Fort
Detrick en la isla Plum."
~ Carroll, Michael (2004). Lab 257: The Disturbing Story of the Government's Secret Germ Laboratory. (Laboratorio 257: La perturbadora historia del laboratorio secreto de gérmenes del gobierno) New York: HarperCollins Publishers. pág. 7-8
A cambio de la transferencia de conocimientos sobre armas biológicas a
Fort Detrick, los EE.UU. también proporcionaron inmunidad a los líderes
de la infame Unidad 731, un grupo de investigación japonés encubierto sobre armas biológicas, que practicó la vivisección en vivo y mató a más de 300.000 ciudadanos chinos mediante la guerra bacteriológica.
En la década de 1950, Fort Detrick ya estaba experimentando con un gran número de virus y otros gérmenes:
"Operación Harness", un programa experimental poco exitoso en el que
participaron equipos de microbiólogos estadounidenses, británicos y
canadienses que rociaron agentes virulentos como el ántrax, la brucelosis y la tularemia
sobre las Bahamas, Antigua y Nuevas Hébridas. [...] Otros proyectos de
SOD menos conocidos que se llevaron a cabo antes de la formalización de
una relación con la CIA consistieron en probar los efectos de la intoxicación
por salmonela, los aerosoles de toxina botulínica, el kala-azar (una
enfermedad parasitaria), el linfogranuloma inguinal (un virus similar al
herpes), los pianes y, quizás lo más ominoso de todo, el desarrollo de "la capacidad de inducir cáncer por medios encubiertos".
~ Hank Albarelli, A Terrible Mistake (Un terrible error)
Los experimentos de guerra alemana se llevaron a cabo en sujetos
involuntarios y causaron un número de muertes en países "enemigos",
países del tercer mundo, países "aliados" como Francia
y la población de los EE.UU.; no sólo prostitutas, reclusos o pacientes
mentales, sino "ciudadanos normales", como durante la exposición de
800.000 residentes de San Francisco a la Serratia marcescens.
En 1969, en medio de enormes protestas contra la guerra de Vietnam y de
las crecientes revelaciones sobre el uso del Agente Naranja (creado
por Frederick Hoffman y los bioquímicos de Fort Detrick) y del napalm
contra las poblaciones civiles, el presidente Nixon anunció una supuesta
prohibición del uso de armas químicas y biológicas. Sin embargo, se
trataba de una prohibición falsa, como lo demuestra la convención firmada en 1972:
"Los Estados Unidos limitarán sus investigaciones biológicas a medidas defensivas como la inmunización y las medidas de seguridad".
Básicamente, el único cambio fue que ahora los Estados Unidos tenían
que señalar con el dedo a un presunto bioterrorista para proseguir -o
para "justificar" más tarde- su investigación sobre un arma biológica
determinada. Y eso es exactamente lo que hicieron con la historia del
ántrax de Irak. Irak estaba supuestamente desarrollando armas biológicas de ántrax, una de las excusas
para hacer la guerra en Irak. Fue el mismo ántrax que fue enviado por
correo por "bioterroristas" unas semanas después del 11-S (momento
conveniente para exagerar el frenesí del "malvado terrorista musulmán").

Colin Powell muestra un frasco de ántrax en la ONU
Al final, las investigaciones revelaron que el ántrax no vino de Irak sino de Fort Detrick.
Un hecho inconveniente, pero pronto se encontró un chivo expiatorio
conveniente. Según el FBI, las cartas con ántrax fueron enviadas por un
empleado loco: Bruce Edwards Ivins, un premiado microbiólogo que había trabajado en Fort Detrick durante 18 años.
10 años después, un análisis científico de las cepas de ántrax realizado por la Academia Nacional de Ciencias concluyó que el FBI exageró
la solidez del análisis genético que relacionaba el ántrax enviado por
correo con un suministro mantenido por Bruce E. Ivins. El ántrax era de
Fort Detrick, pero Ivins probablemente no fue el culpable. Ivin murió en
2008, supuestamente por una sobredosis de Tylenol. No se realizó
ninguna autopsia, y el cuerpo fue incinerado pronto. Los muertos no
cuentan cuentos.
Hoy en día, los científicos de Fort Detrick todavía están
llevando a cabo una intensa investigación sobre armas biológicas hechas
por el hombre en general, y los virus diseñados específicamente. Por ejemplo, en 2016, Fort Detrick participó en la investigación sobre el uso de murciélagos y los virus que llevan como armas biológicas. En 2018, Fort Detrick realizó investigaciones sobre el coronavirus MERS, un pariente cercano del SARS-CoV-2.
Fort Detrick también utiliza una tecnología avanzada llamada CRISPR-Cas9
para extraer secuencias genéticas específicas de los virus. Según un documento publicado en 2017, los equipos de Fort Detrick utilizaron esta tecnología para extraer secuencias virales que codifican para un "sitio de furina de clivaje". Casualmente, o no, según algunos investigadores, es
el inesperado sitio de la furina de clivaje que se encuentra en el
SARS-CoV-2 lo que proporciona su inusualmente alta virulencia y
demuestra que es artificial.
Arriba se muestra la extensión de la investigación pública que
emana de Fort Detrick. Siendo un sitio militar estrechamente ligado a la
CIA, donde el secreto es primordial, Fort Detrick y los laboratorios
asociados alrededor del mundo operan dentro de redes cerradas de
comunicación y publicación.
Fort Detrick y el control mental
Paralelamente a la investigación y el diseño de armas biológicas, Fort Detrick está muy involucrado en el control mental.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, los métodos incluyeron el uso de
varias drogas (heroína, mescalina, LSD, MDMA, THC sintético y morfina),
polígrafo, terapia de electrochoque, el uso de "ayudas mecánicas",
lobotomías, hipnotismo, fatiga, aislamiento, privación sensorial y
tortura.
MKULTRA es el programa de control mental más conocido debido a las
revelaciones sobre los horribles experimentos llevados a cabo por Sydney
Gottlieb, químico de la CIA y jefe de algunos experimentos de control mental en Fort Detrick, y el Dr. Ewen Cameron
del Allan Memorial Institute en Montreal. Pero esto era sólo la punta
del iceberg; los experimentos expuestos eran sólo parte del subproyecto
68, uno de los 144 subproyectos contenidos en MKULTRA.
MKULTRA se ramificó en muchas "avenidas
adicionales de control del comportamiento humano, incluyendo radiación,
electrochoque, varios campos de la psicología, psiquiatría, sociología y
antropología, grafología, sustancias para el acoso y dispositivos y
materiales paramilitares".

Una niña como sujeto de los experimentos de MKULTRA
Luego
de que el subproyecto 68 fuera expuesto, MKULTRA fue oficialmente
interrumpido en 1964. La verdad es que no terminó en 1964; simplemente
fue reetiquetado como Proyecto MKSEARCH.
Además, MKULTRA fue sólo uno de los numerosos programas dedicados al
control mental; otros programas conocidos son ARTICHOKE, Bluebird,
QKHILLTOP, Chemical Corps, MKNAOMI, MKSHADE. Todos se dedicaron a
"entender" la mente humana y a encontrar todas las formas posibles de
controlarla.
El objetivo final de los experimentos de control mental llevados a cabo
en Fort Detrick y sus innumerables organizaciones satélites
(laboratorios, hospitales, compañías de biotecnología, compañías
farmacéuticas y prisiones) fue mejor expresado en 1952, cuando Paul
Gaynor, jefe del Servicio de Investigación de Seguridad de la CIA,
describió el propósito de ARTICHOKE:
[Gaynor] planteó la última pregunta del proyecto al jefe de la Oficina Médica de la CIA: "¿Podemos
obtener el control de un individuo hasta el punto de que haga nuestra
voluntad en contra de la suya e incluso en contra de tales leyes
fundamentales de la naturaleza [como] la autopreservación?
Los dos principales temas de investigación en Fort Detrick, a saber, las
armas biológicas y el control mental no estaban compartimentados. Según
la misma admisión
de la CIA al Departamento de Justicia de los EE.UU. durante la
investigación de 1975, MKULTRA, centrado en Fort Detrick, asoció los
materiales biológicos con el control mental:
Las actividades [de MKULTRA] que se ocupaban de la investigación y el desarrollo de materiales químicos, biológicos y radiológicos capaces de ser empleados en operaciones clandestinas para controlar el comportamiento humano.
Esta asociación está confirmada por la documentación de experimentos que
asocian las enfermedades infecciosas con el comportamiento humano,
realizados ya en 1959:
ccMilwaukee (AP) - La CIA reclutó a científicos de la Universidad de
Wisconsin para dos experimentos entre 1959 y 1962, según informó el Milwaukee Journal
en su edición de hoy. Los documentos obtenidos por el periódico indican
que los administradores de la universidad pueden no haber sido
informados de la participación de la CIA en los proyectos de
investigación. Sin embargo, los documentos muestran que los
investigadores conocían el patrocinio de la CIA y los objetos de la
investigación. Los experimentos involucraban enfermedades infecciosas y comportamiento humano.
~ Glenn E. Tagatz, ENIGMA: A Veteran's Quest for Truth (ENIGMA: La búsqueda de un veterano por la verdad)
Sydney Gottlieb era un estudiante de doctorado bajo la supervisión de Ira Baldwin en la Universidad de Wisconsin. El Dr. Ira Baldwin
eventualmente presidiría el Departamento de Bacteriología de la
universidad antes de convertirse en el director de investigación
científica de Fort Detrick.
Lo anterior muestra que la convergencia entre las enfermedades
infecciosas y la investigación del comportamiento humano comenzó hace
más de 60 años. Desde entonces ambos campos de investigación han hecho
un tremendo "progreso".
Un artículo mencionado anteriormente describe los virus modificados genéticamente para alterar el comportamiento,
publicado en 2011 por un equipo de Rostock. Si un modesto laboratorio
en Rostock pudiera publicar un artículo sobre un virus de ingeniería que
altera la mente en 2011, pueden imaginar lo que Fort Detrick es capaz
de crear en secreto actualmente.
Hoy en día, Fort Detrick prospera como la principal base del ejército de
los EE.UU. para la investigación biológica y el control de la mente,
empleando a casi 8.000 personas
en 600 edificios en 13.000 acres. En los últimos 70 años ha invertido
miles de millones de dólares en control mental y en la ingeniería de
virus.
¿Hecho en China o hecho en EE.UU.?
El laboratorio de nivel 4 de Wuhan es una instalación civil que
investiga tratamientos contra los virus existentes, mientras que Fort
Detrick es la instalación militar de armas biológicas más grande del
mundo, y una de sus actividades principales es la creación de nuevos
virus artificiales. El SARS-CoV-2 es un nuevo virus y, como se muestra
arriba, es probable que haya sido creado por el hombre.
La creación del laboratorio de Wuhan en 2015
palidece en comparación con Fort Detrick y sus décadas de actividad en
armas biológicas y control mental. El único argumento a favor de un
SARS-CoV-2 diseñado en Wuhan es la ubicación del "paciente cero", que
supuestamente se encontró en un mercado de Wuhan en diciembre de 2019.
Esta idea fue pronto desacreditada por un artículo que sugería que el mercado de Wuhan no era el lugar de origen de la epidemia.
Si bien no hay ningún paciente cero en Wuhan, una serie de misteriosas
epidemias cerca de Fort Detrick preceden, por meses, al brote de Wuhan.
El 2 de julio de 2019, una misteriosa epidemia respiratoria
afectó a la comunidad de Greenspring Senior Living, ubicada en
Springfield, Virginia, que está a sólo 80 km de Fort Detrick. Retrospectivamente, los síntomas
descritos son muy parecidos a los del SARS-CoV-2. Las estadísticas
epidemiológicas (para los ancianos) también son similares a las del
SARS-CoV-2; con 263 residentes, 63 se enfermaron y 3 murieron.
Las pruebas de laboratorio
realizadas por el CDC no identificaron una causa específica para la
misteriosa enfermedad respiratoria. Recuerde que, en ese momento, el
SARS-CoV-2 era desconocido (por lo tanto, indetectable) ya que su descubrimiento oficial fue anunciado el 9 de enero de 2020 por la OMS.
Springfield no fue un caso aislado. Virginia informó de un aumento inusual de enfermedades respiratorias localizadas en 16 grupos geográficos que duró, al menos, hasta diciembre de 2019 y afectó a los típicos pacientes de COVID-19: "La mayoría de los reportes han ocurrido entre adultos mayores y aquellos con condiciones médicas crónicas en centros de vida asistida y de cuidado a largo plazo".
El 26 de julio, 24 días después del brote de Springfield, surgió en
Illinois y Wisconsin otro misterioso síndrome respiratorio, rápidamente
atribuido a cigarrillos electrónicos, con 8 personas hospitalizadas debido a síntomas que, una vez más, recuerdan al COVID-19: "Los escáneres y rayos X mostraron inflamación o hinchazón en ambos pulmones [...] La gravedad del estado de salud ha variado, y algunos pacientes han necesitado ayuda para respirar".
Los escáneres pulmonares de los pacientes mostraron la "sombra de cristal" típica de COVID-19.
En los meses siguientes, el "síndrome de los cigarrillos electrónicos" se extendió rápidamente a otros estados de EE.UU.
Llegó a 908 casos y 3 muertes hasta el 20 de septiembre. El aumento
exponencial de los casos es claramente evocador de una enfermedad
contagiosa:

Casos de enfermedad pulmonar asociada a los cigarrillos electrónicos en Estados Unidos
Si
esta misteriosa enfermedad respiratoria se debe a los "cigarrillos
electrónicos", ¿cómo explicamos que comenzó en el noreste de los EE.UU. y
sólo se produjo dentro de los EE.UU., mientras que hay decenas de millones
de usuarios de cigarrillos electrónicos en todo el mundo? Sobre el
"síndrome de los cigarrillos electrónicos", John Britton, un profesor
británico de medicina respiratoria, declaró:
Lo que está sucediendo en los EE.UU. no está sucediendo aquí (en Gran Bretaña), ni tampoco en otros países donde los cigarrillos electrónicos son comunes.
Britton añade que los cigarrillos electrónicos son mucho menos
peligrosos que fumar, que las afirmaciones son completamente falsas, y
que el síndrome no es causado por los cigarrillos electrónicos.
Alrededor de la época del comienzo oficial de la pandemia del
SARS-CoV-2, el misterioso síndrome de los cigarrillos electrónicos que
para entonces había requerido 2.800 hospitalizaciones y causado 70
muertes, desapareció mágicamente; aunque un gran número de personas en
los EE.UU. siguen fumando los cigarrillos electrónicos.
Hacia finales de 2019, los Estados Unidos también estaban experimentando la primera epidemia de gripe desde 2002-2003. La "gripe" se produjo 15 días antes de lo habitual. Según el Asahi News Report,
algunos de los 14.000 estadounidenses que murieron "de" (o con) esta
"gripe temprana" pueden haber contraído sin saberlo el SARS-CoV-2.
Fue en este contexto de misteriosas epidemias respiratorias que
afectaron a los EE.UU. en general, y a las cercanías de Fort Detrick en
particular, que 300 soldados estadounidenses llegaron a Wuhan, China,
para los Juegos Militares Mundiales que se celebraron del 18 al 27 de
octubre de 2019. Justo antes del viaje, algunos de los soldados
estadounidenses se habían entrenado
en Fort Belvoir, a 80 km de Fort Detrick y a 9 km de Springfield,
Virginia (el primer grupo de la misteriosa enfermedad respiratoria).
El equipo de EE.UU. se alojó en el Hotel Wuhan Oriental, que está a sólo 300 metros del mercado de mariscos Huanan de Wuhan:

© Mettalicman
Ubicación del laboratorio de vacunas de Wuhan, el hotel de los soldados americanos y el mercado de pescado de Wuhan.
Inesperadamente, el equipo de EE.UU. no se desempeñó muy bien en los juegos:
"El equipo de EE.UU., conocido por sus habilidades competitivas, lo
hizo terriblemente; sólo 172 participaron, casi la mitad ni siquiera
compitieron en sus eventos".
A pesar de tener el ejército más grande del mundo, diez veces más, los EE.UU. llegaron en el 35º lugar detrás de naciones como Irán, Finlandia y Eslovenia.
Parece que el misterioso brote infeccioso que ocurrió alrededor de Fort
Detrick unas semanas antes pudo haber infectado a los participantes de
los Juegos Militares Mundiales. Cinco atletas "extranjeros" fueron hospitalizados por una infección indeterminada. Muchos atletas extranjeros de Francia, Bélgica, Alemania, Italia, Suecia y Luxemburgo
han revelado que se enfermaron en los Juegos Militares Mundiales y
pensaron, retrospectivamente, que lo que tenían era COVID-19.
El primer caso
real de COVID-19 entre los habitantes de Wuhan apareció el 2 de
noviembre, sólo seis días después del final de los juegos militares.
Coincidencia o no, 42 empleados del
Hotel Oriental (donde se alojaba la delegación de EE.UU.) fueron
diagnosticados en noviembre con COVID-19, convirtiéndose en el primer
grupo en Wuhan.
Convenientemente, Fort Detrick recibió una orden
de cese y desistimiento del CDC y fue cerrado el 15 de julio de 2019,
sólo 13 días después del comienzo del misterioso brote respiratorio
cercano en Springfield, VA. Un científico de alto nivel describió la atmósfera de Fort Detrick en ese momento como de "miedo y desconfianza". Fort Detrick reabrió en abril de 2020, en el extremo final de la pandemia.
¿De una vacuna para la obediencia a un virus de desobediencia mutado?
Hasta ahora los datos sugieren que Fort Detrick diseñó el SARS-CoV-2.
Contenido en una vacuna, puede tener como objetivo la función cerebral,
particularmente las regiones asociadas con la obediencia y la toma de
decisiones morales. Pero si el SARS-CoV-2 fue diseñado para aumentar la
obediencia de sus sujetos, ¿cómo explicamos las medidas sin precedentes
en todo el mundo para minimizar su propagación?
Bueno, a veces las cosas no salen según lo previsto, especialmente con los virus.
Supuestamente, las vacunas contienen virus "muertos" pero esta
desactivación viral no siempre funciona y los virus "vivos" pueden
escapar de su vacuna. Esto es exactamente lo que ocurrió con la vacuna
de polio de Salk
que causó el peor brote de polio de la historia, infectando a 200.000
personas con polio viva, de las cuales 70.000 se enfermaron.
Además de escapar de las vacunas, los virus tienen la tremenda capacidad de mutar. Curiosamente, las mutaciones pueden revertir totalmente los efectos "originales" o "previstos" de un virus:
"[...] un virus no mutado tenía más probabilidades de producir mucho ARN
viral y menos probabilidades de disparar la alarma celular. Los virus mutados generalmente tenían el efecto opuesto".
¿Siguió el SARS-CoV-2 la secuencia de eventos descrita anteriormente?
- Virus diseñado
- Incorporación en una vacuna
- El virus escapa de la vacuna
- El virus muta y revierte sus efectos
Las pruebas parecen confirmar esta hipótesis:
1/ Virus diseñado
A pesar del secreto que rodea a este tipo de actividad, varias pruebas
sugieren que Fort Detrick participó en investigaciones estrechamente
relacionadas con la ingeniería del SARS-CoV-2.
- En 2016, Fort Detrick participó en investigaciones sobre armas biológicas relacionadas con el uso de murciélagos y los virus que éstos transportan.
- En 2017, el gobierno de EE.UU. levantó la prohibición de la ingeniería de virus mortales para hacerlos transmisibles entre los seres humanos. Este artículo
menciona específicamente la ingeniería del SARS y el MERS (parientes
cercanos del SARS-CoV-2) para que se propaguen más fácilmente o sean más
mortales.
- Fort Detrick también utiliza una tecnología avanzada
llamada CRISPR-Cas9 para extraer secuencias genéticas específicas de
los virus. Según un artículo publicado en 2017, los equipos de Fort Detrick utilizaron esta tecnología para la extracción de secuencias virales que codifican para un "sitio de furina de clivaje".
- En 2018, se llevó a cabo una investigación en Fort Detrick enfocada en el coronavirus MERS, un pariente cercano de SARS-CoV-2.
2/ Incorporación en una vacuna
Durante más de dos siglos,
los soldados estadounidenses han sido utilizados como conejillos de
indias para las vacunas. Cada año se prueban nuevas vacunas en las
tropas. Cualquiera de las muchas inoculaciones administradas alrededor
de 2018 podría haber contenido SARS-CoV-2, incluyendo la vacuna anual obligatoria contra la gripe, o una de estas nuevas vacunas basadas en el coronavirus:
En 2018, el CEPI financió 56 millones de dólares para el programa de vacunas de ADN de Inovio contra el coronavirus que causa el MERS. USAMRIID (Fort Detrick) fue un socio en este programa.
También en 2018, se concedió una patente
(presentada en 2015) para una vacuna que contiene el coronavirus hecho
por el hombre. La vacuna fue financiada por la OMS y la Fundación Bill y
Melinda Gates:
La presente invención proporciona un coronavirus vivo atenuado
que comprende una variante del gen de la replicasa que codifica
poliproteínas que comprenden una mutación en una o más proteínas no
estructurales [...] El coronavirus puede utilizarse como vacuna para tratar y/o prevenir una enfermedad, como la bronquitis infecciosa, en un sujeto".
3/ El virus escapa de la vacuna
La fuga probablemente ocurrió a principios del verano de 2019, como
sugiere el brote de extrañas enfermedades respiratorias que comenzó
cerca de Fort Detrick y se extendió al resto de los EE.UU. en cuestión
de meses. Hasta entonces, el virus estaba contenido en la vacuna.
4/ El virus muta y revierte los efectos neurológicos
Entre la primera inoculación de la vacuna, probablemente en 2018, y el
final de 2019, el SARS-COV-2 mutó. Las pruebas masivas realizadas en
Islandia revelaron 40 mutaciones en el SARS-CoV-2. Un artículo
publicado en marzo de 2020 fue más allá al identificar 149 sitios de
mutaciones y dos cepas distintas: el linaje L y el linaje S.
El linaje L exhibe un número significativamente mayor de mutaciones,
mientras que el linaje S está más relacionado con los coronavirus en los
animales. Esto sugiere que el linaje S es la cepa originalmente
contenida en la vacuna (obediencia) mientras que el linaje L es la cepa
que apareció después de la mutación (desobediencia).
En septiembre de 2019, antes de la epidemia de Wuhan, pero después de
las misteriosas enfermedades respiratorias en EE.UU., el presidente
Trump firmó una Orden Ejecutiva de "emergencia" que daba 120 días para el desarrollo de una nueva vacuna contra la gripe, "por si acaso".
El confinamiento es para minimizar la propagación, no la mortalidad
Fuimos testigos de dos "encierros" muy distintos. El
primero en Wuhan se decidió frente a un virus aún desconocido, al menos
para los científicos chinos. El segundo fue un bloqueo mundial (aunque
principalmente occidental) impuesto por quien controla la OMS, después
de que se determinara que el SARS-COV-2 no era más mortal que una gripe
común.
Las autoridades de Wuhan tomaron una decisión lógica. En ese momento, el
virus era desconocido y aún no se había desarrollado ningún
tratamiento. Las autoridades chinas identificaron un grupo infeccioso
cuyo momento y lugar se ajustaban al período en el que los soldados
estadounidenses estaban en Wuhan. Sospechaban con razón que se trataba
de un arma viral potencialmente mortal diseñada en los EE.UU. (como declararon ya en marzo).
Como en la Edad Media durante la Peste Negra, el confinamiento era la
única solución. En ausencia de una cura, es un intento de minimizar la
propagación del virus evitando cualquier contacto social.
Pero los virólogos chinos determinaron rápidamente que el SARS-COV-2 ,
aunque diseñado en los EE.UU., no era peor que una gripe estacional y
que había tratamientos efectivos disponibles. Pronto se levantó el
bloqueo. Noten que Wuhan es sólo una pequeña región geográfica en China.
El resto de China experimenta un bloqueo limitado o nulo. Rápidamente,
China y los países vecinos adoptaron un enfoque de prueba y tratamiento
que tuvo éxito: la tasa de mortalidad en China se estima en un 0,6%.
El confinamiento impuesto en Occidente fue una historia muy diferente.
Para entonces, estaba claro que el SARS-COV-2 no era la nueva plaga;
además, se disponía de kits de prueba y tratamientos eficaces
(hidroxicloroquina, enzitromicina, zinc). Así que había una mejor
solución que el encierro en términos de "salvar vidas".

Encierro contra no-encierro
El bloqueo total impuesto a miles de millones de individuos personifica la línea de fuerza desarrollada en este artículo. En cualquier punto, las autoridades siempre elegirán tener el control sobre "salvar vidas". Si es necesario, sacrificarán la vida para preservar o aumentar su control. Eso es exactamente lo que sucedió con el bloqueo occidental, que aumentó la tasa de mortalidad de COVID-19
(sin inmunidad de la manada, sin pruebas, sin tratamiento precoz), y la
tasa de mortalidad general debido al aumento de los suicidios, la
depresión, la pobreza y el retraso o la cancelación de la atención
médica.
Las autoridades occidentales eligieron deliberadamente la peor solución
(desde la perspectiva de "salvar vidas") porque era la mejor en términos
de control. Eligieron el bloqueo para minimizar la propagación
de lo que yo sospecho que es una mutación de desobediencia
"beneficiosa", aunque sabían que causaría una serie de muertes
innecesarias.
La premisa del bloqueo era "COVID-19 es mortal", así que para salvar vidas teníamos que quedarnos en casa. En realidad, el virus no era mortal en absoluto, pero el encierro sí lo era. Una profecía autocumplida; donde el remedio (el encierro) causaba más muertes que la enfermedad (COVID-19).
Un número de muertes causadas por el confinamiento fueron contadas como
muertes por COVID-19, haciendo que la afirmación inicial falsa (que el
COVID-19 es mortal) parezca aparentemente cierta.
Obsérvese que cinco de los países que impusieron el bloqueo total (Francia, Portugal, Italia, Bélgica y más tarde los Países Bajos)
también prohibieron un medicamento eficaz, barato y seguro: la
hidroxicloroquina. No es de extrañar que esos cinco países tengan una de
las tasas de mortalidad más altas del mundo.
Conclusión
En este artículo hemos examinado las pruebas que sugieren que el
SARS-CoV-2 fue diseñado en Fort Detrick e incorporado a una vacuna con
el propósito expreso de propagarse ampliamente y afectar las funciones
neurológicas relacionadas con la obediencia.
Pero, parece que este proyecto fracasó, primero con el "virus de la
obediencia" que mutó en un "virus de la desobediencia", obligando a las
autoridades a tomar medidas precipitadas para restringir la propagación
del mutante beneficioso; a cualquier precio.
El bloqueo total fue un intento desesperado por minimizar la propagación
de los efectos potencialmente beneficiosos del SARS-CoV-2 mutado. Pero
fracasó por segunda vez porque el bloqueo parece haber aumentado la tasa de transmisión:
"Estudio del gobierno sobre la seroprevalencia del COVID-19 en España: entre los trabajadores, aquellos que tenían una "profesión esencial" y continuaban trabajando estaban menos infectados que los que se quedaron en casa. Esto debería llevar a una reflexión sobre el papel del confinamiento general".
Habiendo fallado en contener la propagación del mutante beneficioso, una
de las únicas opciones que quedaban era cancelar los efectos
beneficiosos. Las autoridades están ocupadas preparando al público para
lo que está por venir; durante meses seguimos oyendo hablar de la
"segunda ola" y de "la vacuna contra el COVID-19".
Lo que sigue es sólo una predicción hecha en un contexto muy caótico. Es
probable que a finales de 2020, como todos los años, surja una epidemia
de gripe. Este virus será, convenientemente, considerado un pariente
cercano del SARS-CoV-2, tal vez con "características extra aterradoras".
Pero no habrá necesidad de desesperarse porque, para entonces, las
autoridades habrán preparado una vacuna. Esa es una de las razones por
las que la hidroxicoloroquina fue atacada y prohibida. Si ya existe un
tratamiento seguro y eficaz, ¿quién aceptará una vacuna precipitada y
desconocida? Una vacuna que supuestamente protegerá a las personas
contra el COVID-20, pero que en realidad estará diseñada para "cancelar"
los cambios beneficiosos inducidos por la cepa mutada del SARS-CoV-2.
Fort Detrick, a pesar de estar supuestamente cerrado entre julio de 2019 y abril de 2020, ya está probando
una vacuna. ¿No es eso bastante rápido? Quizás no, dado que la gente de
Fort Detrick probablemente ya sabe mucho sobre el SARS-CoV-2 y sus
efectos neurológicos.
Es probable que la vacuna no sea obligatoria. Recuerden que las
autoridades son ahora "más amables y gentiles". En lugar de la fuerza
bruta, las autoridades son más propensas a usar el chantaje moral
-"¡Vacúnese para proteger a los demás!"- combinado con el chantaje
social -"¡Sin vacuna no hay trabajo, ni compras, ni viajes, ni
socialización!". Básicamente, eres libre de elegir entre el pasaporte de la vacuna o una sentencia de por vida en una celda aislada.
Al final, el mensaje para conservar de este artículo no es tanto sobre
el SARS-COV-2, que es finalmente sólo un capítulo más en el gran libro
de mentiras dichas por las autoridades, y la tragedia humana de creer
esas mentiras. El mensaje principal es que las autoridades no
están aquí para protegernos. Lo único que puede protegernos es el
conocimiento, incluyendo el conocimiento visceral de que las autoridades
no nos protegen, sino todo lo contrario, de hecho.