Maduro viene a Moscú a “sincronizar relojes”
Foto: EPA
Para Caracas y Moscú, esta es una buena
oportunidad para “sincronizar los relojes” e intercambiar criterios
acerca de las futuras vías de desarrollo de la cooperación estratégica
bilateral.
Los dos líderes ya contactaron por teléfono
y, al parecer, nadie en Moscú espera sorpresas ingratas de parte del
sucesor del presidente Hugo Chávez,
fallecido esta primavera. El propio Maduro ratificó en más de una
ocasión que, bajo su Gobierno, Venezuela mantendrá las relaciones de
cooperación estratégica con Rusia. En todo caso, este encuentro es una
buena oportunidad para conocer personalmente al máximo mandatario de la
principal potencia petrolera de Latinoamérica.
Bajo el
Gobierno de Chávez, Caracas y Moscú colaboraban activamente en la
producción de gas y petróleo y tenían importantes contratos de venta de
armas, prospección de gas y construcción de plantas químicas y
nucleares. Rusia espera que Venezuela confirme sus respectivos
compromisos y, al parecer, el presidente venezolano viene justamente
para hacerlo.
El profesor docente de la facultad de
Procesos Globales en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, Zbignev
Ivanovski, dice que a Rusia le gustaría seguir desarrollando las
relaciones de cooperación con Venezuela:
—Venezuela
es uno de nuestros socios prioritarios en Latinoamérica. Rusia tiene
importantes intereses económicos en ese país: en el sector petrolero y
en el de armas. Maduro seguirá ejerciendo la política de su predecesor,
Hugo Chávez, y tratará de cumplir los contratos firmados hasta la fecha.
Lo que pasará luego depende de la situación política interna de
Venezuela, si se mantiene estable o no.
Con la
muerte de Chávez la perspectiva de llevar a feliz término los proyectos
bilaterales de explotación de campos petrolíferos de Venezuela se vio
bastante borrosa. Asimismo, resultaron cuestionados los convenios de
exportación de importantes lotes de armas rusas a Venezuela.
De
momento, Rusia no tiene más planes a largo plazo con respecto a ese
país sudamericano y solo busca mantener los proyectos ya conversados,
acordados y pautados, dice el director del Instituto ruso de América
Latina, Borís Martínov:
—Rusia
necesita que sean confirmados los acuerdos anteriores y quiere iniciar
el diálogo y conocer al nuevo presidente. A ver qué pasa con nuestras
relaciones en el futuro. De momento, nuestra intención es mantener los
contratos vigentes. A estas alturas, las previsiones son favorables. Los
presidentes incluso pueden tocar el caso Snowden para ver qué hacemos
con él ahora.
Venezuela ya dijo que puede
conceder asilo político al exagente de la CIA y la NSA, si este se lo
solicita. Edward Snowden huyó de EEUU en mayo pasado y en junio denunció
la vigilancia total que están practicando los servicios secretos de
EEUU. Pidió asilo político a Ecuador y llegó a Moscú en un vuelo con
escala en la capital rusa. Ahora, se ha quedado plantado en el área de
tránsito del aeropuerto Sheremétievo, de Moscú, mientras Ecuador se
demora con el trámite de su solicitud de asilo. Para Rusia, esto también
crea problemas en sus relaciones con EEUU. Si Venezuela acepta a
Snowden, el problema se solucionaría pronto.
Rusia
tiene con Caracas decenas de contratos de venta de armas, incluidos
aviones de caza, tanques y fusiles de asalto. Su costo total se aprecia
en cuatro mil millones de dólares. Bajo el Gobierno de Hugo Chávez, con
regularidad se organizaban maniobras militares conjuntas
ruso-venezolanas.
nv/as/sm
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