Después
de una serie de diferendos públicos en los que Andrés Manuel López
Obrador (AMLO) cuestionó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación (CNTE) y particularmente a sus dirigentes, el día de antier
de manera intempestiva, como acostumbra, dio un vuelco a sus
acostumbradas ambigüedades sobre la abrogación de la Reforma Educativa y
el tema de la evaluación, concepto que ahora propone desterrar del
léxico y la práctica educativa a cargo del Estado. Por fin parece asumir
que se trata de abrogación; aunque no aclara que no es lo mismo que
derogación, concepto que hasta hace unos días asumía como una especie de
sinónimo. No obstante, los términos “cancelar”, “abrogar” y “abolir”
que empleo el 16 de octubre pasado corrigen la aparente confusión y
ambigüedad que más de una vez le señalaron las y los militantes de la
CNTE y no pocos investigadores.
i
No queda claro el porqué de tal giro, tal vez se dio cuenta por propio
pie que estaba repitiendo la ruta seguida por todos los gobiernos que le
precedieron a lo largo de casi 39 años y que iba directo al pantano;
probablemente le hizo caso a alguno de sus consejeros, en fin,
independientemente de cómo haya ocurrido, es importante reflexionar más
allá de este giro intempestivo para explicar los motivos de fondo que
norman la conducta política de AMLO en torno a la CNTE y a movimientos
similares.
Es común escuchar o leer llamados a “no adelantar
vísperas”, a esperar hasta que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asuma
la presidencia para poder emitir juicio alguno sobre las acciones que ha
venido desarrollando en los últimos meses. Es más, sobran las
descalificaciones contra quienes discrepan con MORENA y su dirigente; se
les acusa de derechistas y de hacerle el juego a la “Mafia del Poder”,
al PRI y al PAN. Muchos grupos autocalificados de izquierda no atinan a
caracterizar la condición de clase y la filiación política del gobierno
electo y de su principal representante.
Sin embargo, creo que
sigue siendo cierto que las partes se conocen por el todo; que en este
caso al igual que ante cualquier situación política, es prácticamente
imposible desarrollar acciones coherentes desde el movimiento social sin
caracterizar a AMLO, a su partido y a su equipo de gobierno. Si nos
atenemos a aspectos aislados y episódicos no vamos a rebasar la
postración de quienes aplauden lo “bueno” y señalan lo “malo”; es decir,
nos mantendremos en el marco de una postura moral más que política,
ajena a una verdadera ética de liberación, de una real política de lo
colectivo que se guía por los intereses de las mayorías explotadas,
oprimidas y excluidas.
ii
Contribuyendo a la suplantación de la política y de la ética por
visiones parciales y estados de ánimo fácilmente manipulables contrarios
a la configuración de actores y sujetos conscientes de las necesidades y
los retos planteados por la catástrofe nacional a la que nos empujó el
capitalismo neoliberal y la ocupación neocolonial de México por parte de
los Estados Unidos y otras potencias. Lo cual refuerza la promoción
política del apoliticismo que se disfraza de moralismo y discursos
posmodernos manejados por la “industria cultural” de matriz neoliberal;
cuyo objetivo es impedir, fragmentar y desmantelar todo proceso de
emergencia y constitución de sujetos y actores que cuestionen al
neoliberalismo, el neocolonialismo y el patriarcado como aspectos de la
dominación capitalista y de la contrainsurgencia que se ensaya desde
todas las esferas de la sociedad burguesa, ong´s, iglesias, sindicatos
reformistas, movimientos particularistas, universidades, medios de
comunicación y más.
Las posturas públicas adoptadas por AMLO en
los últimos días ante la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la
Educación (CNTE), no son hechos aislados ni meros arranques
discursivos. Sintetizan un conjunto de medidas y propuestas que AMLO y
sus principales colaboradores proyectan desde una situación y posición
de clase burguesa, y, son congruentes con lo que han sido a lo largo de
su vida política.
Es evidente que la relación de empatía que en
ciertas situaciones manifestó AMLO hacia la CNTE como en la expresada el
26 de junio de 2016, en uno de los momentos de máxima legitimidad
política de la lucha contra la Reforma Educativa, estuvo motivada por
intereses mayormente electorales antes que por coincidencias profundas.
Sus cuestionamientos a la dirección de la CNTE una vez que se descartó
la propuesta de aprobar una resolución a favor de su candidatura en el
Cuarto Congreso Extraordinario celebrado en marzo de este año, confirma
que los intereses electorales eran el verdadero motivo de su aparente
simpatía.
Ante pregunta de los reporteros de La Jornada sobre la
decisión de la CNTE de llamar a votar en contra de los partidos que
firmaron el “Pacto por México” y de no ir con ningún partido en
particular AMLO respondió.
Obrador- a verdad
es que los maestros, la mayoría, están con nosotros. Y si hablamos de
organizaciones, podría decir que están rebasados los dirigentes de la
CNTE y del SNTE, y de todas las organizaciones magisteriales, porque las
bases están decididas a apoyarnos.
La Jornada_ ¿Ese
juicio incluye a las Redes Progresistas? ¿Significa que ya es una
relación directa de los maestros de base con su movimiento?
Obrador-
Totalmente. En todos lados. Claro, nos identificamos mucho con la CNTE,
en particular con la CNTE de Oaxaca, que es con la que hemos tenido más
acercamientos, más identidad.” (La jornada, 2 abril, 2018)
En
esa línea de argumentación, su postura ante la CNTE cobra sentido pleno
si la enlazamos con propuestas y decisiones asumidas por él y su equipo
de colaboradores que proyectan aumentar el límite de la jubilación a
los 68 años; modificar la seguridad social a través de iniciativas de
reforma como la presentada por Ricardo Monreal que mantiene y renueva
los procesos de privatización de los fondos pensionarios y la
precarización de las condiciones laborales de trabajadores públicos;
igual sucede con la entrega por parte de AMLO de la dirección del IMSS y
del ISSSTE a panistas y priístas; o la cesión de 110 mil millones de
pesos a la iniciativa privada, particularmente a la “Mafia del Poder”
representada por el Consejo Coordinador Empresarial, con la finalidad de
que se transformen en tutores y contraten jóvenes en calidad de
aprendices, sin derechos laborales. Mientras tanto la Reforma neoliberal
a Ley Federal del Trabajo se mantiene y AMLO procede a desarraigar a
decenas de miles de trabajadores públicos sin tomar en cuenta sus
derechos laborales y derechos humanos.
iii
La ratificación del Tratado de Libre Comercio otorgando mayores
concesiones a Estados Unidos constituye un severo golpe a la clase
trabajadora y a cualquier proceso de desarrollo productivo nacional. Si
examinamos con atención las posiciones políticas del presidente electo
frente a la clase trabajadora veremos que no son muy diferentes a las
manifestadas ante las decenas de miles de trabajadores precarios al
servicio del Gobierno del Distrito Federal, a quienes durante su gestión
se les negó el derecho a la sindicalización y la estabilidad laboral.
Sus
promesas de aumento salarial a modo de graciosa concesión presidencial y
sus amenazas, en particular a la CNTE, contra quienes suspendan labores
y se atrevan al uso de formas de lucha que el presidente electo
considera inadecuadas, pintan bien el talante despótico, propiamente
burgués, anti-obrero, anti-clase trabajadora y antisindical de AMLO.
Nada de intermediarios, suele repetir el presidente electo, solo él y la
burocracia estatal serán quienes resuelvan desde arriba lo que mejor
conviene a la nueva clientela política que ha de surgir del uso personal
y faccioso del presupuesto público, de sus programas asistenciales y de
las dadivas paternales.
Muy a tono con la “gubernamentalidad”
neoliberal que concibe la ciudadanía como la particularización radical
de los sujetos sociales que encuentran su realización a través del
acceso al consumo. A contracorriente de la ciudadanía y la dignidad que
se alcanzaban a través del trabajo. En el neoliberalismo la ciudadanía
se otorga y se alcanza por medio del asistencialismo que convierte en
consumidores a millones de excluidos que viven a expensas de la voluntad
de quien los aprovisiona con becas o programas.
iv
La calidad de vida se convierte en religión, todo se cosifica: la
calidad de las personas, de la “democracia”, del voto, etcétera. La
dignidad nacida del trabajo, del reconocimiento de que las personas no
son mercancías establecida en la Constitución Mexicana se abandona sin
más.
Así el presidente electo pretende convertirse en amo y
señor de las y los pobres, de las clases trabajadoras, todos dependerán
de su buena voluntad, una especie de neopriísmo recargado está de
vuelta. AMLO y su gobierno se aprestan a reproducir y desarrollar la
voluntad del Estado Burgués y de la clase empresarial de impedir a toda
costa la acción política independiente de las y los trabajadores,
condenándolos a la reproducción de una situación de dependencia casi
servil frente a los patrones y el patrón presidencial. No olvidemos que
los esclavistas no dejaban de serlo por el hecho de “darles” comida y
vivienda a sus esclavos, en este caso, en el nuestro, ni siquiera se
asegura la reproducción de las clases trabajadoras. “Lo que diga mi
dedito” es ya el nuevo estilo personal de gobernar, ante ello la
vigencia del Estado de Derecho, base de su “Cuarta Transformación” se
convierte en “un mito genial”.
Insisto, los arrebatos de AMLO
frente a la CNTE no sólo son desplantes pasajeros, son propios de su
carácter de clase burgués y de los intereses mayormente oligárquicos
representados por él y su equipo de gobierno. Por eso deliberadamente
equipara a las organizaciones sociales, comunitarias y sindicales
independientes con “Antorcha Campesina” un viejo grupo paramilitar al
servicio del PRI. Ocultando de paso los múltiples pactos contraídos por
él con los viejos grupos clientelares del PRD, con René Bejarano, la
UPREZ, Asamblea de Barrios, Patria Nueva, la CNPA, la Central Campesina
Cardenista y más recientemente con Elba Esther Gordillo, Napoleón Gómez
Urrutía y grupos escindidos de la CNTE entre otros. En realidad lo que
AMLO exige es incondicionalidad y anulación de cualquier rasgo de
independencia de las clases populares frente al Estado y la burguesía.
Nada nuevo en México por parte del Estado y sus caudillos desde la
Revolución Mexicana.
Sin duda existen algunos motivos muy
particulares que explican su enfrentamiento con la CNTE. Uno de ellos es
su alianza con un sector de la oligarquía y la clase política
trasnacionalizadas, en este caso con Ricardo Salinas Pliego dueño de
Televisión y Banco Azteca. Esteban Moctezuma Barragán futuro Secretario
de Educación presidía la fundación cultural de Salinas Pliego; además
está ligado estrechamente al grupo de “Mexicanos Primero” que agrupa a
la crema y nata de la oligarquía “mexicana”, de la “mafia del poder”;
todos ellos instalados en las lógicas del capitalismo informático o
cognitivo y de las corporaciones industriales y de servicios que han
hecho del discurso de la calidad su razón de existencia.
v
Esteban Moctezuma fue el Secretario de Gobernación durante el gobierno
de Ernesto Zedillo, el principal operador del pretendido aniquilamiento
de la jefatura del EZLN. Y fue Zedillo quien al frente de la Secretaria
de Educación bajo la presidencia de Carlos Salinas de Gortari introdujo
la “Calidad” como la referencia básica del proceso educativo en 1992.
Toda
su “Consulta” y los Foros que le dan sustento no va más allá de todas
las consultas amañadas que ha organizado la clase política y cultural
dominante. De antemano tienen el resultado: “la Educación de Calidad” El
diseño de los foros se presta para ello, por eso dejaron de lado las
propuestas de organizar un Dialogo Nacional y Congresos Estatales como
preámbulo de un Congreso Nacional Educativo o Constituyente Educativa.
En
realidad, Obrador se identifica con el núcleo político y cultural que
le da sentido a la Reforma Educativa: la “Calidad”; frente a ello el
asunto de los derechos laborales planteados por la CNTE es secundario y
por tanto atendible, no así su reivindicación de un nuevo proyecto
educativo que tiende a cuestionar a la “Calidad” como el eje articulador
de la educación pública.
vi
Concepto empresarial que avanza a contracorriente de la dimensión
popular y del concepto de dignidad humana como finalidades y ejes
articuladores del proyecto nacional y cultural contenido en la
Constitución de 1917, a pesar de su carácter burgués. La “Calidad” es la
privatización, es la subordinación de “lo público” a lo empresarial, a
lo trasnacional; es lo antinacional y lo anti-universal, constituye la
sujeción del Estado nacional y del pueblo a las determinaciones de las
corporaciones trasnacionales, de los Estados Unidos y organismos que en
lo fundamental están a su servicio como lo son la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). El desmantelamiento de las
bases culturales de la nación, su agringamiento, se viabiliza a través
de la llamada “Calidad Educativa”, que no significa más que la
destrucción del carácter popular y público de la educación. Lo público
no puede existir como interés nacional y espacio de las mayorías
nacionales, más que como interés popular; no existe otra manera de hacer
viable el bien común. Entonces es la dignidad humana como fin educativo
el que hace realidad la educación pública y popular; no la “calidad”
que perfila a la educación como un servicio y no como derecho, que
perfila a las personas en la lógica de convertirse en cosas o productos
para el mercado. Un auto o un producto pueden ser juzgados, en la lógica
capitalista, de acuerdo a su calidad, a una persona se le asume por su
dignidad. No por nada José Martí insistía en “ser libres para ser
mejores”.
AMLO sabe que su anhelada transición pactada propuesta a Enrique Peña Nieto el 26 de junio de 2016;
vii
la cual constituye una etapa del proyecto de refuncionalizar al viejo
régimen oligárquico; al neoliberalismo desde una postura liberal-social,
necesita de los acuerdos con la oligarquía y el capital trasnacional,
con la mafia del poder y con el gobierno de los Estados Unidos, pero
también del control y la desarticulación de los movimientos sociales y
de los territorios potencialmente rebeldes que pueden disputar desde la
izquierda y el pueblo la conducción del país. Sabe que el resultado del 1
de julio tiene que ver con un proceso de irrupción de amplios sectores
de la población, sumamente heterogéneos, que existe una gran volatilidad
del propio electorado y una radicalización de las expectativas de
justicia de numerosos grupos y comunidades que calculan que ya llegó su
hora. AMLO sabe que está montado en un polvorín, que la crisis económica
que ya viene y que estallará a más tardar en 2020 le va a reducir su
margen de maniobra. Está al tanto de que sus ambivalencias pueden
contribuir decididamente a la implantación abierta del neofascismo como
ha ocurrido con gobiernos liberal-sociales en Indoamérica. “El Bronco”
con su llamado a cercenar las manos de los ladrones, de los de baja
ralea, no las de él y las de sus cómplices, es el primer ensayo de las
castas oligárquicas y militares más reaccionarias y fascistas. El 5 por
ciento alcanzado en las urnas por “el Bronco”, puede ser el anticipo de
un fenómeno como el de Jair Bolsonaro en Brasil, fascista que no
representaba algo más del 4 por ciento de la cartera electoral brasileña
y hoy ronda el 50 por ciento.
Por todo esto le urge descarrilar
o cooptar a los movimientos que tendencialmente pueden disputar la
legitimidad, la representación y una nueva hegemonía nacida desde las y
los “plebeyos”. La CNTE es un enemigo a vencer o neutralizar, el
principal movimiento organizado que ha resistido todo; otro son las
luchas por la tierra y por la vida, más de 400 conflictos según datos
oficiales o más de mil de acuerdo a otras contabilidades que
potencialmente es más peligroso que la CNTE misma. Otros dos que se
adivinan en el horizonte son las mujeres movilizadas por sus derechos y
los derivados de las batallas por la Paz con Justicia y Dignidad y
últimamente las y los jóvenes. Por todos los medios el sistema busca
fragmentarlos, impedir las convergencias y la conciencia de que
únicamente tienen futuro liberador si abandonan las inercias
particularistas que son fortalecidas por las campañas de
contrainsurgencia que se desarrollan usando todo tipo de disfraces y
consignas separatistas.
Además, en la lógica de AMLO y del Estado
hay que desmontar los corredores de la rebelión y de los alzamientos,
el más visible es el que se extiende de Chiapas a Michoacán pasando por
Oaxaca y Guerrero. Todos sus proyectos de “desarrollo” que no son más
que la actualización del Plan Puebla Panamá, Colombia o Mérida, tienen
esa finalidad. Están destinados a desmontar las reservas más fuertes de
comunitarismos y comunalismos, la veta donde se encuentra la salvación
de México, de sus naciones originarias y del pueblo todo. Sus
“megaproyectos” como el Tren Maya, el corredor Transítsmico y sus
millones de árboles, disfrazados de progreso, están inspirados en parte
en el plan contrainsurgente ensayado por el gobierno de Kennedy llamado
“Alianza para el Progreso” que entre 1961 y 1970 fueron el caballo de
batalla del imperialismo para cercar a la Revolución Cubana y los
movimientos nacionales y socialistas que emergieron en Indoamérica. AMLO
suele insistir abiertamente en que se instrumente de nueva cuenta un
símil de esa alianza para que junto con Estados Unidos se construyan las
bases del desarrollo en Mesoamérica, lo que constituye una verdadera
declaración de guerra en contra de naciones y pueblos originarios y de
buena parte de la población.
viii
Así,
el control del SNTE es estratégico, más en esta fase de capitalismo
cognitivo, de ampliación de las potencialidades del trabajo intelectual y
de la aplicación renovada del conocimiento en los procesos de
reproducción capitalistas. Si alguien supone que el SNTE se va a
recuperar para las y los trabajadores sin lucha, como graciosa concesión
del poder se equivoca. AMLO se enfrenta a la CNTE porque él, la
burguesía oligárquica y el Estado no pueden renunciar al control de ese
espacio estratégico. Su alianza con Elba Esther y con los escindidos y
traidores a la CNTE es más que electoral. Con Elba en particular
coincide en todo el trasfondo contenido en la divisa de la “Calidad
Educativa”. La señora supone que en este mes va a sentar sus reales en
el SNTE de nueva cuenta, ya tiene un delfín en Moisés Jiménez, que es
bien visto por AMLO y un buen de número de charros y neocharros.
Por
estos motivos AMLO no cuida las formas en la presente etapa, inventa
situaciones que rayan en lo ridículo, la CNTE y las y los trabajadores
de la educación quieren que les paguen, después de años o meses de
servicio en que sus salarios no han sido cubiertos. No quieren el
control de la nómina, esa es responsabilidad del patrón. A lo más exigen
que no se use la nómina y el presupuesto de la SEP para encubrir a
aviadores y los altos salarios de la casta burocrática. La CNTE surgió
en parte de una crisis de pagos, el gobierno ensayó la descentralización
administrativa y luego regreso a una neo-centralización que ha dejado a
decenas sino es que a centenas de miles sin pago de salarios o
bonificaciones. AMLO se escandaliza por el hecho de que las y los
maestros paren, en lugar de escandalizarse por las condiciones laborales
y materiales que enfrentan docentes y comunidades escolares. En lugar
de cuestionar un régimen laboral y político que impide el libre
ejercicio del derecho de organización y huelga.
Miente AMLO
cuando afirma que la CNTE le pide dinero al modo de algunas dirigencias
clientelares; en todo caso lo que se exige es que las cuotas sindicales,
patrimonio de las y los trabajadores, dejen de ser robadas por las y
los charros como doña Elba. Miente cuando dice que la CNTE llamó a no
votar o a votar en su contra. Miente cuando no reconoce que algunas
fuerzas políticas y sociales no pactaron con él porque no había nada que
pactar, ni un solo punto de su programa se prestaba a ello. Madero
aceptó a regañadientes la propuesta de Zapata, pero Obrador nada.
Acierta cuando afirma que los extremos se juntan, su caso es la
evidencia más palmaria; su ensamblamiento con la “mafia del poder” es
ejemplar. Otro tanto ocurre con algunos de sus seguidores en el
magisterio que eran proclives al ultraizquierdismo verbal y provocador,
partidarios extremos de la “otra campaña”, enemigos de cualquier trato
con AMLO en 2006 y ahora son sus más fervientes admiradores y hacen
causa común, de un modo u otro, con un sector de charros.
AMLO y
una parte de sus seguidores están generando un ambiente de linchamiento
y persecución de los movimientos sociales y civiles independientes. Que
alimenta el ambiente que resulta propicio para que la ultraderecha
fascista. La irracionalidad y el fundamentalismo evaden los
razonamientos basados en los hechos y en reflexiones ideológicas serias.
El debate, verdadera fuente de transformación se sacrifica en aras del
control político a costa de la objetividad y el dialogo, a costa de la
libertad de expresión y organización, a costa de las tradiciones
democráticas y libertarias de nuestro pueblo.
AMLO no es
socialdemócrata, la socialdemocracia planteaba arribar al socialismo a
través de reformas, hoy prácticamente los socialdemócratas se
convirtieron en políticos de la gran burguesía, del neoliberalismo, en
todo caso es un liberal-social, que como una vez él mismo dijo, sólo
pretende “limar las aristas más filosas del neoliberalismo”. No es un
demócrata, ni tampoco un nacionalista. Por eso se identifica mucho con
Madero, con quien en palabras de Zapata: fue el falso apóstol de la
democracia; también lo hace con una parte del juarismo y en menor medida
con Cárdenas y nada con Magón, Villa y Zapata, salvo en las
conmemoraciones fúnebres. Ni siquiera es un socialista burgués al modo
de Lombardo Toledano. Su cuarta Transformación puede quedarse en una
cuarta transformación del régimen de quienes apoyados por los
imperialistas estadounidenses derrotaron a Magón, Villa y Zapata. A
cualquier persona medianamente informada le asalta la imagen que va del
PNR de Calles al PRI de Alemán, pasando por PRM de Cárdenas. Hasta ahora
la alianza estratégica de AMLO es con los responsables del desastre
nacional, no con las mayorías nacionales y con la liberación nacional y
la revolución democrático-popular.
La única salida de conjunto a
la crisis nacional, una similar a las que dieron fundamento a las tres
grandes revoluciones que pusieron en pie al Estado-Nación finalmente
oligárquico, criollo, patriarcal, racista y neocolonial, es la
refundación de México sobre bases comunitarias y democráticas. Para eso
se necesita la convergencia de las mayorías nacionales, de sus
organizaciones, pueblos y naciones, de las mujeres, de las y los
jóvenes, de las y los indígenas e indomestizos, de las y los
trabajadores y las clases medias en ese proceso de refundación nacional
que atraviesa por una Nueva Constituyente Originaria y una reforma del
Estado desde la raíz.
Creo que la estatura ética de la CNTE, con
todas las limitaciones que se quiera, está muy por encima de la de AMLO y
sus colaboradores, de Cesar Yáñez, del buen Nico que es un próspero
empresario según algunas crónicas, de Pio o Cárdenas Batel y Leonel
Godoy, los dos últimos enredados en mil negocios fraudulentos fraguados a
expensas del erario público; por no mencionar a los monreales, a los
señores de la Ley MONSANTO hoy BAYER, a su colaborador estrella Alfonso
Romo.
No cabe duda que el estilo personal de “lo que diga mi
dedito” es el estilo de las elites más rancias que suponen que los
dineros públicos y las decisiones nacionales son su patrimonio.
Notas:
i http://tareasjuridicas.com/2016/07/24/la-diferencia-abrogar-derogar/
http://insurgenciamagisterial.com/reforma-educativa-y-sutilezas-juridicas/
https://www.jornada.com.mx/2018/sociedad/035n1soc.
http://www.diariodechiapas.com/landing/opinión/cnte-radical/
http://insurgenciamagisterial.com/los-bandazos-de-amlo/
http://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/10/16/asegura-amlo-que-capacitacion-de-maestros-sera-voluntaria-y-advierte-desaparición-del-inee
http://profelandia.com/amlo-anuncia-el-fin-del-inee-y-la-evaluación-docente/
ii La ética del buen vivir o ética del morir bien. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=102978
Ética y filosofía política de Francisco Fernández Buey. http://www.insumisos.com/diplo/NODE/4006.HTM
iii Retos de los trabajadores en la transición. El Universal. Vital Galicia, José Antonio. 14/10/2018.
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/IP-y-AMLO-acuerdan-impulsar-plan-de-becas-para-jovenes--20180705-0022.html
http://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/09/14/planteara-amlo-elevar-a-68-anos-laedad-de-jubilación-9645.html
iv Populismo, subalternidad y más allá. Verónica Gago. Facultad Libre.
https://yuotu.be/mhgtUCYK9P8
https://youtu.be/vWZcBUUNpVM
v Formación y evaluación docente como mercancía del complejo cultural industrial. Lev Moujahid Velázquez.
https://facebook.com/story.php?story_fbid=1631912366915027&id=100002888389832
vi http:/www.el universal.com.mx/elecciones-2018/en-video-esteban-moctezuma-defiende-propuesta-educativa-de-amlo
AMLO: Habrá una verdadera reforma educativa. https//youtu.be/Mtsm5mlGePg
vii La jornada 27 de junio de 2016.
viii
Carlos Fazio ha sido prolijo en tratar estos asuntos del significado
social, militar y político de los planes del nuevo gobierno en ciernes
para con el sur mexicano. Entre otros artículos están: Romo y el
saqueo de la lacandona, en tres entregas; AMLO y el poder real;
Tillerson la militarización y el petróleo; todos aparecidos en La
Jornada.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.