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martes, 3 de junio de 2014
Keiser Report en español: Arriesgándose por 5 centavos (E609)
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Cambiar para no cambiar
Cambiar para no cambiar
02/Jun/2014 19:18
El dólar enfrenta un desafío más (Foto: Creative Commons).
Cuesta abajo en su rodada el dólar enfrenta un desafío
más en su creciente lista de sopapos recientes: China y Rusia
convinieron en cotizar en rublos o en yuanes su comercio bilateral.
Esta es oootra amenaza contra el predominio del dólar gringo
como divisa central en el comercio internacional pero, ¿significa algo
más que un mero reemplazo de personajes en el actual y fallido esquema del
dinero fiat en la macroeconomía global? No, no lo significa.
Los manipuladores de la anglosfera monetaria están muy
enojados porque los BRICS los remueven poco a poco del escenario
central. Pero el mundo nada esencial gana. El problema esencial no se resuelve
con este mero relevo de protagonistas. No es una revolución sino un simple
“quítate tú para ponerme yo”. El problema real es que desde el siglo pasado
todas las transacciones internacionales (por valor de cientos o miles de
anglotrillones) no se han pagado. Se han “prometido en pago”, que es muy
diferente.
Eso son los papeles o bits que van de un lado
para otro: simples promesas de pago, no pagos verdaderos.
Concretamente desde 1971 se han usado diversos papelitos o bits,
dineros fiat, como seudopago en esas transacciones. Desde aquel año
todas las monedas o divisas en el mundo son de dinero fiat, ficticio, y
no pueden realizar finiquito: me refiero principalmente al dólar, pero también
al euro, al yen, a la libra esterlina y al yuan de China, que son las monedas
más usadas en el dizque “pago” de operaciones internacionales.
Gatopardismo financiero
El uso de dinero fiat ha creado gigantescos
desbalances en el comercio mundial. Los países exportadores han acumulado
grandes cantidades de estas monedas ficticias —dinero fiat— como
“reservas”. China, por ejemplo, con reservas de casi cuatro anglotrillones de
dólares y de otras monedas fiat provenientes de la recepción de dólares
y otras monedas en “pago” de sus exportaciones.
Todas esas monedas no son dinero real sino títulos de deuda
que no pagan intereses. Por eso las han convertido en Bonos del Tesoro de EU,
que sí pagan intereses (muy poquito, pero algo). La realidad, que nunca se
menciona porque es de mal gusto hacerlo, es que no ha habido pago alguno jamás.
No ha habido finiquito en transacciones internacionales desde 1971. Desde
entonces los adeudos se pagan con… más deuda.
Al sustituir el dólar con otro título de deuda (rublo o yuan
o lo que sea) proseguirá el mismo problema y no habrá un auténtico finiquito
en las operaciones de comercio entre Rusia y China.
En las megatransacciones comerciales entre Rusia y China
necesariamente sucederá lo mismo que ha sucedido desde 1971 con el dólar, con
el euro y con las demás monedas de dinero ficticio. Inevitablemente una de las
partes va a exportar más que la otra y esta acumulará, quiéralo o no,
cantidades de títulos de deuda —moneda— de parte del país importador.
Cambiar para no cambiar, pues.
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Ningún modelo económico se sostiene en expectativas
Ningún modelo económico se sostiene en expectativas
Fecha:31 mayo, 2014 Fuente Siempre
Irma Ortiz
La economía mexicana todavía se
encuentra en recesión, aseguró este miércoles la firma financiera
estadounidense Bank of America Merryll Linch, mientras que el secretario
de Hacienda, Luis Videgaray insiste hasta el cansancio en que no
estamos en recesión, ni tampoco en crisis.
Ante la presión, Videgaray salió ante
los medios de comunicación a declarar —después de enviar por delante a
sus subsecretarios, quienes insisten en que los datos más recientes de
la economía muestran que ésta entrará en un periodo de expansión— que el
gobierno está asumiendo los costos y pone todas sus esperanzas en las
reformas estructurales para detonar el potencial económico del país.
El subgobernador del Banco de México,
Manuel Sánchez, aseguró a su vez que la recuperación será gradual
durante este año y ligeramente mayor durante 2015, y que dependerá de
factores, algunos ya superados, como el abasto del gas o la
incertidumbre por la reforma fiscal, además de lo que suceda en Estados
Unidos, que probablemente se fortalecerá en los próximos trimestres.
El pesimismo campea en las filas
empresariales e incluso el enojo contra el titular de Hacienda y que, en
opinión de expertos, ha sido una decepción. Los hombres del dinero hoy
buscan revertir las medidas de la reforma fiscal que les quitó
beneficios y ya plantean la necesidad de una nueva reforma fiscal para
2015.
Mientras, para el ciudadano común, las
cosas se ponen cada vez más difíciles. El desempleo ha crecido más de 5
por ciento, al igual que la informalidad, mientras que la inflación está
cercana al 4 por ciento. Además, como un reflejo de la caída en la
capacidad de pago de la población, el monto de los créditos no pagados a
la banca privada se situó en 102 mil 954 millones de pesos en abril
pasado, superior en 33 por ciento a la registrada en 2013 y el nivel más
alto en la década, de acuerdo con cifras de la Comisión Bancaria y de
Valores.
Es necesario un nuevo modelo económico
El director del programa de Economía y
Finanzas del TEC de Monterrey, campus Toluca, Raymundo Tenorio asegura
que se necesita un nuevo modelo económico que traduzca la apertura
comercial en incentivos a la inversión, y desde luego los empresarios
necesitan también solidarizarse con ese proceso.
Sigue el debate de si
estamos en recesión o no; hay un crecimiento relativo en lo
macroeconómico pero lo fundamental es que el ciudadano de a pie cada vez
se ve más restringido en lo económico.
Para empezar son ciertas las
declaraciones de los secretarios de Hacienda y de Economía, que hoy 27
de mayo, no estamos en recesión; pero lo estuvimos, estuvimos en ciclo
recesivo por 20 meses, de julio del 2012 a abril de 2014, por eso el uso
del lenguaje por parte de nuestros funcionarios es así de delicado, así
de cuidadoso.
Cuando dicen “hoy no estamos en
recesión”, claro, hoy no, estuvimos en ciclo recesivo durante 20 meses,
lo que fue comprobado científicamente con datos del INEGI y desde luego
también por su servidor.
¿Qué significa que ya hayamos finalizado
con el ciclo recesivo?, que ya hemos tocado fondo y ese tocar fondo
—algunos indicadores así lo manifiestan— no quiere decir que iniciemos
un ciclo de expansión acelerada.
Vamos a iniciar un ciclo de
recuperación, la expansión vendrá hasta después de febrero de 2015, todo
esto de acuerdo con el pronóstico de su servidor. Es como habernos
caído a la alberca y permanecer en el fondo, pero vamos a ir saliendo a
la superficie poquito a poquito, porque la capacidad de crecimiento de
nuestra economía es todavía muy limitada debido, fundamentalmente, a que
la inversión productiva nueva, lo que llamamos los economistas producto interno bruto potencial, no ha crecido, y a que las capacidades productivas actuales de la economía están subutilizadas.
Así las cosas, en un periodo de
recuperación, las capacidades instaladas van a empezarse a ocupar; si
usted revisa las encuestas industriales que aplica el INEGI, y también
Banco de México, estamos entre un 60 y 70 por ciento de capacidad
productiva aprovechada, hay miles de empresas en el país que no están al
100 por ciento de su capacidad; hay miles de establecimientos
mercantiles que no están vendiendo al 100 por ciento, hay miles de
establecimientos comerciales que no están al máximo de su capacidad de
ventas, entonces nuestra capacidad de crecimiento es aún limitada.
Tenemos un gobierno con un presupuesto
de gasto público multimillonario que lo que va a hacer es fortalecer la
inversión física en infraestructura y va a darle ese empujón a la
economía, pero que todo dependerá también de los incentivos a la
inversión empresarial.
La cruda realidad
Lo cierto es que también hay
un gran desaliento, y del lado empresarial escepticismo, luego de que
se generaron grandes expectativas y hoy vemos una cruda realidad.
Esas expectativas se han caído porque
justamente el modelo económico macro estabilizador que tenemos ya agotó
sus recursos, es decir, este modelo económico macro estabilizador de
inflación de tipo de cambio de reservas internacionales de finanzas
públicas sanas ya agotó su vigencia de acuerdo.
Además no se está diseñando ninguna
estrategia de corto plazo puesto que todo se le ha apostado al impacto
de expectativas de las reformas estructurales.
La Secretaría de Hacienda nos dice que vamos a crecer siempre
y cuando haya reformas, siempre y cuando se recupere Estados Unidos
económicamente, ¿hay un plan a corto plazo, un plan B para esa
recuperación?
No, todo este planteamiento está
sustentado en gasto, sin modificar en el corto plazo algunas cosas que
han mostrado su efecto inverso, como la reforma fiscal.
¿Tendría que haber una contrarreforma?
Sí, así es, pero no una contrarreforma
que dé marcha atrás totalmente a lo que se hizo, pero sí una
contrarreforma que incentive la inversión privada, que haga que la banca
de desarrollo en el país le meta dinero a la economía, que haga que el
consumidor recupere poder adquisitivo, porque hoy la masa salarial de
quienes ganan arriba de tres salarios mínimos se ha empobrecido. Hay dos
millones de personas que ganaban mas de tres salarios mínimos, y que
hoy ganan menos de tres salarios mínimos.
Ya hay reuniones entre el
empresariado y las autoridades de Hacienda para ver cómo podría darse
este asunto, sin embargo seguimos viendo mucha soberbia en Hacienda.
Así es, porque, aunque no vale la pena
decirlo, me parece que los seres humanos somos los últimos en tener un
poco de humildad para reconocer que no fuimos mal intencionados, sino
que nos equivocamos, y eso nos conduce a la soberbia. Lo que tendría que
hacer el secretario de Hacienda y sus subordinados es salir a la calle
de verdad, a darse baños de pueblo, salir a la calle a escuchar cómo la
gente busca trabajo y no le ofrecen más que salarios precarios, salir y
revisar las ofertas de trabajo por las que se les está pagando a la
gente una miseria, salir y ver cómo las familias sobreviven pagando
incrementos mensuales de gas doméstico, de tarifas eléctricas, de la
imposibilidad de poder traducir en bienestar un puesto de trabajo.
Verdades a medias
¿Es correcto el uso de tantas expectativas para luego enfrentarnos a la cruda realidad? ¿Qué ajustes se requieren?
Nadie es mal intencionado, no conozco
todavía una persona con la intención de decir mentiras con el propósito
de engañar, más bien creo que se dicen medias verdades. Me parece que
México necesita no un ajuste de cifras, México necesita un ajuste de
modelo; estamos, por ejemplo, importando para exportar, ya no agregando
más valor a las importaciones para exportar.
Nos hemos estancado en la generación de
valor agregado para la exportación, el desarrollo regional, los
gobernadores no hacen mucho, no quiero decir que nada, pero no hacen
mucho por impulsar el desarrollo local, esperan con la mano extendida
los recursos provenientes desde el centro.
Desafortunadamente tenemos, ahora sí,
una cruda realidad de expectativas, en donde esa cruda realidad va a
llegar tarde que temprano, porque ningún modelo puede sostenerse en
expectativas, mientras que la gente sufre un proceso de empobrecimiento y
de una precarización en el ingreso terrible, mientras tenemos una banca
que no presta dinero más que al gobierno, el gobierno se está comiendo
los recursos que pudiéramos obtener para un crédito mercantil para un
pequeño negocio, para un crédito automotriz, para un crédito
hipotecario, el gobierno se está comiendo siete de cada diez pesos del
ahorro.
¿Qué tiene que suceder para lograr consensar un cambio de modelo económico?, ¿no es utópico?
No, no es utópico, lo que tiene que
ocurrir evidentemente es que necesitamos un nuevo modelo que traduzca la
apertura comercial en incentivos, necesitamos una nueva política de
incentivos a la inversión, y desde luego los empresarios necesitan
también solidarizarse con ese proceso.
¿Tendría que haber esa recuperación de ese nacionalismo empresarial que existió hace mucho y que hoy no vemos?
Sí, quizá también ellos, también el
empresariado ha visto el premio a su especulación y a su falta de
expectativas, han visto que es mas cómodo sacar dinero del país para
invertirlo en otro.
Mucho dinero en pocas manos
Y parte del empresariado sigue resguardando sus beneficios, sin importar qué pase en este país.
Sí, ahí están las consecuencias de una
altísima concentración del ingreso en pocas manos. Voy a parafrasearme
con lo que esta ocurriendo: cuando tenemos poco crecimiento,
desigualdad, y desempleo, estamos en una situación muy difícil y estamos
justamente en México en ese momento: bajo crecimiento, desigualdad y
desempleo.
La desigualdad se genera justamente
cuando hay tantos, tantos millones de personas solicitando empleo, que
los que tienen empleo tienen que aceptar empleos precarios, y el poder
adquisitivo que se tiene es para sobrevivir.
Un cambio de modelo económico permitiría de un sexenio a otro tener una política económica más consistente.
Efectivamente, sería más consistente,
porque de nada serviría escuchar al secretario de Hacienda que dice que
al final de sexenio vamos a llegar 5 por ciento de crecimiento del
Producto Interno Bruto para que al primer año del siguiente sexenio
caigamos otra vez al uno por ciento.
¿Qué escenarios visualiza?
Veo un escenario —a veces me califican
de agorero del desastre— en donde la desigualdad, el desempleo y el
lento crecimiento no están siendo la prioridad para este modelo, para
atender esas tres cosas.
¿Considera que habrá repunte si salen las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y energética?
Sí, desde luego, significaría un repunte, pero muy mediatizado, el asunto todavía está muy endeble. http://www.siempre.com.mx/
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