Brasil pasó bien la prueba del
fútbol en la Copa de Confederaciones al coronarse campeón con una
goleada 3 a 0 en la final ante España, pero el torneo reveló varios
retos pendientes para el Mundial que el país recibirá en menos de un
año, aparte de las protestas en las calles.
La lista de problemas que asomaron en la copa
disputada en las últimas dos semanas, considerada un test clave antes
del Mundial, incluye desde dificultades de acceso a estadios nuevos
hasta saturación en aeropuertos, pasando por asuntos de organización.La Fifa, ente regulador de estas competiciones, evitó señalar en público los puntos débiles que tuvo la Confederaciones en Brasil, un tema sensible para el gobierno de Dilma Rousseff, acusado en las calles de dar demasiada atención a los eventos deportivos y poca a la salud o educación pública.
Las protestas a través del fútbol
Sin embargo, miembros del Comité Organizador del Mundial 2014 indicaron que Brasil logró una nota de siete de diez en el torneo, medio punto menos que la calificación que la FIFA le dio a Sudáfrica en 2009.
"Tenemos un año de trabajo", advirtió el presidente de ese comité y de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Eugenio Figueredo. "Y un año pasa muy rápido".
Lo que sigue es un resumen de lo que todavía debe resolverse para el mayor evento global del balompié, en base a hechos que ocurrieron en la Confederaciones y especialistas consultados.
El transporte a los estadios fue el ítem que obtuvo la menor evaluación positiva (61,5%) de los extranjeros que visitaron Brasil en el torneo, según datos preliminares de un sondeo del ministerio de Turismo.
Uno de los casos más problemáticos fue el Arena Pernambuco, el estadio nuevo de Recife que va a recibir cinco partidos del Mundial. Los hinchas tuvieron que hacer transbordos de buses y metro y caminar casi un kilómetro para ver allí el juego de España y Uruguay el domingo 16.
"Los entornos de los estadios no quedaron prontos ni el acceso a ellos en muchos casos, particularmente en Pernambuco", dijo José Roberto Bernasconi, coordinador de asuntos del Mundial 2014 en el sindicato brasileño de arquitectos e ingenieros, Sinaenco.
"Hay dificultades, pero para la Copa del Mundo estarán prontos", pronosticó en diálogo con BBC Mundo.