¡Japón vierte a propósito 100 toneladas de agua radiactiva de Fukushima en el Pacífico cada día y a nadie le importa!
¿Cómo deshacerse de cientos de toneladas de agua altamente radiactiva? ¡Vertiéndolas en el mar, evidentemente!
Eso es exactamente lo que ha hecho en Japón, la Tokyo Electric Power
Co. (TEPCO). Y lo hace a pesar de que los niveles de radiación de las
aguas cerca de Fukushima se dispararon hasta un nuevo máximo histórico
hace pocos días.
Ese material radiactivo entrará en la cadena alimentaria y potencialmente permanecerá con nosotros durante las próximas décadas.
Fukushima es una pesadilla ambiental que nunca parece terminar, pero
los principales medios de comunicación ya hace tiempo que han decidido
acallar el asunto.
Ninguno de ellos te hablará del hecho de que Japón use el Océano Pacífico como un retrete para sus residuos nucleares.
Pero a pesar de que no se hable de ello, el material radiactivo de Fukushima acabará afectando seriamente la salud de millones de personas en todo el planeta.
De acuerdo con el Japan Times, Tepco vertió 560 toneladas de agua
radiactiva en el Pacífico el miércoles 21 de mayo y Tepco dice que en un
futuro inmediato vertirá otras 100 toneladas de agua radiactiva en el
océano cada día…
Tepco nos asegura que esa agua radiactiva está dentro de los “límites de seguridad radiológica legal”.
Pero recordemos que ésta es la misma empresa que no puede explicar
por qué los niveles de radiación del agua cerca de Fukushima han
alcanzado un nuevo máximo histórico hace apenas unos días…
La radiación se ha
disparado hasta máximos históricos en cinco puntos de control en las
aguas adyacentes a la dañada central de Fukushima, afirmó el operador de
la planta Tokyo Electric Power Co.
Máximos similares han sido detectados en el agua subterránea de la
planta. Funcionarios de Tepco desconocen la causa del fenómeno.
En un punto de muestreo en el puerto, entre las tomas de agua para
los reactores N º 2 y N º 3, se detectaron 1.900 bequerelios por litro
de tritio, por un máximo anterior de 1.400 becquerelios medidos el
pasado 14 de abril, según Tepco
Así pues, ¿podemos confiar en Tepco? Es bastante evidente que no.
Y esto no es algo que sólo afecte al Japón.
El material radiactivo de Fukushima, literalmente, se ha encontrado en todo el planeta.
Tal y como dijimos en un artículo anterior, un fragmento de combustible nuclear de Fukushima se ha encontrado en Noruega.
Si los medios de comunicación realmente se preocuparan por “el medio
ambiente”, hablarían de lo que está sucediendo. Pero en cambio, parece
haber una conspiración de silencio.
Mucha gente trata de restar importancia al impacto que el desastre nuclear de Fukushima ha tenido en el Océano Pacífico.
Es un craso error.
La cantidad total de material nuclear liberado de Fukushima sigue aumentando y poco a poco se acumula en la cadena alimentaria.
Por ejemplo, a principios de este año, un pescado capturado frente a
la costa de la prefectura de Fukushima contenía 124 veces el nivel
seguro de cesio radiactivo.
Y como indicamos en un artículo el 28 de marzo, una estudiante canadiense descubrió altos niveles de radiación en pescados y mariscos vendidos en un mercado.
Cuando estas partículas nucleares entrar en nuestro organismo, el
daño que provocan es permanente e irremediable. Ésta es una cita de un
artículo de opinión de Helen Caldicott publicado en The Guardian…
La radiación
interna, emana de los elementos radiactivos que entran en el cuerpo por
inhalación, ingestión o absorción por la piel. Radionúclidos peligrosos
como el yodo-131, el cesio-137 y otros isótopos que actualmente se
liberan en el mar y en el aire alrededor de Fukushima se concentran en
la cadena alimentaria (por ejemplo en algas, crustáceos, peces pequeños,
peces más grandes, después en los humanos; o bien en la tierra, después
en el césped, la carne de vaca, en su la leche y al final en los
humanos)
Después de entrar en el organismo, estos elementos (llamados emisores
internos) emigran a órganos específicos como la tiroides, el hígado,
los huesos y el cerebro, donde irradian continuamente pequeñas
cantidades de células con altas dosis de radiaciones alfa, beta y/o
gamma durante muchos años, puediendo inducir una replicación celular
descontrolada, es decir, cáncer.
Además, muchos de los nucleidos radiactivos permanecen en el medio
ambiente durante generaciones y en última instancia provocarán una mayor
incidencia de cáncer y enfermedades genéticas
Mientrastanto, los medios de comunicación nos siguen hablando de tonterías.
¿Por qué no estamos siendo advertidos acerca de esto?
¿Qué poderosos intereses económicos se esconden tras esta muralla de silencio?
¿Por qué los medios de comunicación, sistemáticamente, obedecen a estos intereses?
¿Qué tipo de locos gobiernan el mundo y qué tipo de locos les obedecen ciegamente?
Esto no es ninguna broma…
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